Hala, ya podemos indignarnos todos viendo “Hijos de papá”. Como Risto Mejide está desaparecido, Cuatro apuesta por conseguir audiencia mostrándonos una cuadrilla de villanos para que podamos escoger. No hay mucha variación pero la apuesta es segura. Se trata de ocho pijoteros cortados por el mismo patrón: cachorros con pedigrí alimentados con esmero por los mejores criadores de estúpidos a los que da gusto odiar. Perfectos para satisfacer a los más exigentes espectadores especializados en no perderse nada que les horrorice. Así que el que tuvo la santa paciencia de aguantar el desfile de tontos y tonterías que pastoreó Luján Argüelles la noche del viernes se puso las botas.
Cuatro sabe que el punto fuerte de “Hijos de papá” es lo rematadamente pijos que son sus protagonistas, así que dedicó el día del estreno a presentarnos los personajes en su faceta más retorcidamente gilipollas. Incluso tiene un concurso en su web sobre la “mejor frase” para escoger entre regüeldos como “El deber de mi madre es darme todos los caprichos que para eso me ha tenido” o “Sin lujos no podría vivir”.
Pero donde mejor se conoce el paño es en un destello que solo vimos por ahora en un promo: “Prefiero que haya crisis, ¿sabes por qué? Porque la gente cuando solo tiene un poco de dinero ya se cree que son los reyes del mundo, ¿sabes? Así que sufran y que se jodan todos”. Estos hijos de papá, mamá, abuelito y abuelita y sus tutores privados en centros educativos de élite no quieren vivir bien, ni comodidades, ni lujo. Lo que quieren es estar por encima de los demás a toda costa. Mantener la distancia con “la gente”. Si fueran tuertos, querrían a “la gente” ciega. Los demás, los que somos “la gente” deberíamos hacerles caso, no ver “Hijos de papá” nunca más y dejarles que se hundan y consuman en su propia mierda.
Esta propuesta puede parecerles inadecuada y tal vez tengan razón. El orgulloso gladiador tracio Espartaco hubiera propuesto otra cosa.
Salutatio sr. Antonio,le he leído hoy en la nueva y no he podido resistirme a dejarle un comentario jajajaja.En fin,que pena dan estos especímenes productos del consimismo,pero la culpa en mayor parte es de los padres,que se lo consienten todo todo y todo a sus hijit@s desde bien pequeñitos y claro,luego no quieren aceptar las consecuencias...(y más si son únicos ;). Bueno,me despido,le felicito por sus críticas,siga así.
ResponderEliminarPues para mi el mayor problema es que esos niños crecerán (es un decir, se entiende) cogerán las riendas de las empresas de los padres y llevarán a la ruina a muchos puestos de trabajo...Qué poco futuro nos espera cuando esos tengan que tomar decisiones más importantes que combinar colores y estilos de moda o qué bólido último modelo adquirir...
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