ARTURO YA SE HA IDO

En mi opinión, -que es la correcta-, la escena más lúcida de "Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores", -el primer largometraje de los Monty Python en 1975-, tiene lugar casi al comienzo cuando Arturo, rey de los bretones, se enfrenta en duelo de espadas al Caballero Negro que le bloquea el paso en medio del bosque. En un lance de la contienda, Arturo le corta un brazo, pero su oponente no reduce el ímpetu en la pelea y continua luchando hasta que el rey bretón le corta el otro brazo. Habiendo perdido el Caballero Negro ambos brazos, Arturo da por terminada la lucha y se dispone a seguir adelante, pero su rival asegura que sólo ha recibido heridas menores y la emprende a patadas con el rey. Arturo le conmina a que se rinda, pero finalmente termina cortándole una pierna a su enemigo. Sin brazos y a la pata coja, el Caballero Negro quiere seguir la lucha cada vez más embravecido y la emprende a cabezazos, pero pierde entonces su otra pierna. Arturo se aleja mientras el Caballero Negro, tirado en el suelo y reducido ya a un tronco y una cabeza le llama cobarde por abandonar la lucha y le exige que no huya.

El Caballero Negro es, obviamente, "Sé lo que hicisteis". Comenzó la pelea por la audiencia armado de dos brazos y dos piernas, y poco a poco cada resolución judicial le fue amputando un miembro. Primero perdió el importantísimo brazo de Telecinco. Y ellos como si nada. Después le fue prohibida la emisión de imágenes de Telemadrid: otro brazo a freír monas y ellos seguían pidiendo guerra. Les cortaron la pierna de Cuatro. Y la pasada semana finalmente Antena 3 prohibió al programa de Patricia Conde y Ángel Martín que utilizara sus imágenes. Ya sólo falta que la misma la Sexta se niegue a que sus imágenes sena usadas en su espacio estrella de la tarde. "Sé lo que hicisteis" es ahora un tronco y una cabeza tirados sobre la sobremesa, aunque ellos siguen en tono fanfarrón llamando cobarde a Arturo y exigiendo que prosiga la pelea. Pero Arturo, amigos de "Sé lo que hicisteis", ya se ha ido y nadie presta atención a vuestros gritos bravucones en medio de Bretaña.