Allí estaba el siete, junto al logo de “La 2”. Explicándolo todo en la esquina inferior derecha de la pantalla. Agachado, sin darse importancia, sin apenas ocupar sitio. Resumiendo lo que han cambiado las cosas desde que TVE emitió por primera vez “Historia de la frivolidad” la noche del 9 de febrero de 1967 hasta que se emitió por última vez hace unos días, la noche del viernes, 28 de febrero de 2011.
Hace más de 40 años, TVE emitió este mediometraje sin anunciarlo, después del cierre oficial de las emisiones (tras el himno nacional y esas cosas). Esperaba que nadie viera aquella escandalosa historia de la censura que iba de un Paraíso Terrenal que nunca existió a un futuro que nunca existirá. Debía emitirlo para poder presentarlo al prestigioso Festival de Montecarlo, donde ganó la Ninfa de Oro. Solo unos pocos enterados vieron aquella noche cómo la pantalla se iluminaba de nuevo y una presentadora anunciaba un espacio “No apto para todos los públicos”. En blanco y negro y sin logo porque entonces no había otra.
Hace unos días, TVE emitió esta obra maestra tras anunciarla toda la semana, a una hora potable, pero en La 2, porque esperaba que la viera poca gente y no quería que bajara la audiencia de La 1 (donde emitió algo mucho mejor: “Destino Eurovisión”). Debía emitirlo para justificar que la tele pública cumple una función de servicio público. Apenas el 2 por ciento de los espectadores vieron cómo Jordi Costa dispuso de solo dos minutos para poner a la audiencia en antecedentes de lo que suponía este “Pequeño gran clásico de nuestra memoria catódica” (apostólica y romana, se le olvidó añadir). El logo elegido para indicar a quién iba destinada la emisión gritaba en silencio que era apto para los mayores de 7 años. Tuvo que ser ese pequeño número recuadrado en amarillo, esa nota de color junto al logo de La 2 sobre un fondo en blanco y negro, quien lo explicara todo.
30/1/11
EL ÁNGEL CAÍDO
Queridos niños: érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, un país remoto en donde los Domingos por la Tarde la televisión programaba espacios interesantes. De hecho, era uno de los momentos de mayor audiencia de toda la semana, y las cadenas se empeñaban a fondo para ofrecer amenos magacines, películas de éxito clásicas y recientes, programas deportivos que hacían las delicias de los aficionados. El Dios de las Televisiones, siempre atento a la programación por más que su condición divina le hacía ser omnisciente desde el principio de los tiempos de todo lo que iba a pasar, se paseaba entre los canales con complacencia y disfrutaba viendo su creación y la satisfacción que provocaba entre los espectadores.
Y fue justamente el éxito de audiencia que cosechaba lo que hizo que el Domingo por la Tarde pecara de soberbia y pretendiera imponerse a su mismísimo creador. Aquél convocó una revuelta contra éste. Al principio el Dios de las Televisiones intentó aplacar el orgullo del Domingo por la Tarde castigándolo sin "Kojac", "Colombo" y otras grandes serie de detectives clásicamente dominicales. Como viera que la rebelión contra su autoridad no cesaba, retiró a continuación las retransmisiones futboleras que tanta audiencia habían atraído a ese momento de la semana. Aun así, el Domingo por la Tarde se revolvía preso de la vanidad y el resentimiento.
"Tú te lo has buscado", sentención el Dios de las Televisiones, "como castigo crearé un género de películas especial para televisión cuya única función será provocar en los espectadores un potente sueño que les haga pasar toda la tarde durmiendo. Y te condeno a ti, desleal Domingo por la Tarde, a emitir en todas tus cadenas generalistas uno o más de este tipo de telefilmes hasta el fin de los tiempos o hasta que me compre Berlusconi, -lo que ocurra antes-". Y es por eso, queridos niños, que la televisión de las tardes de los domingos es ahora el momento más aburrido de toda la semana. Os toca a vosotros extraer la moraleja de esta historia.
Y fue justamente el éxito de audiencia que cosechaba lo que hizo que el Domingo por la Tarde pecara de soberbia y pretendiera imponerse a su mismísimo creador. Aquél convocó una revuelta contra éste. Al principio el Dios de las Televisiones intentó aplacar el orgullo del Domingo por la Tarde castigándolo sin "Kojac", "Colombo" y otras grandes serie de detectives clásicamente dominicales. Como viera que la rebelión contra su autoridad no cesaba, retiró a continuación las retransmisiones futboleras que tanta audiencia habían atraído a ese momento de la semana. Aun así, el Domingo por la Tarde se revolvía preso de la vanidad y el resentimiento.
"Tú te lo has buscado", sentención el Dios de las Televisiones, "como castigo crearé un género de películas especial para televisión cuya única función será provocar en los espectadores un potente sueño que les haga pasar toda la tarde durmiendo. Y te condeno a ti, desleal Domingo por la Tarde, a emitir en todas tus cadenas generalistas uno o más de este tipo de telefilmes hasta el fin de los tiempos o hasta que me compre Berlusconi, -lo que ocurra antes-". Y es por eso, queridos niños, que la televisión de las tardes de los domingos es ahora el momento más aburrido de toda la semana. Os toca a vosotros extraer la moraleja de esta historia.
29/1/11
BUENAFUENTE YA NO ES EVITERNO
Buenafuente ya no es eviterno. Lo era antes pero ya no. No sé si es bueno o malo. La teología clásica entiende por "eviternos" a aquellos seres que están dotados de un comienzo pero no tienen final. Dios, en su toda la plenitud de su diosidad, es eterno, dado que carece tanto de principio como de final. Las almas racionales, en la limitación de su almidad, son por el contrario eviternas: tienen comienzo, pero a partir de ese momento existirán para siempre. Buenafuente, antes, cuando sólo se emitía en LaSexta a una hora cuyo límite inferior eran las doce de la noche, era para mí un ser eviterno: le veía empezar cada día rodeado por la fanfarria metálica de su banda, pero jamás le veía terminar. Su existencia comenzaba cada noche pero no tenía fin; brotaba su monólogo inicial como las almas tomistas son infundidas por Dios en los cuerpos de los embriones de diez semanas y después continuaba inmortal su humor cada vez más rodeado de inconsciencia, sábanas y oscuridad.
Pero ahora que me he vuelto un adicto enfermizo a las noches de LaSexta2 Buenafuente ha recuperado su condición mortal y terrestre. Ahora Buenfuente comienza a eso de las diez y cuarto y no hay día que no me provoque una ligera fascinación gilipollas comprobar que finalmente, al cabo de una hora y cuarto, el programa va y termina. Así, como si nada, como si no fuera un suceso que cambia la propia naturaleza metafísica (¿?) del espacio. Buenafuente vuelve a ser de carne y hueso, y su condición eviterna queda transferida a "Al rojo vivo", el programa que le sucede en la pantalla. Es ahora este debate que sigue creyendo en la política el que actúa como un ser eviterno, naciendo pero no muriendo, comenzando a las once y media y continuando más allá de lo que la salud de la clase trabajadora se puede permitir. Es el signo de los tiempos: antes era el humor lo que se extendía hasta el infinito, ahora es el debate político el que está siempre presente, el que jamás termina, el que se comporta como un alma. Como un alma en pena.
Pero ahora que me he vuelto un adicto enfermizo a las noches de LaSexta2 Buenafuente ha recuperado su condición mortal y terrestre. Ahora Buenfuente comienza a eso de las diez y cuarto y no hay día que no me provoque una ligera fascinación gilipollas comprobar que finalmente, al cabo de una hora y cuarto, el programa va y termina. Así, como si nada, como si no fuera un suceso que cambia la propia naturaleza metafísica (¿?) del espacio. Buenafuente vuelve a ser de carne y hueso, y su condición eviterna queda transferida a "Al rojo vivo", el programa que le sucede en la pantalla. Es ahora este debate que sigue creyendo en la política el que actúa como un ser eviterno, naciendo pero no muriendo, comenzando a las once y media y continuando más allá de lo que la salud de la clase trabajadora se puede permitir. Es el signo de los tiempos: antes era el humor lo que se extendía hasta el infinito, ahora es el debate político el que está siempre presente, el que jamás termina, el que se comporta como un alma. Como un alma en pena.
28/1/11
DE LA FAMILIA REAL A LA 'FAMILIA REAL'
La 1 estrenó la noche del miércoles “En familia”. Si el programa se hubiera estrenado hace unas décadas podía estar dedicado a lo normal: a cómo entrar todos en un Seat 600, al rezo del rosario como le gustaba a Franco o a la desaparición de Chencho (“¡Chenchooo!”). Pero como ya pasaron unos años desde que Adolfo Suárez pronunciara aquel histórico primer discurso televisivo de 1976, TVE parece decidida a elevar a la categoría política de televisivamente normal lo que a nivel de calle es plenamente normal. Es lo que tiene lo normal: que no se está quieto. Lo normal de ahora no es lo normal de antes porque lo normal es que lo normal cambie.
“La familia es la célula de la sociedad moderna”, cantaba “Siniestro Total”. Luego dice cosas peores: “Sobrinitos aulladores que patean los pasillos, y mi tía embarazada por el cerdo del vecino. Da gusto ver a todos así de tranquilitos, cada uno a lo suyo en la chabola en que vivimos”. No se alarmen, “En familia” no empezó con un capítulo dedicado a las familias desestructuradas, sino con uno dedicado a las que trabajan juntas. Y hay de todo. Fue como si viéramos una versión del “hay gente pa’tó” pero en versión familiar. Así que si en los desfiles se trata de que la bandera de España deje de ser la de unos pocos para ser la de todos, ahora se trata de hacer que la familia deje de ser la bandera de unos pocos y pase a ser la de todos.
Por eso en “La familia” no vimos la Idea de Familia tal y como la alumbró la mente de Dios cuando, según san Agustín, creó el mundo. Vimos familias reales que venden en el mercado, hacen pan, submarinismo, forman una minicomuna hippie o tienen una librería… ¡y están formadas por dos mujeres con un proyecto de vida en común! Sólo faltó una Familia Real que, rebosante de paz y armonía, se dispusiera a gobernar un reino. No importa, eso ya lo vimos en “Sofía”, Antena 3, un poco antes.
“La familia es la célula de la sociedad moderna”, cantaba “Siniestro Total”. Luego dice cosas peores: “Sobrinitos aulladores que patean los pasillos, y mi tía embarazada por el cerdo del vecino. Da gusto ver a todos así de tranquilitos, cada uno a lo suyo en la chabola en que vivimos”. No se alarmen, “En familia” no empezó con un capítulo dedicado a las familias desestructuradas, sino con uno dedicado a las que trabajan juntas. Y hay de todo. Fue como si viéramos una versión del “hay gente pa’tó” pero en versión familiar. Así que si en los desfiles se trata de que la bandera de España deje de ser la de unos pocos para ser la de todos, ahora se trata de hacer que la familia deje de ser la bandera de unos pocos y pase a ser la de todos.
Por eso en “La familia” no vimos la Idea de Familia tal y como la alumbró la mente de Dios cuando, según san Agustín, creó el mundo. Vimos familias reales que venden en el mercado, hacen pan, submarinismo, forman una minicomuna hippie o tienen una librería… ¡y están formadas por dos mujeres con un proyecto de vida en común! Sólo faltó una Familia Real que, rebosante de paz y armonía, se dispusiera a gobernar un reino. No importa, eso ya lo vimos en “Sofía”, Antena 3, un poco antes.
EL PEQUEÑO TIMONEL
O estamos o no estamos. Si, como parece, en España queremos hacer del biopic monárquico lírico-sentimental un nuevo género televisivo que desplace al pulpo como animal de compañía, hay que currárselo más. No podemos seguir facturando fantasías fantasiosas como “Sofía” que se quedan en un quiero y no puedo. Hay que llegar a un público más amplio. Tras ver primero “23-F, el día más difícil del Rey”, después “Felipe y Letizia” y ahora “Sofía” aprendimos que la clave está en el toque delirante de “Felipe y Leticia” y la impagable aportación de Juanjo Puigcorbé interpretando la figura del rey con el mismo cariño que lo hubiera hecho “El Jueves”, la revista que sale los miércoles.
Así que si estamos en lo que estamos, debemos dar ya el Gran Salto Adelante y empezar a realizar este nuevo género televisivo aquí como en la China Popular, que diría Carod Rovira. Ellos son los que más saben y de quienes más podemos aprender. En China no hacen como aquí que primero pusimos a Puigcorbé de rey y ahora lo malgastamos interpretando a su padre sin maldita la gracia. Allí los actores se especializan y si dan bien en pantalla a Mao Zedong, de ahí no los saca nadie. Durante décadas, la interpretación de Gu Yue de Mao fue un asunto de Estado que levantó pasiones, ya fuera fundando el Partido Comunista, guiando la Larga Marcha o escribiendo el Libro Rojo. Gu Yue no tuvo que menudear en pequeños papeles secundarios ni mosquearse con los de “Sé lo que hicisteis”: fue siempre el intocable Gran Timonel.
El desenlace de “Sofia” intentó mostrarnos cómo sufrió la pobre Sofía para convertir en hogar el frío palacio de la Zarzuela, pero no lo logró porque faltó Puigcorbé en el papel de Pequeño Timonel. Por Dios, que no falte cuando, un día de estos, empiecen a grabar las miniseries “Elena” (sobre lo que sufre el corazón de una infanta), “Leonor” (sobre lo que sufre una heredera al empezar preescolar), o “Froilán” (sobre lo que se sufre al no ser heredero).
