No sé... la biografía de Miguel Ángel, de Charles Lindbergh, de Mick Jagger, de Federico García Lorca, de Madame Curie y su correspondiente marido el Monsieur Curie, del general Petain, de los Reyes Católicos, -juntos o por separado-, de Emiliano Zapata, de Basora, César, Kubala, Moreno o Manchón, de Camilo José Cela, de Giusseppe Verdi, de Lev Davidovich Bronstein, -conocido como "Trosky"-, de Mendel, de Lavoisier, de Phil Ochs, de los hermanos Pinzones, que eran unos marineros que se fueron con Colón que era otro marinero, de Jacqueline Onassis, de Toulose Lautrec, de todas y cada una de las mujeres en las que está inspirado el cuadro "Las señoritas de Avignon" de Pablo Picasso, del mismo Pablo Picasso ya puestos, de Basilio II El Ciego, -zar de Moscú de la dinastía Rurik entre 1425 y 1462-, de Cary Grant, de Nelson Mandela, de Frida Kahlo, de Carlos Gardel, de Atahualpa Yupanqui, de Sigmund Freud, de Carl Sagan, de Roald Amundsen, de Alfonso I, Alfonso II, Alfonso III y así sucesivamente hasta Alfonso XIII, de los arquitectos de la Catedral de León, de la madre de los arquitectos de la Catedral de León, de Orson Welles, de los pintores prerrafaelitas, de Santa Teresa de Jesús, de Benjamín Franklin, de Bob Dylan, claro, de Jack Daniel, de Robert Hooke, -inventor del pluviómetro-, de doña Manolita, de John Reed, de Dámaso Alonso, de Cole Porter, de Hernán Cortés... como si hay que hacerla del ratoncito Pérez, de Rita la Cantaora, de King Kong, del genio de la botella, de Darth Vader, de todas las reencarnaciones de Vishnú, de Manolo el del Bombo, del Pocero, de Aladino, de las Spice Girls, de Spiderman, de Simplicius Simplicissimus, de Pipi Langstrumpf, del Fary, coño, como si tiene que ser una biografía de El Fary...
¿De verdad, señores programadores del Canal Bio, de verdad no se les ha ocurrido una forma mejor de rellenar la hora que va hoy de las 11 a las 12 de noche que emitir una biografía de Carlos Baute?
29/11/10
MESSI NUNCA SERÁ MILÓN
Ni Messi, ni Cristiano Ronaldo, ni siquiera Mourinho. Ningún futbolista o entrenador llegará jamás a alcanzar la fama de la que gozó el atleta griego Milón de Crotona (siglo V a. C.). Durante varios años, Milón venció en los juegos olímpicos y píticos, y llevó a cabo asombrosas proezas dignas del mismísimo Hércules. En una ocasión, por ejemplo, Milón cogió en brazos un buey vivo y recorrió el estadio de Olimpia, luego mató al animal a puñetazos y se lo comió enterito en un solo día. De acuerdo, un partido Barça-Madrid es un espectáculo grandioso, Messi y Ronaldo son atletas famosos y meter un gol en el clásico del fútbol español es casi como pasearse con un buey en brazos por el estadio de Olimpia. Pero sólo hubo un Milón de Crotona. Y no volverá.
La televisión ha multiplicado la fama del fútbol, pero a costa de su mitología. Aunque Milón no es un personaje de la mitología, sino de la tradición popular, sus hazañas son míticas precisamente porque no fueron televisadas hasta el último detalle por Grecia TV. Homero no inventó la guerra de Troya, pero sí mejoró los hechos dándoles otra forma y convirtiendo la gloria de Aquiles y Héctor en inmortal. Hoy, la guerra de Troya sería televisada por la CNN, mientras que Homero deambularía por los parques con una botella de vino barato envuelta en papel de periódico. Todas esas cámaras dispuestas a devorar hasta el último detalle del Barça-Madrid, tanto “lo que el ojo no ve”, tanta atención a los gestos más íntimos de los jugadores, tantísimas repeticiones a cámara lenta de las jugadas alimentan el negocio, pero son veneno para el mito.
Dentro de cientos de años, nadie contará historias extraordinarias de Messi o de Ronaldo porque se sabrá exactamente lo que hicieron y cómo lo hicieron. Nadie contará que Messi metió un gol a Casillas mientras sostenía un buey vivo en sus brazos, y nadie dirá que Ronaldo intentó talar un roble con las manos, como cuentan que hizo Milón. La cámara de televisión es enemiga del mito, y la repetición de las mejores jugadas es la puntilla de Homero. Por eso un partido Barça-Madrid no es la “Ilíada”, Messi nunca será el de los pies ligeros, Ronaldo jamás será domador de caballos y Homero no se ganaría la vida como comentarista deportivo.
La televisión ha multiplicado la fama del fútbol, pero a costa de su mitología. Aunque Milón no es un personaje de la mitología, sino de la tradición popular, sus hazañas son míticas precisamente porque no fueron televisadas hasta el último detalle por Grecia TV. Homero no inventó la guerra de Troya, pero sí mejoró los hechos dándoles otra forma y convirtiendo la gloria de Aquiles y Héctor en inmortal. Hoy, la guerra de Troya sería televisada por la CNN, mientras que Homero deambularía por los parques con una botella de vino barato envuelta en papel de periódico. Todas esas cámaras dispuestas a devorar hasta el último detalle del Barça-Madrid, tanto “lo que el ojo no ve”, tanta atención a los gestos más íntimos de los jugadores, tantísimas repeticiones a cámara lenta de las jugadas alimentan el negocio, pero son veneno para el mito.
Dentro de cientos de años, nadie contará historias extraordinarias de Messi o de Ronaldo porque se sabrá exactamente lo que hicieron y cómo lo hicieron. Nadie contará que Messi metió un gol a Casillas mientras sostenía un buey vivo en sus brazos, y nadie dirá que Ronaldo intentó talar un roble con las manos, como cuentan que hizo Milón. La cámara de televisión es enemiga del mito, y la repetición de las mejores jugadas es la puntilla de Homero. Por eso un partido Barça-Madrid no es la “Ilíada”, Messi nunca será el de los pies ligeros, Ronaldo jamás será domador de caballos y Homero no se ganaría la vida como comentarista deportivo.
28/11/10
1 OCHENTA
Tiene nuevo programa Samanta Villar, la de “21 días”, la que fumó porros cuando anunció que iba a fumar porros, la que no hizo porno cuando anunció que iba a hacer porno, la que se lo curró haciendo un montón de reportajes sobre mil temas y al final la peña recuerda sólo lo de los porros y el porno, qué injusta es la vida. El programa se llama “3 sesenta”, que es uno de esos nombres desconcertantes que parece haber sido escogido a posta para que al decírtelo tengas que preguntar por qué se llama así, que si va en la línea de “21 días”, pero que ahora en vez de 21 días rodando sólo se pasa tres y después te lo comprime en sesenta minutos. Y así se lo pones a huevo para que te suelten el rollo promocional: que no, qué va, se trata de ofrecer una completa visión de 360 grados alrededor de un famoso para mostrarnos la persona que hay detrás del personaje.
Uf. En estos tiempos en que triunfan tonterías del tipo “Sé tú mismo” y “No cambies nunca”, habrá quien roce el éxtasis místico al tener la posibilidad de descubrir la persona que hay detrás del personaje, pero no cuela entre los que recordamos que Pedro Ruiz usaba hace años un truco semejante diciendo que su programa extraterestre buscaba el lado humano de los humanos a los que entrevistaba. Y menudo tostón.
Así que por sentido del deber aguantamos el estreno dedicado al torero Francisco Rivera, pero ya no pudimos con la segunda taza que nos ofrecieron a continuación con la sinsustancia Paris Hilton. Ni personas ni personajes: aquello sólo era otro programa más sobre famosos, pero en plan guay. Ay, cómo te comprendo lo famoso que eres y lo que sufres por ser famoso. Y qué gracia que te guste “AC/DC”, la filosofía oriental, Steven Seagal y que creas que hay cosas como el toreo que son cosa de hombres y no de mujeres. Ay.
Visto lo visto, titularé esta columna “1 ochenta”. ¿Que por qué? Porque cuando lo vea venir giraré 180 grados y marcharé por donde venía.
Uf. En estos tiempos en que triunfan tonterías del tipo “Sé tú mismo” y “No cambies nunca”, habrá quien roce el éxtasis místico al tener la posibilidad de descubrir la persona que hay detrás del personaje, pero no cuela entre los que recordamos que Pedro Ruiz usaba hace años un truco semejante diciendo que su programa extraterestre buscaba el lado humano de los humanos a los que entrevistaba. Y menudo tostón.
Así que por sentido del deber aguantamos el estreno dedicado al torero Francisco Rivera, pero ya no pudimos con la segunda taza que nos ofrecieron a continuación con la sinsustancia Paris Hilton. Ni personas ni personajes: aquello sólo era otro programa más sobre famosos, pero en plan guay. Ay, cómo te comprendo lo famoso que eres y lo que sufres por ser famoso. Y qué gracia que te guste “AC/DC”, la filosofía oriental, Steven Seagal y que creas que hay cosas como el toreo que son cosa de hombres y no de mujeres. Ay.
Visto lo visto, titularé esta columna “1 ochenta”. ¿Que por qué? Porque cuando lo vea venir giraré 180 grados y marcharé por donde venía.
27/11/10
TELEVISIÓN SIN VACUNAR
Si es que se trata de eso: de pensar un poco en los demás. Es únicamente darse cuenta de que cuando vemos la tele en casa, y estamos solos a nuestra bola, ahí tirados haciendo lo que nos da la gana tan ricamente, pues resulta que no estamos tan solos como podía parecer sólo por el hecho de que en la sala no hay nadie más a nuestro lado. Ver la tele es un acto privado, todo lo privado que quiera cada uno, pero es a la vez un acto social. Y da igual que se ponga uno patas arriba o patas abajo, cierre las puertas, baje las persianas y eche las cortinas: los demás siguen ahí, como el dinosaurio del sueño ontológico de Monterroso con el final más abierto de la historia de la literatura.
Lo dejó claro el juez de Granada que acaba de ordenar la vacunación forzosa contra el sarampión de 35 niños. Vacunarse es, como ver la tele, un acto todo lo individual y todo lo voluntario que queramos, pero es también un acto social en el que estamos involucrados los demás. O sea, que sí, que somos animales sociales, y que por mucho que haya quien se quiera refugiar en la primera parte de la definición para hacer el animal a gusto, la parte social siempre está ahí, escondida y en silencio, pero presente.
Así que, a ver si vamos siendo menos individualistas y empezamos a pensar en los demás cuando vemos la tele. Las cadenas de televisión ensayan a producir y emitir, uno detrás de otro, programas basura hechos con cuatro duros; pero es que, de vez en cuando, se encuentran con el número suficiente de ciudadanos que miran para ellos. Así, la parrilla se llena de porquerías con las que tenemos que convivir los demás sin comerlo ni beberlo: “El diario”, “La noria”, “Fama Revolution”, “Física o química”, “Sálvame”, “DEC”. Así que en lo sucesivo, por favor, cuando estemos solos viendo la tele pensemos que a nuestro lado hay millones de inocentes que no tienen la culpa de que seamos unos irresponsables sin vacunar.
Lo dejó claro el juez de Granada que acaba de ordenar la vacunación forzosa contra el sarampión de 35 niños. Vacunarse es, como ver la tele, un acto todo lo individual y todo lo voluntario que queramos, pero es también un acto social en el que estamos involucrados los demás. O sea, que sí, que somos animales sociales, y que por mucho que haya quien se quiera refugiar en la primera parte de la definición para hacer el animal a gusto, la parte social siempre está ahí, escondida y en silencio, pero presente.
