1/12/10

"PUEDE PASAR DE TODO"

El indeterminismo es la filosofía preferida de buena parte de los presentadores de programas de televisión. "Hoy tenemos preparado para todos vosotros un programa increíble, aunque ya se sabe que en ‘El hormiguero’ puede pasar de todo". "A la vuelta de la publicidad podremos ver por fin el estreno del videoclip de Kiko... bueno, si Belén no arma una de las suyas, porque aquí en ‘Sálvame’ puede pasar de todo". "Normalmente la pareja eliminada de ‘Pekín Express’ tiene que volver a España, pero ya habíamos avisado que en esta nueva edición de nuestra aventura puede pasar de todo". "Y vamos a repartir hoy cuatro coches entre nuestros espectadores... coches o aviones, porque en ‘La Noria’ puede pasar de todo". "Puede pasar de todo". "Puede pasar de todo". Constantemente, a todas horas, ese mantra resultón. Constantemente esa invocación a un azar caprichoso que en cualquier momento puede golpear de forma inesperada el plató y provocar algo novedoso que lamentaríamos habernos perdido. En medio de un cosmos determinista, hace falta el indeterminismo de la televisión generalista para pasar un rato divertido.

Pero no. Para nada. Ni de coña cuántica. La tedetelevisión está más sujeta a leyes que el universo newtoniano. No es más previsible la duración de los eclipses que las opiniones de Isabel Durán o Enric Sopena. Menos mal que la dinámica de "Pekín Express" es entretenida por sí misma, porque sus programas se parecen entre sí más que las canciones de Jarabe de Palo. En "Sálvame" puede ocurrir cualquier cosa sólo si delimitamos la definición de "cualquier cosa" a "cualquier cosa imbécil". En el universo sólo hay tres fenómenos invariables: la velocidad de la luz, la constante de Hubble y las cejas tapizadas de Pablo Motos. Nos dicen que puede pasar de todo, pero nunca pasa nada. Nos prometen lo nunca visto y nos ofrecen lo que vemos siempre. Se empeñan en hacer bandera de un indeterminismo místico, infantil, ignorante, pero, ayer y hoy y mañana el sol sale por el este, Telecinco hace televisión basura, y se pone por el oeste.

1 comentario:

  1. Puede pasar de todo... de todo lo que está escrito en el guión. La rutina y la monotonía son aburridas así que con eso no se vende nada, hay que anunciar un pequeño factor de sorpresa para atraer al público , aunque de sorpresa tenga poco porque ya está todo más que preparado y nada (o casi nada) se deja a la improvisación

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