Así que si estamos en lo que estamos, debemos dar ya el Gran Salto Adelante y empezar a realizar este nuevo género televisivo aquí como en la China Popular, que diría Carod Rovira. Ellos son los que más saben y de quienes más podemos aprender. En China no hacen como aquí que primero pusimos a Puigcorbé de rey y ahora lo malgastamos interpretando a su padre sin maldita la gracia. Allí los actores se especializan y si dan bien en pantalla a Mao Zedong, de ahí no los saca nadie. Durante décadas, la interpretación de Gu Yue de Mao fue un asunto de Estado que levantó pasiones, ya fuera fundando el Partido Comunista, guiando la Larga Marcha o escribiendo el Libro Rojo. Gu Yue no tuvo que menudear en pequeños papeles secundarios ni mosquearse con los de “Sé lo que hicisteis”: fue siempre el intocable Gran Timonel.
El desenlace de “Sofia” intentó mostrarnos cómo sufrió la pobre Sofía para convertir en hogar el frío palacio de la Zarzuela, pero no lo logró porque faltó Puigcorbé en el papel de Pequeño Timonel. Por Dios, que no falte cuando, un día de estos, empiecen a grabar las miniseries “Elena” (sobre lo que sufre el corazón de una infanta), “Leonor” (sobre lo que sufre una heredera al empezar preescolar), o “Froilán” (sobre lo que se sufre al no ser heredero).
27/1/11
PROSTÍBULOS CON TELÉFONO DE ALUDIDOS
Crítica de televisión on line con un par
No me lo creo. Seguro que en España tenemos programas de televisión desagradables, con una conducción despreciable, infame y repugnante; programas que parecen un increíble prostíbulo televisivo; programas en los que se ofrecen tesis falsas, muy lejanas a la realidad, a la verdad y distorsionadas. Italia los tiene y nosotros no vamos a ser menos. Todos sabríamos dar un puñado de nombres. Lo que pasa es que aquí no tenemos agallas (que es una manera elegantemente vegetal de decir que no hay cojones) para llamar a las cosas por su nombre. Aquí la crítica de televisión se anda con paños calientes en vez de decir lo que hay a las claras como hace Silvio Berlusconi, un tío del que se dirá lo que se quiera, pero que de glándulas parece que va bien.
Ya sabíamos que Berlusconi es el mejor haciendo televisión. Hace cuatro años, por ejemplo, Gina Lollobrigida consiguió que las cadenas de Il Cavaliere dejaran de despellejarla a ella y a su novio con solo una llamada telefónica a su viejo amigo. Ahora aprendemos que también es el mejor haciendo crítica televisiva. Con una llamada telefónica le paró los pies a un programa de una de las pocas cadenas que no controla por su condición de primer ministro o a través de sus empresas televisivas. A ver quién da más. ¿Cómo era eso de que en la tele emiten lo que la audiencia vota democráticamente con su mando a distancia?
Ahora hace falta que Berlusconi llame a un programa español para animar también aquí el cotarro. Los “Sábado dolce vita” y “Aquí hay tomate” que dejaron de criticar a Lollobrigida en cuanto avisó Il Capo ya no existen, pero tienen herederos. Otra cosa es que “Sálvame” y “La noria” tengan tiempo en sus apretadas agendas para hablar de Berlusconi y conseguir así que una atronadora llamada en directo con acento italiano los califique de programas desagradables, increíbles prostíbulos televisivos, con una conducción despreciable, infame y repugnante. Pues a ver.
26/1/11
LA PORTERA DE LA REPÚBLICA
Hemos aguantado insufribles panfletos rosáceos a mayor gloria de la monarquía, así que es justo que la república también tenga su espacio televisivo. Por fortuna, la serie “14 de abril. La República” se emite en TVE, y eso es garantía de que el viaje a la España de los años 30 del pasado siglo no caerá en los perversos y malolientes tópicos sobre nuestra historia reciente que las tertulias de ultraderecha están intentando tatuar en nuestros estómagos. Jordi Frades, el director de la serie, dice que “14 de abril. La República” ha optado por la equidad, que no hay buenos y malos, y que se ha dado la oportunidad a los dos bandos para que muestren las razones de lo que hicieron. La equidad es imposible. Nunca hay buenos absolutos y malos de remate. Jamás hubo sólo dos bandos. Pero todos entendemos lo que Frades quiere decir.
El escritor Carlos Fisas, autor de divertidísimos libros de divulgación histórica, dice que algunas veces se le ha pretendido insultar llamándole “portera de la historia”, pero a Fisas le gusta que le llamen así porque a una portera se le supone un gran conocimiento de la vida íntima de los inquilinos de la finca que tiene a su cargo, y se da por sentado que es la que sabe más chismes y detalles privados del vecindario. La serie que TVE estrenó el pasado lunes no busca el aplauso de la academia, sino que prestemos atención a la portera. En “14 de abril. La República” se mezclan los cabarés de Madrid, la polémica acerca del sufragio femenino, las fiestas de la alta sociedad, los amores imposibles, los amores posibles, la reforma agraria, las conspiraciones militares, los discursos anarquistas y los recursos de la Guardia Civil. Es cierto, como dice uno de los personajes de la serie, que nada de lo que ha sido durante siglos de una manera puede cambiar de un día para otro, y también es cierto que una serie de televisión no puede explicar la República en unos cuantos capítulos. Pero la portera de la historia sí puede descorrer la cortina para que echemos un vistazo, aunque sea un vistazo apresurado, incompleto y lleno de chicos y chicas guapas, al tiempo que nos parió.
La portera de la República que nos visita los lunes en TVE cree, de momento, que los anarquistas son unos chicos malotes y los explotadores unos rebeldes con causa latifundista. Habrá que esperar nuevos chismes y detalles privados del vecindario.
El escritor Carlos Fisas, autor de divertidísimos libros de divulgación histórica, dice que algunas veces se le ha pretendido insultar llamándole “portera de la historia”, pero a Fisas le gusta que le llamen así porque a una portera se le supone un gran conocimiento de la vida íntima de los inquilinos de la finca que tiene a su cargo, y se da por sentado que es la que sabe más chismes y detalles privados del vecindario. La serie que TVE estrenó el pasado lunes no busca el aplauso de la academia, sino que prestemos atención a la portera. En “14 de abril. La República” se mezclan los cabarés de Madrid, la polémica acerca del sufragio femenino, las fiestas de la alta sociedad, los amores imposibles, los amores posibles, la reforma agraria, las conspiraciones militares, los discursos anarquistas y los recursos de la Guardia Civil. Es cierto, como dice uno de los personajes de la serie, que nada de lo que ha sido durante siglos de una manera puede cambiar de un día para otro, y también es cierto que una serie de televisión no puede explicar la República en unos cuantos capítulos. Pero la portera de la historia sí puede descorrer la cortina para que echemos un vistazo, aunque sea un vistazo apresurado, incompleto y lleno de chicos y chicas guapas, al tiempo que nos parió.
La portera de la República que nos visita los lunes en TVE cree, de momento, que los anarquistas son unos chicos malotes y los explotadores unos rebeldes con causa latifundista. Habrá que esperar nuevos chismes y detalles privados del vecindario.
25/1/11
BUDA TENÍA SED
Ananda se sentó junto al riachuelo. Mientras esperaba que las aguas revueltas se aclarasen, pensaba en lo que había ocurrido. Su maestro, Buda Gautama, le había pedido que volviera al arroyo por el que habían pasado un rato antes y cogiera agua para beber. Pero cuando llegó lo encontró lleno de barro y hojas muertas por el paso de unas carretas, así que se volvió decidido a coger el agua de otro riachuelo que habrían de pasar siguiendo su camino. Explicó a Buda por qué volvía sin agua pero no admitió sus razones, ordenándole que una vez más volviera sobre sus pasos porque recordaba que el agua de aquel arrollo era clara y cristalina. Debía sentarse y esperar sin meterse en la corriente para no ensuciarla de nuevo. Para llenar el cuenco de agua sólo debía observar y no hacer nada.
Ananda miraba ensimismado el agua correr cuando lo entendió todo: el riachuelo es nuestro espíritu, su pureza se representa por el agua cristalina, el barro y la suciedad son los temores y sufrimientos que ensucian esa claridad, por lo que debemos limitarnos a esperar en la orilla sin hacer nada… Entonces, del recodo del camino surgió Bear Grylls, “El último superviviente”. Se acercó al agua y observó que en la parte alta el arroyo bajaba más limpia. Fue allí, y con un calcetín y la ceniza de la hoguera del día anterior hizo un filtro y bebió. Se comió dos ranas capturadas allí mismo y llenó de agua filtrada un odre hecho con la vejiga de un animal cazado días antes. Lo amarró al cinturón y siguió su camino.
Ananda intentó seguir meditando, pero aquello ya no encajaba. Lo de la corriente de la mente y todo eso está muy bien, pero, ¿qué simboliza el calcetín? ¿Y la ceniza? ¿Y el odre? ¿Y las dos ranas que aquel tipo había eviscerado allí mismo? Respiró hondo y siguió esperando que el agua terminara de asentarse. Mientras, lejos de allí, Buda tenía sed.
Ananda miraba ensimismado el agua correr cuando lo entendió todo: el riachuelo es nuestro espíritu, su pureza se representa por el agua cristalina, el barro y la suciedad son los temores y sufrimientos que ensucian esa claridad, por lo que debemos limitarnos a esperar en la orilla sin hacer nada… Entonces, del recodo del camino surgió Bear Grylls, “El último superviviente”. Se acercó al agua y observó que en la parte alta el arroyo bajaba más limpia. Fue allí, y con un calcetín y la ceniza de la hoguera del día anterior hizo un filtro y bebió. Se comió dos ranas capturadas allí mismo y llenó de agua filtrada un odre hecho con la vejiga de un animal cazado días antes. Lo amarró al cinturón y siguió su camino.
Ananda intentó seguir meditando, pero aquello ya no encajaba. Lo de la corriente de la mente y todo eso está muy bien, pero, ¿qué simboliza el calcetín? ¿Y la ceniza? ¿Y el odre? ¿Y las dos ranas que aquel tipo había eviscerado allí mismo? Respiró hondo y siguió esperando que el agua terminara de asentarse. Mientras, lejos de allí, Buda tenía sed.
24/1/11
HOMEOSTASIS
La edición de este año de "Operación Triunfo" tiene cuatro grandes ventajas pero también cuatro grandes inconvenientes respecto de la última edición emitida en 2009. Empecemos por las ventajas: (1) no participa ninguno de los concursantes de la edición anterior, lo cual garantiza que no tendremos que soportar horas interminables de llantos desconsolados y milongas infantiles acerca de los sueños y las ilusiones de la vida a cargo de dieciocho aspirantes a cantantes cuyo nombre nadie recuerda ya, (2) no participa Risto Mejide, inexplicable miembro de un jurado en un concurso de cantantes, cuya actividad principal, -que nunca debería haber abandonado-, se desarrolla en otras áreas del mundo del espectáculo, (3) no participa Jesús Vázquez, cuya corrección, asepsia y automatismo como presentador constituye su principal virtud y su principal defecto, y (4) por encima de todas las cosas, la mayor ventaja de este OT 2011 es la ausencia de Ángel Llácer como jefazo de la Academia, cuya sola presencia, histriónica, narcisista, carente de todo ingenio y talento, lastraba el concurso de forma irremediable.
Y veamos ahora los inconvenientes: (1) participan los concursantes de la edición actual, lo cual garantiza que tendremos que soportar horas interminables de llantos desconsolados y milongas infantiles acerca de los sueños y las ilusiones de la vida a cargo de dieciocho aspirantes a cantantes cuyo nombre nadie recordará dentro de dos años, (2) participan Fernando Argenta y Rafa Sánchez, inexplicables miembros de un jurado en un concurso de cantantes, cuya actividad principal, -que nunca deberían haber abandonado-, se desarrolla en otras áreas del mundo del espectáculo, (3) participa Pilar Rubio, cuyas inseguridades y espontaneidades como presentadora constituyen su principal virtud y su principal defecto, y (4) por encima de todas las cosas, el mayor inconveniente de este OT 2011 es la presencia de Nina como jefaza de la Academia, cuya sola presencia, cursi, hortera, carente de todo ingenio, lastra el concurso de forma irremediable.
Y veamos ahora los inconvenientes: (1) participan los concursantes de la edición actual, lo cual garantiza que tendremos que soportar horas interminables de llantos desconsolados y milongas infantiles acerca de los sueños y las ilusiones de la vida a cargo de dieciocho aspirantes a cantantes cuyo nombre nadie recordará dentro de dos años, (2) participan Fernando Argenta y Rafa Sánchez, inexplicables miembros de un jurado en un concurso de cantantes, cuya actividad principal, -que nunca deberían haber abandonado-, se desarrolla en otras áreas del mundo del espectáculo, (3) participa Pilar Rubio, cuyas inseguridades y espontaneidades como presentadora constituyen su principal virtud y su principal defecto, y (4) por encima de todas las cosas, el mayor inconveniente de este OT 2011 es la presencia de Nina como jefaza de la Academia, cuya sola presencia, cursi, hortera, carente de todo ingenio, lastra el concurso de forma irremediable.