Así que, a ver si vamos siendo menos individualistas y empezamos a pensar en los demás cuando vemos la tele. Las cadenas de televisión ensayan a producir y emitir, uno detrás de otro, programas basura hechos con cuatro duros; pero es que, de vez en cuando, se encuentran con el número suficiente de ciudadanos que miran para ellos. Así, la parrilla se llena de porquerías con las que tenemos que convivir los demás sin comerlo ni beberlo: “El diario”, “La noria”, “Fama Revolution”, “Física o química”, “Sálvame”, “DEC”. Así que en lo sucesivo, por favor, cuando estemos solos viendo la tele pensemos que a nuestro lado hay millones de inocentes que no tienen la culpa de que seamos unos irresponsables sin vacunar.
26/11/10
MUSEO SONORO PARA SORDOS
"Museo Coconut" tiene un problema. Este programa de televisión cuenta con un numeroso público fiel, caracterizado por ser gente joven, alternativa, muy entrenada en lenguajes audiovisuales contemporáneos y por tanto muy preparada para entender la parodía del sarcasmo de la ironía que muchas veces practica Joaquín Reyes y su Circo. Es gente muy despierta, quizá más inteligente que la media, que exige a los medios un saludable alejamiento de los transitados tópicos habituales. ¿Me falta por citar alguna característica más del perfil típico del espectador típico al que va dirigido "Museo Coconut? No sé... ah, sí, es gente que nunca ve la televisión.
Y dirigirse a un público que no ve la televisión es un problema para un programa de televisión. "Coconut" arrancó en Neox con unos índices de audiencia muy satisfactorios. De hecho, su estreno supuso la mejor marca de la filial de Antena 3 en toda su existencia. Y sin embargo a partir de esa primera semana comenzaron a bajar aceleradamente sus shares hasta llegar a un mínimo del 2,3% el pasado lunes. Vale, vale, a lo mejor es que "Coconut" no es el producto chanante que todos esperábamos. Pero yo me inclino a pensar que el grueso de la explicación más tiene que ver con las causas por las que nunca funcionaría un programa de radio para sordos.
Tomen nota: la generación de androides mutantes que ríen ausentes a nuestra espalda y nos miran como si los raros fuéramos nosotros ha dejado de ver la televisión en el televisor. La siguen viendo, -sólo un poco-, en el ordenador. Y los audímetros no están instalados en los ordenadores sino en los televisores. Estoy seguro de que antes de que la UE rescate de la bancarrota a dos o tres países más comenzarán a practicarse medidas de la audiencia basadas en los espectadores on line. Sólo entonces conoceremos el verdadero índice de seguimiento de "Museo Coconut". Hasta ese momento conviene que los programas de televisión planeen cuidadosamente el público al que se dirigen. Elegir un público que vea la televisión puede ser un buen punto de partida.
Y dirigirse a un público que no ve la televisión es un problema para un programa de televisión. "Coconut" arrancó en Neox con unos índices de audiencia muy satisfactorios. De hecho, su estreno supuso la mejor marca de la filial de Antena 3 en toda su existencia. Y sin embargo a partir de esa primera semana comenzaron a bajar aceleradamente sus shares hasta llegar a un mínimo del 2,3% el pasado lunes. Vale, vale, a lo mejor es que "Coconut" no es el producto chanante que todos esperábamos. Pero yo me inclino a pensar que el grueso de la explicación más tiene que ver con las causas por las que nunca funcionaría un programa de radio para sordos.
Tomen nota: la generación de androides mutantes que ríen ausentes a nuestra espalda y nos miran como si los raros fuéramos nosotros ha dejado de ver la televisión en el televisor. La siguen viendo, -sólo un poco-, en el ordenador. Y los audímetros no están instalados en los ordenadores sino en los televisores. Estoy seguro de que antes de que la UE rescate de la bancarrota a dos o tres países más comenzarán a practicarse medidas de la audiencia basadas en los espectadores on line. Sólo entonces conoceremos el verdadero índice de seguimiento de "Museo Coconut". Hasta ese momento conviene que los programas de televisión planeen cuidadosamente el público al que se dirigen. Elegir un público que vea la televisión puede ser un buen punto de partida.
25/11/10
AYÚDAME, OSCAR WILDE
¿Imita el arte a la realidad o la realidad al arte? Yo tenía completamente clara esta viejísima polémica hasta que me convertí en un fanático de "Impares", la comedia sobre encuentros de parejas que veremos durante muchas próximas semanas en Neox. "Impares" se nos presenta en dos formatos: el "Impares" normal que ya conocíamos de la temporada pasada en donde se nos cuentan las primeras citas a que dan lugar los emparejamientos caprichosos de la agencia matrimonial Impares, y el "Impares Premium" que se estrena este año con las terapias a que se someten las parejas que finalmente se formaron en la agencia de contactos. Échenle un vistazo y estarán de acuerdo conmigo: "Impares" es una comedia ácida, exagerada y caricaturesca, y, al mismo tiempo, hiperrealista. Joder, las relaciones de pareja actuales son exactamente como se cuentan ahí. Es imposible que la realidad se haya vuelto tan sarcástica, tan borderline, tan bizarra, sin el concurso activo del arte. Es imposible que el arte dé tan afiladamente en el clavo sin ponerse al servicio de la realidad. No entiendo nada.
El objeto y su representación. El lenguaje y la naturaleza. El arte y la vida. "The office", en una clave completamente diferente, va en la misma dirección de lo que se está comentando aquí. En ambos casos los protagonistas hablan a la cámara y exponen con orgullo alguna de las mil vías que puede adoptar el egocentrismo para desembocar en alguno de los mil trastornos de personalidad que definen nuestro tiempo. El drama que nos ahoga a diario en la realidad se convierte en comedia en cuanto atraviesa la pantalla del televisor, aunque no se retoque ni una coma, aunque la pantalla pase a ser un espejo perfectamente plano. Veo "Impares" en pareja, ambos doblados de la risa de principio a fin. El arte imita a la realidad. Y cuando termina descubro que empezamos a estar influidos por algunos personajes, que valoramos de forma diferente nuestras escenas cotidianas por su relación con las de la serie. La realidad imita al arte. Ayúdame, Oscar Wilde.
El objeto y su representación. El lenguaje y la naturaleza. El arte y la vida. "The office", en una clave completamente diferente, va en la misma dirección de lo que se está comentando aquí. En ambos casos los protagonistas hablan a la cámara y exponen con orgullo alguna de las mil vías que puede adoptar el egocentrismo para desembocar en alguno de los mil trastornos de personalidad que definen nuestro tiempo. El drama que nos ahoga a diario en la realidad se convierte en comedia en cuanto atraviesa la pantalla del televisor, aunque no se retoque ni una coma, aunque la pantalla pase a ser un espejo perfectamente plano. Veo "Impares" en pareja, ambos doblados de la risa de principio a fin. El arte imita a la realidad. Y cuando termina descubro que empezamos a estar influidos por algunos personajes, que valoramos de forma diferente nuestras escenas cotidianas por su relación con las de la serie. La realidad imita al arte. Ayúdame, Oscar Wilde.
24/11/10
TODO EL MUNDO ES BUENO
En la película “Terminator Salvation”, Marcus Wright, un Terminator T-7RPI con cerebro y corazón humanos, dice: “Yo no soy buena gente”. Pero Blair Williams, una luchadora de la resistencia humana frente a las máquinas que entiende al Terminator mejor que él mismo, replica: “Sí lo eres, aunque aún no lo sabes”. Como Blair, algunos creemos que debajo del caparazón mecánico de las cadenas televisivas late un corazón humano. Por eso, aunque Jorge Javier Vázquez o los guionistas de “Física o química” reconozcan que no son buena gente cuando, antes de acostarse, se miran al espejo y piensan en lo que han hecho durante el día, lo cierto es que sí lo son, pero no lo saben. No es maldad, es ignorancia de que hay un mundo más allá de la tontería y de que hay institutos de carne y hueso más acá del “Zurbarán”.
Hoy, sin embargo, no quiero habar del bueno de Jorge ni de los buenos guionistas de “Física o química”. Ni siquiera me apetece hablar del buen Iker Jiménez o de los buenos tertulianos de mega-ultra derecha que anidan en la TDT e incluso en alguna cadena pública. Hoy quiero hablar de los títulos de crédito de las películas. Ya ven qué tontería. Me parece muy bien que La Sexta 3 dedique esta semana al cine de Woody Allen, y que TVE emita películas sin cortes publicitarios. También me parece bien que La 2 se esfuerce en programar cine rarito, y hasta entiendo que las películas de Jackie Chan ganen por goleada a las de Humphrey Bogart, porque a mi abuela le gustaba mucho el tal Chan. Pero lo que no me parece bien es que, aunque los espectadores siempre estemos dispuestos a sentarnos en el sofá para disfrutar de Bogart o de Chan, ver los títulos de crédito de una película sea una misión casi imposible. Creo que el tipo que ordena cortar los títulos de crédito de “Hannah y sus hermanas” es buena gente, pero aún no lo sabe porque no sabe que la gente es buena gente.
Ver los títulos de crédito de una película es un acto de necesidad y de cortesía, como viajar en avión y escuchar las explicaciones de los auxiliares de vuelo acerca de las máscaras de oxígeno. Una película sin títulos de crédito es como un vuelo sin indicaciones de seguridad. Y si alguien no quiere que sepamos cómo se utiliza una máscara de oxígeno no es que sea malo, es que aún no sabe que es bueno.
Hoy, sin embargo, no quiero habar del bueno de Jorge ni de los buenos guionistas de “Física o química”. Ni siquiera me apetece hablar del buen Iker Jiménez o de los buenos tertulianos de mega-ultra derecha que anidan en la TDT e incluso en alguna cadena pública. Hoy quiero hablar de los títulos de crédito de las películas. Ya ven qué tontería. Me parece muy bien que La Sexta 3 dedique esta semana al cine de Woody Allen, y que TVE emita películas sin cortes publicitarios. También me parece bien que La 2 se esfuerce en programar cine rarito, y hasta entiendo que las películas de Jackie Chan ganen por goleada a las de Humphrey Bogart, porque a mi abuela le gustaba mucho el tal Chan. Pero lo que no me parece bien es que, aunque los espectadores siempre estemos dispuestos a sentarnos en el sofá para disfrutar de Bogart o de Chan, ver los títulos de crédito de una película sea una misión casi imposible. Creo que el tipo que ordena cortar los títulos de crédito de “Hannah y sus hermanas” es buena gente, pero aún no lo sabe porque no sabe que la gente es buena gente.
Ver los títulos de crédito de una película es un acto de necesidad y de cortesía, como viajar en avión y escuchar las explicaciones de los auxiliares de vuelo acerca de las máscaras de oxígeno. Una película sin títulos de crédito es como un vuelo sin indicaciones de seguridad. Y si alguien no quiere que sepamos cómo se utiliza una máscara de oxígeno no es que sea malo, es que aún no sabe que es bueno.
23/11/10
MERCEDES MILÁ Y LA ESPADA DE FUEGO
Dijo que este año iba a ser “hiperobjetiva” y ahí está, semana tras semana, hiperfaltando a la verdad. O sea, haciendo lo que cualquiera que no quisiera evitar una demanda llamaría hipermintiendo. La gran profesional del periodismo que un día fue Mercedes Milá, y que hoy yace sepultada en algún lugar del plató de “Gran hermano” bajo toneladas de porquería, sabe que la objetividad es imposible, que quien vende objetividad miente y que lo verdaderamente interesante sería saber por qué lo hace y qué intereses oculta para usar un truco tan burdo. Así que ese intento de vendernos la enésima edición de la Gran Mentira no cuela.
Lo más reseñable de lo ocurrido este año fue la expulsión de dos concursantes por ser malos y su sustitución por otros dos ángeles del cielo, bellísimas personas, espíritus puros, almas cándidas que no están dispuestos a todo con tal de ganarse un pastón descomunal y que sufrirían un montón si lograran una fama que les permitiera estirar el chicle explotando el circuito de platós televisivos y discotecas horteras en el que habitualmente hacen bolos los famosos que centrifuga la televisión basura.
