No nos pueden dejar así. Esto es una “notitia interrupta”. No fastidia tanto como un “coitus interruptus”, pero casi. Que hagan el favor en la tele de seguirla hasta el final, a ver en qué acaba. Las noticias importantes no pueden dejarse caer como bombas, y luego no hacerle caso a la enorme onda expansiva que generan. Y si hace una semana los telediarios abrieron informando de la muerte del pulpo Paul, no se explica que pasen los días y no sepamos qué ocurrió después.
Los espectadores no tenemos tres corazones y nueve cerebros como Paul, pero tenemos un corazoncito que sufre y un cerebro que no para de darle vueltas a las grandes incógnitas abiertas tras su muerte: ¿fue finalmente su cuerpo vendido al Museo del pulpo de O Carballiño por una pastón que parece más propio del Museo de la angula? ¿Fue incinerado y sus cenizas esparcidas para evitar que su tumba se convirtiera en lugar de peregrinación de los seguidores de “Cuarto milenio”? ¿Nombraron ya un Paul II formando una dinastía de pulpos adivinos tan surrealista (más es imposible) como la surrealista dinastía que gobierna en Corea del Norte? ¿Se ofreció Aramís Fuster a cubrir el vacío de poder taumatúrgico producido tras su muerte? ¿Fue asesinado por su enemigo, John el mejillón? ¿No será su vida, en la que apenas pudo disfrutar de la jubilación, un aviso de la larga vida laboral que nos espera antes de morir en una pecera?
Y da igual que abrir los telediarios con esa noticia fuera una broma. Tampoco las bromas pueden dejarse a la mitad. Queremos saber cómo sigue la guasa. El “Todo está lleno de dioses” de Tales de Mileto, nos sitúa en la antesala del ateísmo porque si todo lo real es divino, los dioses no existen. Paul demostró que todos, hasta los pulpos, pueden ser adivinos. Y si todos somos tan especiales, los seres especiales -los adivinos- no existen. Alabado sea el dios Paul, el pulpo más cachondo del acuario Sea Life de Oberhausen.
31/10/10
30/10/10
SHAKESPEARE EN "SÁLVAME"
“Sálvame” nos ha traído la desgracia y nos ha hecho perder medio millón de horas de nuestro tiempo, se ha reído de estas pérdidas, se ha burlado de lo que ganamos viendo otros programas contagiando la tele entera con sus chismes y mezquindades, ha despreciado nuestro criterio, ha desbaratado nuestra televisión en abierto, ha alejado a nuestros amigos hacia cadenas minoritarias, ha alentado a nuestros enemigos, y ¿por qué motivo? No soy telespectador de las gilichorradas de “Sálvame”… ¿Acaso no tiene ojos un telespectador que no ve “Sálvame”? ¿No tiene un telespectador que no ve “Sálvame” manos y órganos, medidas, sentidos, afectos y pasiones? ¿No se alimenta de la misma comida, se hiere con las mismas armas, está expuesto a las mismas enfermedades, se cura con los mismos medios, se acalora y se enfría en los mismos inviernos y veranos que un telespectador que ve “Sálvame”?
¿Si nos picáis, ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas, ¿no nos reímos? Si nos envenenáis, ¿no morimos? Y si nos hacéis mal, ¿no vamos a criticaros? Si somos como los telespectadores de “Sálvame” en lo demás, nos pareceremos en esto también… Si “Sálvame” hace mal a uno de sus telespectadores, ¿cuál es la humillación que sufre el programa? La crítica que transmite la “Defensora de la audiencia” María Teresa Campos leyendo sus quejas como comenzó a hacer anteayer en directo a los responsables del desaguisado. Y si “Sálvame” hace mal a un telespectador que no ve “Sálvame”, ¿cuál debería ser entonces su sufrimiento según el ejemplo anterior? Sí, crítica: la crítica que también debería transmitir la “Defensora de la audiencia” María Teresa Campos leyendo a los culpables del desastre los lamentos, sufrimientos y daños que provocan. La crítica que nos enseñasteis el pasado jueves la llevaremos a cabo y será dura, quizá supere a nuestros maestros
¿Si nos picáis, ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas, ¿no nos reímos? Si nos envenenáis, ¿no morimos? Y si nos hacéis mal, ¿no vamos a criticaros? Si somos como los telespectadores de “Sálvame” en lo demás, nos pareceremos en esto también… Si “Sálvame” hace mal a uno de sus telespectadores, ¿cuál es la humillación que sufre el programa? La crítica que transmite la “Defensora de la audiencia” María Teresa Campos leyendo sus quejas como comenzó a hacer anteayer en directo a los responsables del desaguisado. Y si “Sálvame” hace mal a un telespectador que no ve “Sálvame”, ¿cuál debería ser entonces su sufrimiento según el ejemplo anterior? Sí, crítica: la crítica que también debería transmitir la “Defensora de la audiencia” María Teresa Campos leyendo a los culpables del desastre los lamentos, sufrimientos y daños que provocan. La crítica que nos enseñasteis el pasado jueves la llevaremos a cabo y será dura, quizá supere a nuestros maestros
29/10/10
VIAJE A ÍTACA
Nacer, enamorarse, caminar, es partir a Ítaca. Ver una serie, también. Sabíamos que la boda era la Ítaca hacia la que viajaba “Felipe y Letizia”, así que el motivo para ver el capítulo final no podía ser saber si al fin arribaríamos al puerto de la catedral de la Almudena. Ver que el desenlace era el enlace sólo podía ser el pretexto para hacer el viaje. “No has de esperar que Ítaca te enriquezca: Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje”. Si, Kavafis, pero, ¿y si Ítaca no te enriquece y encima el viaje es un suplicio?
Telecinco pretendía que asistiéramos a las dificultades de un príncipe heredero para hacer su real gana como si tal trance fuera el rito de paso de lo llevaría de la niñez a la madurez, como si se tratase de la caza del león del joven masai que vuelve al poblado convertido en guerrero, como si fuera su particular “23-F” que lo transformaría en el capitán del navío. Y eso es mucho suponer. Vale, ¿entonces por qué lo vio tanta gente? Hay un público incondicional dispuesto a viajar por cualquier hagiografía, por cutre que sea. A él nos sumamos los seguidores de “El Jueves”, “Los Borbones” de “Buenafuente” y las “Celebrities” de “Muchachada nui”. Arrastrados por tanta cutrez, parodia y despropósito fuimos arrojados a las playas de Ítaca.
Telecinco pretendía que asistiéramos a las dificultades de un príncipe heredero para hacer su real gana como si tal trance fuera el rito de paso de lo llevaría de la niñez a la madurez, como si se tratase de la caza del león del joven masai que vuelve al poblado convertido en guerrero, como si fuera su particular “23-F” que lo transformaría en el capitán del navío. Y eso es mucho suponer. Vale, ¿entonces por qué lo vio tanta gente? Hay un público incondicional dispuesto a viajar por cualquier hagiografía, por cutre que sea. A él nos sumamos los seguidores de “El Jueves”, “Los Borbones” de “Buenafuente” y las “Celebrities” de “Muchachada nui”. Arrastrados por tanta cutrez, parodia y despropósito fuimos arrojados a las playas de Ítaca.
AUDIENCIOLOGÍA
1.- Es necesario pasar de un registro de audiencias basado en cadenas a un registro de audiencias basado en programas. Los espectadores vemos programas de televisión, no vemos cadenas de televisión, y aunque ambos elementos puedan encontrarse en una mayoría de casos muy vinculados, cada vez aparecen más ejemplos de relaciones no exclusivas entre programas y cadenas. En un momento en el que la mayor parte de los canales públicos y privados ofrecen igualmente toda su producción propia en streaming a través de internet parece claro que es muy insuficiente evaluar la audiencia de un espacio únicamente por la cantidad de gente que está viendo en directo su emisión a una determinada hora mediante ondas digitales terrestres.
2.- Vamos, que tiene poca validez decir que el estreno de la séptima temporada de "House" obtuvo 2.449.000 espectadores. Eso sería el número de espectadores que estuvieron el martes a las diez de la noche boquiabiertos ante el primer día de noviazgo entre Cuddy y House. Ahora que hemos encontrado el amor, ¿qué vamos a hacer con él? Pero minutos antes FOX ofrecía el mismo episodio. ¿Cuántos cientos de miles de espectadores ven FOX? Y semanas antes se podía encontrar ese capítulo en la red correctamente subtitulado. ¿Cuántos cientos de miles de espectadores se descargan "House" subtitulado a los pocos días de su emisión en EE.UU.? Y una vez emitido, ¿cuántos cientos de miles de espectadores se descargará "House" doblado al español o lo verá en las múltiples reemisiones de FOX o Cuatro? Un registro de audiencias basado en cadenas nos dice que 2.449.000 personas vieron Cuatro el martes de 22:30 a 23:300 horas. Un registro de audiencias basado en programas nos diría que el primer episodio de la séptima temporada de "House" fue visto por tres millones de personas, o tres y medio, o cuatro millones.
3.- Otro día contaremos por qué es necesario pasar de un registro de audiencias cuantitativo basado en audímetros a un registro de audiencias cualitativo basado en espectadores.
2.- Vamos, que tiene poca validez decir que el estreno de la séptima temporada de "House" obtuvo 2.449.000 espectadores. Eso sería el número de espectadores que estuvieron el martes a las diez de la noche boquiabiertos ante el primer día de noviazgo entre Cuddy y House. Ahora que hemos encontrado el amor, ¿qué vamos a hacer con él? Pero minutos antes FOX ofrecía el mismo episodio. ¿Cuántos cientos de miles de espectadores ven FOX? Y semanas antes se podía encontrar ese capítulo en la red correctamente subtitulado. ¿Cuántos cientos de miles de espectadores se descargan "House" subtitulado a los pocos días de su emisión en EE.UU.? Y una vez emitido, ¿cuántos cientos de miles de espectadores se descargará "House" doblado al español o lo verá en las múltiples reemisiones de FOX o Cuatro? Un registro de audiencias basado en cadenas nos dice que 2.449.000 personas vieron Cuatro el martes de 22:30 a 23:300 horas. Un registro de audiencias basado en programas nos diría que el primer episodio de la séptima temporada de "House" fue visto por tres millones de personas, o tres y medio, o cuatro millones.
3.- Otro día contaremos por qué es necesario pasar de un registro de audiencias cuantitativo basado en audímetros a un registro de audiencias cualitativo basado en espectadores.
28/10/10
ALGO PERSONAL
Entre esos tipos y yo hay algo personal. Me refiero a los chulos, a los chulos arrogantes. Es gente que tiene mucho que ver con aquélla otra a la que se refiere Joan Manuel Serrat en la canción de la que he tomado prestado el título y la primera frase de esta columna. Me refiero a la peña de los morritos, jajá, de ese tío que llora no tiene cojones, jajajá, de fíjate pues yo me trajiné a dos zorritas de trece años de ésas que visten las muy putas con minifalda y tacones y lo puedo contar ahora que ya prescribió el delito, jajajá jajajajá. Esta semana hemos tenido sobredosis de esta clase de villanos. Y me da exactamente igual que el homo sapiens que cuenta entre risas de macarra decortizado cómo copuló con dos niñas haya llevado a cabo o no tal bajeza. Lo que hiela la sangre e incendia la indignación es el desprecio con el que se refiere a dos chicas a las que demuestra tener en mucha menor valía que a su ex-gata y con las que, sin embargo, afirma haber mantenido relaciones sexuales. Sexo, desprecio e infancia son tres términos tan significativos y tan antitéticos que cualquier persona que los una queda inmediatamente desvelada como un miserable. A este tipo de chulos me refiero. Y cuando se trata de alcaldes o escritores de novelas de aventuras expreso mis opiniones en la barra de un bar. Pero cuando se trata del responsable y presentador de un programa cultural en una televisión pública me siento en la obligación de dedicar mi columna al asunto. Insisto: entre esos tipos y yo hay algo personal.
Así que me uno, ¡quién no lo haría!, a la petición del Comité de Empresa de Telemadrid de destituir fulminantemente a Sánchez Dragó de sus funciones en dicha cadena, pero no por lo que hizo o dejó de hacer hace 43 años, sino por la miseria moral actual que han demostrado sus declaraciones de este último año en el libro que comparte con Albert Boadella. Es una buena ocasión para saber si Esperanza Aguirre también se siente personalmente motivada para dar su merecido a esta clase de chulos que no para de babear emociones podridas y ponerlos en su lugar.
Así que me uno, ¡quién no lo haría!, a la petición del Comité de Empresa de Telemadrid de destituir fulminantemente a Sánchez Dragó de sus funciones en dicha cadena, pero no por lo que hizo o dejó de hacer hace 43 años, sino por la miseria moral actual que han demostrado sus declaraciones de este último año en el libro que comparte con Albert Boadella. Es una buena ocasión para saber si Esperanza Aguirre también se siente personalmente motivada para dar su merecido a esta clase de chulos que no para de babear emociones podridas y ponerlos en su lugar.
27/10/10
SIN TETAS NO HAY MONARQUÍA
O también "Amaia Salamanca: del Duque al Príncipe". El caso es mezclar el anterior éxito de esta chica tan mona con su actual fracaso, de la misma manera que "Felipe y Letizia" es a su vez un producto inclasificable dada la mezcla inaudita que contiene. Esa cosa rara que vimos en Telecinco el lunes por la noche, ¿es una comedia? ¿un drama? ¿un nuevo subgénero de la ciencia-ficción, un programa de humor sin risas enlatadas, una serie histórica, la reaparición del surrealismo en televisión, un vídeo realizado por unos alumnos de 2º de Cinematografía como complemento de un trabajo titulado "Historia natural de los castings delirantes"? Sólo Amaia Salamanca se salva ligeramente en esa sucesión de diálogos de cartón piedra ("El vino lo escojo yo. Soy bastante bueno escogiendo. No sólo el vino, sino todo en general", dice el heredero a la Corona), secuencias de teletienda altomatutina (es más verosímil la eficacia de los cuchillos Gunchi que el discurso de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias) y caracterizaciones que toman a los guiñoles como su principal fuente de inspiración (¿de verdad la reina Sofía era Marisa Paredes? ¿seguro que no era Joaquín Reyes?).
A sabiendas de que la calidad en la realización ni añadiría ni quitaría un solo espectador a una teleserie que queda eclipsada por su propio morbo, Telecinco nos ha entregado uno de los peores productos televisivos de la temporada. Da la risa la monarquía de "Felipe y Letizia" igual que nos hacía reír el narcotráfico de "Sin tetas no hay paraíso". Cata y el Duque. Letizia y Felipe. Amaia Salamanca y la nobleza nominal. ¿Morirá el Príncipe en brazos de Letizia en el desenlace de la serie?
A sabiendas de que la calidad en la realización ni añadiría ni quitaría un solo espectador a una teleserie que queda eclipsada por su propio morbo, Telecinco nos ha entregado uno de los peores productos televisivos de la temporada. Da la risa la monarquía de "Felipe y Letizia" igual que nos hacía reír el narcotráfico de "Sin tetas no hay paraíso". Cata y el Duque. Letizia y Felipe. Amaia Salamanca y la nobleza nominal. ¿Morirá el Príncipe en brazos de Letizia en el desenlace de la serie?
CURRO JIMÉNEZ CONTRA ROMA
Es sabido que la realidad queda determinada por lo que el observador decide observar, así que es evidente que la realidad de una serie como “Hispania” (Antena 3) queda determinada por lo que el espectador decide mirar. Si miramos “Hispania” como una serie con pretensiones históricas, no hay nada que hacer. Si vemos “Hispania” como una serie de aventuras con personajes disfrazados de, ejem, hispanos y romanos, es posible pasar un buen rato. Si esperamos de “Hispania” que sea una especie de “Roma” con menos pasta, cambiaremos de canal. Dígame lo que usted decidió mirar de “Hispania” y le diré si le gustó y si el próximo miércoles se tomará la molestia de seguir en Antena 3 la lucha de Viriato contra Roma.
Los que nos sentamos a ver “Hispania” intentando olvidar que Juan José Ballesta interpreta a uno de los hombres de Viriato, y queriendo no olvidar que la ficción con excusa histórica no tiene por qué ser tan fiel a la historia como un matemático a la tabla de multiplicar, nos encontramos con una versión de Curro Jiménez ambientada (es un decir) en el siglo II a. C. En vez de un Curro, tenemos un Viriato. Los franceses son romanos y tienen el pecho de lata. El Algarrobo es un tipo que fabrica espadas. Y el Estudiante es ese joven que lucha contra el poder romano con más odio en el corazón que luces en la cabeza. El pretor Galba, interpretado por Lluís Homar, existió verdaderamente, y fue él quien traicionó a los lusitanos después de reunirlos con la promesa de firmar la paz y repartir tierras. Algunos lusitanos, entre los que se encontraba Viriato, consiguieron huir. Viriato logró la unión de los lusitanos, y durante once años derrotó a los romanos gracias a su conocimiento del terreno y la táctica de guerra de guerrillas, hasta que fue traicionado por tres de sus colaboradores y asesinado mientras dormía. No fue el asesinato de su hija lo que hizo que Viriato se revolviera contra Roma, sino, como dice Gonzalo Bravo en su ensayo “Hispania” (que convendría leer después de ver la serie de Antena 3), la falta de tierras y la promesa incumplida de un reparto por parte de los romanos. Pero “Hispania” tiene otras pretensiones, más cercanas a Curro Jiménez e incluso Robin Hood que al Viriato histórico.
Si usted ve a Viriato como un Curro Jiménez lusitano, hoy tiene una cita en Antena 3.
Los que nos sentamos a ver “Hispania” intentando olvidar que Juan José Ballesta interpreta a uno de los hombres de Viriato, y queriendo no olvidar que la ficción con excusa histórica no tiene por qué ser tan fiel a la historia como un matemático a la tabla de multiplicar, nos encontramos con una versión de Curro Jiménez ambientada (es un decir) en el siglo II a. C. En vez de un Curro, tenemos un Viriato. Los franceses son romanos y tienen el pecho de lata. El Algarrobo es un tipo que fabrica espadas. Y el Estudiante es ese joven que lucha contra el poder romano con más odio en el corazón que luces en la cabeza. El pretor Galba, interpretado por Lluís Homar, existió verdaderamente, y fue él quien traicionó a los lusitanos después de reunirlos con la promesa de firmar la paz y repartir tierras. Algunos lusitanos, entre los que se encontraba Viriato, consiguieron huir. Viriato logró la unión de los lusitanos, y durante once años derrotó a los romanos gracias a su conocimiento del terreno y la táctica de guerra de guerrillas, hasta que fue traicionado por tres de sus colaboradores y asesinado mientras dormía. No fue el asesinato de su hija lo que hizo que Viriato se revolviera contra Roma, sino, como dice Gonzalo Bravo en su ensayo “Hispania” (que convendría leer después de ver la serie de Antena 3), la falta de tierras y la promesa incumplida de un reparto por parte de los romanos. Pero “Hispania” tiene otras pretensiones, más cercanas a Curro Jiménez e incluso Robin Hood que al Viriato histórico.
Si usted ve a Viriato como un Curro Jiménez lusitano, hoy tiene una cita en Antena 3.
26/10/10
EL CARRETÓN DE LOS FAMOSOS
A ver cómo lo hago. Que no es fácil. Es que otras veces la dificultad está en hablarles de un programa que no vieron y que estuvo bien o mal. Y tengo que contárselo. Así que les digo que estuvo bien por esto o mal por aquello. Y ustedes se hacen una idea y, si les parece, pues otro día lo ven. O no: o deciden no verlo y se quedan tan ricamente. También hay veces que ustedes vieron el programa y leen esto por ver si están de acuerdo o por pasar el rato o porque sí. Pero es que, ay, esta vez es diferente. Y es peor.
Esta vez la dificultad está en hablarles de un programa que ni conocen, ni vieron, ni, que me aspen, creerán que existe. Y yo, ay mísero de mí, les juraré que sí, que existe como decía Platón que existe el Mundo de las Ideas o decía san Anselmo de Canterbury que existe Dios. Pero ustedes dirán que no, que un programa así no puede existir, que a Platón se le iba mucho la pinza y que la demostración de la existencia de Dios de san Anselmo ya no cuela. Así que a ver con qué cara me pongo yo ahora a despotricar contra “El carrerón de los famosos” si nadie va creer que existe un programa así. Si es que hasta cuando escribo la palabra “carrerón” va el corrector ortográfico del ordenador y me la cambia por “carretón”.
Pues les juro que el domingo, de las ocho a las nueve de la tarde, Telecinco emitió una cosa llamada “El carrerón de los famosos” en el que alguno de los habituales frikis contertulios de “Sálvame” (con algún friki más como Yola Berrocal) fueron a correr por un sitio divertidísimo porque había barro y entonces se manchaban y así te podías divertir porque salían sucios y te podías reír y aplaudir y pasártelo bomba durante una hora entera viéndolos ir de aquí para allá salpicándose de barro y todo eso tan simpático. No me miren con esa cara que no me lo estoy inventando. Que sí, que lo emitieron. Que fue anteayer. En Telecinco. Se lo juro.
Esta vez la dificultad está en hablarles de un programa que ni conocen, ni vieron, ni, que me aspen, creerán que existe. Y yo, ay mísero de mí, les juraré que sí, que existe como decía Platón que existe el Mundo de las Ideas o decía san Anselmo de Canterbury que existe Dios. Pero ustedes dirán que no, que un programa así no puede existir, que a Platón se le iba mucho la pinza y que la demostración de la existencia de Dios de san Anselmo ya no cuela. Así que a ver con qué cara me pongo yo ahora a despotricar contra “El carrerón de los famosos” si nadie va creer que existe un programa así. Si es que hasta cuando escribo la palabra “carrerón” va el corrector ortográfico del ordenador y me la cambia por “carretón”.
Pues les juro que el domingo, de las ocho a las nueve de la tarde, Telecinco emitió una cosa llamada “El carrerón de los famosos” en el que alguno de los habituales frikis contertulios de “Sálvame” (con algún friki más como Yola Berrocal) fueron a correr por un sitio divertidísimo porque había barro y entonces se manchaban y así te podías divertir porque salían sucios y te podías reír y aplaudir y pasártelo bomba durante una hora entera viéndolos ir de aquí para allá salpicándose de barro y todo eso tan simpático. No me miren con esa cara que no me lo estoy inventando. Que sí, que lo emitieron. Que fue anteayer. En Telecinco. Se lo juro.
25/10/10
PAJÍN Y EL MIEDO
Señor Oliart, presidente de RTVE, tiene usted un gran servicio que prestar al gobierno de nuestra nación. Como sabe, la televisión juega un importante papel en la difusión del conocimiento y en la divulgación de los rudimentos culturales que se supone que todo ciudadano debe poseer. Además, preside usted una Corporación en la que destaca La 2, una cadena cada vez más empeñada en ser un foro de calidad académica que permita que la ciencia y la cultura puedan llegar a cada español que mantiene con sus impuestos las cadenas de la televisión pública.
Iré al grano. La ciudadana Leire Pajín ha sido vista varias veces usando una pulsera Power Balance, producto pseudomédico milagroso cuyo carácter fraudulento reduce su público a personas sin ninguna formación científico-médica o con pocas, pero que poquísimas, luces. Esto no sería problema si Pajín fuera registradora de la propiedad, agente de seguros o taxista, pero se da el caso de que tal ciudadana es la minista de Sanidad del Estado Español. Que un ministro consuma productos pseudosanitarios milagrosos es un gran escándalo. Pero que ese ministro que promociona con su uso productos pseudosanitarios fraudulentos sea el de Sanidad es un bombazo sólo comparable a que un analfabeto fuera ministro de Cultura, un pirómano forestal tuviera la cartera de Medio Ambiente o un astrólogo dirigiera el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Y aquí entra usted, señor Oliart, porque hay algo que usted puede hacer para solucionar este problema. Estrenó La 2 hace una par de semanas un estupendo nuevo programa llamado "Científicos de frontera" en donde grandes científicos hablan sobre sus métodos de investigación y sus descubrimientos. Ya hemos aprendido un montón viendo a los físicos Ignacio Cirac y Richard Zarec. Quizá pudiera usted hacer llegar esos programas a Pajín y ésta pudiera alcanzar un nivel de conocimientos sanitarios propios de un chaval que termina la E.S.O. Ha sido nombrada responsable máxima de la sanidad en España y consume productos milagro. Da miedo. Y la ciencia es siempre el mejor remedio contra el miedo.
Iré al grano. La ciudadana Leire Pajín ha sido vista varias veces usando una pulsera Power Balance, producto pseudomédico milagroso cuyo carácter fraudulento reduce su público a personas sin ninguna formación científico-médica o con pocas, pero que poquísimas, luces. Esto no sería problema si Pajín fuera registradora de la propiedad, agente de seguros o taxista, pero se da el caso de que tal ciudadana es la minista de Sanidad del Estado Español. Que un ministro consuma productos pseudosanitarios milagrosos es un gran escándalo. Pero que ese ministro que promociona con su uso productos pseudosanitarios fraudulentos sea el de Sanidad es un bombazo sólo comparable a que un analfabeto fuera ministro de Cultura, un pirómano forestal tuviera la cartera de Medio Ambiente o un astrólogo dirigiera el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Y aquí entra usted, señor Oliart, porque hay algo que usted puede hacer para solucionar este problema. Estrenó La 2 hace una par de semanas un estupendo nuevo programa llamado "Científicos de frontera" en donde grandes científicos hablan sobre sus métodos de investigación y sus descubrimientos. Ya hemos aprendido un montón viendo a los físicos Ignacio Cirac y Richard Zarec. Quizá pudiera usted hacer llegar esos programas a Pajín y ésta pudiera alcanzar un nivel de conocimientos sanitarios propios de un chaval que termina la E.S.O. Ha sido nombrada responsable máxima de la sanidad en España y consume productos milagro. Da miedo. Y la ciencia es siempre el mejor remedio contra el miedo.