23/1/11
ELOGIO Y REFUTACIÓN DE "GLEE"
Por un lado, "Glee" es una serie rancia que reproduce los clichés de la comedia sexista juvenil con aburridísima falta de innovación. Pero, por otro lado, es hoy en día el único canal por el que los quinceañeros se están enterando de la existencia de canciones como "Over the rainbow" de Irving Berlin o "Hello, I love you" de los Doors. Pero, por otro lado, no es más que una explotación para la televisión del éxito que la marca "High School Musical" tuvo en el cine. Pero, por otro lado, está consiguiendo que los chavales tarareen "Maybe this time" o "Don’t rain on my parade" mientras se duchan. Pero, por otro lado, sus guiones son muy pobres, sus resoluciones muy predecibles, y los avances de sus tramas argumentales chirrian más que los SMS de "Rico al instante". Pero, por otro lado, esta serie es la responsable de que un 1% de sus espectadores se interesen por Aretha Franklin tras haber escuchado su versión de "Bridge over troubled water" o por Tina Turner gracias a la versión de "River deep, mountain high".
Así que es complicado emitir un juicio sobre "Glee". Si teclean en youtube los descriptores "liza minnelli" y "nowadays" les saldrá en primer lugar una grabación televisiva setentera en donde la grandísima Liza canta el "Nowadays" del musical "Chicago" y estalla de felicidad cuando en la última estrofa se le une de forma inesperada Chita Rivera. No se lo pierdan. Pero tampoco se pierdan uno de los comentarios en donde una (supongo) adolescente (estoy seguro) tarada se pregunta "quiénes son esas dos viejas que se atreven a copiar a ‘Glee’". ¿Ven? Por un lado, debemos alegrarnos de que esté triunfando en todo el mundo una serie que no permite que ningún episodio termine sin haber recordado en algún momento la gloriosa historia musical de Broadway y la calle 42. Pero, por otro lado, quizá sean inútiles estas referencias si al mismo tiempo se potencia desde la serie la juventud como un valor arrasador y el desprecio de todo lo que no sea inmediatamente nuevo. Se ha llevado tres Globos de Oro la semana pasada. Yo sólo le hubiera dado uno y medio.
Así que es complicado emitir un juicio sobre "Glee". Si teclean en youtube los descriptores "liza minnelli" y "nowadays" les saldrá en primer lugar una grabación televisiva setentera en donde la grandísima Liza canta el "Nowadays" del musical "Chicago" y estalla de felicidad cuando en la última estrofa se le une de forma inesperada Chita Rivera. No se lo pierdan. Pero tampoco se pierdan uno de los comentarios en donde una (supongo) adolescente (estoy seguro) tarada se pregunta "quiénes son esas dos viejas que se atreven a copiar a ‘Glee’". ¿Ven? Por un lado, debemos alegrarnos de que esté triunfando en todo el mundo una serie que no permite que ningún episodio termine sin haber recordado en algún momento la gloriosa historia musical de Broadway y la calle 42. Pero, por otro lado, quizá sean inútiles estas referencias si al mismo tiempo se potencia desde la serie la juventud como un valor arrasador y el desprecio de todo lo que no sea inmediatamente nuevo. Se ha llevado tres Globos de Oro la semana pasada. Yo sólo le hubiera dado uno y medio.
22/1/11
EL FANTASMA ERRANTE DEL ALMA EN PENA DEL ESPÍRITU ATORMENTADO DE CNN+
Demasiada gente trabajando para dar contenido a una emisión que puede ser rellenada por un grupo de primates encerrados en una casa.
Cada noche, cuando los audímetros envían los datos del día al ordenador central, el fantasma errante del alma en pena del espíritu atormentado de CNN+ se aparece para dar la misma noticia desde el más allá: en tiempos de fragmentación de audiencias la supervivencia televisiva pasa por la atomización de gastos. Y ya se sabe que los niños, los borrachos y los fantasmas atormentados de las almas errantes de los espíritus en pena siempre dicen la verdad.
Hace mucho que sabemos que ese esquema de “un hombre, un voto” es hermoso, pero aplicado a la democracia televisiva no funciona porque un programa caro necesita más votos (más espectadores) que uno barato para sobrevivir a la lógica del mercado cruel. A los programas caros (y por desgracia hacer buenos programas suele resultar costoso) sólo les cabe luchar por subir los índices de audiencia para sobrevivir, lo que no es fácil. Pero es que con la explosión de las cadenas tedeteras la audiencia está tan fragmentada que no sólo ven comprometida su supervivencia los programas caros, sino también las mismas cadenas. Mejorar la audiencia es cada vez más difícil y lo que se logra son sólo décimas. Mantener así no un programa, sino una cadena, es difícil. Es más sencillo abaratar costes a cualquier precio. La fragmentación de audiencias lleva a la atomización de gastos. El pez barato se come al caro. Ni calidad ni pluralismo ni pamplinas. Gran Hermano 24 horas en lugar de CNN+.
El consumo televisivo sigue subiendo y el año pasado ya rozamos las cuatro horas diarias. Dar de comer a tantos ojos con tanta competencia es más rentable si se empaquetan las horas de emisión baratas en menús de televisión rápida de usar y tirar. GH 24h. es tan barato que da dinero desde el primer minuto, da igual que suba el colesterol y provoque hipertensión intraocular. No es de extrañar que el fantasma en pena del alma atormentada del espíritu errante de CNN+ no encuentre descanso al enterarse de que, encima, lo ve más gente.
21/1/11
DISNEY FUMA
La única diferencia entre los personajes femeninos de los clásicos de Disney y los personajes femeninos de las tv movies sobre las realezas locales es que en el segundo caso las princesas fuman. Las princesas de Disney, -la Sirenita, Bella, Jasmine de "Aladdin", la Cenicienta-, son encantadoras, sencillas y espontáneas a pesar de sus prodigiosas circunstancias, sólo el amor mueve sus vidas y sus decisiones; mientras que las princesas de la tv movie "Sofía" que estrenó Antena 3 el pasado jueves son encantadoras, sencillas y espontáneas a pesar de sus prodigiosas circunstancias, sólo el amor mueve sus vidas y sus decisiones, pero, eso sí, fuman. Si no fuera porque queda como mal colocarle un cigarrito en los dedos a Bella mientras está bailando con Bestia en el gran salón o porque la Sirenita iba a pasarlas canutas para mantener el winston encendido bajo del mar, Sofía de Grecia, -siempre a tenor de lo que vimos anteayer en las pantallas-, podría pasar a engordar, -que es como "engrosar" pero en vulgata-, el merchandising rosa y purpurínico del universo Disney.
Por lo demás, la miniteleserie se ajusta a los arquetipos del cine infantil con fidelidad de ejercicio de género. Juanito de Borbón es el Tarzán juvenil, ágil y risueño de la versión Disney. Juan de Borbón, el padre, es Mufasa, -¿qué rollo se está tirando ahora Puigcorbé con esto de que le persiguen y fuerzas en la sombra están haciendo una campaña contra él?-. Franco es Jaffar, y los planos sombríos del Palacio del Pardo que precedieron a sus apariciones me hicieron aplaudir de felicidad ante semejante muestra de ingenuidad de manual de ingenuidades. Si las religiones terciarias, monoteístas y racionales son la antesala del ateísmo, esta monarquía de tv movie, plana, cartoonizada y pop es claramente la antesala de la república. Las niñas ven por la tarde "Aladdin" y "Pocahontas"; sus madres, por la noche, encienden un cigarrillo y ven "Sofia".
ABYSSOBROTULA
Ver "Sálvame" es como hundirse en las profundidades más oscuras del mundo que habitamos. De hecho, el programa de Jorge Javier Vázquez muestra fascinantes similitudes con la fauna abisal que se encuentra en los océanos a partir de los 2.000 metros de profundidad. Es un territorio inhóspito, en donde no existen las estaciones, en donde la temperatura no varía y se mantiene cerca de los cero grados, en donde la oscuridad es perpetua. No hay luz por debajo de los 600 metros, por lo que estos peces carecen de ojos funcionales pero han desarrollado una prodigiosa capacidad para detectar su fuente de alimento: los cadáveres que caen de los peces que viven en capas superiores, sus heces y otros residuos orgánicos de los animales que sí reciben la energía del sol. Viven bajo presiones fortísimas, hasta de 200 kg/cm2, por eso sus cuerpos son blandos y sus huesos pequeños. Sus formas suelen ser monstruosas, sus colmillos desproporcionados. La necesidad de atrapar pequeños restos de desperdicios que caen de las alturas explica que habitualmente su boca sea el órgano más grande de todo su organismo.
¿No es JJV un pez de las profundidades afóticas? Les supongo enterados de su último logro: una aficionada a las prácticas sadomasoquistas acude al plató acompañada de uno de sus esclavos sexuales, al que tiene sometido hace cuatro años para que le chupe los pies (¡¿?!); en el curso de la entrevista el esclavo empieza a pasar de todo, dice que él conoció a la mujer ésta hace pocas horas, que ni sometimiento ni pollas, y que en verdad es un maltratador condenado por violencia contra las mujeres. Se cree que el pez que habita a mayor profundidad es el abyssobrotula galatheae, que ha sido localizado en fosas que llegan a los 8.000 metros, pero yo no lo creo. Sólo es cuestión de tiempo que la ictiología abisal dé con el abyssobrotula jorgejaviervazqueae en alguna sima congelada y oscura, todavía más remota, a la que seguro que el presentador de "Sálvame" se retira al final de cada programa. No quiero ni imaginar cómo estará de deformado el Premio Ondas por la presión de la profundidad.
¿No es JJV un pez de las profundidades afóticas? Les supongo enterados de su último logro: una aficionada a las prácticas sadomasoquistas acude al plató acompañada de uno de sus esclavos sexuales, al que tiene sometido hace cuatro años para que le chupe los pies (¡¿?!); en el curso de la entrevista el esclavo empieza a pasar de todo, dice que él conoció a la mujer ésta hace pocas horas, que ni sometimiento ni pollas, y que en verdad es un maltratador condenado por violencia contra las mujeres. Se cree que el pez que habita a mayor profundidad es el abyssobrotula galatheae, que ha sido localizado en fosas que llegan a los 8.000 metros, pero yo no lo creo. Sólo es cuestión de tiempo que la ictiología abisal dé con el abyssobrotula jorgejaviervazqueae en alguna sima congelada y oscura, todavía más remota, a la que seguro que el presentador de "Sálvame" se retira al final de cada programa. No quiero ni imaginar cómo estará de deformado el Premio Ondas por la presión de la profundidad.
20/1/11
SLQH FRANKENSTEIN
¿Dónde reside la identidad de un individuo? Si yo trasplanto un cerebro, tomándolo de un donante y colocándolo dentro del cráneo del receptor, la persona resultante ¿es el receptor con el cerebro trasplantado del donante o es el donante con el cuerpo trasplantado del receptor? Si tomo el cerebro de una persona y se lo coloco a otra, al tiempo que tomo el cerebro de la segunda y se lo coloco a la primera, ¿estoy intercambiando los cerebros de dos cuerpos o estoy intercambiando los cuerpos de dos cerebros? ¿Que qué tiene esto que ver con la actualidad televisiva? Carajo, todo, ¿cómo no van a ser importantes estas cuestiones de neurofisiología ontológica el día en que Ángel Martín deja para siempre "Sé lo que hicisteis"? ¿El programa resultante va a seguir siendo SLQH sin Ángel Martín?, ¿o Ángel Martín es la identidad de SLQH y se va a llevar puesto el programa a su huerta en donde tiene planeado pasar los próximos años dejando atrás un programa que ya nunca podrá volver a ser SLQH?
Porque no cabe ninguna duda de que Ángel Martín es/era el cerebro de "Sé lo que hicisteis". Que éste sea un programa coral, llevado a cabo por una banda institutera de cómicos mercenarios, no quita para que cada uno tenga muy definida su función dentro del organismo: Patricia Conde es el corazón, Miki Nadal el estómago, Dani Mateo los pulmones, Berta Collado las piernas, Alberto Casado el intestino delgado, y así sucesivamente hasta llegar al encéfalo que constituye Ángel Martín. SLQH pudo sobrevivir sin problemas a la mastectomía que supuso la marcha de Pilar Rubio, pero hoy, delante de la que seguramente será la mayor audiencia de su historia, el programa estrella de laSexta se va a someter a una lobotomía doble en directo. ¿Morirá "Sé lo que hicisteis"? ¿Se convertirá en otro programa aunque se siga llamando igual? ¿Estallará de pronto una tormenta, caerán rayos sobre el estudio y, tras un rato inmóvil, SLQH se levantará dando pasos torpes, con un tornillo en la sien, convertido en un SLQH frankenstein?
Porque no cabe ninguna duda de que Ángel Martín es/era el cerebro de "Sé lo que hicisteis". Que éste sea un programa coral, llevado a cabo por una banda institutera de cómicos mercenarios, no quita para que cada uno tenga muy definida su función dentro del organismo: Patricia Conde es el corazón, Miki Nadal el estómago, Dani Mateo los pulmones, Berta Collado las piernas, Alberto Casado el intestino delgado, y así sucesivamente hasta llegar al encéfalo que constituye Ángel Martín. SLQH pudo sobrevivir sin problemas a la mastectomía que supuso la marcha de Pilar Rubio, pero hoy, delante de la que seguramente será la mayor audiencia de su historia, el programa estrella de laSexta se va a someter a una lobotomía doble en directo. ¿Morirá "Sé lo que hicisteis"? ¿Se convertirá en otro programa aunque se siga llamando igual? ¿Estallará de pronto una tormenta, caerán rayos sobre el estudio y, tras un rato inmóvil, SLQH se levantará dando pasos torpes, con un tornillo en la sien, convertido en un SLQH frankenstein?
