Por un lado, "Glee" es una serie rancia que reproduce los clichés de la comedia sexista juvenil con aburridísima falta de innovación. Pero, por otro lado, es hoy en día el único canal por el que los quinceañeros se están enterando de la existencia de canciones como "Over the rainbow" de Irving Berlin o "Hello, I love you" de los Doors. Pero, por otro lado, no es más que una explotación para la televisión del éxito que la marca "High School Musical" tuvo en el cine. Pero, por otro lado, está consiguiendo que los chavales tarareen "Maybe this time" o "Don’t rain on my parade" mientras se duchan. Pero, por otro lado, sus guiones son muy pobres, sus resoluciones muy predecibles, y los avances de sus tramas argumentales chirrian más que los SMS de "Rico al instante". Pero, por otro lado, esta serie es la responsable de que un 1% de sus espectadores se interesen por Aretha Franklin tras haber escuchado su versión de "Bridge over troubled water" o por Tina Turner gracias a la versión de "River deep, mountain high".
Así que es complicado emitir un juicio sobre "Glee". Si teclean en youtube los descriptores "liza minnelli" y "nowadays" les saldrá en primer lugar una grabación televisiva setentera en donde la grandísima Liza canta el "Nowadays" del musical "Chicago" y estalla de felicidad cuando en la última estrofa se le une de forma inesperada Chita Rivera. No se lo pierdan. Pero tampoco se pierdan uno de los comentarios en donde una (supongo) adolescente (estoy seguro) tarada se pregunta "quiénes son esas dos viejas que se atreven a copiar a ‘Glee’". ¿Ven? Por un lado, debemos alegrarnos de que esté triunfando en todo el mundo una serie que no permite que ningún episodio termine sin haber recordado en algún momento la gloriosa historia musical de Broadway y la calle 42. Pero, por otro lado, quizá sean inútiles estas referencias si al mismo tiempo se potencia desde la serie la juventud como un valor arrasador y el desprecio de todo lo que no sea inmediatamente nuevo. Se ha llevado tres Globos de Oro la semana pasada. Yo sólo le hubiera dado uno y medio.
2 comentarios:
Esa quinceañera bien puede ser un troll. En internet uno sólo puede fiarse de estallidos de espontaneidad como el que me acabas de descubrir.
(Palabra verificadora: "atenting"...)
Ese vídeo siempre ha sido uno de mis favoritos...
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