Información política en los telediarios. Por un lado están esas imágenes que los partidos producen según sus intereses; que realizan, componen y mezclan según sus criterios; que facilitan a las cadenas gratis total para que estas no tengan que gastar un duro ni tomarse la molestia de ir hasta allí a tomar sus propias imágenes; que nos muestran a una clase política sumergida en ese permanente baño de multitudes que compone el escenario mesiánico en que se han convertido los grandes actos electorales: regalan el trabajo ya hecho, así que los informativos lo aprovechan. Por otro lado está la emisión de bloques electorales con reparto proporcional de los tiempos entre los partidos conforme a los votos de las elecciones anteriores: la ley dice cuánto tiempo deben dedicar a cada uno, así que lo hacen. Y por otro lado están esas ruedas de prensa, esas comparecencias en que se lee un comunicado, se lanza un eslogan, se dice lo que conviene, se calla lo que no interesa y no se admiten preguntas: transforman la vieja caja tonta en caja de resonancia de sus intereses, así que los telediarios resuenan y los tontos somos nosotros.
¿Hay escapatoria? Desde hace un mes los informativos de Canal Sur sobreimpresionan un mensaje avisando cuando emite imágenes realizadas y cedidas por los partidos políticos. Es algo que deberían hacer todas las cadenas desde hace muchos años. Ya puestos deberían avisar poniendo en pantalla un segundero con el reparto de tiempos que establece la ley electoral. Como hacen en “59 segundos”. Y, si no cuaja la iniciativa “Sin preguntas, no cobertura” que propone boicotear las ruedas de prensa sin preguntas, al menos deberían avisarnos con otro cartelito de que se trata de una rueda de prensa con censura. Y rematar pasando bajo los bustos parlantes las preguntas que los ciudadanos envíen con SMS gratuitos. Quid pro quo: si ellos tienen derecho a hacernos oír lo que nadie les preguntó, nosotros deberíamos tener derecho a preguntarles lo que no nos quieren responder
1 comentario:
Sencillamente me uno a esta propuesta.
Es tan buena que seguro que no la toma ninguno de esos medios en la que trabajan algunos que dicen llamarse periodistas pero que no son más que malos voceros.
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