Aquellos dos concursantes pecadores fueron expulsados del paraíso porque quisieron ser tan poderosos como Dios. El concurso puede utilizarlos a ellos para sus fines, pero ellos no pueden utilizar al concurso para los suyos. Eso es ser demasiado listos, comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, pecar de soberbia. Milá expulsó a la parejita con su espada de fuego, pero antes la llevó plató para descargar su ira sobre ella y hacerle sentir vergüenza por esta desnuda en un concurso en el que las reglas dictan que hay que ir vestido con el traje hipócrita del experimento sociológico, de buscar una nueva experiencia, de ser auténtico, de vivir la vida en directo. Expulsado el mal, el bien prosigue su singladura. Pero no se fíen: algunos teólogos dicen que lo que ocurrió es simplemente que Dios echó cuentas y vio que Adán y Eva eran más rentables fuera que dentro del Paraíso.
Lo más reseñable de lo ocurrido este año fue la expulsión de dos concursantes por ser malos y su sustitución por otros dos ángeles del cielo, bellísimas personas, espíritus puros, almas cándidas que no están dispuestos a todo con tal de ganarse un pastón descomunal y que sufrirían un montón si lograran una fama que les permitiera estirar el chicle explotando el circuito de platós televisivos y discotecas horteras en el que habitualmente hacen bolos los famosos que centrifuga la televisión basura.
Aquellos dos concursantes pecadores fueron expulsados del paraíso porque quisieron ser tan poderosos como Dios. El concurso puede utilizarlos a ellos para sus fines, pero ellos no pueden utilizar al concurso para los suyos. Eso es ser demasiado listos, comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, pecar de soberbia. Milá expulsó a la parejita con su espada de fuego, pero antes la llevó plató para descargar su ira sobre ella y hacerle sentir vergüenza por esta desnuda en un concurso en el que las reglas dictan que hay que ir vestido con el traje hipócrita del experimento sociológico, de buscar una nueva experiencia, de ser auténtico, de vivir la vida en directo. Expulsado el mal, el bien prosigue su singladura. Pero no se fíen: algunos teólogos dicen que lo que ocurrió es simplemente que Dios echó cuentas y vio que Adán y Eva eran más rentables fuera que dentro del Paraíso.
22/11/10
NI FAMOSAS NI AMO
Dicen las Sagradas Escrituras que sólo aquéllos que cumplen la voluntad del Padre podrán entrar en el Reino de los Cielos. Dijo Paula Prendes el otro día que sólo aquéllas que sean guapas podrán entrar en "Sé lo que hicisteis". No es una blasfemia. Son unas declaraciones en donde se refleja con toda claridad cómo la perfección estética está cumpliendo en la actualidad la misma función que la perfección moral cumplió a lo largo de los siglos pasados: la humillación y el sometimiento de los ciudadanos tras convencerlos de la necesidad de cumplir unos requisitos que resultan imposibles de satisfacer para la práctica totalidad de ellos. El paralelismo no es forzado: la fama como el nuevo Cielo, los famosos como los nuevos modelos de Santidad, la condición de fan como la nueva condición de creyente, la belleza física como el nuevo mandamiento divino en el que se resumen todos los demás y cuyo cumplimiento es un imperativo que pasa por encima de cualquier otro precepto de otra categoría.
Haciendo uso de la perspicacia más afilada, las mentes más lúcidas de nuestra civilización ya albergaban una ligera sospecha de que el personal femenino de SLQH era elegido según un conjunto de criterios dentro del cual la belleza física no figura en último lugar. Pilar Rubio, Patricia Conde, Berta Collado. Las declaraciones de Paula Prendes nos lo ha confirmado. Y por encima de la obviedad lo fundamental es que la frase de esta chica tan mona no tomó la forma de una denuncia insatisfecha, sino el babeo complaciente del que sabe que ha entrado en un club cuyas reglas son fijas como la naturaleza. "¿Tu marido te ha sido siempre fiel?", le preguntaron el otro día a una mujer rica en "Mujeres ricas"; "Bueno...", dudó, "mi marido es un hombre", concluyó. Antes las leyes las decidía Dios. Ahora las deciden los estilistas de la televisión privada. Antes gritábamos "ni dios ni amo" como lema de nuestra liberación. Ahora hace falta que todos, -pero especialmente las mujeres más jóvenes, las más inocentes, las que se someten más sumisamente a estas doctrinas-, gritemos "ni famosas ni amo".
Haciendo uso de la perspicacia más afilada, las mentes más lúcidas de nuestra civilización ya albergaban una ligera sospecha de que el personal femenino de SLQH era elegido según un conjunto de criterios dentro del cual la belleza física no figura en último lugar. Pilar Rubio, Patricia Conde, Berta Collado. Las declaraciones de Paula Prendes nos lo ha confirmado. Y por encima de la obviedad lo fundamental es que la frase de esta chica tan mona no tomó la forma de una denuncia insatisfecha, sino el babeo complaciente del que sabe que ha entrado en un club cuyas reglas son fijas como la naturaleza. "¿Tu marido te ha sido siempre fiel?", le preguntaron el otro día a una mujer rica en "Mujeres ricas"; "Bueno...", dudó, "mi marido es un hombre", concluyó. Antes las leyes las decidía Dios. Ahora las deciden los estilistas de la televisión privada. Antes gritábamos "ni dios ni amo" como lema de nuestra liberación. Ahora hace falta que todos, -pero especialmente las mujeres más jóvenes, las más inocentes, las que se someten más sumisamente a estas doctrinas-, gritemos "ni famosas ni amo".
21/11/10
Y ESO QUE NO VISTE A FLIPY
Y eso que no viste a Flipy, Jesse. Déjenme ponerles en situación, supuestos lectores: gracias a "vayatele.com" nos hemos enterado de que Jesse Eisenberg, -molón protagonista de la imprescindible "La red social"-, fue entrevistado el otro día en el late night estadounidense de Conan O’Brien y largó todo lo que quiso acerca de un show español en donde fue tratado de una forma muy rara. "No era un programa como éste, en el que te tratan con amabilidad y respeto". "Te dicen: venga, pásatelo bien, y pronto te das cuenta de que es imposible". "El show parece diseñado para humillar a los invitados americanos: muestran estúpidas fotos tuyas, hacen bromas sobre ti, el público se ríe, y cuando te llega la traducción confirmas que sí, que se están riendo de ti, pero no puedes contestar porque ya han pasado a otra cosa". ¿Reconocen el programa del que habla Jesse Eisenberg, supuestos lectores? A que sí. Enhorabuena, Pablo Motos, jamás pensaste que se iba a hablar de ti en un late night norteamericano de éxito.
Pues, Jesse, majete, no quiero imaginarme lo que hubieras dicho si además te hubiera tocado vértelas con Flipy en "El hormiguero". Confieso que pertenezco a ese amplio colectivo de espectadores que cuando ve a Pablo Motos obligar a algún invitado extranjero a imitar a Chiquito de la Calzada o cantar "hola, don Pepito, hola, don José" valora seriamente la posibilidad de nacionalizarse canadiense o bielorruso. Pero al menos este año no lo planeo profundamente escondido detrás del sofá, lugar al que la vergüenza me llevaba a recluirme cuando en temporadas pasadas el actor yanqui de turno tenía que mezclar piriborzutina cálcica y nitrato de fosbroncio delante del ex científico loco. Tienes razón, Jesse, a Motos cada vez se la va más la mano en las entrevistas hacia un ingenio cutrefaltón de 2º de la E.S.O., pero al menos tú no has tenido que soportar a Flipy. Coméntalo con otros compañeros de profesión con los que te cruzarás cuando te den dentro de cuatro meses el Oscar al mejor actor y verás cómo me dan la razón.
20/11/10
NI AGUA, WYOMING
Ya lo hemos hablado más veces, Wyoming. Yo es que creo que te equivocas radicalmente con el trato que das a las tertulias de extrema derecha tedeteras. A esa gente ni agua. No hay que nombrarlos ni aunque sea para denunciar lo perversos que son, la ruindad extrema en la que están empapados todos sus argumentos, cómo mienten, -dios mío, cómo mienten: sin parar, sin pestañear, cómo se regodean en las exageraciones delirantes y en el mundo marciano y alucinado en el que viven-. Y tú, dale que te pego, haciéndoles propaganda dos de cada tres días. Que sí, ya sé que te ríes de ellos. Sí, sí, ya sé que les metes una caña brutal, pero es que no estoy nada seguro de que eso les moleste. Es más, perfectamente me los imagino frotándose las manos, seguros de que los espacios publicitarios que gratuitamente les concedes no les van a hacer perder ni un solo espectador que pudieran tener sin ellos, pero les hace ganar un fino goteo de despistados a través de la notoriedad que obtienen de ti.
Ni siquiera cuando uno de esos contertulios relaciona la educación sexual con los asesinatos. Lo pusiste anteayer en "El intermedio". Fue nauseabundo. Los asesinos de Marta del Castillo, -venía a decir uno de esos charlatanes-, han recibido una educación sexual en donde se les ha animado a explorar el sexo, a disfrutar de él, y, claro, una pequeña parte de los alumnos a los que se les llena la cabeza con esas ideas termina asesinando. Como se pueda tener una mente tan enferma es algo que dejaremos a los psicopatólogos, -hablando de mentes enfermas, quisiera denunciar sin ironías el intolerable abuso que un tal Sostres que jamás sería amigo mío ha sufrido al ver publicadas unas asquerosas conversaciones privadas-, a los cuales el secreto profesional también les obligará a callar sus identidades y los nombres de las empresas para las que trabajan. Y nosotros deberíamos hacer lo mismo. Ni agua. Aunque el cuerpo nos pida justo lo contrario. Aunque sus premeditadas provocaciones te resuelvan dos de cada tres programas, Guayo.
Ni siquiera cuando uno de esos contertulios relaciona la educación sexual con los asesinatos. Lo pusiste anteayer en "El intermedio". Fue nauseabundo. Los asesinos de Marta del Castillo, -venía a decir uno de esos charlatanes-, han recibido una educación sexual en donde se les ha animado a explorar el sexo, a disfrutar de él, y, claro, una pequeña parte de los alumnos a los que se les llena la cabeza con esas ideas termina asesinando. Como se pueda tener una mente tan enferma es algo que dejaremos a los psicopatólogos, -hablando de mentes enfermas, quisiera denunciar sin ironías el intolerable abuso que un tal Sostres que jamás sería amigo mío ha sufrido al ver publicadas unas asquerosas conversaciones privadas-, a los cuales el secreto profesional también les obligará a callar sus identidades y los nombres de las empresas para las que trabajan. Y nosotros deberíamos hacer lo mismo. Ni agua. Aunque el cuerpo nos pida justo lo contrario. Aunque sus premeditadas provocaciones te resuelvan dos de cada tres programas, Guayo.
19/11/10
TIMADORES DE CASA
Al final va a tener razón Silvio Berlusconi: hay que expulsar a todos los delincuentes extranjeros. Es cierto que así no acabaremos con la delincuencia ni de coña, pero al menos garantizaremos que cuando alguien nos atraque, nos agreda, nos time o nos asesine, será un compatriota, un convecino, un amigo. Seguirá siendo un delincuente, sí, pero será nuestro delincuente.
Aprendamos de la historia, de aquel día en que, después de promover esas políticas de repatriación que tanto gustan a los xenófobos, Berlusconi fue agredido por un italiano con denominación de origen que le estampó en la cara una broncínea réplica de la catedral de Milán. Y qué orgulloso lució Berlusconi la cara destrozada entonces: no le había partido la boca un delincuente extranjero, qué horror, sino un delincuente de casa, de la cantera, de los suyos. Y nada menos que con un símbolo patrio como es el duomo milanés. Así la inseguridad ciudadana es mucho más segura, dónde vamos a parar.