19/1/11
LA METAMORFOSIS ZOMBI
Al despertar Rick Grimes una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama del hospital convertido en un hombre rodeado de monstruosos zombis. “La metamorfosis” de Kafka ya tiene su libérrima adaptación televisiva en “The Walking Dead” (martes, La Sexta), una serie en la que el corredor de comercio Gregorio Samsa se transforma en el policía Rick Grimes, mientras que los insectos, en un prodigiosa pirueta argumental, son los otros.
En “La metamorfosis” de Kafka, el absurdo está en el protagonista, que de la noche a la mañana se encuentra convertido en un monstruoso insecto mientras el mundo exterior (su habitación, su familia, sus cosas) no ha cambiado nada. En “The Walking Dead”, la serie creada por Frank Darabont basada en los cómics de Robert Kirkman, el absurdo está en el mundo exterior, no en el protagonista. Una epidemia zombi ha convertido el planeta en un lugar espantoso plagado de muertos vivientes hambrientos de carne. El policía Rick Grimes es un tipo que podría ganarse la vida como agente de comercio o como oficinista en un banco; un hombre normal y corriente, amante de su familia, que cumple con su horario de trabajo y tiene los mismos problemas que usted y que yo. Por eso la metamorfosis del mundo exterior le sorprende, golpea, zarandea y, por fin, hace que Rick decida luchar contra el absurdo con las herramientas del hombre común: la rebeldía, la esperanza y, también, las armas. Porque los monstruosos insectos disfrazados de zombis que llenan las calles de Atlanta no son hombres. Cuando Rick vuela la cabeza de un zombi no está matando un hombre, sino devolviéndole su humanidad. Es así de absurdo.
Los primeros episodios de “The Walking Dead” son tan buenos como la primera página de “La metamorfosis”. El asombro de Rick ante un mundo que no entiende, su entrada en Atlanta montado a caballo, el acoso de los zombis mientras se encuentra atrapado en un tanque, el disfraz de zombi para poder mezclarse con los zombis... Si los demás capítulos mantienen esa línea, Kafka sonreirá en su tumba y todos seguiremos las fantásticas e inquietantes aventuras de Gregorio Samsa trasformado en Rick Grimes.
En “La metamorfosis” de Kafka, el absurdo está en el protagonista, que de la noche a la mañana se encuentra convertido en un monstruoso insecto mientras el mundo exterior (su habitación, su familia, sus cosas) no ha cambiado nada. En “The Walking Dead”, la serie creada por Frank Darabont basada en los cómics de Robert Kirkman, el absurdo está en el mundo exterior, no en el protagonista. Una epidemia zombi ha convertido el planeta en un lugar espantoso plagado de muertos vivientes hambrientos de carne. El policía Rick Grimes es un tipo que podría ganarse la vida como agente de comercio o como oficinista en un banco; un hombre normal y corriente, amante de su familia, que cumple con su horario de trabajo y tiene los mismos problemas que usted y que yo. Por eso la metamorfosis del mundo exterior le sorprende, golpea, zarandea y, por fin, hace que Rick decida luchar contra el absurdo con las herramientas del hombre común: la rebeldía, la esperanza y, también, las armas. Porque los monstruosos insectos disfrazados de zombis que llenan las calles de Atlanta no son hombres. Cuando Rick vuela la cabeza de un zombi no está matando un hombre, sino devolviéndole su humanidad. Es así de absurdo.
Los primeros episodios de “The Walking Dead” son tan buenos como la primera página de “La metamorfosis”. El asombro de Rick ante un mundo que no entiende, su entrada en Atlanta montado a caballo, el acoso de los zombis mientras se encuentra atrapado en un tanque, el disfraz de zombi para poder mezclarse con los zombis... Si los demás capítulos mantienen esa línea, Kafka sonreirá en su tumba y todos seguiremos las fantásticas e inquietantes aventuras de Gregorio Samsa trasformado en Rick Grimes.
18/1/11
MONÓLOGO Y PICO
Euclides nunca lo supo, pero la geometría de la realidad y su belleza está atrapada en los fractales. Se trata de objetos formados por la repetición indefinida de una misma estructura, algo tan raro y a la vez habitual como lo puede ser un copo de nieve, la hoja de helecho o un monólogo de “El club de la comedia” (laSexta, domingos por la noche). Siempre igual, pero siempre distinto.
Los monólogos se repiten. Como los fractales, se pliegan sobre sí mismos, con una estructura infinitamente idéntica a sí misma, reiteran constantemente un mismo motivo para penetrar en los recovecos de la cotidianeidad. Así llegan a rebuscar en aspectos de nuestra vida que de otro modo se nos escaparían, desde la nueva cocina a la letra de médico. Este proceso iterativo los emparienta con los sistemas dinámicos del caos televisivo que nos rodea. Y de la misma manera que hay fractales que al repetirse indefinidamente llegan a tener más de una dimensión (como tiene la línea), pero menos de dos (como tiene el plano), los monólogos de la stand up comedy son más que un simple monólogo, y están a unas décimas de convertirse en diálogos hechos con una voz.
Antes de la stand up comedy, un monólogo era un discurso monolítico tratando de convencer al auditorio. El diálogo era superior porque involucraba dos voces, dos discursos que se entremezclaban y avanzaban juntos. Ahora podemos calibrar los monólogos de “El club de la comedia” calculando el grado en que el monologuista es capaz de establecer un diálogo con ese interlocutor silencioso que es el público. Así, anteayer Leo Harlem logró escapar de la línea unidimensional de “El club del chiste”. Imanol Arias no terminó de cuajar. Berto y Eva Hache dieron en la diana, como ya sabemos que saben. Y Carmen Machi tocó el cielo. Rompió la unidimensionalidad del monólogo y destapó que las revistas para tías están hechas por tíos en un discurso fractal en el que todos participamos sin tener que decir ni pío.
Los monólogos se repiten. Como los fractales, se pliegan sobre sí mismos, con una estructura infinitamente idéntica a sí misma, reiteran constantemente un mismo motivo para penetrar en los recovecos de la cotidianeidad. Así llegan a rebuscar en aspectos de nuestra vida que de otro modo se nos escaparían, desde la nueva cocina a la letra de médico. Este proceso iterativo los emparienta con los sistemas dinámicos del caos televisivo que nos rodea. Y de la misma manera que hay fractales que al repetirse indefinidamente llegan a tener más de una dimensión (como tiene la línea), pero menos de dos (como tiene el plano), los monólogos de la stand up comedy son más que un simple monólogo, y están a unas décimas de convertirse en diálogos hechos con una voz.
Antes de la stand up comedy, un monólogo era un discurso monolítico tratando de convencer al auditorio. El diálogo era superior porque involucraba dos voces, dos discursos que se entremezclaban y avanzaban juntos. Ahora podemos calibrar los monólogos de “El club de la comedia” calculando el grado en que el monologuista es capaz de establecer un diálogo con ese interlocutor silencioso que es el público. Así, anteayer Leo Harlem logró escapar de la línea unidimensional de “El club del chiste”. Imanol Arias no terminó de cuajar. Berto y Eva Hache dieron en la diana, como ya sabemos que saben. Y Carmen Machi tocó el cielo. Rompió la unidimensionalidad del monólogo y destapó que las revistas para tías están hechas por tíos en un discurso fractal en el que todos participamos sin tener que decir ni pío.
17/1/11
EL POLLITO "POLLITO"
Un pollito. Un pollito amarillo que da vueltas. Ésa es la solución que los grandes creativos de Telecinco, digo, de Cuatro han encontrado para dar un poco más de sustancia a "Allá tú" y evitar que se lo lleve la brisa leve de los bostezos de media tarde. Un pollito en forma de pera. Como saben, la semana pasada Telecinco, digo, Cuatro inició una nueva etapa de "Allá tú", famoso concurso en el que una persona elige una caja entre varias, la abre y se lleva lo que tiene dentro. Y eso dura una hora. Un pollito con las patas naranjas. Tras sus etapas anteriores "Allá tú" había comenzado a dar signos de un cierto agotamiento en su dinámica, probablemente debido en parte al hecho de que "Allá tu" no tiene dinámica: ver cómo un tío escoge una caja es apasionante sólo las quinientas o seiscientas primeras veces. Después... no sé... como que empiezas a notar que falta algo. Un pollito que da vueltas. Estaba claro que para su reaparición en Telecinco, digo, en Cuatro hacía falta dar un nuevo empuje al concurso, un revulsivo que recuperara toda la potencia perdida y llevara a "Allá tú" a cotas nunca antes conocidas de pasión televisiva.
Y se conoce que alguien pegó un puñetazo en la mesa mientras exclamaba: "¡Un pollito!". Y a partir de ahí todo fue creatividad: un pollito amarillo con las alitas pequeñas y el pico naranja; un pollito que puede aparecer por sorpresa en las cajas no elegidas que se abren antes de abrir la elegida; un pollito que se ve sobreimpresionado en pantalla cuando Jesús Vázquez dice "ahí va el pollo"; un pollito que incluso tiene una canción y un baile llamado "baile del pollito" en el que los concursantes imitan a un pollito poniéndose las manos en los sobacos, moviendo los brazos y dando saltitos. Y lo mejor es el nombre del pollito: "Pollito". Ay, amigo, esto ya es otra cosa. Gracias al pollito "Pollito" "Allá tú" ha recuperado toda su fascinación y ha vuelto a colocarse en la cumbre de los concursos de la historia de la televisión. Para que luego digan que no ha salido ganando con la fusión Telecinco, digo, Cuatro.
Y se conoce que alguien pegó un puñetazo en la mesa mientras exclamaba: "¡Un pollito!". Y a partir de ahí todo fue creatividad: un pollito amarillo con las alitas pequeñas y el pico naranja; un pollito que puede aparecer por sorpresa en las cajas no elegidas que se abren antes de abrir la elegida; un pollito que se ve sobreimpresionado en pantalla cuando Jesús Vázquez dice "ahí va el pollo"; un pollito que incluso tiene una canción y un baile llamado "baile del pollito" en el que los concursantes imitan a un pollito poniéndose las manos en los sobacos, moviendo los brazos y dando saltitos. Y lo mejor es el nombre del pollito: "Pollito". Ay, amigo, esto ya es otra cosa. Gracias al pollito "Pollito" "Allá tú" ha recuperado toda su fascinación y ha vuelto a colocarse en la cumbre de los concursos de la historia de la televisión. Para que luego digan que no ha salido ganando con la fusión Telecinco, digo, Cuatro.
16/1/11
BIG LAUGH THEORY
Que "Big Bang Theory" es una serie maravillosa, casi perfecta, es algo que sabe cualquier persona que posea mínimos conocimientos sobre dinámica de fluidos televisivos y mecánica cuántica de sitcom norteamericana. Pero, ¿de verdad tiene 144 golpes humorísticos por capítulo?
Me decidí a analizar la serie, y poseído de forma transitoria por el espíritu cientifista de Sheldon opté por realizar un estudio absolutamente empírico de "Big Bang Theory". Números, fórmulas, datos, curvas. A falta de más aparataje de laboratorio, mi equipo de investigación y yo contábamos con una libretina, un boli negro y un televisor con receptor de TDT incorporado. Canal: TNT. Día: viernes 14. Hora: la de cenar. Capítulo: "The Excelsior Acquisition". Y los resultados fueron más sorprendentes que los hallazgos de Hubble sobre el corrimiento al rojo de las galaxias lejanas por el efecto Doppler: a lo largo de los 20:42 minutos que duró el episodio el investigador principal y sus becarios contamos 144 risas enlatadas de diversa intensidad. Sheldon intervino 65 veces; Penny, 56; Leonard, 29; Howard, 21 y Raj tomó la palabra en 12 ocasiones. Otros personajes, -un juez, el tío de la tienda de cómics, ¡el mismísimo Stan Lee creador de Spiderman, jujúúúú!-, intervinieron otras 29 veces. En total, se produjeron 212 líneas de guión. Hubo una risa enlatada cada 1,47 intervenciones; es decir, más de la mitad de las frases se celebraron con risas por parte del encargado de celebrar frases con risas. Teniendo en cuenta los 1242 segundos que duró el capítulo, desde la productora de "Big Bang" se nos estaba diciendo que teníamos que reírnos una vez cada 8,63 segundos.
Una serie que de verdad produjera carcajadas cada 1,47 frases, cada 8,63 segundos, formaría una singularidad gravitatoria que impediría que los propios gags se pudieran propagar por las ondas hertzianas. No exageremos: quiten esas insoportables risas de fondo. "Big Bang Theory" no es un agujero negro; tan sólo es una serie maravillosa, casi perfecta.
