Enciendes la tele por la mañana. Pones cualquier cadena. Una joven, encantada de asistir a los actos de la Jornada Mundial de la Juventud y del hondo simbolismo que encierra este acontecimiento, explica entusiasmada que vive en las afueras de Madrid y no ha querido perderse una ocasión tan especial: “Los jóvenes de Madrid estamos con el papa”.
Enciendes la tele al mediodía. Pones cualquier cadena. Un joven, encantado de asistir a los actos de la Jornada Mundial de la Juventud y del hondo simbolismo que encierra este acontecimiento, explica entusiasmado que no vive en Madrid pero no ha querido perderse una ocasión tan especial: “Los jóvenes españoles estamos con el papa”.
Enciendes la tele por la tarde. Pones cualquier cadena. Una joven, encantada de asistir a los actos de la Jornada Mundial de la Juventud y del hondo simbolismo que encierra este acontecimiento, explica entusiasmada que no vive en España paro no ha querido perderse una ocasión tan especial: “Los jóvenes europeos estamos con el papa”.
Enciendes la tele por la noche. Pones cualquier cadena. Un joven, encantado de asistir a los actos de la Jornada Mundial de la Juventud y del hondo simbolismo que encierra este acontecimiento, explica entusiasmado que no vive en Europa pero no ha querido perderse una ocasión tan especial: “Los jóvenes americanos estamos con el papa”.
Madrid, Toledo, Cantabria, Portugal, Polonia, Estados Unidos, Brasil, México, Colombia, Ecuador, República Dominicana. Cientos de miles de peregrinos de todo el mundo se reúnen en Madrid llevados por sus creencias peregrinas. Cuanto más lejos viven de Madrid, más caro resulta el viaje que han realizado y más necesario se hace disponer de recursos sólidos para afrontarlo. Cuanto más pobre sea el país desde el que han viajado, más probable es que sea mayor la diferencia entre la renta de los asistentes y la renta media del país del que proceden. Encantados, se agolpan tras los reporteros de calle a proclamar el escándalo moral que supone desplazarse desde todos los rincones del mundo para asistir a los actos de la Jornada Mundial de la Juventud sin percatarse del hondo simbolismo que encierra este acontecimiento.
¡¡Genial!!
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