Noche cerrada en Botosani (Rumania). Nicolae no consigue olvidar el fallecimiento de su mujer. Duda si acostarse temprano o quedarse mirando viejos álbumes. Casi por casualidad descubre el Festival de Eurovisión en la televisión y se entretiene con la sucesión de canciones. A Maria le gustaba ver estos últimos años el Festival desde la cama. Medio dormido por la cerveza y los gatos de la calle Cornilescu, recuerda aquel año en el que Maria y él votaron en Eurovisión, y sonriéndole levemente a esa memoria llama y vota por su canción favorita. Cuelga rápidamente y vuelve a sus ensueños. Cree que nadie puede saber lo que acaba de hacer. Se equivoca: José Luis Uribarri sabe a quién ha votado Nicolae.
Llueve con fuerza sobre Lisboa. Louise intenta sin esperanzas abrir la ventana de su habitación de hotel de cinco estrellas para sentir la lluvia en la cara y olvidar el terrible día de hoy. Está decidida a abandonar su trabajo. Se rinde pronto, se desploma en la cama y enciende el televisor: Festival de Eurovisión. Se pregunta si podrá votar por su propio país estando de viaje en Portugal y llama para comprobarlo. Efectivamente, se puede, y Louise se siente suavemente excitada por esta pequeña travesura. Decide seguir viendo el Festival para conocer la suerte de su canción. No puede imaginar que José Luis Uribarri sabe todo lo que ha hecho.
Waterford es la ciudad más antigua de Irlanda. Patrick y Kate son, por el contrario, una pareja muy reciente. Hoy han cenado pronto, han hecho el amor y discuten con cariño sobre el país en el que pasar doce días de julio. El gran televisor de plasma está encendido, y Patrick, como parte de la divertida defensa de su país favorito para las vacaciones, envía un SMS para votar por la canción de Eurovisión que defendió su representante. Kate no para de reír, le quita el teléfono de las manos y comienzan a hacer el amor de nuevo. El deseo les hace olvidar toda la conversación anterior, pero José Luis Uribarri sabe lo que ha ocurrido y a quién ha votado Patrick.
1 comentario:
No puede ser: ya es la segunda vez que me gusta la canción ganadora de Eurovisión (la otra vez fue la de Lordi, cuando ganó Finlandia)... aquí hay algo que anda mal...
Yo creo que Uribarri debería ejercer de embajador de España por el mundo, con lo que sabe del mundillo político en Europa creo que haría un gran trabajo (o por lo menos mejor de lo que están haciendo los políticos actuales)
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