Me decidí a analizar la serie, y poseído de forma transitoria por el espíritu cientifista de Sheldon opté por realizar un estudio absolutamente empírico de "Big Bang Theory". Números, fórmulas, datos, curvas. A falta de más aparataje de laboratorio, mi equipo de investigación y yo contábamos con una libretina, un boli negro y un televisor con receptor de TDT incorporado. Canal: TNT. Día: viernes 14. Hora: la de cenar. Capítulo: "The Excelsior Acquisition". Y los resultados fueron más sorprendentes que los hallazgos de Hubble sobre el corrimiento al rojo de las galaxias lejanas por el efecto Doppler: a lo largo de los 20:42 minutos que duró el episodio el investigador principal y sus becarios contamos 144 risas enlatadas de diversa intensidad. Sheldon intervino 65 veces; Penny, 56; Leonard, 29; Howard, 21 y Raj tomó la palabra en 12 ocasiones. Otros personajes, -un juez, el tío de la tienda de cómics, ¡el mismísimo Stan Lee creador de Spiderman, jujúúúú!-, intervinieron otras 29 veces. En total, se produjeron 212 líneas de guión. Hubo una risa enlatada cada 1,47 intervenciones; es decir, más de la mitad de las frases se celebraron con risas por parte del encargado de celebrar frases con risas. Teniendo en cuenta los 1242 segundos que duró el capítulo, desde la productora de "Big Bang" se nos estaba diciendo que teníamos que reírnos una vez cada 8,63 segundos.
Una serie que de verdad produjera carcajadas cada 1,47 frases, cada 8,63 segundos, formaría una singularidad gravitatoria que impediría que los propios gags se pudieran propagar por las ondas hertzianas. No exageremos: quiten esas insoportables risas de fondo. "Big Bang Theory" no es un agujero negro; tan sólo es una serie maravillosa, casi perfecta.
15/1/11
TAL COMO QUERÍAN QUE FUÉRAMOS
Sólo TVE podía hacer un programa sobre anuncios sin publicidad. Se llama “Los anuncios de tu vida” y se emite entre “Cuéntame cómo pasó” y “Cómo hemos cambiado”. Así, el jueves se convierte en el día oficial de la nostalgia televisiva. Manuel Campo Vidal, su presentador y director, juega esa baza: “Queremos que vean cómo se ha transformado la sociedad española”. Y vaya si se ha transformado, pero igual que no podemos olvidar que “Cuéntame” es ficción ambientada en el pasado, debemos tener en cuenta que los anuncios del pasado no nos retratan tal como éramos, sino tal como los anunciantes querían que fuéramos. A ver con un ejemplo actual.
Un niño invita a una niña a pescar, jugar al fútbol, patinar, tirar flechas y montar en bici. Como ella no acepta, tiene una conversación “hombre a hombre” con su padre, que deja clara su viril condición haciendo bricolaje casero: “Tendrás que pensar una idea mejor”. La invita a una cadena de comida rápida y ella acepta. ¿Los niños son así o hay una multinacional que quiere hacer creer a los niños que son así para que empiecen a comportarse así y pasen por caja?
Los anuncios son como la ciencia ficción. Ambos géneros nos llevan a un futuro que no existe pero que se desea o se teme. En los años 60, Teresa Gimpera vendía el futuro encerrado en una lavadora. Visto desde hoy aquello da tanta risa como la resultona parodia que realizó para el programa con un Quequé sembrado. En “Metrópolis” se retrata en 1926 cómo sería un futuro 2026 lejano y temible. Nos quedan 15 años para decidir qué condiciones laborales queremos y darle o quitarle la razón. Los padres de los niños de hoy tienen que decidir ya si los llevan a andar en bici o les dan dinero para que se diviertan quietecitos comiendo hamburguesas. Si en 2026 sus hijos tienen trabajo y consiguen ahorrar tal vez puedan comprarse uno de esos chismes de gimnasia pasiva que salen en los anuncios. Qué poco cuesta (€ 3,65) hacerles sonreír.
Un niño invita a una niña a pescar, jugar al fútbol, patinar, tirar flechas y montar en bici. Como ella no acepta, tiene una conversación “hombre a hombre” con su padre, que deja clara su viril condición haciendo bricolaje casero: “Tendrás que pensar una idea mejor”. La invita a una cadena de comida rápida y ella acepta. ¿Los niños son así o hay una multinacional que quiere hacer creer a los niños que son así para que empiecen a comportarse así y pasen por caja?
Los anuncios son como la ciencia ficción. Ambos géneros nos llevan a un futuro que no existe pero que se desea o se teme. En los años 60, Teresa Gimpera vendía el futuro encerrado en una lavadora. Visto desde hoy aquello da tanta risa como la resultona parodia que realizó para el programa con un Quequé sembrado. En “Metrópolis” se retrata en 1926 cómo sería un futuro 2026 lejano y temible. Nos quedan 15 años para decidir qué condiciones laborales queremos y darle o quitarle la razón. Los padres de los niños de hoy tienen que decidir ya si los llevan a andar en bici o les dan dinero para que se diviertan quietecitos comiendo hamburguesas. Si en 2026 sus hijos tienen trabajo y consiguen ahorrar tal vez puedan comprarse uno de esos chismes de gimnasia pasiva que salen en los anuncios. Qué poco cuesta (€ 3,65) hacerles sonreír.
14/1/11
INCLINACIONES Y REVERENCIAS
Concha García Campoy es una gran profesional y esas cosas. Y está muy bien que haya sobrevivido al destrozo que está causando la entrada del elefante de Telecinco en la cacharrería de Cuatro. Pero agradecer a su nuevo jefe que la haya puesto al frente del informativo matinal de Telecinco diciendo que se alegra de que su nueva cadena no tenga inclinación política ya es pasarse. Pero, ojo, no porque eso suponga acusar a sus antiguos jefes de Cuatro de tener inclinación política -que la tenían-, sino por ese empeño en recurrir al viejo engaño que supone situarse en un idílico punto neutral alejado de toda ideología que es tan inocente, bonito y simpático como un unicornio poni de color rosa. De ambos apetece fiarse plenamente si no fuera porque te hace recelar de ellos el hecho de que no existen.
Todos hablamos desde alguna posición, la que sea. Y la primera muestra de honradez es reconocerla, no negarla para atrapar incautos. El romano Lucrecio afirma que estamos formados por átomos que caen, pero no siguen una imparcial línea recta porque se produce un “clinamen” o inclinación que altera su trayectoria. Según esto, ni Telecinco, ni Cuatro ni la señora Campoy (ni usted ni yo) seguimos una línea recta nunca porque las inclinaciones, como los átomos, forman parte de lo que somos.
¿Hacia dónde se inclina Telecinco? Eso deberían decirlo ellos, pero, como curiosidad les apunto que, al llegar a su nueva casa, Campoy afirmó que todas las noticias tienen un lado frívolo que se puede tratar. Ah, y que es estupendo que lo más importante para una cadena de televisión sea ganar dinero. Hombre, eso ya parece ser una inclinación más que considerable. De hecho, Campoy podría haber dicho que los informativos están en las antípodas de “Sálvame”. Y que igual que se dice que Aristóteles era amigo de Platón pero más amigo de la verdad, los informativos pueden ser amigos del dinero pero son más amigos de la verdad. Sin embargo, en un alarde de recta neutralidad, se inclinó por no decirlo.
Todos hablamos desde alguna posición, la que sea. Y la primera muestra de honradez es reconocerla, no negarla para atrapar incautos. El romano Lucrecio afirma que estamos formados por átomos que caen, pero no siguen una imparcial línea recta porque se produce un “clinamen” o inclinación que altera su trayectoria. Según esto, ni Telecinco, ni Cuatro ni la señora Campoy (ni usted ni yo) seguimos una línea recta nunca porque las inclinaciones, como los átomos, forman parte de lo que somos.
¿Hacia dónde se inclina Telecinco? Eso deberían decirlo ellos, pero, como curiosidad les apunto que, al llegar a su nueva casa, Campoy afirmó que todas las noticias tienen un lado frívolo que se puede tratar. Ah, y que es estupendo que lo más importante para una cadena de televisión sea ganar dinero. Hombre, eso ya parece ser una inclinación más que considerable. De hecho, Campoy podría haber dicho que los informativos están en las antípodas de “Sálvame”. Y que igual que se dice que Aristóteles era amigo de Platón pero más amigo de la verdad, los informativos pueden ser amigos del dinero pero son más amigos de la verdad. Sin embargo, en un alarde de recta neutralidad, se inclinó por no decirlo.
13/1/11
BELÉN ESTEBAN Y EL "POTORRO"
Ustedes me disculpen, pero, suponiendo que Belén Esteban sea un ser humano biológicamente similar a cualquier otro, ¿es el “potorro” la sede de la voluntad, el lugar en el que tiene su asiento la volición, la llave que conecta nuestro hardware corporal con ese etéreo software espiritual encargado de tomar las decisiones? No pongan esa cara, que no estoy preguntando qué es el potorro (algo que sin duda explicará la “Anatomía” de Gray, el manual de anatomía que inspiró la serie televisiva que les ha hecho pensar que acabo de errar en una letra al escribir “Gray”). Pero es que desde que la Esteban enseñó el otro día a la cámara la foto de su hija Andreíta en “Sálvame Deluxe” diciendo “Ya sé que los menores no deben salir en televisión, pero como es mi hija la saco porque me sale de todo el potorro”, no hago más que pensar en lo que estará sufriendo Descartes al ver que el “potorro” gana en el sentir popular a la glándula pineal.
En el siglo XVII Descartes decía que si queremos algo no es porque nos salga del “potorro”, sino de una parte del encéfalo que a él le hacía tilín: la glándula pineal. Ése es, pensaba, el lugar en el que nuestra alma, pensante e inextensa, se conecta con nuestro cuerpo, material y extenso. De manera que, para el fundador de la filosofía moderna, si pensamos, sufrimos o queremos algo es porque “nos sale” de la glándula pineal. Es sin duda una idea rebuscada, pedante y falsa, pero dejadme, ay, que la prefiera a esa mucho menos rebuscada y pedante, pero igual de falsa del “potorro” que propone la Esteban, tal vez porque a cada uno el cuerpo le hace tilín donde Dios le da a entender.
El prestigioso neurobiólogo y Premio Príncipe de Asturias Antonio Damasio considera que el error de Descartes fue separar el cuerpo y el alma en un dualismo peligroso y falaz. La princesa del pueblo se conforma con cambiar la glándula pineal por el “potorro”. Siempre que se trate de “todo el potorro”, claro.
En el siglo XVII Descartes decía que si queremos algo no es porque nos salga del “potorro”, sino de una parte del encéfalo que a él le hacía tilín: la glándula pineal. Ése es, pensaba, el lugar en el que nuestra alma, pensante e inextensa, se conecta con nuestro cuerpo, material y extenso. De manera que, para el fundador de la filosofía moderna, si pensamos, sufrimos o queremos algo es porque “nos sale” de la glándula pineal. Es sin duda una idea rebuscada, pedante y falsa, pero dejadme, ay, que la prefiera a esa mucho menos rebuscada y pedante, pero igual de falsa del “potorro” que propone la Esteban, tal vez porque a cada uno el cuerpo le hace tilín donde Dios le da a entender.
El prestigioso neurobiólogo y Premio Príncipe de Asturias Antonio Damasio considera que el error de Descartes fue separar el cuerpo y el alma en un dualismo peligroso y falaz. La princesa del pueblo se conforma con cambiar la glándula pineal por el “potorro”. Siempre que se trate de “todo el potorro”, claro.
12/1/11
NUNCA ES PRIMAVERA EN LA TIERRA
La Gala de entrega del Balón de Oro (Teledeporte, Eurosport y Canal +) no es un espectáculo para todos los públicos, en la medida en que la final de la Superbowl o el campeonato mundial de sumo tampoco lo son. Hasta ahí, creo que todos estamos de acuerdo. Los chicos de la FIFA no deben intentar que la Gala del Balón de Oro sea como una ceremonia de entrega de los Oscar pero sin Julia Roberts ni George Clooney. ¿Seguimos estando de acuerdo? Vale. Que un futbolero se aburra viendo un partido de fútbol americano o un combate de sumo, puede entenderse. Que un futbolero se aburra en una gala que premia a los mejores futbolistas y entrenadores del mundo, no hay quien lo entienda. Yo me aburrí un poquito. ¿Y usted? Pues eso. Ahora vamos con Messi.
Los comentaristas españoles de la gala no pudieron evitar su decepción al escuchar el nombre de Messi de labios de Guardiola. El Balón de Oro no sería ni para Xavi ni para Iniesta, es decir, no lo ganaría un futbolista español. ¿Una injusticia? ¿Una tremenda decepción? ¿Nos tienen envidia? Cuando la cantante Rosa, ganadora de “Operación triunfo”, se presentó en el Festival de Eurovisión 2002 con aquel horror titulado “Europe´s Living a Celebration” y no ganó, la sensación de perplejidad entre los comentaristas y aficionados fue muy parecida a la que se produjo después de que ni Iniesta ni Xavi ganaran el Balón de Oro. Pero la perplejidad es una cuestión de perspectiva, porque ni Rosa era imbatible, ni Iniesta y Xavi son indiscutiblemente los mejores jugadores de 2010. Imaginemos, como propone Richard Dawkins, una nave espacial en la que viajan unos astronautas yanquis con morriña de su hogar, y uno de ellos dice: “Pensemos que ahora es primavera en la Tierra”. Esa frase, en apariencia correcta, encierra todo el chovinismo profundamente incrustado en los que vivimos en el hemisferio norte. Nunca es primavera en la Tierra. La canción de Rosa en Eurovisión no era buena. Iniesta y Xavi no son indiscutiblemente mejores que Messi.