24/10/10
AYÚDAME, SUPERMÁN
"Oh, Bartolomew, me siento como San Agustín de Hipona tras ser convertido por Ambrosio de Milán", contesta Homer Simpson a su hijo Bart cuando éste le pregunta cómo se siente tras ser bautizado. ¿Quiere eso decir que efectivamente tiene razón el padre jesuita Franchesco Occhetta cuando defiende en "L’osservatore romano" que la familia Simpson es católica? Ni de coña delirante. Repasemos el capítulo. Debido a un equívoco los servicios sociales retiran la custodia de sus hijos a Homer y Marge, que son asignados al cuidado de los Flanders. Bart y Lisa no pueden soportar la religiosidad de sus vecinos. Un día, Ned Flanders descubre horrorizado que los niños no están bautizados y escandalizado se dirige con ellos a un río cercano para bautizarlos él mismo. En ese momento Marge y Homer recuperan la custodia de sus hijos, descubren que Ned se los ha llevado para bautizar y conducen a toda velocidad para evitar que sus hijos ingresen en el cristianismo. Justo llegan cuando Flanders está dejando caer el agua bendita sobre la cabeza de Bart y Homer salta gritando "¡noooooo!" en una parodia del final de "El guardaespaldas". Empuja al niño pero no puede evitar que el agua caiga sobre su propia cabeza, tras lo que comienza a retorcerse desesperado como el T-1000 de "Terminator 2" cuando muere fundido.
De verdad, ¿tan terminal está el catolicismo romano como para alabar una serie de televisión por sus ocasionales referencias a la religiosidad y al cristianismo, sin importarle que tales referencias suelan ser en su mayoría abiertamente sarcásticas y dejen a los sacerdotes y brujos con sus vergüenzas al aire? ¿Homer Simpson, católico, asistiendo semanalmente a oficios protestantes en los que se dedica fundamentalmente a dormir? En la cabecera del "Pravda" vaticano se puede leer el lema "Unicuique suum", -"a cada uno lo suyo"-, que no cumplen ni siquiera hablando de dibujos animados. No es de extrañar; llevan milenios mintiendo, sería difícil que cambiasen ahora. "Normalmente no suelo rezar, pero si estás allá arriba, ayúdame, Supermán" (Homer, de nuevo).
23/10/10
BRICOMANÍA PRESOCRÁTICA
Hola amigos, bienvenidos un día más a “Bricomanía”. Ya sabéis que este programa está hecho por Bainet Televisión, la productora de Karlos Arguiñano, así que cada vez que el jefe cambia de cadena, tenemos que coger los bártulos y allá que nos vamos detrás de él, oye. Que si de Televisión Española a Telecinco primero, que si de Telecinco a Antena 3 después. ¿Y luego? Nosotros no nos arrugamos por nada, pero estamos hartos de tanto cambio. Así que vamos a hacer algo gordo para que se nos valore como nos merecemos, pues. Por eso hemos preparado para hoy algo que muchos nos estabais pidiendo. ¡Hoy haremos un universo!
En efecto amigos, ¿quién en esta vida no quiso alguna vez construir un cosmos, una naturaleza entera para tapar esos huecos sin nada que quedan por casa o por el jardín y que hacen tan feo? Puede parecer una obra difícil, pero, ay va la hostia, si siguen nuestros briconsejos, verán que es muy sencillo. Una ventaja es que pueden elegir los materiales que les convengan según su presupuesto. Si quieren un buen precio utilicen un solo elemento: agua, aire, fuego o algo indefinido que se transforme hasta que el universo quede a su gusto. Los que anden bien de matemáticas pueden utilizar los números que surgen de combinar lo par y lo impar, aunque deben tener cuidado para que la raíz cuadrada de dos no les complique la vida. Pero, sí amigos, como mejor queda un cosmos es usando muchos materiales, sin miedo al presupuesto, ay va la hostia. Puede bastar con cuatro raíces que se unen con cola de contacto y se separan con la sierra de calar. También pueden usar átomos y vacío, pero queda un poco monótono. Lo mejor es usar infinitas semillas de todas las cosas, pero ojo amigos, que sean infinitamente divisibles como las que tenemos aquí empaquetadas por Almacenes Anaxágoras de Bilbao. Sin miedo al infinito ni hostias. Con un solo toque que les den con inteligencia tendrán un universo tan chulo como este que tenemos ya terminado. Vamos allá, pues.
En efecto amigos, ¿quién en esta vida no quiso alguna vez construir un cosmos, una naturaleza entera para tapar esos huecos sin nada que quedan por casa o por el jardín y que hacen tan feo? Puede parecer una obra difícil, pero, ay va la hostia, si siguen nuestros briconsejos, verán que es muy sencillo. Una ventaja es que pueden elegir los materiales que les convengan según su presupuesto. Si quieren un buen precio utilicen un solo elemento: agua, aire, fuego o algo indefinido que se transforme hasta que el universo quede a su gusto. Los que anden bien de matemáticas pueden utilizar los números que surgen de combinar lo par y lo impar, aunque deben tener cuidado para que la raíz cuadrada de dos no les complique la vida. Pero, sí amigos, como mejor queda un cosmos es usando muchos materiales, sin miedo al presupuesto, ay va la hostia. Puede bastar con cuatro raíces que se unen con cola de contacto y se separan con la sierra de calar. También pueden usar átomos y vacío, pero queda un poco monótono. Lo mejor es usar infinitas semillas de todas las cosas, pero ojo amigos, que sean infinitamente divisibles como las que tenemos aquí empaquetadas por Almacenes Anaxágoras de Bilbao. Sin miedo al infinito ni hostias. Con un solo toque que les den con inteligencia tendrán un universo tan chulo como este que tenemos ya terminado. Vamos allá, pues.
QUE APRENDAN LOS PREMIOS NOBEL
En Asturias somos grandones. Vale. Pero les prometo que les juro que les garantizo que les aseguro que la siguiente afirmación no tiene nada que ver con ese grandonismo: vista la retransmisión de los últimos Premios Príncipe de Asturias, los Premios Nobel, los excelsos Premios Nobel, deberían ser un poco humildes, tomar nota y aprender.
Los Nobel nacieron a principios del siglo pasado. Si “Adiós, Cordera” comenzaba diciendo “Eran tres: ¡siempre los tres! Rosa, Pinín y la Cordera”, los Nobel comenzaron siendo cinco: ¡siempre los cinco! Física, Química, Medicina, Paz y la Literatura. Pero del cuento de Clarín pronto marchó uno -Cordera-, quedando dos, y a los Nobel llegó otro -Economía-, quedando seis. Y así se quedaron.
Los Premios Príncipe de Asturias nacieron en 1981 siendo seis, como los Nobel. Era un empate insostenible, así que pronto desempatamos y marcamos el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Un premio que nos ponía por delante, pero con concordia y buen rollo, eso sí. Ya, pero, ¿y si marcaban ellos forzando la prórroga? Al año siguiente, antes de que los Nobel se recuperaran, marcamos el premio de la tranquilidad: el de los Deportes.
Desde entonces la entrega de premios empezó a ganar vistosidad. Y apoyo popular, que unos premios que son del pueblo deben contar con el pueblo entre el pueblo desde el pueblo. Ah, sí, y para el pueblo. Desde entonces, el éxito de la entrega de premios es total, la retransmisión no es tan plana y araña unas décimas de audiencia, que nunca viene mal.
Pero hay un problema. Los suecos tienen la ventaja de que en Suecia sólo tres personas merecieron el Premio Nobel. Pero es que en España tenemos casi la mitad de los mejores deportistas del mundo, como lo prueba que casi el cincuenta por ciento de los premios Príncipe de Asturias de los deportes son Españoles (sin duda las Olimpiadas están manipuladas, porque su medallero no refleja este poderío). El resultado es que año tras año vemos que en Oviedo los deportistas son los más aclamados. Pero lo de este año estuvo fuera de toda medida.
Nuestra Selección de fútbol demostró que somos los mejores (ayer oímos cómo a un locutor se le iba la pinza y hablaba de los “héroes de Sudáfrica”). Nosotros demostramos que somos los mejores diciendo que somos los mejores (¡somos los héroes de España!). Los preparativos, la salida del Reconquista, el recorrido de la comitiva, la llegada al Campoamor, ¡incluso el acto institucional!… fueron fagocitados por la Selección. Lo dijo un señor del público cuando le preguntó un reportero en la calle:
- ¿A quién espera ver?
- A Vicente del Bosque y compañía y compañía. Bueno, y a los demás.
Los aplausos fueron para los demás. Las ovaciones fueron para la Selección. El protagonismo que otros años lograban los vestidos, los gestos, los detalles o las anécdotas, este año fue acaparado por la Selección. Ya hubo años en que la comitiva de premiados corría el riesgo de parecer un simple acompañamiento al premio de los Deportes. Este año ni eso. Este año podía parecer que un grupo de personas vestidas de etiqueta se colaba en el recorrido de la Selección, entorpecía el baño de masas que les esperaba y no dejaba al público que se agolpaba en la calle ver a quien realmente quería ver: a la Selección. La entrega de Premios quedó reducida a una coreografía organizada alrededor del acto central en el que del Bosque llamó a Luis Aragonés y la Selección ocupó el escenario. Otros años los discursos del Campoamor eran ofrecidos por un grupo de personalidades hasta que llegaba el momento culmen del discurso del Príncipe. Este año no sabemos muy bien por qué habló más gente que del Bosque, da igual que fuera antes o después. Pero vamos a ver, si hasta aquel hermoso cuento del príncipe del reino que se lleva a la plebeya periodista a su palacio fue desbancado por ese otro más reciente del rey del balón que le plantó un beso en los morros a la nueva periodista plebeya. ¿Hubo ayer otro beso? Pues eso es lo que todos hubiéramos querido ver y hubiera disparado los índices de audiencia hasta las cotas de “Sálvame”.
Los excelsos Premios Nobel deberían ser un poco humildes, tomar nota, aprender de los premios Príncipe de Asturias y no crear nunca jamás un Premio Nobel de los Deportes. No vaya a ser que el cincuenta por ciento restante de los mejores deportistas del mundo vaya a ser sueco y la ceremonia de entrega de los Nobel se les muera de éxito.
Los Nobel nacieron a principios del siglo pasado. Si “Adiós, Cordera” comenzaba diciendo “Eran tres: ¡siempre los tres! Rosa, Pinín y la Cordera”, los Nobel comenzaron siendo cinco: ¡siempre los cinco! Física, Química, Medicina, Paz y la Literatura. Pero del cuento de Clarín pronto marchó uno -Cordera-, quedando dos, y a los Nobel llegó otro -Economía-, quedando seis. Y así se quedaron.
Los Premios Príncipe de Asturias nacieron en 1981 siendo seis, como los Nobel. Era un empate insostenible, así que pronto desempatamos y marcamos el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Un premio que nos ponía por delante, pero con concordia y buen rollo, eso sí. Ya, pero, ¿y si marcaban ellos forzando la prórroga? Al año siguiente, antes de que los Nobel se recuperaran, marcamos el premio de la tranquilidad: el de los Deportes.
Desde entonces la entrega de premios empezó a ganar vistosidad. Y apoyo popular, que unos premios que son del pueblo deben contar con el pueblo entre el pueblo desde el pueblo. Ah, sí, y para el pueblo. Desde entonces, el éxito de la entrega de premios es total, la retransmisión no es tan plana y araña unas décimas de audiencia, que nunca viene mal.
Pero hay un problema. Los suecos tienen la ventaja de que en Suecia sólo tres personas merecieron el Premio Nobel. Pero es que en España tenemos casi la mitad de los mejores deportistas del mundo, como lo prueba que casi el cincuenta por ciento de los premios Príncipe de Asturias de los deportes son Españoles (sin duda las Olimpiadas están manipuladas, porque su medallero no refleja este poderío). El resultado es que año tras año vemos que en Oviedo los deportistas son los más aclamados. Pero lo de este año estuvo fuera de toda medida.
Nuestra Selección de fútbol demostró que somos los mejores (ayer oímos cómo a un locutor se le iba la pinza y hablaba de los “héroes de Sudáfrica”). Nosotros demostramos que somos los mejores diciendo que somos los mejores (¡somos los héroes de España!). Los preparativos, la salida del Reconquista, el recorrido de la comitiva, la llegada al Campoamor, ¡incluso el acto institucional!… fueron fagocitados por la Selección. Lo dijo un señor del público cuando le preguntó un reportero en la calle:
- ¿A quién espera ver?
- A Vicente del Bosque y compañía y compañía. Bueno, y a los demás.
Los aplausos fueron para los demás. Las ovaciones fueron para la Selección. El protagonismo que otros años lograban los vestidos, los gestos, los detalles o las anécdotas, este año fue acaparado por la Selección. Ya hubo años en que la comitiva de premiados corría el riesgo de parecer un simple acompañamiento al premio de los Deportes. Este año ni eso. Este año podía parecer que un grupo de personas vestidas de etiqueta se colaba en el recorrido de la Selección, entorpecía el baño de masas que les esperaba y no dejaba al público que se agolpaba en la calle ver a quien realmente quería ver: a la Selección. La entrega de Premios quedó reducida a una coreografía organizada alrededor del acto central en el que del Bosque llamó a Luis Aragonés y la Selección ocupó el escenario. Otros años los discursos del Campoamor eran ofrecidos por un grupo de personalidades hasta que llegaba el momento culmen del discurso del Príncipe. Este año no sabemos muy bien por qué habló más gente que del Bosque, da igual que fuera antes o después. Pero vamos a ver, si hasta aquel hermoso cuento del príncipe del reino que se lleva a la plebeya periodista a su palacio fue desbancado por ese otro más reciente del rey del balón que le plantó un beso en los morros a la nueva periodista plebeya. ¿Hubo ayer otro beso? Pues eso es lo que todos hubiéramos querido ver y hubiera disparado los índices de audiencia hasta las cotas de “Sálvame”.
Los excelsos Premios Nobel deberían ser un poco humildes, tomar nota, aprender de los premios Príncipe de Asturias y no crear nunca jamás un Premio Nobel de los Deportes. No vaya a ser que el cincuenta por ciento restante de los mejores deportistas del mundo vaya a ser sueco y la ceremonia de entrega de los Nobel se les muera de éxito.
22/10/10
A QUE TE PILLO
Mira tú qué lindo espectáculo. Antena 3 y Telecinco jugando al escondite. Uno esconde un programa en la parrilla y el otro cuenta hasta cien y sale en su busca, a ver si lo encuentra. Es enternecedor. Telecinco correteando detrás de Antena 3 empeñado en decir “¡Te pillé!”. Si es que son como niños. Los dos dando vueltas alrededor de una silla hasta que de pronto se acaba la música y ambos quieren sentarse en el mismo sitio. Y no pueden. Y tropiezan y se empujan y dan codazos y vale todo, que para eso se comieron la merienda entera y un petisuís y tienen tiene mucha fuerza y mira qué grandes están.
¿Veis? Dicho así suena mucho mejor. Pero, claro, como a esa forma que tienen las cadenas de hacerse la puñeta se le puso ese nombre tan feo de “contraprogramación” y no “programación alternativa”, parece que estuvieran haciendo algo malo. Y no. Lo que pasa es que su negocio es así: el éxito ajeno, es el fracaso propio. El espectador que ve un programa de otro, no ve el suyo. Así que el robo de espectadores es ley de vida. En cuanto ven que la competencia programa un espacio que funciona o podría funcionar, ponen a la misma hora otro espacio de tirón en defensa propia. Es como el ajedrez, pero los peones somos nosotros.
Estos días vivimos un bonito ejemplo. Antena 3 intenta estrenar “Hispania”, su gran apuesta de ficción para la temporada y, en cada fecha que da, Telecinco va detrás haciéndole la puñeta con el anuncio de la serie “Felipe y Letizia” para el mismo día y hora. Qué lindo espectáculo. Los romanos intentando entrar en nuestro suelo patrio y los príncipes, irreductibles abanderados de la libertad, defendiendo la plaza. Rómulo y Remo jugando a la silla con la Familia Real. Antena 3 y Telecinco diciendo “te la quedas”. Una multa así de gorda les ponía yo para que perdieran más dinero del que ganan riéndose de nosotros.
¿Veis? Dicho así suena mucho mejor. Pero, claro, como a esa forma que tienen las cadenas de hacerse la puñeta se le puso ese nombre tan feo de “contraprogramación” y no “programación alternativa”, parece que estuvieran haciendo algo malo. Y no. Lo que pasa es que su negocio es así: el éxito ajeno, es el fracaso propio. El espectador que ve un programa de otro, no ve el suyo. Así que el robo de espectadores es ley de vida. En cuanto ven que la competencia programa un espacio que funciona o podría funcionar, ponen a la misma hora otro espacio de tirón en defensa propia. Es como el ajedrez, pero los peones somos nosotros.
Estos días vivimos un bonito ejemplo. Antena 3 intenta estrenar “Hispania”, su gran apuesta de ficción para la temporada y, en cada fecha que da, Telecinco va detrás haciéndole la puñeta con el anuncio de la serie “Felipe y Letizia” para el mismo día y hora. Qué lindo espectáculo. Los romanos intentando entrar en nuestro suelo patrio y los príncipes, irreductibles abanderados de la libertad, defendiendo la plaza. Rómulo y Remo jugando a la silla con la Familia Real. Antena 3 y Telecinco diciendo “te la quedas”. Una multa así de gorda les ponía yo para que perdieran más dinero del que ganan riéndose de nosotros.
21/10/10
FIESTA DE LA IMAGINACIÓN
Hagamos un experimento durante unos segundos: imaginemos una vida y un mundo sin historias. Sin historias de ningún tipo: sin cuentos en la infancia, sin narraciones en la edad adulta, sin películas de cine, sin televisión. Jamás hemos sabido de las aventuras de nadie, nunca hemos imaginado nada. Ni siquiera se nos ha ocurrido que puedan existir personajes de ficción o que nadie pueda inventarse sucesos que no ocurrieron. Extraño, ¿no? La ausencia de imaginación es inimaginable en la especie humana. No se trata discutir si esa vida sería buena o mala, sino si sería vida. No se trata de discutir qué tipo de personas seríamos, sino si seríamos personas o no.
Pero tranquilicémonos: miremos a donde miremos hay alguien inventando una historia, especialmente si miramos a la buena televisión. Contra la pesadilla de una vida sin ficción, Digital+ organiza desde hoy jueves hasta el domingo el II Festival de Series en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con la colaboración de Fox, AXN, TNT y montones de cadenas e instituciones más que me ocuparía la columna entera citar. Durante estos cuatro días asistiremos a la première de "Boardwalk Empire", -la serie de la HBO dirigida por Scorsese-, acudiremos a talleres donde especialistas internacionales nos contarán cómo se publicita y se desarrolla el marketing de una serie, veremos a una banda de jazz por la Gran Vía presentarnos la interesantísima -yujúúúú- "Treme" sobre Nueva Orleans.
El hombre es un animal que cuenta cuentos. No es una carácteristica más, accesoria o trivial. Es una de las cuatro o cinco que mejor le definen y le distinguen del resto de sucesos del cosmos. Desde hace unos años los mejores contadores de historias del planeta han escogido las series de televisión como el vehículo de sus creaciones y Digital+ da por segundo año consecutivo en el clavo montando esta fiesta de la imaginación de calidad. Hagamos un experimento durante unos segundos: imaginemos una vida y un mundo sin series de televisión. Extraño, ¿no?
Pero tranquilicémonos: miremos a donde miremos hay alguien inventando una historia, especialmente si miramos a la buena televisión. Contra la pesadilla de una vida sin ficción, Digital+ organiza desde hoy jueves hasta el domingo el II Festival de Series en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con la colaboración de Fox, AXN, TNT y montones de cadenas e instituciones más que me ocuparía la columna entera citar. Durante estos cuatro días asistiremos a la première de "Boardwalk Empire", -la serie de la HBO dirigida por Scorsese-, acudiremos a talleres donde especialistas internacionales nos contarán cómo se publicita y se desarrolla el marketing de una serie, veremos a una banda de jazz por la Gran Vía presentarnos la interesantísima -yujúúúú- "Treme" sobre Nueva Orleans.
El hombre es un animal que cuenta cuentos. No es una carácteristica más, accesoria o trivial. Es una de las cuatro o cinco que mejor le definen y le distinguen del resto de sucesos del cosmos. Desde hace unos años los mejores contadores de historias del planeta han escogido las series de televisión como el vehículo de sus creaciones y Digital+ da por segundo año consecutivo en el clavo montando esta fiesta de la imaginación de calidad. Hagamos un experimento durante unos segundos: imaginemos una vida y un mundo sin series de televisión. Extraño, ¿no?
20/10/10
LA COLETA DE FU MANCHÚ
“True Blood” (lunes, Canal +) es una serie de vampiros sólo si “Guerra y paz” es una novela que trata sobre Rusia o Pericles un político griego. Bon Temps es una ficticia ciudad de Louisiana donde pasan cosas raras sólo si Napoleón era un tipo que llevaba sombreros ridículos o Neil Armstrong un señor al que le gustaba pasear por sitios extraños. La jerarquía vampírica de “True Blood” es inquietante sólo si la jerarquía del Ku-Klux-Klan es original o la jerarquía de la iglesia católica es piramidal. En resumen, decir que “True Blood” es una serie de vampiros, que en Bon Temps pasan cosas raras y que la jerarquía vampírica de la que forma parte Bill Compton es inquietante no es decir casi nada.
Eso sí, la tercera temporada de “True Blood” parece dispuesta a seguir añadiendo metros de altura al Everest de las series televisivas en el que vivimos desde hacer unos cuantos años. Esta ascensión creativa terminará algún día, y entonces echaremos de menos a los chicos de “Mad Men”, a la agente Olivia Dunham de “Fringe”, a la antropóloga forense Temperance Brennan de “Bones” o a la abogada Patty Hewes de “Daños y perjuicios”, como ya echamos de menos a Jack Bauer, a Tony Soprano o a los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines. Mientras llega ese día, debemos aprovechar el momento, como recomendaba el poeta romano Horacio, y disfrutar no sólo con los vampiros de “True Blood”, las rarezas de los habitantes de Bon Temps y la inquietante jerarquía vampírica en la que cabe desde la reina Sophie-Anne al sheriff de la Zona 5 Eric, sino también con el sexo, la sangre, la música, las sorpresas argumentales y las ricas lecturas de una serie que se ha alejado del culebrón perverso (en palabras de Diego A. Manrique) que tanto nos fascinó en la primera temporada para llegar a no tengo ni idea dónde.
La sintonía de “True Blood” es “Bad Things”, una canción del músico country Jace Everett. En efecto, en “True Blood” vemos y escuchamos muchas “cosas malas”, aunque turbadoramente bellas, como la coleta que pende del cráneo afeitado de Fu Manchú. Y eso es lo bueno.
Eso sí, la tercera temporada de “True Blood” parece dispuesta a seguir añadiendo metros de altura al Everest de las series televisivas en el que vivimos desde hacer unos cuantos años. Esta ascensión creativa terminará algún día, y entonces echaremos de menos a los chicos de “Mad Men”, a la agente Olivia Dunham de “Fringe”, a la antropóloga forense Temperance Brennan de “Bones” o a la abogada Patty Hewes de “Daños y perjuicios”, como ya echamos de menos a Jack Bauer, a Tony Soprano o a los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines. Mientras llega ese día, debemos aprovechar el momento, como recomendaba el poeta romano Horacio, y disfrutar no sólo con los vampiros de “True Blood”, las rarezas de los habitantes de Bon Temps y la inquietante jerarquía vampírica en la que cabe desde la reina Sophie-Anne al sheriff de la Zona 5 Eric, sino también con el sexo, la sangre, la música, las sorpresas argumentales y las ricas lecturas de una serie que se ha alejado del culebrón perverso (en palabras de Diego A. Manrique) que tanto nos fascinó en la primera temporada para llegar a no tengo ni idea dónde.
La sintonía de “True Blood” es “Bad Things”, una canción del músico country Jace Everett. En efecto, en “True Blood” vemos y escuchamos muchas “cosas malas”, aunque turbadoramente bellas, como la coleta que pende del cráneo afeitado de Fu Manchú. Y eso es lo bueno.
19/10/10
"EL LUGAR DE TU INFANCIA"
La verdad es que los seres humanos somos unos tipos con suerte. Todos, seamos de donde seamos, hemos nacido en el lugar más bonito del mundo, en el que mejor se come, el que tiene la mejor gente, el mejor clima, el que reúne más ventajas y menos puñetas del planeta entero. Cuatro tiene en parrilla estas semanas un agradable programa llamado "Tu vista favorita" en donde cuarenta famosetes defienden lo que consideran el paisaje más hermoso de España, aquél que más placer les produce contemplar, para que después sea la audiencia la que escoja la vista más bella de nuestro país. Sencillez, imágenes aéreas preciosas, buen rollito. Pero al final cada participante elige como paisaje favorito aquél en donde pasó su infancia. Siempre. David Bisbal es de Almería; ¿dónde está su vista preferida de todo el mundo? En Almería. Ramón Arangüena nació en Palencia; ¿el paisaje que considera más hermoso? El de Palencia. ¿Dónde está el paisaje favorito del vasco Aitor Ocio? En el País Vasco. ¿Dónde el de la gallega Paula Vázquez? En Galicia. Y así hasta cuarenta.
"Hace falta ser un héroe para librarse del padre", dejó escrito Sigmund Freud. Nuestra única patria es la infancia, y supongo que hace falta ser un héroe para librarse de la infancia. Sería maravilloso ver en Cuatro a un cantante, un actor, ver a un deportista decir algo así como "yo nací y pasé mi infancia en Asturias pero desde luego sus paisajes son una birria comparados con unos de las Alpujarras que conocí el mes pasado". O lo contrario: "soy granaíno de toa la vida, tuve mala suerte. Cómo me hubiera gustado ser asturiano, que es una tierra mucho más mejor en paisajes y en tó". Pero no, ni de coña. "Tu vista favorita" termina convirtiéndose, de hecho, en "El lugar de tu infancia", y apuesto mi carné de crítico televisivo a que los votos de la audiencia también están determinados por ese único factor. Lo dicho: los seres humanos somos unos tipos con suerte, aunque eso nos cueste el módico precio de ser tontos del culo.
"Hace falta ser un héroe para librarse del padre", dejó escrito Sigmund Freud. Nuestra única patria es la infancia, y supongo que hace falta ser un héroe para librarse de la infancia. Sería maravilloso ver en Cuatro a un cantante, un actor, ver a un deportista decir algo así como "yo nací y pasé mi infancia en Asturias pero desde luego sus paisajes son una birria comparados con unos de las Alpujarras que conocí el mes pasado". O lo contrario: "soy granaíno de toa la vida, tuve mala suerte. Cómo me hubiera gustado ser asturiano, que es una tierra mucho más mejor en paisajes y en tó". Pero no, ni de coña. "Tu vista favorita" termina convirtiéndose, de hecho, en "El lugar de tu infancia", y apuesto mi carné de crítico televisivo a que los votos de la audiencia también están determinados por ese único factor. Lo dicho: los seres humanos somos unos tipos con suerte, aunque eso nos cueste el módico precio de ser tontos del culo.
