La versión elegante la formuló León Tolstói cuando afirmó, al inicio de “Ana Karenina”, que todas las familias felices se parecen entre sí, mientras que las infelices son desgraciadas cada una a su manera. La versión ampliada la formularon la noche del jueves laSexta y Antena 3 con sus respectivos estrenos: “Las fiestas de mi pueblo” y “Arena Mix Internacional”. Lo hicieron de una forma más difusa, cutre y audiovisual, pero algo es algo.
Ambos programas son algo así como la versión lúdica de “Callejeros”: las cámaras van buscando y mostrando diferentes formas de ocio a espectadores que no saben muy bien qué hacer con el suyo las noches del verano. Comparando ambos estrenos, cuál es más y cuál es menos, uno llega a la conclusión de que en la medida que la diversión permanece anclada a una tradición, las conductas son diferentes y las fiestas son cada una a su manera; mientras que, libres de tradiciones, todas las conductas son iguales y las playas del mundo resultan intercambiables.
Las playas del “Arena Mix Internacional” recién estrenado son igualitas a las playas del “Arena Mix” que ya emitía Antena 3 el año pasado: da igual que los clones de Pocholo digan “Fiestaaa” en Benidorm o en Cancún, siempre entienden la felicidad del mismo modo. Ambos presentes sin pasado son intercambiables y adoran al mismo dios Sol. Todos los concursos veraniegos “Miss camiseta mojada” de todas las discotecas del mundo son iguales. Pero en la romería de la Virgen de la Cabeza en Andújar (Jaén) y la mascletá y el toro embolado en Vila-real (Castellón), las fiestas son cada una a su manera. La historia pesa y hace que todos tengamos claro que la Virgen no es intercambiable con el toro. Aunque, todo hay que decirlo, si Moisés se tropezara con cualquiera de ellas al bajar del monte Sinaí no vería tradición y fervor popular por ningún lado: sólo ídolos y politeísmo.
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