¿Y saben una cosa? Nunca es primavera en la Tierra, no me gusta el fútbol americano, paso del sumo y no escucho las canciones de Rosa, pero Xavi merecía el Balón de Oro. Qué injusticia, joder.
Los comentaristas españoles de la gala no pudieron evitar su decepción al escuchar el nombre de Messi de labios de Guardiola. El Balón de Oro no sería ni para Xavi ni para Iniesta, es decir, no lo ganaría un futbolista español. ¿Una injusticia? ¿Una tremenda decepción? ¿Nos tienen envidia? Cuando la cantante Rosa, ganadora de “Operación triunfo”, se presentó en el Festival de Eurovisión 2002 con aquel horror titulado “Europe´s Living a Celebration” y no ganó, la sensación de perplejidad entre los comentaristas y aficionados fue muy parecida a la que se produjo después de que ni Iniesta ni Xavi ganaran el Balón de Oro. Pero la perplejidad es una cuestión de perspectiva, porque ni Rosa era imbatible, ni Iniesta y Xavi son indiscutiblemente los mejores jugadores de 2010. Imaginemos, como propone Richard Dawkins, una nave espacial en la que viajan unos astronautas yanquis con morriña de su hogar, y uno de ellos dice: “Pensemos que ahora es primavera en la Tierra”. Esa frase, en apariencia correcta, encierra todo el chovinismo profundamente incrustado en los que vivimos en el hemisferio norte. Nunca es primavera en la Tierra. La canción de Rosa en Eurovisión no era buena. Iniesta y Xavi no son indiscutiblemente mejores que Messi.
¿Y saben una cosa? Nunca es primavera en la Tierra, no me gusta el fútbol americano, paso del sumo y no escucho las canciones de Rosa, pero Xavi merecía el Balón de Oro. Qué injusticia, joder.
11/1/11
ANTIBUENAFUENTE DE ANTIMATERIA
A ver, no me lieis, que a mí estos rollos de física teórica nunca se me dieron bien. Si empezamos a hacer cosas raras con los fundamentos de la lógica televisiva apago el aparato y me vuelvo al transistor. Acepto que un programa se redifunda cuantas veces le parezca al dueño de los derechos; accedo encontrarme en una cadena redifusiones de programas que se emitieron originalmente en otra; paso por que se cambie el orden de los programas y se redifundan algunos sin haberse redifundido otros anteriores. Pero lo que no cabe en cabeza humana es que un espacio se redifunda antes, -¡antes!-, de su difusión original. Los principios más elementales de cualquier cosa que tenga principios elementales exigen que el efecto vaya después que la causa, que lo que pasa primero ocurra antes que lo que pasa después, que la copia no exista antes que el modelo.
Pues no. Desde este pasado lunes laSexta emite por su segundo canal tedetero el programa de Buenafuente ¡dos horas antes! de su emisión original, canónica y primigenia en laSexta. No way, man. Andan dándose de leches los físicos cuánticos y gravitacionales sobre la posibilidad, los peligros y las paradojas de viajar atrás en el tiempo y va el listo de Roures e invierte la dirección de la dimensión temporal con su late night estrella. ¿Y si se crea una singularidad cósmica que hace que crezca la nariz de Berto y le quita toda la gracia a Ana Morgade? ¿Y si el Buenafuente de laSexta2 mata a los padres del Buenafuente de laSexta1 antes de que se conozcan de manera que ahora Buenafuente ya no puede seguir existiendo? ¿Y si de pronto se crea en laSexta2 un antiBuenafuente de antimateria con los neutrinos girando al revés que crea un agujero negro que devora al Gran Colisionador de Hadrones de Ginebra justo en el momento en el que el Gran Colisionador de Hadrones de Ginebra iba a crear su propio agujero negro? No tontees con estas cosas, Andréu, que se empieza jugando despreocupadamente con los principios de la ciencia y se termina haciendo "El hormiguero".
Pues no. Desde este pasado lunes laSexta emite por su segundo canal tedetero el programa de Buenafuente ¡dos horas antes! de su emisión original, canónica y primigenia en laSexta. No way, man. Andan dándose de leches los físicos cuánticos y gravitacionales sobre la posibilidad, los peligros y las paradojas de viajar atrás en el tiempo y va el listo de Roures e invierte la dirección de la dimensión temporal con su late night estrella. ¿Y si se crea una singularidad cósmica que hace que crezca la nariz de Berto y le quita toda la gracia a Ana Morgade? ¿Y si el Buenafuente de laSexta2 mata a los padres del Buenafuente de laSexta1 antes de que se conozcan de manera que ahora Buenafuente ya no puede seguir existiendo? ¿Y si de pronto se crea en laSexta2 un antiBuenafuente de antimateria con los neutrinos girando al revés que crea un agujero negro que devora al Gran Colisionador de Hadrones de Ginebra justo en el momento en el que el Gran Colisionador de Hadrones de Ginebra iba a crear su propio agujero negro? No tontees con estas cosas, Andréu, que se empieza jugando despreocupadamente con los principios de la ciencia y se termina haciendo "El hormiguero".
10/1/11
TODA MI VIDA EN UN DÍA
La TDT tendrá millones de fallos, pero nadie puede negarle la capacidad mágica que posee para hacernos volver a cualquier etapa de la vida que elijamos. Tengo delante de mí la programación que nos ofrece estos días y es semejante a tener delante de mí la biografía que he ido construyendo desde la cuna hasta la actualidad. Puedo, por ejemplo, volver a tener cinco años y estar sentado en el suelo delante de un televisor en blanco y negro. Boing ofrece desde hoy lunes la serie de dibujos animados "Don Gato", y volver a estar en 1970 es tan fácil como apretar el botón del mando a distancia y engancharme a las aventuras neoyorquinas del gato más cool de la ciudad, Benito, Demóstenes y el oficial Matute. Pero también puedo tener quince años cambiando de cadena. Puedo saltar de 1970 a 1980 sin moverme de Manhattan, sólo con cambiar de Boing a Popular TV y ver en "Kojak" a Telly Savalas resolver a golpe de chupachups cualquier asesinato cometido en Chinatown o Little Italy. Ahora tengo quince años, la televisión sigue siendo en blanco y negro, pero ya no la veo sentado en el suelo.
Toda mi vida en un día de programación de la TDT. Han pasado diez años y ahora tengo veinticinco. Puedo escoger entre "El príncipe de Bel-Air" (Neox) o "Cosas de casa" (FDF). Veo la televisión casi de pie, sin prestar atención. Me paseo por los nuevos canales privados. Es 1990 y no puedo imaginar que faltan pocos años para que empiece a escribir a diario sobre ella. Will Smith o Steve Urkell. Y FDF también comienza hoy a emitir los 236 episodios de "Friends", el nacimiento de la televisión actual, por lo que de nuevo resulta fácil saltar otros diez años en mi vida y darme un paseo por la mitad de mis treinta. Ross, Joey, Chandler, Rachel, Monica y Phoebe poblando el imaginario de un planeta al borde de un milenio en el que comienzan a extenderse los DVDs y se inicia el declive de la modernidad absoluta que supuso en su día los VHS.
Ahora tengo 46 años. Es 2011. Veo la televisión en el ordenador. Sintonizo "House" en Cuatro.
Toda mi vida en un día de programación de la TDT. Han pasado diez años y ahora tengo veinticinco. Puedo escoger entre "El príncipe de Bel-Air" (Neox) o "Cosas de casa" (FDF). Veo la televisión casi de pie, sin prestar atención. Me paseo por los nuevos canales privados. Es 1990 y no puedo imaginar que faltan pocos años para que empiece a escribir a diario sobre ella. Will Smith o Steve Urkell. Y FDF también comienza hoy a emitir los 236 episodios de "Friends", el nacimiento de la televisión actual, por lo que de nuevo resulta fácil saltar otros diez años en mi vida y darme un paseo por la mitad de mis treinta. Ross, Joey, Chandler, Rachel, Monica y Phoebe poblando el imaginario de un planeta al borde de un milenio en el que comienzan a extenderse los DVDs y se inicia el declive de la modernidad absoluta que supuso en su día los VHS.
Ahora tengo 46 años. Es 2011. Veo la televisión en el ordenador. Sintonizo "House" en Cuatro.
9/1/11
EL KOALA POWER BALANCE
Es la venganza del señor Drundidge. Sabe que todos nos reímos de él cuando tuvo que pagar una factura de 900 dólares porque su hijo Tobías aceptó una llamada a cobro revertido que le hizo Bart Simpson para comprobar si, debido al efecto Coriolis, en el hemisferio sur el agua sale por el desagüe girando en sentido contrario a como lo hace en el hemisferio norte. Ahora es él quien se ríe viendo que miles y miles de ciudadanos de todo el mundo que compraron engañados la pulsera Power Balance se quedan con cara de gilipollas, madre, mientras que en Australia la empresa timadora va a devolver el dinero del engaño a los afectados.
“No es más que una patadita en el culín”, decía el Primer ministro australiano Andy cuando intentaba convencer a Bart para que aceptara que le dieran una patada con una gran bota para zanjar el asunto. Qué razón tenía. Si hubiera sido así, o si al menos Bart hubiera aceptado que le dieran una patada a través de la verja de la embajada calzando mocasines, Australia no habría contraatacado con un koala invasor provisto de un malvado plan para inundar nuestro hemisferio de pulseras ridículas que no mejoran la fuerza ni el equilibrio ni la flexibilidad, pero que te dejan sin 35 euros con una eficacia cien por cien garantizada.
Así nos luce ahora el pelo por culpa de “Los Simpson”. En España, por ejemplo, los timadores de la Power Balance sólo han sido condenados a pagar 15.000 euros que pagan con un puñado de las miles de pulseras que vendieron y siguen vendiendo tan contentos. En Australia, en cambio, la empresa ha sido obligada por el Gobierno a pagar un anuncio en el que reconocen que las pulseritas no tienen ningún efecto sobre la salud, piden disculpas a los timados y abren un plazo de seis meses para devolver el dinero. Con lo bien que le vendría a Íker Jiménez que le devolvieran los 140 euros de las cuatro chorripulseras que se puso el otro día para suicidarse con una sobredosis de fuerza, equilibrio, flexibilidad y estulticia supina.
“No es más que una patadita en el culín”, decía el Primer ministro australiano Andy cuando intentaba convencer a Bart para que aceptara que le dieran una patada con una gran bota para zanjar el asunto. Qué razón tenía. Si hubiera sido así, o si al menos Bart hubiera aceptado que le dieran una patada a través de la verja de la embajada calzando mocasines, Australia no habría contraatacado con un koala invasor provisto de un malvado plan para inundar nuestro hemisferio de pulseras ridículas que no mejoran la fuerza ni el equilibrio ni la flexibilidad, pero que te dejan sin 35 euros con una eficacia cien por cien garantizada.
Así nos luce ahora el pelo por culpa de “Los Simpson”. En España, por ejemplo, los timadores de la Power Balance sólo han sido condenados a pagar 15.000 euros que pagan con un puñado de las miles de pulseras que vendieron y siguen vendiendo tan contentos. En Australia, en cambio, la empresa ha sido obligada por el Gobierno a pagar un anuncio en el que reconocen que las pulseritas no tienen ningún efecto sobre la salud, piden disculpas a los timados y abren un plazo de seis meses para devolver el dinero. Con lo bien que le vendría a Íker Jiménez que le devolvieran los 140 euros de las cuatro chorripulseras que se puso el otro día para suicidarse con una sobredosis de fuerza, equilibrio, flexibilidad y estulticia supina.
8/1/11
MEMOS PROMOS, CAPERUCITA
Se mosquea la peña por la guerra de anuncios autopromocionales que enfrenta a Telecinco y Antena 3. Es que está muy feo este enfrentamiento, dicen, porque el perjudicado es el espectador que se tiene que tragar unos promos amañados y tramposos. Ya se sabe: en toda guerra la primera víctima es la verdad. Tonterías. Ojalá solo fuera eso, pero la cosa es mucho peor.
Cualquier décima de subida en la audiencia de una cadena se consigue arrancándosela a la competencia, así que la guerra es el estado habitual de la tele. Lo malo de estos promos no es que estén amañados y hagan trampa, es que son bastos y nos quieren engañar sin tomarse la molestia de disimular siquiera un poquito que en esta trifulca permanente nos tratan como tontos.
Si Antena 3 quiere hacer un promo musical para vendernos la moto, que por lo menos se lo curre un poco más y no diga porque sí que está por encima de la basura y el amarillismo una cadena que emite “DEC”, satura las noticias de sucesos y hasta el último día dio cancha al profesor Neira para que largara por aquella boca barbaridad tras barbaridad. El promo de respuesta de Telecinco presenta los datos de audiencia que le favorecen en unos gráficos tan manipulados que Joseph Goebbels no se hubiera atrevido a utilizarlos por ser demasiado burdos. Para más escarnio, esos días Telecinco nos regaló un promo sobre la compra de Cuatro y el posterior desembarco a sangre y fuego como un delirante cuento navideño en el que Cuatro es un personaje digital que llega a casa de Telecinco por Navidad como el turrón y las muñecas de Famosa. Hay personajes que representan a las cadenas implicadas en el desembarco, pero, qué casualidad, ninguno nota la falta de CNN+, asesinado por GH 24 horas para ocupar su casa. A su lado, el cuento de Caperucita es realismo social.