18/10/10
¿ME ENTIENDEN LECTORES?
Las conclusiones de la cumbre del Observatorio Panhispano de Detalles Baladíes, -dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Manifiestamente Manipuladas-, no por sorprendentes dejan de ser llamativas. Según el documento base emanado de dicha reunión el principal problema que amenaza los cimientos del mundo actual no es el calentamiento global, el retorno de nuevas crisis económicas todavía más profundas o la marcha de Curry Valenzuela de Telemadrid. No. El Observatorio asegura que Occidente entero se derrumbará el día menos pensado como no vuelvan a poner la coma entre la oración principal y el vocativo en las frases que aparecen en televisión. Y yo, qué quieren que les diga, estoy completamente de acuerdo con el Observatorio.
¿Me entienden lectores? ¿Saben a lo que me refiero amigos? ¿Han comprendido bien estas preguntas seguidores del blog? Desde la escritura cuneiforme sumeria hasta hace año y medio los medios de comunicación separaban en sus textos las frases y la persona a la que se dirigían mediante una comita. Una puta comita que no cuesta nada poner. "Bravo, mineros" y no "bravo mineros"; "sigue así, Julián" y no "sigue así Julián"; "enhorabuena, campeones" y no "enhorabuena campeones". Y de pronto, zas, todas las cadenas se han puesto de acuerdo en mandar ese fraternal signo de puntuación a la papelera de reciclaje. En las promos de laSexta, en las transcripciones de los diálogos en "Pekín Express", ya no digamos en todas las cortinillas y sobreimpresiones de los programas de la basura de Telecinco, digo, en los programas basura de Telecinco. Y yo, que amo la ortografía como a un viejo amigo pero amo a la sintaxis como a una nueva amante, no puedo sino recordar los versos de Bertold Brech: "Primero fueron a por las comas, pero no me importó porque yo no soy una coma, luego fueron a por las comillas para indicar metalenguaje, pero tampoco me importó porque no soy una comilla; ahora vienen a por mí, pero ya no tengo sintaxis para argumentar en mi defensa". Adiós compañeros.
¿Me entienden lectores? ¿Saben a lo que me refiero amigos? ¿Han comprendido bien estas preguntas seguidores del blog? Desde la escritura cuneiforme sumeria hasta hace año y medio los medios de comunicación separaban en sus textos las frases y la persona a la que se dirigían mediante una comita. Una puta comita que no cuesta nada poner. "Bravo, mineros" y no "bravo mineros"; "sigue así, Julián" y no "sigue así Julián"; "enhorabuena, campeones" y no "enhorabuena campeones". Y de pronto, zas, todas las cadenas se han puesto de acuerdo en mandar ese fraternal signo de puntuación a la papelera de reciclaje. En las promos de laSexta, en las transcripciones de los diálogos en "Pekín Express", ya no digamos en todas las cortinillas y sobreimpresiones de los programas de la basura de Telecinco, digo, en los programas basura de Telecinco. Y yo, que amo la ortografía como a un viejo amigo pero amo a la sintaxis como a una nueva amante, no puedo sino recordar los versos de Bertold Brech: "Primero fueron a por las comas, pero no me importó porque yo no soy una coma, luego fueron a por las comillas para indicar metalenguaje, pero tampoco me importó porque no soy una comilla; ahora vienen a por mí, pero ya no tengo sintaxis para argumentar en mi defensa". Adiós compañeros.
17/10/10
QUE NO TE LLAMEN, BELÉN, BELÉN
Cuidadín, Belén Esteban, cuidadín. Que tu estrella corre peligro de cambiar de ciclo. La noche del viernes tuviste menos audiencia en “Sálvame Deluxe” que la que tuvo tu maridito la semana pasada. ¡Menos! ¿Qué significa eso, Belén? Tus apariciones como jovencita sufridora, esposa abandonada, madre coraje, portada de Interviú, “misslifting sin resolver” y princesa del pueblo funcionaron como se esperaba. Pero tu última advocación como esposa despechada no parece tan milagrosa. Hay menos romeros que visitan tu altar audiovisual, menos seguidores de rodillas tras de ti, menos creyentes en tu nueva imagen policromada. ¿Corres peligro de que los jefazos de la tele ya no te llamen, Belén, Belén?
Y este es un mal momento. Los 33 mineros rescatados esconden un mundo por descubrir, mientras que de ti lo sabemos todo. Tú eres un fenómeno local y ellos lo son mundial. Por ti pujan dos cadenas españolas, por ellos pujan las de todo el mundo. Imagínate el caché que pueden tener. Todos les pedimos (como si tuviéramos derecho a pedirles algo) que sea mantengan limpios, que no se vendan por un plato de piedras preciosas en bandeja de oro sobre un lecho de invitaciones, regalos y dinero fácil. Queremos que se aparten de los focos, vivan con los 500 euros al mes que tenían antes y den al mundo un ejemplo de honradez, serenidad e integridad moral. Pero, ¿y si alguno no es tan tonto y quiere un trozo del pastel? ¿Y si alguno es tan listo como tú y está dispuesto a todo con tal de conseguirlo todo?
Belén, esto tuyo de los cuernos hubiera sido la bomba hace una año, pero, ¿y si a tu público ahora le interesan más los cuernos y las miserias de los mineros que las tuyas, el desierto de Atacama que la finca Ambiciones, la mina San José que el barrio de San Blas? ¿Te imaginas perder tus exclusivas y tener que trabajar para cobrar a fin de mes, caer de princesa del pueblo a currante del sueldo, que no te llamen, Belén, Belén; que no te llamen, Belén, Belén; que no te llamen?
16/10/10
UN, DOS; UN, DOS; ZAPATERO, DIMISIÓN
Cuánto más fácil hubiera sido eso: hablar hoy del programa de telebasura italiano que se encontró con que dio un bocado más grande de lo que podía tragar. Sería más fácil porque lo ocurrido se las trae. Eso de que la madre de una chica de 15 años desaparecida reciba en casa a unos reporteros de uno de esos programas que vive de administrar la desgracia ajena midiendo los tiempos y dosificando las emociones, eso de que emitan en directo para que el reportaje gane intensidad y audiencia (todos sabemos cómo lo hacen: “¿Cómo se siente usted?”, “¿cree que su hija está viva?”, “¿qué le diría si pudiera oírla?”, si estuviera siendo retenida, ¿qué le diría a sus secuestradores?”), eso de que justo en ese momento la señora reciba una llamada y le digan ante las cámaras que su hija fue violada y asesinada por un tío suyo que acaba de confesar; eso es demasiado bocado incluso para la telebasura más abyecta. Así que nos podíamos poner en la fila de los que claman al cielo y declarar “mira que lo dije”, “a dónde vamos a llegar” y cosas así.
Pero es que lo del desfile del puente del Pilar está trayendo cola y merece un comentario. A ver, no sólo se trata de que la tele muestre el desfile que hay cada año en esas fechas y nos dé las cifras, es que si quiere ofrecer una información completa debe mostrar los abucheos y críticas que se producen por la crisis con el mismo nivel de detalle. Pero no lo hace: los grupos ecologistas critican el desfile de turismos por las carreteras con motivo del puente del Pilar (y cualquier otro puente) porque la crisis medioambiental se agrava con esta conducta consumista e irresponsable. Y no salen en los informativos como lo hace la Operación Salida. Pues muy mal. Otra cosa es si cambiamos de desfile y nos fijamos en la contradicción en sus términos que supone una exhibición militar ahorradora, como la que organizó Zapatero el otro día. Por algo le abucheó aquel grupo de ecologistas tan bien vestido que casualmente pasaba por allí.
Pero es que lo del desfile del puente del Pilar está trayendo cola y merece un comentario. A ver, no sólo se trata de que la tele muestre el desfile que hay cada año en esas fechas y nos dé las cifras, es que si quiere ofrecer una información completa debe mostrar los abucheos y críticas que se producen por la crisis con el mismo nivel de detalle. Pero no lo hace: los grupos ecologistas critican el desfile de turismos por las carreteras con motivo del puente del Pilar (y cualquier otro puente) porque la crisis medioambiental se agrava con esta conducta consumista e irresponsable. Y no salen en los informativos como lo hace la Operación Salida. Pues muy mal. Otra cosa es si cambiamos de desfile y nos fijamos en la contradicción en sus términos que supone una exhibición militar ahorradora, como la que organizó Zapatero el otro día. Por algo le abucheó aquel grupo de ecologistas tan bien vestido que casualmente pasaba por allí.
15/10/10
QUEMADURAS POR FRICCIÓN
Si yo no digo que eliminen para siempre de la programación "Mujeres ricas" y dicten una orden de alejamiento eterno del medio televisivo a todos sus responsables. No. Sólo digo que lo separen de "El intermedio". Que lo separen... no sé... tres, cuatro horas, doce, el tiempo suficiente para que no se produzcan quemaduras por fricción entre la materia que representa Wyoming y la antimateria que constituye esa raza mutante de coleccionistas de mansiones y zapatos que inició su segunda temporada anteayer. No vale, viola todas las leyes del racord televisivo estar durante una hora viendo a Montañez, Wyo y Gonzo dando leña al mono de la derechona más rancia y un minuto más tarde asistir al retrato supercomplaciente y megatuttifrutti de las reinas del sexismo, el liberalismo económico, la frivolidad arrogante y otros colapsos morales. ¿En qué quedamos, señores de laSexta? ¿Son ustedes unos fachas, -"Mujeres ricas"-, o no, -"El intermedio"-?
Puedo aceptar que sean compatibles, -bueno, no, no puedo aceptarlo en absoluto, pero me viene retóricamente bien iniciar la frase así para concluirla luego como tengo pensado hacerlo-, la ciencia y la religión, Bob Dylan y David Bowie, o la izquierda y el nacionalismo, pero aseguro que "Mujeres ricas" y "El intermedio" no sólo son incompatibles, sino que su proximidad provoca un chirrido ensordecedor que atasca el entendimiento. Esas tertulias del TDT Party por las que se zapea con náusea a las 21:30 horas son sin duda las favoritas de las fashion queens gay icons de Chusky Flores y Natasha Pijovna que vemos a las 22:30 horas. ¿En cuál de los dos espacios decís que sale Usun Yoon? ¿"LaSexta presenta ‘El intermedio’" y "LaSexta presenta ‘Mujeres ricas’" no son una vela a dios y otra al diablo, la cabeza metida en un congelador y los pies en un horno para disfrutar de una agradable temperatura media, un tren imparable chocando contra una piedra inamovible? Separen ambos programas o, al menos, dennos a los espectadores de "El intermedio" tapones para los oídos y crema para las quemaduras por fricción.
Puedo aceptar que sean compatibles, -bueno, no, no puedo aceptarlo en absoluto, pero me viene retóricamente bien iniciar la frase así para concluirla luego como tengo pensado hacerlo-, la ciencia y la religión, Bob Dylan y David Bowie, o la izquierda y el nacionalismo, pero aseguro que "Mujeres ricas" y "El intermedio" no sólo son incompatibles, sino que su proximidad provoca un chirrido ensordecedor que atasca el entendimiento. Esas tertulias del TDT Party por las que se zapea con náusea a las 21:30 horas son sin duda las favoritas de las fashion queens gay icons de Chusky Flores y Natasha Pijovna que vemos a las 22:30 horas. ¿En cuál de los dos espacios decís que sale Usun Yoon? ¿"LaSexta presenta ‘El intermedio’" y "LaSexta presenta ‘Mujeres ricas’" no son una vela a dios y otra al diablo, la cabeza metida en un congelador y los pies en un horno para disfrutar de una agradable temperatura media, un tren imparable chocando contra una piedra inamovible? Separen ambos programas o, al menos, dennos a los espectadores de "El intermedio" tapones para los oídos y crema para las quemaduras por fricción.
14/10/10
CHILE
Acaba de salir el decimocuarto minero. Nadie ha vuelto jamás de la muerte, pero ayer muy de madrugada treinta y tres hombres comenzaron a hacer algo muy parecido. De hecho, son desenterrados de uno en uno, en un ataúd metálico que asciende a dos metros por segundo y tarda unos quince minutos en recorrer los dos tercios de kilómetro que encierran los millones de toneladas que les han separado de la vida real. Todo tiene la atmósfera de un sueño, que es otra experiencia cercana a la muerte mucho más cotidiana: la voluntad latiendo en el subsuelo que reaparece en mitad de la noche, la ausencia suplantada por imágenes, la enorme victoria del espíritu humano, -qué milagro ni qué cojones-, y su capacidad para intervenir técnicamente sobre el mundo.
Mil millones de personas lo han estado siguiendo atentamente a través de las pantallas del televisor y del ordenador. Mil millones, Mario Sepúlveda. Quién te iba a decir el día que entraste en la mina San José que mil millones de personas de todo el planeta iban a verte salir setenta días después. "No nos traten como artistas. Quiero que me sigan tratando como a un trabajador. Nací para morir amarradito al yugo". Chile. Pero mil millones de personas le vieron ser rescatado limpio y con ropa limpia de un derrumbe minero. No sólo es el rescate más magnífico de la historia, es también el primero en el que se tienen en cuenta sus aspectos mediáticos.
