3/12/10
RUTINA Y SUBRUTINA
Ha llegado la nueva televisión. La descubrió Antena 3 el martes por la noche. Fue una casualidad feliz. Como cuando Fleming descubrió la penicilina. Lo que pasa es que nadie se dio cuenta porque pilló a los especialistas medio dormidos. Como cuando Kekulé descubrió la estructura de la molécula del benceno amodorrado frente a la chimenea. La nueva televisión es minimalista, repite lo mismo una y otra vez, y cuesta dos céntimos. La ve muy poca gente, pero no importa: acabo de decir que cuesta dos céntimos.
La nueva televisión nació pareciendo un fracaso porque nadie supo interpretar correctamente lo ocurrido. Al principio de la emisión de “Física o química” un fallo técnico hizo que una escena de pocos segundos se repitiera en un bucle durante varios minutos. La audiencia cayó en picado. En horario de máxima audiencia Antena 3 quedó con sólo un 3,4 por ciento de cuota de pantalla, un tercio de su registro habitual. Pero es que conseguir el registro habitual exige un gasto considerable y el martes se demostró que uno de cada tres seguidores de la serie siguen viendo la tele aunque se trate de la misma escena hecha con dos céntimos repetida una y otra vez. Es más, “El Mundo Today” investiga si el 90 por ciento de las adolescentes, viendo que aquello era “superfuerte”, llamaron a sus amigas para que dejaran el Tuenti y encendieran la tele.
Sabíamos que en la tele triunfan las rutinas. Ahí está la emisión, reemisión y requetepolimultiemisión de “Pretty woman” para demostrarlo. Ahora sabemos que también pueden triunfar las subrutinas. Un 3,4 por ciento de cuota de pantalla es más de lo que obtiene cualquiera de las cadenas tedeteras. De hecho, las hay que, si se fijan, siempre están repitiendo las mismas tonterías una y otra vez. Las ven cuatro gatos, pero no importa porque están hechas con dos céntimos. Ellas también hacen nueva televisión, pero no lo saben porque su mesa de edición tiene el cuentavueltas atascado.
Bah, me parece demasiado exagerado todo lo que se ha montado alrededor de esto. Ha sido un fallo técnico como otro cualquiera, no es tan grave.
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