Así pues, que peleen, allá ellos, pero que no lo hagan en nuestras espaldas tomándonos por memos.
CNN+ ha muerto. ¿Nadie repara en su ausencia?, ¿nadie huele su cadáver?
Cualquier décima de subida en la audiencia de una cadena se consigue arrancándosela a la competencia, así que la guerra es el estado habitual de la tele. Lo malo de estos promos no es que estén amañados y hagan trampa, es que son bastos y nos quieren engañar sin tomarse la molestia de disimular siquiera un poquito que en esta trifulca permanente nos tratan como tontos.
Si Antena 3 quiere hacer un promo musical para vendernos la moto, que por lo menos se lo curre un poco más y no diga porque sí que está por encima de la basura y el amarillismo una cadena que emite “DEC”, satura las noticias de sucesos y hasta el último día dio cancha al profesor Neira para que largara por aquella boca barbaridad tras barbaridad. El promo de respuesta de Telecinco presenta los datos de audiencia que le favorecen en unos gráficos tan manipulados que Joseph Goebbels no se hubiera atrevido a utilizarlos por ser demasiado burdos. Para más escarnio, esos días Telecinco nos regaló un promo sobre la compra de Cuatro y el posterior desembarco a sangre y fuego como un delirante cuento navideño en el que Cuatro es un personaje digital que llega a casa de Telecinco por Navidad como el turrón y las muñecas de Famosa. Hay personajes que representan a las cadenas implicadas en el desembarco, pero, qué casualidad, ninguno nota la falta de CNN+, asesinado por GH 24 horas para ocupar su casa. A su lado, el cuento de Caperucita es realismo social.
Así pues, que peleen, allá ellos, pero que no lo hagan en nuestras espaldas tomándonos por memos.
CNN+ ha muerto. ¿Nadie repara en su ausencia?, ¿nadie huele su cadáver?
7/1/11
TELECINCO, CANAL TEMÁTICO
Dejémoslo claro de una vez por todas: Telecinco no es un canal generalista, Telecinco es un canal temático muy especializado en un determinado tipo de contenidos. Como Canal Cocina, Viajar o Golf TV. Quizá los más viejos del lugar recuerdan un tiempo en el que Telecinco sí era un canal generalista, es decir, un canal que emitía programas de varios géneros dirigidos a un abanico amplio de espectadores de varios gustos. Pero eso pertenece a la época de los televisores de tubo. Telecinco está tan especializado como Fox Crime, SyFy o MTV Metal Trance. ¿Es un canal temático Playhouse Disney? Sí, es un canal temático dedicado a los dibujos animados para niños menores de 6 años. ¿Es un canal temático Cuatro? No, porque emite documentales de temas variados, películas variadas, realities, concursos variados. ¿Es un canal temático 24H? Sí, es un canal temático dedicado mayoritariamente a la información. ¿Es un canal temático La 1? No, porque tiene contenidos que pueden interesar a todo tipo de espectadores de todo tipo de preferencias. ¿Es un canal temático Telecinco? Sí, es un canal temático dedicado a la telebasura.
Así de claro. Y al que no le guste que se rasque con el mando a distancia. Los canales temáticos no se definen por tener audiencias minoritarias, nombres raros o números de dos dígitos en la lista de canales, sino por estar especializados en un tipo de contenidos. La omnipresencia de "La noria", "Gran Hermano", "Sálvame", "Hombres y mujeres y viceversa" y "El programa de Ana Rosa" hacen que en Telecinco el porcentaje de telebasura sea mayor que el porcentaje de biografías en Biography Channel, el porcentaje de humor en Paramount Comedy o el porcentaje de historia en Historia. Salvo excepciones que se cuentan con los dedos de una oreja, Telecinco se ha deshecho de cine, series, documentales, concursos. Es el canal temático más visto es España, y la prueba de que una programación especializada puede tener éxito entre el común de la población. Basta con que se especialice en la mierda.
Así de claro. Y al que no le guste que se rasque con el mando a distancia. Los canales temáticos no se definen por tener audiencias minoritarias, nombres raros o números de dos dígitos en la lista de canales, sino por estar especializados en un tipo de contenidos. La omnipresencia de "La noria", "Gran Hermano", "Sálvame", "Hombres y mujeres y viceversa" y "El programa de Ana Rosa" hacen que en Telecinco el porcentaje de telebasura sea mayor que el porcentaje de biografías en Biography Channel, el porcentaje de humor en Paramount Comedy o el porcentaje de historia en Historia. Salvo excepciones que se cuentan con los dedos de una oreja, Telecinco se ha deshecho de cine, series, documentales, concursos. Es el canal temático más visto es España, y la prueba de que una programación especializada puede tener éxito entre el común de la población. Basta con que se especialice en la mierda.
6/1/11
NUCKY THOMPSON Y LA LEY PAJÍN
Canal+ va a prohibir fumar a "Boardwalk Empire". La decisión ha sido laboriosa y ha resultado verdaderamente difícil poner de acuerdo a todas las partes implicadas, pero finalmente el espíritu de la ley antitabaco de Pajín se ha impuesto también en el canal de pago. El conflicto surgió desde el primer capítulo, emitido hace un mes largo; "Boardwalk Empire" es una serie en la que todos sus personajes fuman, y rápidamente comenzaron a quejarse los programas de Canal+ que estaban cerca de la serie de la HBO en la parrilla de programación. "Me da igual que transcurra en la época de la ley seca", afirma indignado "Informe Robinson", "estoy harto de llegar a casa con la ropa oliendo a tabaco y los ojos irritados cada vez que programan ‘Boardwalk Empire’ cerca de mí". "Ilustres ignorantes" también manifestó su repulsa: "A mí me parece muy bien que fume; si quiere fumar, que fume; pero que fume en un canal de televisión en donde no se emita nada más que esa serie. Una vez nos programaron entre ‘Boardwalk Empire’ y ‘Mad men’, y de verdad que el ambiente durante nuestra charla fue irrespirable. De hecho, había niños entre el público y tuvimos que mandarlos a casa. ‘Boardwalk Empire' atenta contra nuestra salud".
En efecto, es muy probable que la prohibición de fumar se extienda a todas las demás series, y "Mad men", -en la que sus personajes fuman sin parar en cada plano-, puede ser la siguiente en recibir este aviso. La agencia publicitaria Stearling Cooper, protagonista de "Mad men", asegura que va a seguir fumando: "Si hace falta, dejaremos Canal+ y nos iremos a una cadena que emita en abierto, aunque nos muramos de frío. Al emitirse en abierto el humo se disipa y no afecta a los demás programas. Muchas veces se ve fumar en ‘Cuéntame’ pero como TVE emite en abierto esto no afecta a la salud de los demás". Por el momento, lo único seguro es que en la próxima emisión de "Boardwalk Empire" Nucky Thompson sustituirá sus cigarrillos por caramelitos de menta. Las series y películas de Canal+ apoyan mayoritariamente la medida.
En efecto, es muy probable que la prohibición de fumar se extienda a todas las demás series, y "Mad men", -en la que sus personajes fuman sin parar en cada plano-, puede ser la siguiente en recibir este aviso. La agencia publicitaria Stearling Cooper, protagonista de "Mad men", asegura que va a seguir fumando: "Si hace falta, dejaremos Canal+ y nos iremos a una cadena que emita en abierto, aunque nos muramos de frío. Al emitirse en abierto el humo se disipa y no afecta a los demás programas. Muchas veces se ve fumar en ‘Cuéntame’ pero como TVE emite en abierto esto no afecta a la salud de los demás". Por el momento, lo único seguro es que en la próxima emisión de "Boardwalk Empire" Nucky Thompson sustituirá sus cigarrillos por caramelitos de menta. Las series y películas de Canal+ apoyan mayoritariamente la medida.
5/1/11
LAS RUEDAS DE LOS VAMPIROS
Creo que Fernando Savater dio en el clavo cuando decidió sustituir el dictamen “este libro no me gusta porque es muy malo” por otro igual de concluyente pero más exacto: “este libro no me gusta porque no es para mí”. Del mismo modo, los que pensamos que las películas de la saga “Crepúsculo” son horribles o que cualquier programa en el que intervenga Belén Esteban es basura, deberíamos decir más bien que “Eclipse” o Belén Esteban no son para nosotros. Digo esto porque una amiga mía defiende que la saga “Crepúsculo” es la versión moderna de la “Odisea”, y que el público que sigue a Belén Esteban domina los mismos registros que permitían a los antiguos griegos entender los poemas de Homero. No digo que las opiniones de mi amiga sean muy malas, sólo digo que no son para mí. Hablar de “Crepúsculo” o de Belén Esteban no es como hablar de una bicicleta antigua.
¿Cómo se explica la grotesca desproporción entra la gran rueda delantera y la pequeña rueda trasera en las primeras bicicletas? El físico Jorge Wagensberg se hizo esa pregunta mientras contemplaba una de esas bicicletas en un museo de tecnología, y cuando se la planteó al guía éste salió del paso diciendo que era una cuestión estética. Pero no es cierto. Cuando se construyeron las primeras bicicletas no se conocía la cadena o los piñones de distinto diámetro, así que a mayor diámetro de la rueda motriz, mayor avance. La rueda trasera era pequeña sólo para no cargar el artefacto con un peso excesivo. No podemos explicar la enorme desproporción entre el gran éxito de “Crepúsculo” o Belén Esteban y sus pequeños cimientos con argumentos físicos, sino estéticos. No es que las ruedas delanteras de los vampiros adolescentes o de los programas de Belén Esteban sean enormes porque desconozcan la cadena o porque funcionen sin piñones de distinto diámetro, sino que son así de grandes porque es precisamente el exceso lo que les permite avanzar. Y, aquí, el exceso es una categoría estética.
No diré que los excesivos vampiros y la excesiva Belén sean malos, sino que no son para mí. Me pregunto si los vampiros y Belén deberían estar también en un museo de tecnología.
¿Cómo se explica la grotesca desproporción entra la gran rueda delantera y la pequeña rueda trasera en las primeras bicicletas? El físico Jorge Wagensberg se hizo esa pregunta mientras contemplaba una de esas bicicletas en un museo de tecnología, y cuando se la planteó al guía éste salió del paso diciendo que era una cuestión estética. Pero no es cierto. Cuando se construyeron las primeras bicicletas no se conocía la cadena o los piñones de distinto diámetro, así que a mayor diámetro de la rueda motriz, mayor avance. La rueda trasera era pequeña sólo para no cargar el artefacto con un peso excesivo. No podemos explicar la enorme desproporción entre el gran éxito de “Crepúsculo” o Belén Esteban y sus pequeños cimientos con argumentos físicos, sino estéticos. No es que las ruedas delanteras de los vampiros adolescentes o de los programas de Belén Esteban sean enormes porque desconozcan la cadena o porque funcionen sin piñones de distinto diámetro, sino que son así de grandes porque es precisamente el exceso lo que les permite avanzar. Y, aquí, el exceso es una categoría estética.
No diré que los excesivos vampiros y la excesiva Belén sean malos, sino que no son para mí. Me pregunto si los vampiros y Belén deberían estar también en un museo de tecnología.
4/1/11
VEO, VEO
Una vez más estamos ante el artículo más fácil del año. El que está hecho con más chulería, arrogancia y desvergüenza. El que exige menos responsabilidad, esfuerzo y profesionalidad. El que afirma por el morro estar escrito por un tipo con tan poca vergüenza que asegura tener poderes adivinatorios sin demostrar nada, como hacen los que dicen tener poderes adivinatorios. El que exige con desfachatez a los lectores que se lo crean porque sí, como hacen los que dicen tener poderes adivinatorios. El que menos valoran los lectores porque podría escribirlo en dos minutos cualquier timador que no tuviera sentido del ridículo. El preferido por quien acepta los retos fáciles y el mínimo esfuerzo: este engreído plumilla. Así que ahí van mis pronósticos para el año 2011.
Veo, veo, que durante este año los adivinos, echadores de cartas y similares timadores de todo pelaje y condición continuarán pululando por las cadenas tedeteras, ese nuevo ecosistema al que se han adaptado con gran fortuna porque con captar unos pocos incautos con problemas de los que aprovecharse se gana suficiente pasta como para vivir sin trabajar y además pagar el maquillaje grotesco y el atrezzo ridículo que necesitan para disfrazarse ellos y el lugar del crimen que les sirve de plató. Seguirán mirando a cámara sin que les dé la risa ni ponerse colorados como tomates. Seguirán campando a sus anchas chupando la sangre como sabandijas que debilitan al más débil y empeoran al que ya está enfermo.
Veo, veo que los videntes se seguirán pasando la racionalidad y la honradez por la entrepierna 24 horas al día. Veo, veo que seguirán haciendo o mismo con la Ley General de la Comunicación Audiovisual que sólo permite la emisión de contenidos relacionados con el esoterismo y las pseudociencias entre las 22.00 y las 07.00 horas, que ya es mucho. Veo, veo que hay otros timos más modernos, pero los que mejor te hacen rico, rico y sin fundamento son los timos de toda la vida.