Así que queremos que ese gran timo que es “Más allá de la vida” deje de utilizar una vidente extranjera para reírse de nosotros y utilice una timadora de la casa. Anda que no tenemos estafadores aquí. Y muy buenos. No hace ninguna falta que venga una que se llama Anne Germain, que con ese nombre sabe Dios de dónde vendrá y qué intenciones traerá, a decir que habla con los muertos. Queremos que los embaucadores de fuera no quiten el trabajo a los embaucadores de aquí. Si nosotros ponemos los espectros, ponemos los famosos dispuestos a vender la memoria de sus muertos por treinta monedas, y ponemos los espectadores que se tragan el pestiño, lo menos que podían hacer en Telecinco es asegurarse de que sea un farsante compatriota el que nos da el sopapo. Entonces podríamos alzarnos por encima de la multitud y mostrar orgullosos la cara ensangrentada y feliz. Como hizo Berlusconi, ese hombre.
Aprendamos de la historia, de aquel día en que, después de promover esas políticas de repatriación que tanto gustan a los xenófobos, Berlusconi fue agredido por un italiano con denominación de origen que le estampó en la cara una broncínea réplica de la catedral de Milán. Y qué orgulloso lució Berlusconi la cara destrozada entonces: no le había partido la boca un delincuente extranjero, qué horror, sino un delincuente de casa, de la cantera, de los suyos. Y nada menos que con un símbolo patrio como es el duomo milanés. Así la inseguridad ciudadana es mucho más segura, dónde vamos a parar.
Así que queremos que ese gran timo que es “Más allá de la vida” deje de utilizar una vidente extranjera para reírse de nosotros y utilice una timadora de la casa. Anda que no tenemos estafadores aquí. Y muy buenos. No hace ninguna falta que venga una que se llama Anne Germain, que con ese nombre sabe Dios de dónde vendrá y qué intenciones traerá, a decir que habla con los muertos. Queremos que los embaucadores de fuera no quiten el trabajo a los embaucadores de aquí. Si nosotros ponemos los espectros, ponemos los famosos dispuestos a vender la memoria de sus muertos por treinta monedas, y ponemos los espectadores que se tragan el pestiño, lo menos que podían hacer en Telecinco es asegurarse de que sea un farsante compatriota el que nos da el sopapo. Entonces podríamos alzarnos por encima de la multitud y mostrar orgullosos la cara ensangrentada y feliz. Como hizo Berlusconi, ese hombre.
18/11/10
EN DEFENSA PROPIA
Años ha, allá por los noventa, TVE era una empresa poderosa que disponía de mucho dinero aunque no tenía un duro (solución al enigma: se podía empufar más y más, legislatura tras legislatura, sin que pasara nada). En aquellos años en los que las cadenas privadas daban sus primeros pasos y aspiraban a hacer sombra a la todopoderosa televisión estatal, acusaban a TVE de una curiosa forma de competencia desleal. TVE, decían, compraba todo lo que encontraba en el mercado audiovisual internacional (películas, series, formatos) y lo guardaba en un cajón porque no tenía tiempo material para emitirlo todo. Era un negocio ruinoso, pero conseguía lo que pretendía: que las privadas, más pobres, no pudieran competir comprando buenos productos internacionales, de forma que no conseguían robar audiencia a TVE, que así seguía acaparando lo mejor del mercado publicitario. Aquello estaba muy mal, es cierto, pero…
Pero es que acaba de salir la sentencia por la que un juzgado prohíbe a Telecinco volver a emitir “España pregunta, Belén responde” o cualquier otro programa similar que plagie “Tengo una pregunta para usted”. Es que, ay qué emoción, TVE compró los derechos de este formato a la televisión francesa, así que no se permite que Telecinco le incruste a Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez para hacer su propia versión. ¿Están pensando lo mismo que yo?: si TVE comprara todos los derechos de todos los programas que hay en el mundo mundial y registrara todos los formatos nuevos que pudieran crearse en todo el universo universal por siempre jamás del espacio espacial... Telecinco no podría colocar a este par de dos en ningún sitio más. “Nada de “Vázquez e tiempos revueltos”. Nada de “Belén, cuéntame cómo pasó”. Nada de “Los desayunos de Mermelada”. Nada de “Informe estebanal”. Nada de nada.
Esto saldría un poco caro, es cierto. Y estaría un poco feo, es verdad. Pero es que, compréndanlo, ellos empezaron primero.
Pero es que acaba de salir la sentencia por la que un juzgado prohíbe a Telecinco volver a emitir “España pregunta, Belén responde” o cualquier otro programa similar que plagie “Tengo una pregunta para usted”. Es que, ay qué emoción, TVE compró los derechos de este formato a la televisión francesa, así que no se permite que Telecinco le incruste a Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez para hacer su propia versión. ¿Están pensando lo mismo que yo?: si TVE comprara todos los derechos de todos los programas que hay en el mundo mundial y registrara todos los formatos nuevos que pudieran crearse en todo el universo universal por siempre jamás del espacio espacial... Telecinco no podría colocar a este par de dos en ningún sitio más. “Nada de “Vázquez e tiempos revueltos”. Nada de “Belén, cuéntame cómo pasó”. Nada de “Los desayunos de Mermelada”. Nada de “Informe estebanal”. Nada de nada.
Esto saldría un poco caro, es cierto. Y estaría un poco feo, es verdad. Pero es que, compréndanlo, ellos empezaron primero.
17/11/10
PANES, PECES Y SEXTAS
La televisión, como el cine, sólo puede mostrar milagros que Gustavo Bueno llama “cinematográficos”. Por ejemplo, una serie de televisión o una película pueden representar el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, pero no el milagro de la transustanciación, que es un milagro “no cinematográfico”. Así, la milagrosa transustanciación entre Telecinco y Cuatro, básica en la nueva teología audiovisual, no es “cinematográfica”, de modo que mucho me temo que los espectadores tendremos que conformarnos con creer sin ver y, sobre todo, sin entender. Sin embargo, el milagro de la multiplicación de los canales de La Sexta en TDT (La Sexta 2, La Sexta 3 y La Sexta HD) sí es “cinematográfico”, puesto que está al alcance de cualquier televisor correctamente sintonizado.
De los cinco panes y dos peces que Jesús multiplicó para dar de comer a cinco mil personas, a la cadena televisiva que se multiplica para saciar el voraz apetito de una audiencia con millones de ojos. Es el signo de los tiempos. Es fácil entender el milagro de la multiplicación de La Sexta porque se puede ver. Otra cosa es el milagro de la fusión entre Telecinco y Cuatro, que no hay quien la entienda porque será imposible de ver. Creeremos, qué remedio, en la transustanciación de esas dos cadenas, pero no entenderemos nada. Lo que sí entendemos es que en La Sexta 3, y en horario proletario (es decir, decente y apto para los que tenemos que madrugar), se puede disfrutar de cine con mayúsculas que es casi imposible (o milagroso) encontrar en otras cadenas: desde “Broadway Danny Rose”, la excepcional película del mejor Woody Allen, a “Barry Lyndon” pasando por “Casino Royale”, “Queimada” o “Dinero caído del cielo”. Y también “Todos los hombres del presidente”, “Al este del Edén” y “Con las muerte en los talones”, entre otros, nunca mejor dicho, milagros cinematográficos.
Los milagros televisivos “no cinematográficos” existen, pero los espectadores no podemos verlos ni afectan directamente a nuestro rancho audiovisual. Los milagros televisivos “cinematográficos” son otra cosa: existen, se ven, se entienden y sacian el apetito de ver después de cenar una buena película descatalogada por el dios del mercado.
De los cinco panes y dos peces que Jesús multiplicó para dar de comer a cinco mil personas, a la cadena televisiva que se multiplica para saciar el voraz apetito de una audiencia con millones de ojos. Es el signo de los tiempos. Es fácil entender el milagro de la multiplicación de La Sexta porque se puede ver. Otra cosa es el milagro de la fusión entre Telecinco y Cuatro, que no hay quien la entienda porque será imposible de ver. Creeremos, qué remedio, en la transustanciación de esas dos cadenas, pero no entenderemos nada. Lo que sí entendemos es que en La Sexta 3, y en horario proletario (es decir, decente y apto para los que tenemos que madrugar), se puede disfrutar de cine con mayúsculas que es casi imposible (o milagroso) encontrar en otras cadenas: desde “Broadway Danny Rose”, la excepcional película del mejor Woody Allen, a “Barry Lyndon” pasando por “Casino Royale”, “Queimada” o “Dinero caído del cielo”. Y también “Todos los hombres del presidente”, “Al este del Edén” y “Con las muerte en los talones”, entre otros, nunca mejor dicho, milagros cinematográficos.
Los milagros televisivos “no cinematográficos” existen, pero los espectadores no podemos verlos ni afectan directamente a nuestro rancho audiovisual. Los milagros televisivos “cinematográficos” son otra cosa: existen, se ven, se entienden y sacian el apetito de ver después de cenar una buena película descatalogada por el dios del mercado.
16/11/10
LA SUBFAMILIA ES IMPORTANTE
Frankamente, cariño, me importa un bledo
Hasta ahora solo teníamos a Luis Miguel Domínguez (“Biodiario”, apenas cinco minutos cada tarde en La 2) para ocupar el hueco que dejó Félix Rodríguez de la Fuente. Es un digno discípulo, pero lo suficientemente listo como para no aspirar nunca a ser su sucesor. Esta temporada tenemos en Cuatro (“Frank de la jungla”, los domingos por la noche) a un tío que no sólo pretende desbancarle, es que incluso protagonizó el otro día un enfrentamiento con una boa constrictor que aspira a dejar en nada la famosa imagen en la que una anaconda se lanza al cuello de nuestro amigo Félix. Lo que Frank consiguió así fue un vídeo resultón para YouTube y que todo el mundo le criticara por tongo.
Como un mal día lo tiene cualquiera, aquí nos parece peor que ande por ahí como anda, incordiando a todo bicho viviente con el que se tropieza en sus excursiones a la selva. Hay que ver qué embajador más molesto envía nuestra especie por esos ecosistemas de Dios. Y si tenemos que escoger un día en el que (por ahora) Frank estuvo más desafortunado fue el día que dijo: “El orangután es el animal que más se parece al ser humano. Comparte un 97% del ADN del hombre”.
A ver, Frank, te daré una explicación que no podrás rechazar. Don Vito Corleone dejó claro que la familia es importante, y es cierto que los orangutanes y los hombres somos de la misma familia de los homínidos, así que tenemos que protegernos y ayudarnos unos a otros. Vale, pero, hombre, un tío listo como tú tiene que ir un poco más allá y darse cuenta de que la subfamilia también es importante. Y los orangutanes son de la subfamilia pongo, y no de la homininae, como lo somos los gorilas, los chimpancés y nosotros. Por ser, los chimpancés son hasta de nuestra misma tribu hominini. ¿No merecen un respeto, Frak? Lo trae la Wikipedia, no te enfades conmigo. No es personal Frank, sólo negocios.
15/11/10
POBRE ANTONIO BANDERAS, POBRE JAVIER BARDEM
Acabáramos. Toda la filmografía de Jorge Sanz, sus apariciones televisivas, su Goya, su pasado de niño prodigio y su presente de actor acabado, sus ardores con Victoria Abril y sus trabajos con las hijas de Fernán Gómez, no fueron más que una campaña de marketing para crear un personaje de ficción que protagonizara "¿Qué fue de Jorge Sanz?", la nueva serie que Canal+ estrenó este viernes bajo la dirección de David Trueba. Ya conocíamos grandes promociones de una serie nacional previas a su estreno, -"Las chicas de oro", "Hispania", "Águila Roja"-, pero nunca nada se había acercado al record que supone pasarse toda una vida creando un supuesto personaje verdadero para desvelar treinta años después que todo se trataba de una trama ficticia urdida para presentar la que probablemente es la mejor serie que jamás se ha producido en nuestro país.
