Cito de memoria a John Watson: “Dadme una docena de niños sanos y el control sobre las condiciones de su educación y yo podré convertirlos en médicos, abogados, o incluso mendigos o ladrones”. Cito de memoria a la televisión actual: “Dadme una docena de organismos vivos con problemas y un especialista en esas cuestiones y yo podré crear un programa de televisión que obtenga niveles aceptables de audiencia”. Lo vimos con niños maleducados (“Supernanny”), con adolescentes tocapelotas (“S.O.S. adolescentes”), con adolescentes muy tocapelotas (“Hermano mayor”), con personas obesas (“Soy lo que como”), con personas toxicómanas (“Soy adicto”). Y ahora Cuatro, cambiando la especie animal, presenta “Malas pulgas”, el nuevo coach dedicado a resolver los problemas de conducta de los perros, con el que la cadena del punto rojo intentará resolver su access time de los viernes tras el anterior intento con “El encantador de perros”.
Mezclando a partes iguales darwinismo, sensatez e ingenuidad, algunos psicólogos del siglo XX creyeron que las leyes del comportamiento serían básicamente semejantes en todas las especies animales. Al menos a nivel televisivo yo me apunto a esa tendencia y reclamo la creación de un coach total, un programa dedicado a la resolución de cualquier problema de comportamiento que presente cualquier ser vivo, en el que se pueda comprobar que la lógica básica de los principios que se aplicaban para modificar la conducta alimentaria de Jenny, aquella chica obesa, no es claramente diferente de la lógica básica de los principios que se aplican para conseguir que Lucky, este precioso perro, se atreva a pisar el parket del suelo y no se limite a andar saltando de alfombra en alfombra. Un día el programa se dedicaría a resolver los problemas sexuales de una pareja. Otro día explicaría cómo evitar que las palomas se posen en el alféizar de las ventanas. Otro día ayudaría a dejar de fumar a la gente.
Y ya tengo título para el programa: “Psicología general”.
Sin duda es una buena decisión usar el nombre de Psicologia General.
ResponderEliminarAlmenos en el gabinete de psicología ourense lo pensamos de esa manera, nada mejor que un nombre directo.