Veo, veo, que durante este año los adivinos, echadores de cartas y similares timadores de todo pelaje y condición continuarán pululando por las cadenas tedeteras, ese nuevo ecosistema al que se han adaptado con gran fortuna porque con captar unos pocos incautos con problemas de los que aprovecharse se gana suficiente pasta como para vivir sin trabajar y además pagar el maquillaje grotesco y el atrezzo ridículo que necesitan para disfrazarse ellos y el lugar del crimen que les sirve de plató. Seguirán mirando a cámara sin que les dé la risa ni ponerse colorados como tomates. Seguirán campando a sus anchas chupando la sangre como sabandijas que debilitan al más débil y empeoran al que ya está enfermo.
Veo, veo que los videntes se seguirán pasando la racionalidad y la honradez por la entrepierna 24 horas al día. Veo, veo que seguirán haciendo o mismo con la Ley General de la Comunicación Audiovisual que sólo permite la emisión de contenidos relacionados con el esoterismo y las pseudociencias entre las 22.00 y las 07.00 horas, que ya es mucho. Veo, veo que hay otros timos más modernos, pero los que mejor te hacen rico, rico y sin fundamento son los timos de toda la vida.
3/1/11
GRAN PREMIO CLAVO ARDIENDO
Anteayer se cerró el plazo del “Gran Premio Clavo Ardiendo” al argumento más peregrino oído en televisión contra la nueva regulación del consumo de tabaco. Desde informativos a magacines, durante meses vimos argumentos insólitos de todo tipo y, gracias a la colaboración de ese programa especializado en trifulcas que es “La noria”, la tele aprovechó hasta el último minuto de la noche del día uno de enero para demostrar una vez más que, cuando un ser humano pierde una situación de dominio que poseía arbitrariamente o unos privilegios que le permitían pasar por encima de los demás sin rendir cuentas a nadie, es capaz de recurrir a los argumentos más desesperados y falaces. Estos son los premiados:
El tercer lugar corresponde a “Todo lo que sea prohibir es malo porque apetece saltarse la prohibición”. Demos un aplauso a un argumento según el cual la sociedad mejoraría si desapareciera el Código civil: sin deberes, ni derechos, ni leyes, ni sanciones nadie haría pupa a nadie y todos seríamos más chupiguays que el buen salvaje de Rousseau.
En segundo lugar ha quedado “Si el tabaco es tan malo, que lo prohíban”. Un aplauso para un argumento que dice justo lo contrario que el anterior y usaban las mismas personas sin ponerse coloradas. Según él, todo lo que la sociedad regula porque entraña un riesgo debería prohibirse. Si no puedo ir a 120 por hora en ciudad, que prohíban los coches; si no puedo conducir borracho, que prohíban el alcohol; si el pan no debe tener más sal de la estipulada, que prohíban la sal…
Y el premio “Clavo ardiendo” es finalmente para “Con respeto y tolerancia basta para convivir en paz”, un argumento tan desesperado que ni es argumento ni es nada. Fue, además, el causante de que la nueva regulación fuera aprobada porque los camareros y los clientes de los bares estaban hartos de estar todo el tiempo viendo a los fumadores pedir educadamente permiso para encender un cigarrillo que, por supuesto, apagaban en cuanto veían a un niño cerca. Démosle el aplauso que se merece.
El tercer lugar corresponde a “Todo lo que sea prohibir es malo porque apetece saltarse la prohibición”. Demos un aplauso a un argumento según el cual la sociedad mejoraría si desapareciera el Código civil: sin deberes, ni derechos, ni leyes, ni sanciones nadie haría pupa a nadie y todos seríamos más chupiguays que el buen salvaje de Rousseau.
En segundo lugar ha quedado “Si el tabaco es tan malo, que lo prohíban”. Un aplauso para un argumento que dice justo lo contrario que el anterior y usaban las mismas personas sin ponerse coloradas. Según él, todo lo que la sociedad regula porque entraña un riesgo debería prohibirse. Si no puedo ir a 120 por hora en ciudad, que prohíban los coches; si no puedo conducir borracho, que prohíban el alcohol; si el pan no debe tener más sal de la estipulada, que prohíban la sal…
Y el premio “Clavo ardiendo” es finalmente para “Con respeto y tolerancia basta para convivir en paz”, un argumento tan desesperado que ni es argumento ni es nada. Fue, además, el causante de que la nueva regulación fuera aprobada porque los camareros y los clientes de los bares estaban hartos de estar todo el tiempo viendo a los fumadores pedir educadamente permiso para encender un cigarrillo que, por supuesto, apagaban en cuanto veían a un niño cerca. Démosle el aplauso que se merece.
2/1/11
LOS FANTASMAS DE CNN+
Andaba yo verdaderamente cabizbajo por el cierre de CNN+ y su sustitución por un canal de 24 de "Gran Hermano" cuando escuché por casualidad "Los fantasmas del Roxy" y empecé a sentir que todavía quedaba un hilo de esperanza. En esa maravillosa canción Joan Marsé y Joan Manuel Serrat nos contaban la historia del derribo del histórico cine Roxy en la barcelonesa plaza Lesseps y su sustitución por la agencia número 33 del Banco Central. Tras el expolio comienzan a suceder extraños fenómenos en la oficina bancaria: testigos aseguran que en las colas de las ventanillas aparecen actores clásicos del cine negro, vigilantes nocturnos ven cómo un trasatlántico atraviesa el vestíbulo con Fred Astaire y Ginger Rogers bailando en la cubierta, el director de la agencia entra en su despacho y sorprende a Glenn Ford abofeteando a Rita Hayworth. Son los fantasmas del Roxy, que no descansan en paz.
Y quizá tampoco descansen en paz los fantasmas de CNN+. No deberían descansar en paz teniendo en cuenta la muerte injusta, miserable, cobarde y violenta de la que fueron víctimas y la humillación que supone haber sido sustituidos por una bazofia que representa la antítesis del significado y el significante que practicaba el canal de noticias. Sería maravilloso que en la casa de Guadalix, en los platós de Telecinco, en el estilismo mamarracho de Milá, comenzaran a suceder fenómenos extraños: que en medio de una discusión de Laura y Marcelo se viera a Mónica Sanz hablando de economía con algún catedrático; que Jordi González estuviera entrevistando a Chari, su voz comenzase a ser la de Jose Mari Calleja y sus palabras tuvieran un mínimo interés; que una escena de edredoning de Julio y Flor empezara a tener interferencias de imágenes del conflicto palestino. Sería fantástico y por primera vez en la vida apetecería creer en fantasmas si Mercedes Milá viera interrumpida una presentación por la sintonía de CNN+ e implosionara de la vergüenza propia que estaba sintiendo quedando reducida a cenizas.
UN AÑO EN DOS HORAS
Dime qué programas en Nochevieja y te diré qué cadena eres. Dime qué cadena ves en Nochevieja y te diré qué tipo de espectador eres. No hay engaño posible. Durante la última noche del año toda la peña televisiva se pone unas gafas y unas narices de pega, una chistera de cartón y purpurina, y se quita definitivamente todas las caretas. El año tiene 8760 horas de programación, pero ninguna revela más claramente quiénes son ellos y quiénes somos nosotros que los 120 minutos que van desde las diez a las doce de la noche del 31 de didiembre.
Es difícil explicar este tonillo que tiene Antena 3... eh... ligeramente rancio... no sé... amable porque no tiene recursos para ser otra cosa... sin excesiva imaginación, atenuado por una sordina, correcto pero no memorable, nacido para ser número dos... ¿Ven? estoy intentando definir con palabras la personalidad propia de la cadena y se me escurren los adjetivos; con lo fácil que es entender qué es Antena 3 viendo las dos horas de chistes puros y duros (y blandos) con los que rellenaron anteayer las dos últimas horas del año. ¿Qué es Antena 3? Antena 3 es "El club del chiste" en Nochevieja. ¿A que así se entiende a la primera? ¿Y qué es Telecinco? Pues Telecinco es... cómo decirlo... orujo de desperdicios hecho con el liquidillo ése que queda en el fondo de los cubos de basura, el hermano golfo de las tertulias fachas de la TDT, aquel grupo de arrogantes chonis avant la lettre sin puñetera gracia que nos caía tan mal a todos en el instituto... no... no es exactamente eso. ¿Quieren saber con una sola imagen qué es Telecinco? Un monstruo de cabeza de Belén Esteban, tórax de Jimmy Jiménez Arnáu, cuerpo de Raquel Bollo, y patas de Jorge Javier y Luis Rollán, siendo descuartizado por un mago olvidable y un lanzador de cuchillos: "Sálvame" (también) en Nochevieja.
¿Y qué cadena eres si terminas el año con un docureality de personajes curiosos vinculados a la frikynavidad y el nerdfindeaño que has ido encontrando por los rincones más insospechados de los mapas de carreteras? Eres Cuatro, o, al menos, el Cuatro que todos conocimos antes de convertirse en el inofensivo alien que lleva Telecinco en su barriga. LaSexta es mundialmente conocida en el universo mundo por su bipolaridad, por su irregularidad, por encadenar cotidianamente picos excelentes de magnífica televisión con valles escandalosamente bajos que crean agujeros incógnitos en su parrilla. ¿Y qué programó LaSexta en Nochevieja? Pues un menú bipolar a base de un atronador silencio en forma de capítulos de "Navy: Investigación criminal" de primero y una contagiosa melodía que se encargaron de mantener con buen ritmo Ana Morgade y Berto.
Así pues, y para terminar de explotar el sorprendente principio aristotélico de identidad según el cual una cosa es siempre esa cosa, no queda sino comentar que la televisión pública volvió a ser la televisión pública durante la última noche del año. José Mota fue José Mota: fascinantemente brillante en sus imitaciones y cada vez más agotado en sus personajes propios y running gags autóctonos; Igartiburu clavó el papel de Anne Igartiburu tanto en la gala como durante las campanadas; y La 2 renació de sus minorías convertida en sí misma programando "Amanece que no es poco" según comenzaba el nuevo día, con lo que el 1 de enero a las 00:05 horas seguramente ya hemos contemplado el que va a ser el mayor acierto televisivo del año 2011. Hartos de tantas semanas previas de engaños, la Nochevieja nos pone a cada uno en nuestro lugar: las cadenas demuestran quiénes son, los espectadores demostramos qué es lo que andamos buscando. Por un momento todo tuvo sentido. Ya podemos enfrentarnos a otro año de confusión.
Es difícil explicar este tonillo que tiene Antena 3... eh... ligeramente rancio... no sé... amable porque no tiene recursos para ser otra cosa... sin excesiva imaginación, atenuado por una sordina, correcto pero no memorable, nacido para ser número dos... ¿Ven? estoy intentando definir con palabras la personalidad propia de la cadena y se me escurren los adjetivos; con lo fácil que es entender qué es Antena 3 viendo las dos horas de chistes puros y duros (y blandos) con los que rellenaron anteayer las dos últimas horas del año. ¿Qué es Antena 3? Antena 3 es "El club del chiste" en Nochevieja. ¿A que así se entiende a la primera? ¿Y qué es Telecinco? Pues Telecinco es... cómo decirlo... orujo de desperdicios hecho con el liquidillo ése que queda en el fondo de los cubos de basura, el hermano golfo de las tertulias fachas de la TDT, aquel grupo de arrogantes chonis avant la lettre sin puñetera gracia que nos caía tan mal a todos en el instituto... no... no es exactamente eso. ¿Quieren saber con una sola imagen qué es Telecinco? Un monstruo de cabeza de Belén Esteban, tórax de Jimmy Jiménez Arnáu, cuerpo de Raquel Bollo, y patas de Jorge Javier y Luis Rollán, siendo descuartizado por un mago olvidable y un lanzador de cuchillos: "Sálvame" (también) en Nochevieja.
¿Y qué cadena eres si terminas el año con un docureality de personajes curiosos vinculados a la frikynavidad y el nerdfindeaño que has ido encontrando por los rincones más insospechados de los mapas de carreteras? Eres Cuatro, o, al menos, el Cuatro que todos conocimos antes de convertirse en el inofensivo alien que lleva Telecinco en su barriga. LaSexta es mundialmente conocida en el universo mundo por su bipolaridad, por su irregularidad, por encadenar cotidianamente picos excelentes de magnífica televisión con valles escandalosamente bajos que crean agujeros incógnitos en su parrilla. ¿Y qué programó LaSexta en Nochevieja? Pues un menú bipolar a base de un atronador silencio en forma de capítulos de "Navy: Investigación criminal" de primero y una contagiosa melodía que se encargaron de mantener con buen ritmo Ana Morgade y Berto.
Así pues, y para terminar de explotar el sorprendente principio aristotélico de identidad según el cual una cosa es siempre esa cosa, no queda sino comentar que la televisión pública volvió a ser la televisión pública durante la última noche del año. José Mota fue José Mota: fascinantemente brillante en sus imitaciones y cada vez más agotado en sus personajes propios y running gags autóctonos; Igartiburu clavó el papel de Anne Igartiburu tanto en la gala como durante las campanadas; y La 2 renació de sus minorías convertida en sí misma programando "Amanece que no es poco" según comenzaba el nuevo día, con lo que el 1 de enero a las 00:05 horas seguramente ya hemos contemplado el que va a ser el mayor acierto televisivo del año 2011. Hartos de tantas semanas previas de engaños, la Nochevieja nos pone a cada uno en nuestro lugar: las cadenas demuestran quiénes son, los espectadores demostramos qué es lo que andamos buscando. Por un momento todo tuvo sentido. Ya podemos enfrentarnos a otro año de confusión.