Ahora es el momento de ir reintegrándolos poco a poco a la vida. Deberán ir exponiéndose lentamente a la luz del sol para evitar que sus retinas desentrenadas sufran. Si no han estado informados acerca de la separación de Belén Esteban, los psicólogos deberán contarles la historia gradualmente para que asuman el shock con seguridad. Nadie ha vuelto jamás de la muerte. En el mejor de los casos, la gente sigue con nosotros para siempre. Como Manuel Alexandre. Acaba de salir el decimoquinto minero.
Mil millones de personas lo han estado siguiendo atentamente a través de las pantallas del televisor y del ordenador. Mil millones, Mario Sepúlveda. Quién te iba a decir el día que entraste en la mina San José que mil millones de personas de todo el planeta iban a verte salir setenta días después. "No nos traten como artistas. Quiero que me sigan tratando como a un trabajador. Nací para morir amarradito al yugo". Chile. Pero mil millones de personas le vieron ser rescatado limpio y con ropa limpia de un derrumbe minero. No sólo es el rescate más magnífico de la historia, es también el primero en el que se tienen en cuenta sus aspectos mediáticos.
Ahora es el momento de ir reintegrándolos poco a poco a la vida. Deberán ir exponiéndose lentamente a la luz del sol para evitar que sus retinas desentrenadas sufran. Si no han estado informados acerca de la separación de Belén Esteban, los psicólogos deberán contarles la historia gradualmente para que asuman el shock con seguridad. Nadie ha vuelto jamás de la muerte. En el mejor de los casos, la gente sigue con nosotros para siempre. Como Manuel Alexandre. Acaba de salir el decimoquinto minero.
13/10/10
EICHMANN EN LAS ESCUELAS
“La noche temática” (sábados, La 2) cumple quince años. Felicidades. Para celebrarlo, La 2 programa en el mes de octubre cuatro documentales representativos de la esencia del programa durante estos años. El primero, titulado “La persecución de los nazis” y emitido el pasado sábado, se ocupó de Simon Wiesenthal, el famoso “cazador de nazis”, y de Beate y Serge Klarsfeld, un matrimonio de abogados judíos que dedicaron su vida a llevar ante la justicia a responsables del nazismo. En el documental vimos a Eichmann, a Mengele, a los jerarcas nazis procesados en Nuremberg, y las siempre demoledoras imágenes de los campos de exterminio nazis. Pero el documental de “La noche temática” era recomendado para mayores de 18 años. ¿Por qué?
Es cierto que el relato de las atrocidades nazis es de una dureza extrema y casi insoportable, pero contra el pesimismo de la inteligencia que hizo posible los campos de exterminio siempre es posible oponer el optimismo de la voluntad de no volver a repetir los mismos errores. Si Eichmann, Mengele, Goering y Mauthausen nos empujan al pesimismo, la convicción de que documentales como “La persecución de los nazis” pueden servir para que nuestros hijos entiendan y aprendan la lección es necesariamente optimista. Quiero creer que Woody Allen era optimista cuando en la película “Annie Hall” intentaba arrastrar a Diane Keaton a ver “La pena y la piedad”, un documental de cuatro horas sobre los nazis. Creo que soy optimista cuando digo que el documental “La persecución de los nazis” debería verse en las escuelas.
Hanna Arendt cita en su imprescindible (y optimista) ensayo “Eichmann en Jerusalén” unas palabras del nazi Adolf Eichmann, uno de los mayores criminales de la historia, que sobrecogen por su absoluta idiotez moral: “Quienes ostentaban el poder en Alemania abusaron de mi obediencia”. En los institutos debería leerse el libro de Arendt sobre Eichmann y el porqué del nazismo junto con los poemas de Neruda y las novelas de Vargas Llosa, y debería verse “La persecución de los nazis” junto con “Blade runner” y “Cantando bajo la lluvia”. Como Woody Allen, soy optimista y creo que intentar que nuestros jóvenes vean “La pena y la piedad” es trabajar por un futuro sin otro Eichmann.
Es cierto que el relato de las atrocidades nazis es de una dureza extrema y casi insoportable, pero contra el pesimismo de la inteligencia que hizo posible los campos de exterminio siempre es posible oponer el optimismo de la voluntad de no volver a repetir los mismos errores. Si Eichmann, Mengele, Goering y Mauthausen nos empujan al pesimismo, la convicción de que documentales como “La persecución de los nazis” pueden servir para que nuestros hijos entiendan y aprendan la lección es necesariamente optimista. Quiero creer que Woody Allen era optimista cuando en la película “Annie Hall” intentaba arrastrar a Diane Keaton a ver “La pena y la piedad”, un documental de cuatro horas sobre los nazis. Creo que soy optimista cuando digo que el documental “La persecución de los nazis” debería verse en las escuelas.
Hanna Arendt cita en su imprescindible (y optimista) ensayo “Eichmann en Jerusalén” unas palabras del nazi Adolf Eichmann, uno de los mayores criminales de la historia, que sobrecogen por su absoluta idiotez moral: “Quienes ostentaban el poder en Alemania abusaron de mi obediencia”. En los institutos debería leerse el libro de Arendt sobre Eichmann y el porqué del nazismo junto con los poemas de Neruda y las novelas de Vargas Llosa, y debería verse “La persecución de los nazis” junto con “Blade runner” y “Cantando bajo la lluvia”. Como Woody Allen, soy optimista y creo que intentar que nuestros jóvenes vean “La pena y la piedad” es trabajar por un futuro sin otro Eichmann.
12/10/10
CUCARACHAS TRAS EL HOLOCAUSTO NUCLEAR
Se iba a acabar el mundo en un holocausto nuclear y sólo iban a sobrevivir las cucarachas. Pero eso era antes. Luego unos cuantos tíos muy listos se pusieron a conectar ordenadores entre sí como locos. Desde entonces, si se fuera a acabar el mundo en un holocausto nuclear, iba a sobrevivir, junto a las cucarachas, la red mundial de Internet. Una red de nodos que tiene el centro en todas partes y en ninguna es indestructible porque no hay ningún punto al que atacar para terminar con él. Luego llegó el viernes. No cualquier viernes: el viernes de anteayer, que fue morrocotudo. Entonces quedó claro que si se acabara el mundo en un holocausto nuclear iban a sobrevivir las cucarachas, la red mundial de Internet y el robusto entramado de famoseo que unos cuantos tíos listos (tan listos como los tíos listos de antes) se montan a base de conectar personajes entre sí como locos.
Estos días quedó claro. Belén Esteban es sólo un nodo. Un nodo enorme, un nodo descomunal, un nodo que conecta un montón de nodos más pequeños, pero no nos engañemos: es sólo un nodo. Es capaz de quitarse de en medio y el entramado de famoseo que conecta se sostiene igual. Así los espectadores pudimos elegir el viernes entre pasarnos la noche viendo en Telecinco lo que tenía que contar a un montón de buitres un tío famoso por acostarse con una tía famosa por acostarse con un torero famoso, o pasarnos la noche viendo en Antena 3 lo que tenía que contar a un montón de hienas una tía famosa por acostarse con un tío famoso por acostarse con una tía famosa por acostarse con un torero famoso. Y no importa cuál de esos famosos es la Esteban.
Así que seguiremos dándole a la señora la leña que se merece. Pero mientras disparamos a un nodo de la inmensa red de famoseo que nos envuelve, unos cuantos tíos muy listos seguirán encantados de lo robusto que es su entramado y lo bien que les funciona el negocio, capaz de sobrevivir a un holocausto nuclear. Como Internet. Como las cucarachas.
Estos días quedó claro. Belén Esteban es sólo un nodo. Un nodo enorme, un nodo descomunal, un nodo que conecta un montón de nodos más pequeños, pero no nos engañemos: es sólo un nodo. Es capaz de quitarse de en medio y el entramado de famoseo que conecta se sostiene igual. Así los espectadores pudimos elegir el viernes entre pasarnos la noche viendo en Telecinco lo que tenía que contar a un montón de buitres un tío famoso por acostarse con una tía famosa por acostarse con un torero famoso, o pasarnos la noche viendo en Antena 3 lo que tenía que contar a un montón de hienas una tía famosa por acostarse con un tío famoso por acostarse con una tía famosa por acostarse con un torero famoso. Y no importa cuál de esos famosos es la Esteban.
Así que seguiremos dándole a la señora la leña que se merece. Pero mientras disparamos a un nodo de la inmensa red de famoseo que nos envuelve, unos cuantos tíos muy listos seguirán encantados de lo robusto que es su entramado y lo bien que les funciona el negocio, capaz de sobrevivir a un holocausto nuclear. Como Internet. Como las cucarachas.
11/10/10
EN UN ABRAZO
Julio de Benito era un periodista que trabajaba en TVE, y para más inri creía en su trabajo, en el periodismo y en la televisión pública. Para muchos la tele es sólo la catapulta a la fama. Él jugaba con esta idea tan alejada de la tele por la que él luchaba y, después de trabajar toda la vida en TVE, se presentaba como un niño travieso con una pequeña broma que era toda una declaración de intenciones: “Hola, soy Julio, yo no soy el que presentaba el “Telediario” hace años, ese era mi hermano Luis de Benito; así que no me conoces, al que conoces es a otro”.
Julio murió hace un año, pero La 2 estrenó hace tres semanas una estupenda serie documental dirigida por él: “Las riberas del mar océano”. Los domingos a las tres y media de la tarde. A esa hora en que el “Telediario” deja de dar las noticias y empieza a hablar de Mourinho. Échenle un ojo. Es el ejemplo de lo que debe ser el periodismo y la tele pública. Tanto que nació acompañada de polémica porque parece que el Ministerio de Medio Ambiente quiso eliminar unas imágenes en las que un aluvión de noticias de corrupción ilustraban la denuncia que la serie hace de los desmanes perpetrados en nuestra costa a nuestra costa.
“Las riberas del mar océano” Julio nos deja su última lección: debería ser obligatorio que las teles públicas emitieran programas de denuncia que molestaran tanto que quisieran prohibirlos. Lo más parecido que había a esto se llamaba “Línea 900”, pero ya no existe. Tras varios años denunciando y molestando consiguieron pasar de que quisieran prohibirlo a ser prohibido. Y no pasó nada. Unos cuantos pataleamos un poco y ya está. “Las riberas del mar océano” es un programa auspiciado por el Ministerio de Medio Ambiente, pero hecho con la honestidad necesaria como para que resulte incómodo. Díganme ustedes si no debería haber más programas así, de periodismo y televisión pública fundidos en un abrazo.
Julio murió hace un año, pero La 2 estrenó hace tres semanas una estupenda serie documental dirigida por él: “Las riberas del mar océano”. Los domingos a las tres y media de la tarde. A esa hora en que el “Telediario” deja de dar las noticias y empieza a hablar de Mourinho. Échenle un ojo. Es el ejemplo de lo que debe ser el periodismo y la tele pública. Tanto que nació acompañada de polémica porque parece que el Ministerio de Medio Ambiente quiso eliminar unas imágenes en las que un aluvión de noticias de corrupción ilustraban la denuncia que la serie hace de los desmanes perpetrados en nuestra costa a nuestra costa.
“Las riberas del mar océano” Julio nos deja su última lección: debería ser obligatorio que las teles públicas emitieran programas de denuncia que molestaran tanto que quisieran prohibirlos. Lo más parecido que había a esto se llamaba “Línea 900”, pero ya no existe. Tras varios años denunciando y molestando consiguieron pasar de que quisieran prohibirlo a ser prohibido. Y no pasó nada. Unos cuantos pataleamos un poco y ya está. “Las riberas del mar océano” es un programa auspiciado por el Ministerio de Medio Ambiente, pero hecho con la honestidad necesaria como para que resulte incómodo. Díganme ustedes si no debería haber más programas así, de periodismo y televisión pública fundidos en un abrazo.
10/10/10
DARLE AL PÚBLICO LO QUE LE GUSTA
A Pedro le gustaba espiar a los demás. No por nada, sólo por saber. Muchas veces se ponía a la puerta de su negocio y con la persiana a medio bajar se quedaba escuchando lo que decían los de la terraza del café de enfrente, los que llamaban al telefonillo del portal de al lado, o simplemente los que pasaban por allí. En la tele no se perdía los programas de cotilleos.
A él no le gustaba reconocer que en la tele veía lo que veía, así que decía lo que todos, que él veía los documentales de La 2. “A mí es que lo de los leones cazando, y los tiburones y eso de los animales es lo que me gusta”, comentaba en cuanto salía el tema de la tele en una conversación. Si se encontraba con alguien que había visto un documental en concreto esa semana y le preguntaba, cambiaba de tema diciendo que también le encantaba Eduardo Punset, que hasta lo bajaba en Internet para volver a verlo. Y claro, de Punset ya nadie se atrevía a preguntar nada.
