Es verdaderamente indignante contemplar cómo algunas personas utilizan su puesto en la función pública o su cargo político solamente como un trampolín desde el que acceder posteriormente a suculentos puestos en la empresa privada o en actividades profesionales particulares. Estamos hartos de ver a ex-ministros ingresar en consejos de administración de bancos, a ex-concejales arrimarse al sector de la construcción, -más aún de lo que lo llevaban haciendo-, cuando termina el periodo de su mandato; cuántas veces nos encontramos en multimillonarios puestos de consejeros de empresas multinacionales a políticos que ya habíamos olvidado y que acumularon gran cantidad de información e influencias mientras trabajaron en la administración pública.
El último de estos casos sangrantes es el de Manuel Fraga. Hemos descubierto esta semana que la carrera política del líder conservador gallego no fue más que una estrategia para poder terminar figurando en la plantilla de "El club del chiste", en Antena 3, que es a lo que Fraga verdaderamente siempre quiso llegar. Ministro de Información y Turismo entre 1962 y 1969 bajo la dictadura de Francisco Franco, embajador en Londres, vicepresidente del Gobierno de España entre 1975 y 1976, fundador de Alianza Popular primero y del Partido Popular después, eterno líder de la oposición contra Felipe González, presidente de la Xunta de Galicia desde 1990 hasta 2005; cargos y más cargos secretamente encaminados a conseguir influencias que le permitieran arrimarse a Martina Klein, Anabel Alonso o Leo Harlem y empezar a gozar de un abultado contrato en el ámbito de la empresa privada. Es cierto que el puesto de Fraga no tiene el prestigio de aquéllos en los que ahora se encuentran colocados Ángel Acebes o Eduardo Zaplana, pero ya desde Palomares sabíamos que es éste el ramo en el que el estadista gallego quería terminar.
Fraga, don Manuel, en "El club del chiste". Otro político que termina su carrera trabajando en un gran holding empresarial. ¿Bailará la canción del final junto a los demás humoristas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario