La tele en España estará mejor o peor que en otros países, eso es algo que puede discutirse, pero en donde salimos perdiendo es sin duda en el campo de las polémicas televisivas. No es por ofender a nadie, pero aquí las polémicas televisivas son una mierda pinchada en un palo. En un palo de mierda.
No hace ni un mes que en Francia vivieron una polémica sobre la función y los límites de la televisión con motivo de la emisión en France 2 de un programa en el que se reproducía un famosísimo y terrible experimento de Psicología social que había hecho Stanley Milgram hace 50 años. No está mal. Repasando las grandes y pequeñas polémicas televisivas patrias del año 2010 encuentro las siguientes: la discusión sobre si la nariz de Belén Esteban había quedado torcida o no, la afortunada o desafortunada aparición de Andreíta en el rosa programa de Ana Rosa “El programa de Ana Rosa”, los ingeniosos gestos de John Cobra agarrándose las partes mientras invitaba repetidamente a todo el público a que le realizara eso que un día Bill Clinton no consideró como sexo, las quejas por los casi abusos sexuales emitidos en “Generación Ni-Ni”, y si era conveniente que Karmele fuera admitida o eliminada como candidata a “Eurovisión”.
Estos días en Francia discuten sobre la función y los límites del periodismo porque un periodista de la cadena pública France 2 realizó una investigación haciéndose pasar en la web por una niña para cazar pederastas, tras lo que denunció a los adultos que habían contactado con él. ¿Va la deontología del periodista, según la cual no se debe actuar bajo identidad falsa ni identificar las fuentes, por delante de las leyes que ordenan denunciar los delitos, o uno es antes ciudadano que periodista? Hay que ver qué cosas discuten al otro lado de los Pirineos. A este lado, la polémica es otra: ¿ya no está tan torcida la nariz de la Esteban o es que nos vamos acostumbrando a verla así?
No hay que olvidar el principal debate nacional en televisión: ¿Está siendo linchada Isabel Pantoja a cuenta de la Operación Malaya? ¿Sabía ella o no sabía de los turbios manejos de su Cachuli?
ResponderEliminarIsabel Pantoja, en los distintos momentos de su vida ha proporcionado al país los más trascendentales temas de discusión: sus relaciones con Encarna Sánchez o María del Monte, la legalidad o no de la adopción de su hija... A su lado, Belén Esteban y su nariz son "pecata minuta".
Desafortunadamente me parece que nos acostumbramos a las narices y sus deformaciones
ResponderEliminarHay polémica sobre la ley del menor siempre que hay un menor que no es como los demás, hay polémica sobre si un profesor debe tener tal o cual cargo con determinadas opiniones, hay polémicas sobre cuba, polémicas sobre si un partido roba más que otro, polémicas sobre "el problema" de la inmigración, polémicas generales y generalistas que dan trazo grueso a cualquier cosa, siempre desde un punto de vista mediático y audiovisual, etiquetador.
ResponderEliminarY la destrucción del campo y los montes es porque la gente no se da un paseo por ellos, la educación de los niños porque la delegamos en los demás y pocos están dispuestos a invertir su tiempo en ello, el recorte presupuestario de ciencia, porque eso está reservado para gente inteligente, la subida de la gasolina porque la ciudad es para los coches..
En salvados, un agricultor sale impotente ante la desidia de sus colegas a protestar ante las cámaras. Consumo irresponsable, una hectárea de soja mejor que diez áreas de todo. Nuestro tiempo es nuestro, y las ciudades y el monte y la educación y la alimentación y la cultura y el comercio y la alegría. La alegría mueve montañas, y el amor y el optimismo, el aquí y ahora, no el lejos y luego. Saturados del juicio a todo y a todos. ¿y la variedad?, ¿y el alquiler?, ¿y las bodas baratas? ¿y cádiz por cancún? ¿y las patatas del abuelo? ¿y el aceite de cooperativa? ¿y los libros útiles? ¿el deporte en equipo? ¿la ganas de saber? y el qué dirán, ¿mejor que el "me gusta ser así"? ¿y la comprensión? ¿y la verdura? ¿y la barba? ¿y la tele? ¿y la radio? ¿y el tabaco? puajj! y los cuentos, y los juegos, y las sumas y restas, y los ríos, y la hierba, y tumbarse descalzo... La mejor televisión la tenemos delante, y los niños nos devuelven la mirada.
Hoy ha salido el sol.