Para dar la sorpresa tenía que ponerse al día. Siempre que sus amigos hablaban de política no sabía qué decir. No se interesaba por los asuntos políticos porque no le gustaban, así que no tenía opinión formada. Sus amigos le decían que no le gustaban porque no se interesaba, que tendría una opinión en cuanto se informara y viera que la política nos salpica a todos.
Pues iba a darles una buena sorpresa. Iba a seguir la noche electoral al dedillo. El lunes iba a demostrar que lo sabía todo sobre el baile de cifras, estimaciones, recuentos, declaraciones, resultados provisionales, comparaciones, porcentajes, derrotas y triunfos con los que culminan las elecciones. Cuando cerraron los colegios electorales marchó a casa, se armó de paciencia y mando a distancia, respiró hondo y se sentó a ver todo lo que la tele ofrecía sobre la noche electoral. La 1 es la que dispone de más medios, así que puso en ella el campamento base. Constantes barridos por las generalistas, por si hay algo. Mira, en Antena 3 meten publicidad y, para que los espectadores no marchen, van poniendo a un lado datos de los recuentos. Pases por las autonómicas, que para eso pagaba una plataforma con no sé cuántas cadenas que nunca ponía. Y la TDT, no puede faltar la TDT que los amigos siempre están diciendo cosas de la ultraderecha tedetera. Al día siguiente sus amigos no iban a dar crédito viéndole tan al día.
- ¿Qué os pareció la noche electoral? Vaya emocionante, ¿eh? Hasta los de Antena 3 ponían los datos de los recuentos mientras emitían publicidad. Me pasé la noche haciendo zapping para no perder detalle.
Sus amigos le miraron con cara de asombro. No creían lo que estaban oyendo. Por fin alguien dijo lo que pensaban todos.
- ¿Noche electoral? Ponte al día, tío. ¿De verdad anduviste persiguiendo los datos de aquí para allá por la tele, en vez de mirar los que te interesan por Internet según salen?
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