Cuando se enteró de qué iba el último programa que triunfa en Alemania, se llevó una alegría. En “Lugar del crimen, Internet”, ponen a una joven periodista haciéndose pasar por una niña de 13 años para cazar pedófilos por Internet. Cuando el adulto queda con la joven, es desenmascarado ante las cámaras y ponen sus datos a disposición policial. “Qué buena idea, a ver cuándo lo echan aquí”, pensó mientras se ponía a ver en “El diario” de Antena 3 a unos pringaos que iban a contar su vida en la emisión titulada “Mi cuñada tiene dos caras”. Pero, justo cuando empezaba lo bueno, aparecieron unos tíos con cámaras y focos en el salón y sin dejar de grabar le avisaron de que acababa de ser desenmascarado ante toda España. Eran de un nuevo programa televisivo que comenzaría a emitirse la próxima semana. Los creativos sabían que “Lugar de la hipocresía, televisión” era una apuesta arriesgada para el horario de máxima audiencia, pero hay que darle al público lo que le gusta. ¿O era “con” lo que le gusta?
A él no le gustaba reconocer que en la tele veía lo que veía, así que decía lo que todos, que él veía los documentales de La 2. “A mí es que lo de los leones cazando, y los tiburones y eso de los animales es lo que me gusta”, comentaba en cuanto salía el tema de la tele en una conversación. Si se encontraba con alguien que había visto un documental en concreto esa semana y le preguntaba, cambiaba de tema diciendo que también le encantaba Eduardo Punset, que hasta lo bajaba en Internet para volver a verlo. Y claro, de Punset ya nadie se atrevía a preguntar nada.
Cuando se enteró de qué iba el último programa que triunfa en Alemania, se llevó una alegría. En “Lugar del crimen, Internet”, ponen a una joven periodista haciéndose pasar por una niña de 13 años para cazar pedófilos por Internet. Cuando el adulto queda con la joven, es desenmascarado ante las cámaras y ponen sus datos a disposición policial. “Qué buena idea, a ver cuándo lo echan aquí”, pensó mientras se ponía a ver en “El diario” de Antena 3 a unos pringaos que iban a contar su vida en la emisión titulada “Mi cuñada tiene dos caras”. Pero, justo cuando empezaba lo bueno, aparecieron unos tíos con cámaras y focos en el salón y sin dejar de grabar le avisaron de que acababa de ser desenmascarado ante toda España. Eran de un nuevo programa televisivo que comenzaría a emitirse la próxima semana. Los creativos sabían que “Lugar de la hipocresía, televisión” era una apuesta arriesgada para el horario de máxima audiencia, pero hay que darle al público lo que le gusta. ¿O era “con” lo que le gusta?
9/10/10
BELÉN ESTEBAN EXPLOTA
Belén Esteban explota. No es que tenga una crisis de nervios o que se enfade tanto que suelte por su boca todas las barbaridades que la cólera le dicta. No. Es que explota ella misma como lo hacen los huevos metidos en el microondas o los cócteles molotov arrojados contra la fachada del palacio del tirano. Mejor aún, como explota el hombre gordo de "El sentido de la vida" de los Monty Python. "¿Una chocolatina, señor?", "No, ya he comido demasiado", "Sólo una chocolatina más, señor...". Y explota. Y ducha con sus vísceras y sus fluidos a todo el restaurante. Así explota Belén Esteban. Está en "Sálvame", entre Kiko y Mila Ximénez, y le preguntan algo sobre las amantes de su marido. Y ella empieza a decir "Fran sabe que a mí..." y justo en ese momento explota. La deflagración alcanza todos los rincones del plató. Y el público presente queda completamente salpicado de sangre y jirones de tejido muscular. Y los contertulios son golpeados por los restos sólidos del cuerpo en explosión. Y Lydia Lozano se sacude de su ropa trozos de Belén Esteban. Y también lo hace Rosa de Benito. Y Matamoros. Pero no parecen sentir asco. Su gesto es divertido. Como el del público, que aplaude más que nunca agitando hilillos de bilis y jugos gástricos que cuelgan de sus manos. Y guapa. Y más guapa. Y te queremos Belén. Así, sin coma entre la oración y el vocativo. Y Jorge Javier Vázquez se encara con la silla en la que aún se halla el esqueleto desvencijado de la Esteban y la parte de los pies que no salió despedida al quedar retenida por las botas. Finge una preocupación que el brillo de sus ojos desmiente. Hombre, Belén, tampoco es para que te pongas así. Pero casi no se le oye ante los gritos excitados, frenéticos, metálicos, chirriantes, amarillos, cínicos, luminosos, inevitables, milenarios, interesados, culpables, crueles y carroñeros del público. Una semana después se publica una nueva encuesta: Belén Esteban ya no sería la tercera sino la primera fuerza política del país. Se plantea muy seriamente aspirar a la Moncloa.
8/10/10
ZUBO DE DARANJA
Lo decía José Luis Coll y es verdad: ¡gué bolesdo es el gadarro! De güesda resbirar borgue dienes las darices dabonadas, la gomida se gueda sin sabor y gomes sin saber lo gue esdás gobiendo, borgue dodo sabe a lo bisbo: a dada de dada. Adebás, gomo no dodo el bundo vio “Saber y gadar” el odro día, dienes gue andar exbligando gue lo gue dienes do es ‘anosmia’, o sea, bérdida combleda de olfado, sino ‘disosmia’, o sea, uda difiguldad en la bercebción de olores gue esberas gue sea basajera borgue vivir así, gon gadarro, es buy bolesdo, eso ya había guedado glaro andes.
Y luego vienen las bañanas inderbinables sin salir de gasa, benudo rollo. Gue a, a ver, yo do be guejo de boder guedar durbiendo en la gama a bierna suelda, sin desberdador y sin badrugar. Bero es que se buede gomer sin gana y se buede beber sin gana: gracias a eso exisden las banzadas, las cenorras y las grandes gobilonas. Lo gue no se buede es dorbir sin ganas, por eso no exisden las grandes dorbidonas. Así gue llega un bobendo por la bañana en gue desbierdas y, bara no aburrirde, enciendes la delevisión gomo un sonámbulo a ver gué echan. Y ese es el error. La dele es dan mala bor la bañana gomo bor la noche. Y do abedece ver esos deuvedés que combrasde para verlos un día gue duvieras diembo, borgue dienes gadarro y do esdás de hubor.
Lo gue guería deciros es gue guando dengáis gadarro dejéis de hacer zabbing sin gonocimiendo y le deis una obordunidad a La 2, a “La avendura del saber”, gue así a lo dondo os va gondando cosas de aguí y allá, guriosidades y anécdodas bucho bás diverdidas que los bagacines badinales, gue siembre guendan lo bisbo. Y luego hay varios prograbas de bedia hora sobre diferendes asundos (“Universo batebático” es bi favorido) que consiguen gue la bañana pase en un susbiro. Es cierdo que el gadarro seguirá siendo igual de bolesdo, pero con La 2 será bás llevadero. Bueno, con La 2 y un buen zubo de daranja.
Y luego vienen las bañanas inderbinables sin salir de gasa, benudo rollo. Gue a, a ver, yo do be guejo de boder guedar durbiendo en la gama a bierna suelda, sin desberdador y sin badrugar. Bero es que se buede gomer sin gana y se buede beber sin gana: gracias a eso exisden las banzadas, las cenorras y las grandes gobilonas. Lo gue no se buede es dorbir sin ganas, por eso no exisden las grandes dorbidonas. Así gue llega un bobendo por la bañana en gue desbierdas y, bara no aburrirde, enciendes la delevisión gomo un sonámbulo a ver gué echan. Y ese es el error. La dele es dan mala bor la bañana gomo bor la noche. Y do abedece ver esos deuvedés que combrasde para verlos un día gue duvieras diembo, borgue dienes gadarro y do esdás de hubor.
Lo gue guería deciros es gue guando dengáis gadarro dejéis de hacer zabbing sin gonocimiendo y le deis una obordunidad a La 2, a “La avendura del saber”, gue así a lo dondo os va gondando cosas de aguí y allá, guriosidades y anécdodas bucho bás diverdidas que los bagacines badinales, gue siembre guendan lo bisbo. Y luego hay varios prograbas de bedia hora sobre diferendes asundos (“Universo batebático” es bi favorido) que consiguen gue la bañana pase en un susbiro. Es cierdo que el gadarro seguirá siendo igual de bolesdo, pero con La 2 será bás llevadero. Bueno, con La 2 y un buen zubo de daranja.
7/10/10
DEFENSORA DEL CONMIGO NO CUENTES
Esto es un sinvivir. Ahora va Jorge Javier Vázquez y anuncia en “Sálvame” que María Teresa Campos empezará a colaborar con el programa como defensora del espectador. Y lo dice en serio el tío. Que si la ocurrencia viene porque quiere gastarle una broma a la defensora del espectador de RTVE porque nadie sabe que existe, pues vale. Y si es porque en Telecinco quieren pagarle un favor a la señora permitiéndole vigilar en directo cómo se portan las nuevas amistades de su hija Terelu, pues vale también. Vale incluso si se trata de un experimento en los límites de lo paranormal para lavar la imagen inlavable de un programa sin remedio a todas luces irremediable. Pero quedarse con nosotros haciéndonos creer que los espectadores de “Sálvame” necesitan defensora, eso sí que no, hasta ahí podíamos llegar.
Los espectadores de “Sálvame” no necesitan defensora. Ellos ya tienen lo que quieren en dosis diaria y envase extragrande. Y en su pecado llevan su penitencia. Los que necesitamos quien nos defienda somos los cuarenta millones de españoles que no vemos “Sálvame” y nos lo tropezamos cada vez que hacemos zapping porque la mitad de la programación de Telecinco (y de alguno de sus canales tedeteros) es “Sálvame” al por mayor en sesión continua.
Y qué es eso de crear la figura de una defensora del espectador de “Sálvame” para dar voz a sus espectadores. Dar voz, dicen. Eso no cuela. Hace tiempo que “Sálvame” y Telecinco ponen a disposición de los espectadores del más cutre espectáculo del mundo todo un tinglado de foros de discusión, consultorios, clubs y páginas web en donde comentar todas esas gilichorradas que tanto les gustan. Si Mermelada quiere apostar fuerte, innovar o simplemente marcar paquete que se acuerde de los demás, que somos legión, y cree la figura de la defensora del no espectador, del disidente, del por ahí no paso, del conmigo no cuentes.
Los espectadores de “Sálvame” no necesitan defensora. Ellos ya tienen lo que quieren en dosis diaria y envase extragrande. Y en su pecado llevan su penitencia. Los que necesitamos quien nos defienda somos los cuarenta millones de españoles que no vemos “Sálvame” y nos lo tropezamos cada vez que hacemos zapping porque la mitad de la programación de Telecinco (y de alguno de sus canales tedeteros) es “Sálvame” al por mayor en sesión continua.
Y qué es eso de crear la figura de una defensora del espectador de “Sálvame” para dar voz a sus espectadores. Dar voz, dicen. Eso no cuela. Hace tiempo que “Sálvame” y Telecinco ponen a disposición de los espectadores del más cutre espectáculo del mundo todo un tinglado de foros de discusión, consultorios, clubs y páginas web en donde comentar todas esas gilichorradas que tanto les gustan. Si Mermelada quiere apostar fuerte, innovar o simplemente marcar paquete que se acuerde de los demás, que somos legión, y cree la figura de la defensora del no espectador, del disidente, del por ahí no paso, del conmigo no cuentes.
6/10/10
HUMANOS Y BALLENAS
Cuando vi a Boris Izaguirre anunciando el estreno de “Humanos y divinos” (lunes, TVE), me acordé de Jack Aubrey, el capitán del HMS “Surprise” interpretado por Russell Crowe en la película “Master and Commander”. El capitán Aubrey quiere dar caza al buque de guerra francés “Acheron”, mucho mayor, más rápido y con más cañones que el “Surprise”, y para ello ordena camuflar su barco como si fuera un inofensivo ballenero inglés. El “Acheron” cae en la trampa y los franceses son derrotados. Pensé que Boris estaba utilizando el mismo truco que el capitán Aubrey, y por eso nos presentaba “Humanos y divinos” como si fuera un inofensivo ballenero dedicado a la pesca de tranquilas entrevistas y suaves tertulias. Pensé que el capitán Izaguirre terminaría bajándose los pantalones mientras entrevistaba a Raphael, o que se pondría a dar gritos hasta convertir a Álex de la Iglesia en un pobre gnomo asustado, o que se subiría encima de la mesa en la que Imanol Arias, Juan Echanove, Myriam Gallego y la gran Pepa Fernández posaban sus manos. Me equivoqué.
Resulta que “Humanos y divinos” es en verdad un ballenero, y no un buque de guerra. Boris ya no es aquel tipo excesivo y gritón que trabajaba como bufón en “Crónicas marcianas”, sino un señor elegante, discreto y sensible que deja que los demás hablen sin que parezca que lo hace. Además, y lo digo con alivio, “Humanos y divinos” tiene mucho de humano y poco, o casi nada, de divino. En el primer programa nos enteramos de los problemas de Raphael con el mini-bar y de que Álex de la Iglesia ha decidido dejar de cenar, y la tertulia giró en torno a cuestiones como la comida, la cama o las redes sociales. Todo muy humano. Que Boris Izaguirre haya conseguido controlar sus incontrolables ataques de divismo es una buena noticia para el mundo del espectáculo, y que “Humanos y divinos” se ocupe de cuestiones tan humanas como el mini-bar o la comida es una excelente noticia para las noches televisivas de los lunes.