Y mereció la pena. Porque el personaje de Jorge Sanz que interpreta Jorge Sanz en "¿Qué fue de Jorge Sanz?" tiene la suficiente hiriente lucidez y el sarcasmo descarnado necesario como para convertirse en el papel cumbre de la carrera de un actor digno. Y no solo el personaje: cada secuencia, cada diálogo, la serie entera transmite la sensación de que por primera vez en nuestro país una cadena ha aparcado momentáneamente la miopía y ha otorgado plena libertad al talento de unos autores que ya habían demostrado ser merecedores de plena libertad. A lo HBO. Y el resultado también es a lo HBO. Diez sobre diez. Pobre Antonio Banderas, que tuvo la mala suerte de triunfar con "Evita" y "La máscara del Zorro", y ahora no puede protagonizar "¿Qué fue de Antonio Banderas?". Pobre Javier Bardem, con sus éxitos en "Mar adentro" y "No country for old men"; cómo querría haber fracasado para poder triunfar ahora con "¿Qué fue de Javier Bardem?". Parecía que Sanz tuvo la mala suerte de ver languidecer su carrera. Ahora sabemos que todo fue un plan premeditado junto con David Trueba para pasar a la historia de nuestra televisión. Todo fue una campaña de marketing. Todo. Incluso "El inquilino".
Y mereció la pena. Porque el personaje de Jorge Sanz que interpreta Jorge Sanz en "¿Qué fue de Jorge Sanz?" tiene la suficiente hiriente lucidez y el sarcasmo descarnado necesario como para convertirse en el papel cumbre de la carrera de un actor digno. Y no solo el personaje: cada secuencia, cada diálogo, la serie entera transmite la sensación de que por primera vez en nuestro país una cadena ha aparcado momentáneamente la miopía y ha otorgado plena libertad al talento de unos autores que ya habían demostrado ser merecedores de plena libertad. A lo HBO. Y el resultado también es a lo HBO. Diez sobre diez. Pobre Antonio Banderas, que tuvo la mala suerte de triunfar con "Evita" y "La máscara del Zorro", y ahora no puede protagonizar "¿Qué fue de Antonio Banderas?". Pobre Javier Bardem, con sus éxitos en "Mar adentro" y "No country for old men"; cómo querría haber fracasado para poder triunfar ahora con "¿Qué fue de Javier Bardem?". Parecía que Sanz tuvo la mala suerte de ver languidecer su carrera. Ahora sabemos que todo fue un plan premeditado junto con David Trueba para pasar a la historia de nuestra televisión. Todo fue una campaña de marketing. Todo. Incluso "El inquilino".
14/11/10
BOICOTEEMOS A BUENAFUENTE
Y encima hacen bromas con Superjordi Hurtado
Me lanzo y me lanzo. Nada de darle vueltas y vueltas al asunto antes de ponerse a escribir. ¿Cómo era aquello de interpretar y cambiar el mundo? Ah, sí: hasta ahora los críticos de televisión se han limitado a interpretar el mundo audiovisual de distintos modos; pero de lo que se trata es de transformarlo. Cuando la situación clama al cielo merece una respuesta rápida, y lo de la Asociación de Amas de Casa y Consumidores de Valencia Tyrius pidiendo el boicot total a laSexta clama al cielo. Así que aquí está la respuesta rápida: ¡Boicot a laSexta! ¡Boicot a “Buenafuente” en laSexta! ¡Boicot a Buenafuente en “Buenafuente” en laSexta! ¡Boicot a todo lo que haya que boicotear con tal de conseguir las justas reivindicaciones de Tyrius, incluyendo el boicot a laSexta, el boicot a “Buenafuente” en laSexta y el boicot a Buenafuente en “Buenafuente” en laSexta!
La cosa está en que en “BFN” emitieron uno de los muchos vídeos de humor que se emiten en la tele todos los días, pero en este caso en vez de hacer humor sobre el Estado de las autonomías, el Gobierno de España o la Familia Real española, lo hace sobre otra institución (la Iglesia Católica), otro Estado (el Vaticano) y otro jefe de Estado (el Papa). Esto enfadó a Tyrius (que al parecer son católicos) mucho más que las otras formas de humor más habituales (aunque ellos también forman parte del Estado de las autonomías, han elegido democráticamente al Gobierno de España, y su jefe de Estado es el Rey). El caso es que, aunque no comparto su enfado, sí comparto su demanda: “que la religión católica sea tratada con el mismo respeto y dignidad que se da a las otras”.
Así que, boicoteemos lo que haga falta con tal de conseguir que la televisión pública preste la misma atención a los actos religiosos católicos que los de las demás religiones, y que las visitas de todos los líderes religiosos tengan en la tele pública la misma cobertura que tiene la visita de, pongamos, el Dalai Lama. Amén.
13/11/10
21 DÍAS HACIENDO 21 DÍAS
Desde que Samanta Villar se marchó de “21 días” (Cuatro, primer viernes del mes), Adela Úcar heredó su puesto de campeona del reporterismo vérité. A ese empeño suyo por hacer con el periodismo lo que Bronislaw Malinowski había hecho con la antropología, le llueven las críticas: no sólo no hace falta convertirse en miembro de una tribu de las islas Trobriand para entender lo que allí pasa, dicen, sino que además acercarse a los árboles hasta el punto en que uno mismo se convierte en un árbol impide ver el bosque.
Hasta ahora, Úcar se hizo miembro de dos tribus: en su estreno fue a rebuscar entre la basura del vertedero más grande de Centroamérica. Después se pasó 21 días bebiendo alcohol (recuerdan al premiado “21 días en la mina” y los polémicos “21 días fumando porros” de Villar). ¿Y si es cierto que convertirse en miembro de una tribu ajena es imposible? Decir que “no es lo mismo contarlo que vivirlo”, como afirma el programa, sería una trampa porque quien vive con una tribu 21 días no es más que un turista que sabe que tras el paréntesis volverá a su casa tan ricamente: no vive encerrado por el muro infranqueable de la miseria o la desesperación quien tiene amarrada una cuerda a la cintura y sabe que será rescatado en cuanto dé dos tirones.
Sea como sea, “21 días” permite a los espectadores conocer sin salir de casa tribus y situaciones desconocidas. De hecho hay muchos colectivos deseando que el programa los visite y los haga visibles a los ojos de los demás. Estaría bien, por ejemplo, que Cuatro nos ofreciera “21 días haciendo 21 días”, un revelador reportaje en el que Úcar llevara una cámara encima a las reuniones de los jefazos y nos mostrara cómo eligen a la reportera, cómo discuten las ideas, deciden los temas que abordarán y por qué, cómo influyen los índices de audiencia, cuánto dinero ganan mostrando la miseria… Esas cosas que nunca enseñan los que dicen enseñarlo todo.
Hasta ahora, Úcar se hizo miembro de dos tribus: en su estreno fue a rebuscar entre la basura del vertedero más grande de Centroamérica. Después se pasó 21 días bebiendo alcohol (recuerdan al premiado “21 días en la mina” y los polémicos “21 días fumando porros” de Villar). ¿Y si es cierto que convertirse en miembro de una tribu ajena es imposible? Decir que “no es lo mismo contarlo que vivirlo”, como afirma el programa, sería una trampa porque quien vive con una tribu 21 días no es más que un turista que sabe que tras el paréntesis volverá a su casa tan ricamente: no vive encerrado por el muro infranqueable de la miseria o la desesperación quien tiene amarrada una cuerda a la cintura y sabe que será rescatado en cuanto dé dos tirones.
Sea como sea, “21 días” permite a los espectadores conocer sin salir de casa tribus y situaciones desconocidas. De hecho hay muchos colectivos deseando que el programa los visite y los haga visibles a los ojos de los demás. Estaría bien, por ejemplo, que Cuatro nos ofreciera “21 días haciendo 21 días”, un revelador reportaje en el que Úcar llevara una cámara encima a las reuniones de los jefazos y nos mostrara cómo eligen a la reportera, cómo discuten las ideas, deciden los temas que abordarán y por qué, cómo influyen los índices de audiencia, cuánto dinero ganan mostrando la miseria… Esas cosas que nunca enseñan los que dicen enseñarlo todo.
12/11/10
JORDI GONZÁLEZ Y LOS FÍSICOS
Los físicos deberían hablar con Jordi González. Jordi González consigue cosas que los físicos no consiguen. Andan los físicos intentando alcanzar los límites de la naturaleza. Intentando alcanzar la velocidad de la luz, que es la mayor velocidad que puede existir en nuestro universo. Se acercan cada vez más a ella, van apurando decimal a decimal los 299.792.458 metros por segundo que recorre la luz, pero aún no han llegado a esa marca. Intentando alcanzar el cero absoluto de temperatura, que es la temperatura más baja que puede existir en el cosmos. También aquí los estudios se acercan poco a poco a los -273 grados centígrados sin que todavía se haya logrado llegar a ellos. Pues que hablen con Jordi González, que es especialista en alcanzar los límites de la naturaleza. Anteayer mismo, sin ir más lejos, consiguió ofrecernos el peor programa de televisión que puede existir en un universo tridimensional basado en protones, neutrones y electrones. No es que se acercara mucho a esa marca, no, es que la alcanzó de pleno.
Es sabido que el inconveniente de leer "El Quijote" es que ya nunca podrás leer nada mejor en toda la vida. La ventaja de haber visto "Más allá de la vida" es que nunca podrás ver nada peor en una pantalla de televisión. Es un límite de la naturaleza tan inmutable como los que estudian los físicos. Otros programas de Telecinco, -"GH", "Sálvame", "Hombres y mujeres y viceversa"-, conseguían colocarse a pocas milésimas del cero absoluto televisivo, pero la mierda total que supone sentar a cuatro medio famosos a llorar mientras una timadora finge transmitirles mensajes de sus familiares muertos reproduce las condiciones originales del big bang, llega hasta el corazón mismo de la energía elemental del universo. Que lo publique "Science". O "Nature". Que Jordi González sea contratado por el MIT. Quizá se consigan alcanzar los -273ºC exponiendo algún tipo de plasma a su sonrisa. Quizá logremos la velocidad de la luz midiendo la rapidez con la que la inteligencia y la honradez se apartan de sus programas de televisión.
Es sabido que el inconveniente de leer "El Quijote" es que ya nunca podrás leer nada mejor en toda la vida. La ventaja de haber visto "Más allá de la vida" es que nunca podrás ver nada peor en una pantalla de televisión. Es un límite de la naturaleza tan inmutable como los que estudian los físicos. Otros programas de Telecinco, -"GH", "Sálvame", "Hombres y mujeres y viceversa"-, conseguían colocarse a pocas milésimas del cero absoluto televisivo, pero la mierda total que supone sentar a cuatro medio famosos a llorar mientras una timadora finge transmitirles mensajes de sus familiares muertos reproduce las condiciones originales del big bang, llega hasta el corazón mismo de la energía elemental del universo. Que lo publique "Science". O "Nature". Que Jordi González sea contratado por el MIT. Quizá se consigan alcanzar los -273ºC exponiendo algún tipo de plasma a su sonrisa. Quizá logremos la velocidad de la luz midiendo la rapidez con la que la inteligencia y la honradez se apartan de sus programas de televisión.
11/11/10
AUDIENCIOMETRÍA
Los establecimientos hoteleros de Santiago de Compostela registraron menor ocupación durante el fin de semana de la visita del Papa que durante el fin de semana anterior. Ya no se trata de discutir cuánta gente congregó Bene Sixteen, invitado por un gobierno al que el HP, -"Hacedor de Puentes", Pontífice-, acusó de estar en contra de él. Se trata de estimar la cantidad de gente a la que la visita papal ahuyentó del lugar. Nada más enterarme del dato corrí a los registros de audiencias por si el mismo efecto centrífugo se hubiera producido en la televisión. La cadena que más cubrió las actividades del SP, -"Santo Padre" o "Sucesor de Pedro", ad libitum-, durante su Spanish tour fue La 1 de la televisión pública, con casi ocho horas de programación cedidas para que la propaganda católica se quejara del desapego que tiene el Estado por el catolicismo. Pues bien, el sábado anterior al happening La 1 alcanzó un 11,1% de audiencia. El sábado de autos el correspondiente share sólo llegó al 10,2%. El domingo anterior al adviento papal La 1 alcanzó un 15,2% de audiencia. El domingo de autos el correspondiente share sólo llegó al 14,1%.
Aunque no lo parezca, esta columna no es una crítica a XVI ni a ninguna otra celebrity con vestidos circenses. Es una reflexión sobre el fenómeno de las audiencias y sus medidas. Obviamente los espectadores se miden mediante números naturales, y no tiene sentido hablar de audiencias negativas, pero también es cierto que deberíamos empezar a hablar de "aportaciones negativas de un programa a la audiencia global de una cadena". Los fieles que escucharon las valientes acusaciones de anticlericalismo que el VC, -"Vicario de Cristo"-, realizó después de ser recibido por la Familia Real y antes de ser despedido por el Presidente del Gobierno estaban sumando audiencia en cierto sentido pero también la estaban restando en otro. Y cualquier estimación adecuada de la audiencia de un programa debería incluir ambos parámetros, para explicar por qué la supervivencia de un espacio no depende únicamente de su propia audiencia sino también de la cadena en donde se encuentra.
Aunque no lo parezca, esta columna no es una crítica a XVI ni a ninguna otra celebrity con vestidos circenses. Es una reflexión sobre el fenómeno de las audiencias y sus medidas. Obviamente los espectadores se miden mediante números naturales, y no tiene sentido hablar de audiencias negativas, pero también es cierto que deberíamos empezar a hablar de "aportaciones negativas de un programa a la audiencia global de una cadena". Los fieles que escucharon las valientes acusaciones de anticlericalismo que el VC, -"Vicario de Cristo"-, realizó después de ser recibido por la Familia Real y antes de ser despedido por el Presidente del Gobierno estaban sumando audiencia en cierto sentido pero también la estaban restando en otro. Y cualquier estimación adecuada de la audiencia de un programa debería incluir ambos parámetros, para explicar por qué la supervivencia de un espacio no depende únicamente de su propia audiencia sino también de la cadena en donde se encuentra.
10/11/10
"BIG BANG" Y LAS AMAPOLAS
La serie “Big Bang” (TNT estrenó el pasado viernes la cuarta temporada) nos hace felices, pero eso lo sabe cualquiera que haya pasado cinco minutos con Sheldon, Leonard, Howard, Koothrappali y Penny. Hay muchas series tan divertidas como “Big Bang”, aunque pocas son capaces de hacer compatibles felicidad y placer. Me refiero al placer del conocimiento. No olvidemos que “Big Bang” está protagonizada por un físico teórico, un físico experimental, un ingeniero aeroespacial y un astrofísico que ejercen como tales, y una camarera (y aspirante a actriz) que actúa como contrapeso humano para introducir un poco de equilibrio entre la física cuántica, la serie “Star Trek”, los videojuegos y la comida tailandesa.
A Séneca le gustaba comparar el placer con las amapolas, que crecen en un campo de trigo sin haberlas sembrado. Puede que el placer no sea algo que se busque directamente, sino que se consiga además de la felicidad como si fuera una amapola en un campo de trigo. Estaremos de acuerdo en que “Bing Bang” es un campo de trigo y de felicidad, pero las referencias a la teoría de cuerdas, a Stephen Hawking, a la psicología conductista, a la Grecia clásica (maravilloso capítulo en el que Sheldon da a Penny una clase de física) o a la ingeniería espacial hacen que la serie sea también un auténtico placer científico. Las discusiones entre Sheldon y los demás acerca de las capacidades de Superman en nuestro planeta hacen más por la ciencia que mil campañas del Ministerio que ahora se ocupe de estas cosas. Si los desternillantes diálogos de “Big Bang” son el trigo, las referencias científicas son las amapolas.
Sí, ya sé que en una serie televisiva las amapolas no crecen solas, sino que son producto del talento de los guionistas; pero me gusta pensar que las alusiones a Schrödinger, a la materia oscura o a las ecuaciones de Richard Feynman (sus ecuaciones originales aparecen en un episodio escritas en la pizarra de Sheldon) son amapolas que surgen en medio de un campo de trigo. Felicidad y placer van juntos cuando las desventuras de Howard y su retrete espacial tienen base científica, y cuando el principio de indeterminación de Heisenberg se aplica a la vida cotidiana de unos cerebritos que, aunque trabajan en el Instituto Tecnológico de California, viven en un apartamento donde las amapolas crecen para nuestra felicidad y placer.
A Séneca le gustaba comparar el placer con las amapolas, que crecen en un campo de trigo sin haberlas sembrado. Puede que el placer no sea algo que se busque directamente, sino que se consiga además de la felicidad como si fuera una amapola en un campo de trigo. Estaremos de acuerdo en que “Bing Bang” es un campo de trigo y de felicidad, pero las referencias a la teoría de cuerdas, a Stephen Hawking, a la psicología conductista, a la Grecia clásica (maravilloso capítulo en el que Sheldon da a Penny una clase de física) o a la ingeniería espacial hacen que la serie sea también un auténtico placer científico. Las discusiones entre Sheldon y los demás acerca de las capacidades de Superman en nuestro planeta hacen más por la ciencia que mil campañas del Ministerio que ahora se ocupe de estas cosas. Si los desternillantes diálogos de “Big Bang” son el trigo, las referencias científicas son las amapolas.
Sí, ya sé que en una serie televisiva las amapolas no crecen solas, sino que son producto del talento de los guionistas; pero me gusta pensar que las alusiones a Schrödinger, a la materia oscura o a las ecuaciones de Richard Feynman (sus ecuaciones originales aparecen en un episodio escritas en la pizarra de Sheldon) son amapolas que surgen en medio de un campo de trigo. Felicidad y placer van juntos cuando las desventuras de Howard y su retrete espacial tienen base científica, y cuando el principio de indeterminación de Heisenberg se aplica a la vida cotidiana de unos cerebritos que, aunque trabajan en el Instituto Tecnológico de California, viven en un apartamento donde las amapolas crecen para nuestra felicidad y placer.
9/11/10
EL PROBLEMA DE LA INMIGRACIÓN
Hay veces que a uno le gusta algo por el mismo motivo que hace que a otros no les guste. Y no es ganas de llevar la contraria. Por ejemplo, me gusta el formato “...en el mundo”, -“Españoles en el mundo”, “Aragoneses en el mundo”, “Andaluces en el mundo”, “Asturianos en el mundo”, “Madrileños en el mundo”, o su complementario “Destino: España” porque presentan las migraciones como algo que da unos resultados maravillosos, con foráneos perfectamente integrados en su nueva tierra. Da igual que sean españoles que anden por esos mundos o sean extranjeros que nos devuelven la visita: todos trabajan, estudian, se divierten y nos enseñan por la tele su nuevo hogar y sus nuevos amigos con una sonrisa de oreja a oreja. Pero las cosas no son siempre así, me dicen, la vida es muy puñetera, emigrar lo es más y no todo es de color de rosa como parece en estos programas.
A ver. “El escarabajo verde” es un espacio veterano de “La 2” dedicado al medio ambiente. A veces denuncia abusos, atropellos y daños. Hace bien, porque los hay. Pero a veces descubre lugares maravillosos o hace rutas mostrando que el medio ambiente no es un problema que entorpece o dificulta la vida, sino un recurso que hace la vida mejor.
Año tras año, el CIS pregunta cuál es el principal problema que existe en España, y junto al paro, el terrorismo, la inseguridad, la violencia contra la mujer o la corrupción y el fraude, los encuestados pueden responder “la inmigración”. ¿Es la inmigración un problema? Si no admitimos que nos presenten como problema “la mujer” o “el medio ambiente”, sino “la violencia contra la mujer” o “los problemas medioambientales”, ¿por qué permitimos que nos digan que la inmigración lo es? ¿No será ese el primer "problema de la inmigración" que habría que solucionar? Hay ciudadanos que se unen en asociaciones, como la asturiana “Intervalo”, para conseguirlo. “Destino: España” y “Españoles en el mundo” hacen esa tarea en la tele. Y por eso me gustan.
A ver. “El escarabajo verde” es un espacio veterano de “La 2” dedicado al medio ambiente. A veces denuncia abusos, atropellos y daños. Hace bien, porque los hay. Pero a veces descubre lugares maravillosos o hace rutas mostrando que el medio ambiente no es un problema que entorpece o dificulta la vida, sino un recurso que hace la vida mejor.
Año tras año, el CIS pregunta cuál es el principal problema que existe en España, y junto al paro, el terrorismo, la inseguridad, la violencia contra la mujer o la corrupción y el fraude, los encuestados pueden responder “la inmigración”. ¿Es la inmigración un problema? Si no admitimos que nos presenten como problema “la mujer” o “el medio ambiente”, sino “la violencia contra la mujer” o “los problemas medioambientales”, ¿por qué permitimos que nos digan que la inmigración lo es? ¿No será ese el primer "problema de la inmigración" que habría que solucionar? Hay ciudadanos que se unen en asociaciones, como la asturiana “Intervalo”, para conseguirlo. “Destino: España” y “Españoles en el mundo” hacen esa tarea en la tele. Y por eso me gustan.
8/11/10
DRAGÓ, SAVATER Y GARCI
Sánchez Dragó es un provocador y hace literatura. Así que puede provocar (asco, rechazo o ganas de no ver Telemadrid, eso es lo de menos: lo importante es provocar). También puede decir lo que quiera porque lo hace de forma “literaturizada” (las “putillas” de 13 años. El “chochito sonrosado de las de 15”. “La muy puta merecía que me la follara”. “Nunca han vivido mejor las mujeres turcas que en los harenes de la cultura otomana. ¡Con qué delicadeza, con qué mimo eran tratadas ahí! ¡Con qué libertad también!”). Pero los demás no.
Cuando los demás en vez de despreciar a la mujer pedimos que Dragó deje de trabajar en una tele pública no provocamos nada de nada. Fernando Savater y José Luis Garci entre otros, nos mandan callar para, así, calladitos, preservar el derecho a la libertad de expresión contra la que atentamos cada vez que abrimos la boca. Los demás tampoco somos capaces de hablar de forma “literaturizada”, oh Musas, cuando decimos “macarra decorticado”, “el muy chulo merece ser destituido como defiende el Comité de Empresa de Telemadrid”, o “nunca ha vivido mejor Dragó que durante los años y años y años que lleva contratado a dedo para trabajar en una televisión en la que no cree pagado por un Estado que desprecia ¡Con qué delicadeza, con qué mimo es tratado ahí! ¡Con qué impunidad también!”.
Por eso nadie debe volver a preguntar qué opinamos sobre ese señor, como hizo el otro día laSexta. Lo que debe hacerse es aplicar la propuesta platónico-televisiva de Dragó: retirar el voto a “los que ven programas de telecaca, o los que se pasan cinco horas al día viendo partidos de fútbol”. Savater antes criticaba el elitismo platónico y defendía que en una democracia todo ciudadano debe ser educado para gobernar. Ahora manda callar a los que insultamos a un señor que insulta a las mujeres, o quiere retirarnos el voto según lo que veamos en la tele. Obedecer y callar. Eran mejores el Savater de antes y el Garci de “Qué grande es el cine”.
Cuando los demás en vez de despreciar a la mujer pedimos que Dragó deje de trabajar en una tele pública no provocamos nada de nada. Fernando Savater y José Luis Garci entre otros, nos mandan callar para, así, calladitos, preservar el derecho a la libertad de expresión contra la que atentamos cada vez que abrimos la boca. Los demás tampoco somos capaces de hablar de forma “literaturizada”, oh Musas, cuando decimos “macarra decorticado”, “el muy chulo merece ser destituido como defiende el Comité de Empresa de Telemadrid”, o “nunca ha vivido mejor Dragó que durante los años y años y años que lleva contratado a dedo para trabajar en una televisión en la que no cree pagado por un Estado que desprecia ¡Con qué delicadeza, con qué mimo es tratado ahí! ¡Con qué impunidad también!”.