El capitán Izaguirre nos invita a viajar en su barco ballenero, sin trampa ni cartón. Creo que podemos embarcarnos en “Humanos y divinos” sin miedo a terminar envueltos en una batalla a cañonazos. Otra cosa es que nos guste pescar ballenas.
5/10/10
INDUCTIVISTA A LA DERIVA (a.k.a. A PESAR DE HUME v.2010)
En su crítica a la concepción clásica de causalidad, David Hume entendía que de la observación continuada de una asociación entre fenómenos no se puede concluir que tales fenómenos deban ir necesariamente juntos. Una gallina ve cómo cada día de su vida el granjero entra para recoger sus huevos; hasta que un día el granjero entra para cortarle el pescuezo. Sólo por observar que cada amanecer el sol sale por levante no podemos asegurar con plena certeza que mañana no saldrá por poniente. Todos y cada uno de los domingos de mi vida La 2 ha dedicado su programación vespertina a los deportes minoritarios. Liga TRP de balonmano sobre hierba. Vela: rondas clasificatorias para el Gran Premio Jean Nillion sub-33. Final de la Copa Extremadura de Esgrima Full Contact. Hasta anteayer. El granjero entró para cortarme el pescuezo. El sol salió por poniente. Puse La 2 a eso de las 4 de la tarde y vi un mono subido a la copa de un árbol.
Como el ámbito semántico de la palabra "copa" también abarca el mundo del deporte no me sobresalté inicialmente, pero la ausencia de María Escario comentando la ejecución del mono sobre las ramas más quebradizas apretó el botón del pánico. Comprobé en el calendario el día de autos. Domingo. Se lo pregunté a mis compañeros de sofá. Domingo. Miré la fecha en la cabecera de la prensa del día. Domingo 3 de octubre. El día de la bestia. Comencé a hiperventilar, que es algo que siempre queda bien cuando se nos derrumba alguna de las pocas certezas que tenemos en la vida, y de nada sirvió que un buen amigo interrumpiera sus intensas libaciones de mi güisqui para informarme de que con esto de la tedeté todas las retransmisiones deportivas de TVE se habían reagrupado en una cadena llamada TDP. Sólo Hume vino en mi apoyo y abracé su fe empirista como un naúfrago abraza un tablón que se lleva la corriente. Me declaré "inductivista a la deriva" y empecé a verle el lado bueno. El lado malo es que el sol salga por poniente mientras un granjero te corta el cuello, de acuerdo, pero también es destacable que si ya no hay programas deportivos los domingos en La 2 entonces cabe una posibilidad de que algún día deje de haber también programas religiosos en mi televisión pública.
Como el ámbito semántico de la palabra "copa" también abarca el mundo del deporte no me sobresalté inicialmente, pero la ausencia de María Escario comentando la ejecución del mono sobre las ramas más quebradizas apretó el botón del pánico. Comprobé en el calendario el día de autos. Domingo. Se lo pregunté a mis compañeros de sofá. Domingo. Miré la fecha en la cabecera de la prensa del día. Domingo 3 de octubre. El día de la bestia. Comencé a hiperventilar, que es algo que siempre queda bien cuando se nos derrumba alguna de las pocas certezas que tenemos en la vida, y de nada sirvió que un buen amigo interrumpiera sus intensas libaciones de mi güisqui para informarme de que con esto de la tedeté todas las retransmisiones deportivas de TVE se habían reagrupado en una cadena llamada TDP. Sólo Hume vino en mi apoyo y abracé su fe empirista como un naúfrago abraza un tablón que se lleva la corriente. Me declaré "inductivista a la deriva" y empecé a verle el lado bueno. El lado malo es que el sol salga por poniente mientras un granjero te corta el cuello, de acuerdo, pero también es destacable que si ya no hay programas deportivos los domingos en La 2 entonces cabe una posibilidad de que algún día deje de haber también programas religiosos en mi televisión pública.
4/10/10
¿LE HABRÍA GUSTADO AL TENIENTE COLOMBO LA MERMELADA QUE FABRICAN LAS MONJAS DEL MONASTERIO DE SANTA PAULA?
¿Le habría gustado al teniente Colombo la mermelada que fabrican las monjas del Monasterio de Santa Paula? Seguro que sí. Tanto los capítulos que protagonizó el detective de homicidios del Departamento de Polícia de Los Ángeles como la confitura de fresas, higos o limón que realizan las monjas jerónimas sevillanas se caracterizan por prescindir de todo lo accesorio y concentrar la mayor calidad de sus elementos básicos en el menor espacio posible. Es cierto que Colombo se pasa todo el día fuera de casa recorriendo las residencias de la Alta California mientras que las monjas no salen de su clausura y sólo se relacionan con el comprador a través de su página web en internet o de un viejísimo torno de madera. Pero su lógica de funcionamiento es básicamente la misma. ¿Cuáles son los ingredientes de la mermelada del Monasterio de Santa Paula? Fruta, agua y azúcar. Y nada más. ¿Cuáles son los ingredientes de los episodios de Colombo? Guiones impecables en los que el detective resuelve de forma muy inteligente crímenes aparentemente perfectos. Y nada más.
Quiero decir que en "Colombo", -ah, se me había olvidado comentarlo: "Colombo" vuelve hoy diariamente a las pantallas de media tarde en Nitro, la nueva cadena tedetera-, no hay imágenes truculentas de cadáveres, tramas horizontales en donde se ve la evolución psíquica del personaje, canciones perfectas en la secuencia final, oficinas de diseño, secundarios que mantienen relaciones complejamente atormentadas con el protagonista, terribles secretos en el pasado del detective, igual que en la mermelada jerónima no hay ciclamato, aspartame, aditivos gelificantes, acidulantes o colorantes. Fruta de la mejor calidad y azúcar. Un asesino inteligente que comete un asesinato con un móvil verosímil frente a un detective más inteligente aun que se fija en detalles que pasarían desapercibidos para el resto de la policía. La pureza de un género que con frecuencia oculta sus carencias bajo trucos efectistas. El mejor sabor que probaremos este otoño.
3/10/10
SOBREALIMENTACIÓN
En cada casa tenemos un montón de televisores. En cada televisor tenemos un montón de cadenas. En cada cadena tenemos un montón de programas. En cada programa disponemos de un montón de información de todo tipo. Vivimos sumergidos en la mayor sopa de datos de la historia de la humanidad. Estamos mejor informados que nunca. Lo sabemos todo sobre la Operación Malaya, los Presupuestos Generales del Estado, el positivo de Contador, las primarias en Madrid, Belén Esteban, la caída de Dani Pedrosa, la Huelga General, la revuelta en Ecuador, la penúltima ocurrencia de Mourinho, la actriz esa que no te suena de nada pero que sale ahora diciendo que Espartaco Santoni la violó mientras estaba dormida, mira tú qué despierta.
Los géneros televisivos se mezclan y los diferentes formatos se fecundan entre sí. El ritmo narrativo se acelera y el montaje trepidante busca una velocidad creciente para atrapar al espectador y no perder audiencia. Da igual, no queremos perder detalle de nada y haciendo zapping hacemos picadillo la realidad ya troceada que nos ofrece el menú televisivo. Isabel Pantoja da positivo. Belén Esteban critica los Presupuestos Generales del Estado. Mourinho hace Huelga General, Espartaco Santoni se duerme en Ecuador. Dani Pedrosa viola las primarias de Madrid.
Cada 15 días se anuncia que Internet mató la estrella de la televisión, pero acaba de terminar el mes de septiembre con mayor consumo televisivo de la historia. Doscientos veinticinco minutos al día nos reportan tal sobrealimentación de datos que podemos encarar el mes de octubre sabiendo que los presupuestos de la Operación Esteban son positivos mientras están dormidos con la penúltima ocurrencia de Dani Santoni haciendo Huelga Malaya en las primarias generales de Ecuador donde el violador Belén Contador es una actriz que no te suena de nada en la caída de Espartaco, General del Estado. Yo no soy tonto.
Los géneros televisivos se mezclan y los diferentes formatos se fecundan entre sí. El ritmo narrativo se acelera y el montaje trepidante busca una velocidad creciente para atrapar al espectador y no perder audiencia. Da igual, no queremos perder detalle de nada y haciendo zapping hacemos picadillo la realidad ya troceada que nos ofrece el menú televisivo. Isabel Pantoja da positivo. Belén Esteban critica los Presupuestos Generales del Estado. Mourinho hace Huelga General, Espartaco Santoni se duerme en Ecuador. Dani Pedrosa viola las primarias de Madrid.
Cada 15 días se anuncia que Internet mató la estrella de la televisión, pero acaba de terminar el mes de septiembre con mayor consumo televisivo de la historia. Doscientos veinticinco minutos al día nos reportan tal sobrealimentación de datos que podemos encarar el mes de octubre sabiendo que los presupuestos de la Operación Esteban son positivos mientras están dormidos con la penúltima ocurrencia de Dani Santoni haciendo Huelga Malaya en las primarias generales de Ecuador donde el violador Belén Contador es una actriz que no te suena de nada en la caída de Espartaco, General del Estado. Yo no soy tonto.
2/10/10
NOSTALGIA DE LA NOSTALGIA
Sorprendan gratamente a su familia en Nochebuena aprendiéndose este sentido villancico
La nostalgia ya no es lo que era. Para nostalgia buena, la de antes. Aquello sí que era nostalgia de verdad. Nostalgia de la buena. Pero ahora, ya ves, La 1 estrena un programa de nostalgia el jueves a las tantas y cuando vas a verlo resulta ser el mismo programa nostálgico que había antes, pero con otro nombre para disimular. Antes se llamaba “50 años de” y ahora se llama “Cómo hemos cambiado”. Y, sí, hemos cambiado, pero sólo el cartelito del principio. Lo demás es igual: la misma sintonía, la misma intención de resucitar el pasado de forma temática y neutra, la misma forma de amortizar los enormes archivos de TVE con poco gasto y un acabado correcto. Y, sí, “Cómo hemos cambiado” está bien porque “50 años de...” estaba bien, pero te deja así, con el cuerpo un poco triste. Como cuando te vas a la cama después de cenar sólo un yogur. Como cuando sales a la calle después de desayunar sólo un yogur. Como si tuvieras la nostalgia haciendo la dieta del yogur.
La nostalgia buena era la que hacía Guillermo Summers hace años. Entonces daba gusto ponerse nostálgico, no como ahora que ni fu ni fa. Con Summers echabas de menos los programas de antes mucho mejor que ahora, que sí, los echas de menos, pero menos. Si es que la tele de ahora sólo consigue que echemos de menos cómo echábamos de menos la tele de antes en la tele de antes. Y lo bien le que daba la réplica a Summers Susana Hernández. Un cielo de mujer. Porque Summers, Ignacio Salas y Pastora Vega habían estado inmensos en los ochenta con “Y sin embargo, te quiero”, pero “Devórame otra vez”, “Lo que en tiempos se llevó”, “Érase una vez la tele” y “Mitomanía” marcaron en los noventa el referente universal de cómo deben ser los programas nostálgicos, con su sal y su pimienta, con su revisión periódica de aquel friki, José Luis y su guitarra, cantando “Gibraltar, español”. Ah, qué tiempos aquellos.
1/10/10
YABA-DABA-DÚÚÚ
Debemos respetar a nuestros ancianos. ¿Qué le habrá regalado Homer Simpson a Pedro Picapiedra? ¿Se habrá acordado Homer siquiera de que ayer el bueno de Pedro cumplía cincuenta años o habrá tenido que recordárselo Marge? Y Pedro, ¿cómo se habrá tomado el viejo neolítico su ingreso en la cincuentena? ¿Habrá continuado metiendo la pata en todo lo que hace mientras su encantadora esposa Vilma va detrás arreglando todos sus desaguisados? El 30 de septiembre de 1960 se estrenó en la cadena estadounidense una comedia de dibujos animados llamada "The Flintstones" que cambiaría para siempre el futuro del humor en la animación. Aquí se llamó "Los Picapiedra", Fred Flintstone fue Pedro Picapiedra, Barney Rubble pasó a llamarse Pablo Mármol, y toda España convirtió a los productores Joseph Barbera y William Hanna en una única productora llamada Hanna Barbera. Aunque hayamos visto mil veces en "Los Simpson" que el padre de Homer se llama Abe Simpson y peleó en Segunda Guerra Mundial, todos sabemos que es mentira: el padre de Homer Simpson es Pedro Picapiedra. La madre de Marge Simpson es Vilma Picapiedra y Pebbles Picapiedra es la verdadera madre de Lisa Simpson.
Que nadie se crea que los grandes éxitos de la actualidad nacieron espontáneamente de la nada. No habría existido "House" sin el doctor Gannon ni los listillos de CSI podrían haber resuelto ni un sólo caso de no haber sido discípulos del teniente Colombo. Las tres familias de "Modern familiy" son hijas de la familia de Bill Cosby y todos los personajes de "Cómo conocí a vuestra madre" son los hermanos pequeños de los personajes de "Friends" y los nietos de "Con ocho basta". Homer ha rendido homenaje en un par de ocasiones a su padre Pedro, pero sería delicioso que con motivo del quincuagésimo aniversario se creara un crossover en el que los Simpson viajasen a Piedradura o los Picapiedra visitasen la ciudad de Springfield. Debemos respetar a nuestros ancianos y las familias deben reunirse para celebrar sus aniversarios importantes.