Por eso nadie debe volver a preguntar qué opinamos sobre ese señor, como hizo el otro día laSexta. Lo que debe hacerse es aplicar la propuesta platónico-televisiva de Dragó: retirar el voto a “los que ven programas de telecaca, o los que se pasan cinco horas al día viendo partidos de fútbol”. Savater antes criticaba el elitismo platónico y defendía que en una democracia todo ciudadano debe ser educado para gobernar. Ahora manda callar a los que insultamos a un señor que insulta a las mujeres, o quiere retirarnos el voto según lo que veamos en la tele. Obedecer y callar. Eran mejores el Savater de antes y el Garci de “Qué grande es el cine”.
7/11/10
EL PAPA, LOS MUSULMANES, LOS JUDÍOS, LOS EVANGÉLICOS, HERÁCLITO Y PARMÉNIDES
1. Una pregunta: los espacios "Islam hoy", "Shalom" y "Buenas noticias TV", que predican respectivamente las religiones musulmana, judía y evangélica en la mañana de los domingos en La 2, ¿se realizarán este fin de semana desde Barcelona o Santiago con motivo de la visita a nuestro país de Benedicto Sixteen? Molaría. Y no sería más absurdo que ver a Marcos López en el telediario de fin se semana de La 1 hablarnos sobre el viaje de Zapatero a Afganistán con la plaza del Obradoiro al fondo. "Hola, tenemos con nosotros a Yusuf González, coordinador de las Asociaciones de Amistad Árabe-Andalusí, que nos hablará de la apertura de una sede en Lucena, esta vez desde Santiago Matamoros de Compostela debido a la llegada del Papa". "Desde el marco incomparable de la Sagrada Familia, el rabino Enrique Mieczecwowich nos desvelará nuevos secretos de la Cábala". "El grupo musical ‘Nueva agua’ quiere dedicar al Santo Padre la canción ‘Sólo tú, Yisus, oh, sólo tú (en el amanecer luminoso de mi alma)’".
2. Si están leyendo esta columna entre las 8:40 y las 9:30 de la mañana pueden asistir en directo a un suceso televisivo que ocurre sólo una vez cada siete avistamientos del cometa Halley. La 1 está emitiendo propaganda católica mientras que La 2 está emitiendo propaganda musulmana, judía y evangélica. El ente es plural, ya saben. El ser es múltiple, como defendía Heráclito de Éfeso, ciudad egea en donde María pudo pasar sus últimos días. Zapeen rápidamente entre La 1 y La 2 y podrán estrellarse con toda solemnidad contra el mundo y sus chifladuras. Hola, yo soy el representante del auténtico Dios y los de la cadena de al lado son la encarnación del diablo. Pero dense prisa, porque a partir de las 9:30 de la mañana el ser en movimiento de Heráclito dará paso al ser uno, inmóvil e inmutable de Parménides de Elea. Dense prisa, porque a partir de las 9:30 todo, -las carreras de motos, el sorteo de la Primitiva, los informativos-, vuelven a emitirse desde Barcelona o Santiago con motivo de la visita de Su Santidad.
2. Si están leyendo esta columna entre las 8:40 y las 9:30 de la mañana pueden asistir en directo a un suceso televisivo que ocurre sólo una vez cada siete avistamientos del cometa Halley. La 1 está emitiendo propaganda católica mientras que La 2 está emitiendo propaganda musulmana, judía y evangélica. El ente es plural, ya saben. El ser es múltiple, como defendía Heráclito de Éfeso, ciudad egea en donde María pudo pasar sus últimos días. Zapeen rápidamente entre La 1 y La 2 y podrán estrellarse con toda solemnidad contra el mundo y sus chifladuras. Hola, yo soy el representante del auténtico Dios y los de la cadena de al lado son la encarnación del diablo. Pero dense prisa, porque a partir de las 9:30 de la mañana el ser en movimiento de Heráclito dará paso al ser uno, inmóvil e inmutable de Parménides de Elea. Dense prisa, porque a partir de las 9:30 todo, -las carreras de motos, el sorteo de la Primitiva, los informativos-, vuelven a emitirse desde Barcelona o Santiago con motivo de la visita de Su Santidad.
6/11/10
UN 6 O UN 7% DE AUDIENCIA
Es muy fácil ponerse estupendo y explicar el bajísimo porcentaje de audiencia de La 2 apelando al escaso nivel cultural de la población. Es más difícil explicar por qué estos niveles de audiencia siguen siendo bajos incluso entre espectadores nada sospechosos de abrevar en los lodazales de "Sálvame" y que dan muestras de disfrutar de programas televisivos en los que se priman los elementos culturales. Éstos son los datos: La 2 ha registrado el mes pasado la peor audiencia de toda su historia, bajando hasta un 2,3%, por debajo incluso de algunos canales infantiles o muy especializados de la TDT. Pero es que incluso entre los espectadores de "Saber y ganar", el programa estrella de La 2, la audiencia de la cadena es baja: tres de cada cuatro espectadores del estupendo concurso de Jordi Hurtado no vuelve a sintonizar La 2 durante el resto del día.
Es grave para Zapatero que el 80% de la población no le quiera como presidente del Gobierno, pero es más grave aun que opine igual el 60% de los votantes del PSOE. Cuando una cadena de clara vocación cultural registra baja aceptación entre los espectadores con intereses culturales es que algo se está haciendo mal. No basta con que un programa se arrope en su carácter "cultural" para quedar justificado y libre de reproches. Un programa "cultural" puede estar completamente desencaminado si, por ejemplo, se deleita con fruición en los afanes elitistas y pedantes, tanto en sus contenidos como en su formato de presentación, que caracterizan buena parte de las Bellas Letras y, por extensión, de las Bellas Artes. A diferencia de la divulgación científica, que posee siempre una clara vocación popular y mayoritaria, la divulgación artística gusta con frecuencia de centrifugar a buena parte de la audiencia buscando un prestigio y un reconocimiento de exclusividad incompatible con una cadena pública de televisión. Huir de la comercialidad no significa alcanzar la marginalidad, y La 2, -nuestra queridísima segunda cadena pública-, debería replantearse su enfoque para alcanzar al menos un 6 o un 7% de audiencia.
Es grave para Zapatero que el 80% de la población no le quiera como presidente del Gobierno, pero es más grave aun que opine igual el 60% de los votantes del PSOE. Cuando una cadena de clara vocación cultural registra baja aceptación entre los espectadores con intereses culturales es que algo se está haciendo mal. No basta con que un programa se arrope en su carácter "cultural" para quedar justificado y libre de reproches. Un programa "cultural" puede estar completamente desencaminado si, por ejemplo, se deleita con fruición en los afanes elitistas y pedantes, tanto en sus contenidos como en su formato de presentación, que caracterizan buena parte de las Bellas Letras y, por extensión, de las Bellas Artes. A diferencia de la divulgación científica, que posee siempre una clara vocación popular y mayoritaria, la divulgación artística gusta con frecuencia de centrifugar a buena parte de la audiencia buscando un prestigio y un reconocimiento de exclusividad incompatible con una cadena pública de televisión. Huir de la comercialidad no significa alcanzar la marginalidad, y La 2, -nuestra queridísima segunda cadena pública-, debería replantearse su enfoque para alcanzar al menos un 6 o un 7% de audiencia.
5/11/10
EL DOMADOR Y LA PRINCESA AMAESTRADA
Desde el miércoles por la noche, “El burgués gentilhombre” de Molière es más divertido y te ríes más. Antes veías esa escena en la que monsieur Jourdan descubría que hablaba en prosa sin saberlo y te hacía gracia. Ahora ves la misma escena y es que te partes. La mejoría está en que, desde anteayer, el personaje gracioso es el filósofo que enseña a Jourdan lo que es hablar en prosa. El pobre no se da cuenta de que si Jourdan no sabe lo que es hablar en prosa, entonces… ¡no habla en prosa! ¿Cómo iba a hacerlo si no podía tener ninguna intención de hacerlo? ¿Lo pillan? Es como si una persona no supiera qué es la sístole y la diástole: pues entonces no podría tener intención de que su corazón latiera en condiciones, lo que demuestra que sin duda su corazón no late. Qué divertido.
No pongan esa cara. Esta gilipollez de argumento fue el que usaron el jefe de pista Jorge Javier Vázquez y su princesa del pueblo amaestrada para defender el triste oficio del que viven. Belén Esteban decía que ella no quería ser el modelo de conducta para nadie, ¡lo que demostraba que no lo era! Su domador decía que no quería educar niños ni enseñarles cosas feas, ¡lo cual demostraba que no lo hacía! Lo dijeron sin ponerse colorados en “España pregunta, Belén responde”, un programa que se sacaron de la manga para seguir sacando jugo de la misma naranja reseca.
El argumento será malo, pero sirve para lo que pretenden: seguir haciendo lo que quieren sin asumir ninguna responsabilidad sobre la porquería que emiten en abierto a millones de televisores. Es un argumento estupendo para engañarse y vivir tranquilo sin reconocer el daño que se hace. Y vale para todo: “Nunca me he sentido enganchada a nada ni me he sentido una yonki”, dijo la Esteban. Lo que, alehop, demuestra que nunca estuvo enganchada a nada ni fue una yonki. ¿Cómo iba a serlo alguien que ni quería serlo ni lo sentía? Pues eso, que te partes de risa.
No pongan esa cara. Esta gilipollez de argumento fue el que usaron el jefe de pista Jorge Javier Vázquez y su princesa del pueblo amaestrada para defender el triste oficio del que viven. Belén Esteban decía que ella no quería ser el modelo de conducta para nadie, ¡lo que demostraba que no lo era! Su domador decía que no quería educar niños ni enseñarles cosas feas, ¡lo cual demostraba que no lo hacía! Lo dijeron sin ponerse colorados en “España pregunta, Belén responde”, un programa que se sacaron de la manga para seguir sacando jugo de la misma naranja reseca.
El argumento será malo, pero sirve para lo que pretenden: seguir haciendo lo que quieren sin asumir ninguna responsabilidad sobre la porquería que emiten en abierto a millones de televisores. Es un argumento estupendo para engañarse y vivir tranquilo sin reconocer el daño que se hace. Y vale para todo: “Nunca me he sentido enganchada a nada ni me he sentido una yonki”, dijo la Esteban. Lo que, alehop, demuestra que nunca estuvo enganchada a nada ni fue una yonki. ¿Cómo iba a serlo alguien que ni quería serlo ni lo sentía? Pues eso, que te partes de risa.
4/11/10
BORIS IZAGUIRRE CONTRA MR. SPOCK
No funciona. El intento de Boris Izaguirre de convertirse en un gentleman es un fiasco. Leonard Nimoy tuvo que seguir siendo el medio vulcaniano Mr. Spock más allá de “Star Trek”, Peter Falk tuvo que seguir siendo el teniente Colombo más allá de “Colombo”, y parece que Izaguirre tendrá que seguir siendo el bufón de “Crónicas marcianos” años después de que Marte se alejara definitivamente de la órbita televisiva terrestre.
“Humanos y divinos”, el programa que no se explica cómo puede seguir emitiendo La 1 los lunes por la noche, está en caída libre. No lo ve ni el apuntador. Desde que se emite -hace poco más de un mes- Telecinco ya estrenó y retiró programas de la parrilla que tenían más audiencia que él (como “Mujeres y hombres oro”, la horrorosa versión Imserso del mucho más horroroso “Mujeres y hombres y viceversa”). Precisamente en Telecinco ya había presentado Izaguirre “El anfitrión”. Era algo parecido pero con menos medios, tampoco funcionó y lo retiraron sin contemplaciones. La 1 mantiene el primer puesto de cadena más vista, pero Telecinco se acerca peligrosamente. Los porcentajes que obtiene “Humanos y divinos” no sólo están por debajo de la media de La 1: están por debajo de la media de Telecinco, de Antena 3, de las autonómicas, de Cuatro, de las temáticas de pago, de laSexta. Si nos descuidamos, hay más niños viendo a Bob Esponja en Clan TV que adultos viendo a Izaguirre.
“Humanos y divinos” es un programa amable de entrevistas e intercambio de opiniones presentado por un Izaguirre contenido y discreto. Así que no gusta. Durante años sirvió en “Crónicas marcianas” comida salada y formó un público integrado por un montón de espectadores hipertensos a los que todo enseguida les parece soso, aburrido y sin gracia. De aquellos gritos viene este silencio ensordecedor. El público que creó no entiende por qué ahora su chico terrible no se sube en la mesa y se baja los pantalones entre gritos y aspavientos.
“Humanos y divinos”, el programa que no se explica cómo puede seguir emitiendo La 1 los lunes por la noche, está en caída libre. No lo ve ni el apuntador. Desde que se emite -hace poco más de un mes- Telecinco ya estrenó y retiró programas de la parrilla que tenían más audiencia que él (como “Mujeres y hombres oro”, la horrorosa versión Imserso del mucho más horroroso “Mujeres y hombres y viceversa”). Precisamente en Telecinco ya había presentado Izaguirre “El anfitrión”. Era algo parecido pero con menos medios, tampoco funcionó y lo retiraron sin contemplaciones. La 1 mantiene el primer puesto de cadena más vista, pero Telecinco se acerca peligrosamente. Los porcentajes que obtiene “Humanos y divinos” no sólo están por debajo de la media de La 1: están por debajo de la media de Telecinco, de Antena 3, de las autonómicas, de Cuatro, de las temáticas de pago, de laSexta. Si nos descuidamos, hay más niños viendo a Bob Esponja en Clan TV que adultos viendo a Izaguirre.
“Humanos y divinos” es un programa amable de entrevistas e intercambio de opiniones presentado por un Izaguirre contenido y discreto. Así que no gusta. Durante años sirvió en “Crónicas marcianas” comida salada y formó un público integrado por un montón de espectadores hipertensos a los que todo enseguida les parece soso, aburrido y sin gracia. De aquellos gritos viene este silencio ensordecedor. El público que creó no entiende por qué ahora su chico terrible no se sube en la mesa y se baja los pantalones entre gritos y aspavientos.
3/11/10
SÓCRATES JUEGA EN TNT
La serie “The Event” (lunes, TNT) se presenta como la heredera de “Perdidos”. Pues no. Pero de la misma manera que hay que dejar de buscar el heredero de Pelé o de Maradona en cada joven promesa surgida de la cantera de Boca o del Santos, debemos ver series como “The Event” no como la reencarnación de Pelé, sino como un buen futbolista. “The Event” es un buen futbolista, pero no es Pelé. Ni Maradona. Ni siquiera Ibrahimovic. Pero sí es un buen futbolista al que no podemos pedir que corte el balón en defensa, regatee a medio equipo contrario, haga un buen centro y, después, lo remate él mismo de chilena (eso fue exactamente lo que hizo “Perdidos”). “The Event” defiende bien, organiza el juego aceptablemente y remata regularcillo. Y no es una serie oscura, sino socrática.
El filósofo Heráclito de Éfeso era conocido como “el Oscuro”, debido al carácter a menudo enigmático de su estilo. Podría parecer que Heráclito se ha reencarnado en guionista televisivo con el nombre de Nick Wauters, y por eso la trama de “The Event” está llena de conspiraciones globales difíciles de entender y extraños personajes imposibles de clasificar. Sin embargo, “The Event” no es una serie tan oscura como parece, del mismo modo que Heráclito no era tan oscuro como pensaban sus vecinos de Éfeso. La gracia de esa serie que quieren que sean la heredera de “Perdidos” está en su habilidad para plantear buenas preguntas, es decir, en su buen nivel defensivo (en televisión, no hay mejor defensa que una buena pregunta). Por eso, las aventuras de Sean Walker en busca de su prometida y de unas cuantas respuestas son más socráticas que oscuras. Algunos dicen que Sócrates fue colaborador de Eurípides, a quien habría ayudado a componer algunas de sus tragedias, así que podemos pensar que el espíritu del viejo preguntón griego ha decidido darse una vuelta por las series de ciencia-ficción.
Como Sócrates no era tan bueno dando respuestas como planteando preguntas, “The Event” es mejor defendiendo que atacando. Pero nunca nos aburriremos ni con Sócrates ni con “The Event”. Eso sí, Maradona, Pelé y “Perdidos” pueden dormir tranquilos.
2/11/10
ASCENSIÓN Y CAÍDA DE "PASAPALABRA"
Lamento ser portador de malas noticias, pero puedo demostrar matemáticamente que a "Pasapalabra" le quedan cuatro telediarios, -cuatro telediarios de Pedro Piqueras, para ser más exactos-. Pasemos al argumento: "Pasapalabra" celebró la semana pasada sus primeros 1.000 programas, lo cual es un logro muy destacado dentro de un género como el de los concursos menores de media tarde, que se caracteriza por su fugacidad y su carácter efímero en una amplia mayoría de los casos. Hasta aquí todo estupendo. Muchas felicitaciones al equipo y un sobresaliente a Christian Gálvez, que lo hace francamente bien.
Pero, ay, amigo, 1.000 programas son 2.000 roscos finales. A 25 palabras por rosco, nos salen... -me siento como una azafata del "Un, dos, tres"-... 50.000 palabras ya utilizadas en el concurso. ¿Cuántas palabras posee la lengua española? Nobody knows, pero la última edición del Diccionario de la Real Academia recoge 88.431 entradas, -juro que todos estos datos son reales y se pueden encontrar en rae.es-. A las 88.431 entradas deberíamos restarles los 9.039 arcaísmos y los 28.171 americanismos. Esto nos deja sólo 51.221 palabras disponibles para los roscos de "Pasapalabra". Si ya han sido usadas 50.000, a los guionistas del concurso sólo les quedan 1.221 palabras. 1.221 palabras entre 50 palabras -2 roscos- por programa son... chan, chan... ¡24'42! ¡tan sólo faltan 24 programas para que "Pasapalabra" haya agotado el Diccionario y por tanto tenga que terminar!. Quod erat demonstrandum. Impepinable.
Así que enhorabuena para el programa y, al mismo tiempo, nuestro más sincero pésame. Sólo me queda dar un sencillo consejo a los próximos concursantes: empollaos las palabras que aún no hayan salido. Son pocas y cada vez serán menos. En el último "Pasapalabra" tan sólo quedarán 71 palabras entre las que preguntar las 25 de cada rosco. Jamás se habrá ganado un bote tan fácilmente. Quizá sea entonces el momento de volver a empezar.
Pero, ay, amigo, 1.000 programas son 2.000 roscos finales. A 25 palabras por rosco, nos salen... -me siento como una azafata del "Un, dos, tres"-... 50.000 palabras ya utilizadas en el concurso. ¿Cuántas palabras posee la lengua española? Nobody knows, pero la última edición del Diccionario de la Real Academia recoge 88.431 entradas, -juro que todos estos datos son reales y se pueden encontrar en rae.es-. A las 88.431 entradas deberíamos restarles los 9.039 arcaísmos y los 28.171 americanismos. Esto nos deja sólo 51.221 palabras disponibles para los roscos de "Pasapalabra". Si ya han sido usadas 50.000, a los guionistas del concurso sólo les quedan 1.221 palabras. 1.221 palabras entre 50 palabras -2 roscos- por programa son... chan, chan... ¡24'42! ¡tan sólo faltan 24 programas para que "Pasapalabra" haya agotado el Diccionario y por tanto tenga que terminar!. Quod erat demonstrandum. Impepinable.
Así que enhorabuena para el programa y, al mismo tiempo, nuestro más sincero pésame. Sólo me queda dar un sencillo consejo a los próximos concursantes: empollaos las palabras que aún no hayan salido. Son pocas y cada vez serán menos. En el último "Pasapalabra" tan sólo quedarán 71 palabras entre las que preguntar las 25 de cada rosco. Jamás se habrá ganado un bote tan fácilmente. Quizá sea entonces el momento de volver a empezar.
1/11/10
"HISPANIA", TEMPORADA 2.200
Venga, tíos, Viriato, Galba, no peleéis. Ya sé que si no peleáis la serie "Hispania" pierde como... no sé... como interés, como garra, pero por otro lado vuestras peleas son bastantes inútiles. Si al final van a venir los Borbones... ¿No lo visteis el otro día en "Felipe y Letizia"? Ah, no, claro, que a la hora que Telecinco emitía esa serie vosotros os estabais dando de hostias en Antena 3. Pues yo os lo cuento: podéis hacer lo que os dé la gana, arrasar aldeas, tender emboscadas, pasar por la espada a cuantos enemigos se crucen en vuestro camino, pero hagáis lo que hagáis dentro de dos mil años o así aquí va a estar gobernando un paisanín muy campechano llamado Juan Carlos que se parece un montón a un actor llamado Juanjo Puigcorbé y que no tiene nada que ver ni con el Imperio Romano ni con los simpáticos lusitanos.
Hacedme caso, "Felipe y Letizia" es algo así como la temporada 2.200 de "Hispania". Y claro, si has visto la temporada 2.200 de una serie gozas de una cierta perspectiva que te permite ver la temporada 1 con otros ojos. Mataos todo lo que os apetezca, pero vuestros tataratataranietos estarán agitando una banderita roja y gualda, -ya sé que no conocéis esa bandera... es un poco largo de explicar-, para celebrar que Felipe se casa con Letizia y se convierten en los príncipes de España, -"España" es como "Hispania" pero en español, que es una lengua que... bueno, ya os lo cuento otro día-. Y eso sin hablar de los visigodos, de los árabes, de los Reyes Católicos, de los Austrias, de las Repúblicas y de algún dictadorzuelo hijoputilla que hubo por ahí en medio.
Así que, de verdad, Viriato, Galba, creedme. Tomadme como si yo viniera enviado desde el futuro. Si hubierais visto la serie de Telecinco os daríais cuenta de que sois un poco panolis. En vez de zurraros, haced el amor, emborrachaos juntos, organizad Jornadas de Amistad Luso-Romanas. Lo que queráis. Pero antes de volver a entrar en batalla echad un vistazo a "Felipe y Letizia". ¿De verdad merece la pena que os matéis a lo bestia para acabar así dos mil años después?
Hacedme caso, "Felipe y Letizia" es algo así como la temporada 2.200 de "Hispania". Y claro, si has visto la temporada 2.200 de una serie gozas de una cierta perspectiva que te permite ver la temporada 1 con otros ojos. Mataos todo lo que os apetezca, pero vuestros tataratataranietos estarán agitando una banderita roja y gualda, -ya sé que no conocéis esa bandera... es un poco largo de explicar-, para celebrar que Felipe se casa con Letizia y se convierten en los príncipes de España, -"España" es como "Hispania" pero en español, que es una lengua que... bueno, ya os lo cuento otro día-. Y eso sin hablar de los visigodos, de los árabes, de los Reyes Católicos, de los Austrias, de las Repúblicas y de algún dictadorzuelo hijoputilla que hubo por ahí en medio.
Así que, de verdad, Viriato, Galba, creedme. Tomadme como si yo viniera enviado desde el futuro. Si hubierais visto la serie de Telecinco os daríais cuenta de que sois un poco panolis. En vez de zurraros, haced el amor, emborrachaos juntos, organizad Jornadas de Amistad Luso-Romanas. Lo que queráis. Pero antes de volver a entrar en batalla echad un vistazo a "Felipe y Letizia". ¿De verdad merece la pena que os matéis a lo bestia para acabar así dos mil años después?