Estos últimos domingos por la noche Antena 3 emitió “Invisibles”. El programa recibió críticas ya antes de su emisión porque juega con fuego: pretende denunciar la situación de los indigentes mostrándonos no cómo viven ellos, sino poniendo a un puñado de famosos a vivir como vagabundos durante diez días para que luego nos cuenten lo superfuerte que es verse tirado en la calle.
¿Es esto lo que hemos avanzado desde el “Plácido” de Berlanga? Antes se trataba de sentar un pobre en la mesa en Navidad para que cada familia de postín dispusiera de su propio pobre. Ahora pusieron a cada famoso a pasar un par de días con un indigente, se hicieron amigos del alma y se despidieron con la promesa de buscarse, volver a encontrarse y, se supone, remediar la situación. ¿En “Plácido 2010” hay que sentar famosos en los bancos del parque para que cada vagabundo disponga de su propio famoso de postín?
“No pienso volver a mirar mal a una persona cogiendo cartones por la calle”, dice Blanca Fernández Ochoa, una de las famosas del programa, mientras recoge cartones para pasar la noche (¿antes los miraba mal?). “Pero qué morro”, añade cuando las monjas carmelitas la envían a pasar la noche a un lugar que cobra 20 euros y no les da ni un caldo. “La culpa es del ayuntamiento de Madrid, no dedica el presupuesto que tenía que dedicar”, dice Miguel Temprano cuando descubre que la información oficial para encontrar albergue es tan errónea e ineficaz que tiene que dormir en un cajero.
Vaya, tal vez programas como éste sirvan para que se enteren de cómo están las cosas los que no se quieren enterar por otros medios. Aunque hay un riesgo: cuando el famoso señala al indigente, el tonto mira al famoso.
1 comentario:
Otra vez jugando con la brecha imaginaria que hay entre un indigente y un famoso.. donde la fama significa éxito o dinero, mezclando el culo con las témporas..
¿Cuándo dejará de venderse la fama como algo bueno y socialmente aceptable y digno de admiración?
Ya puestos podrían poner a un famoso a recoger uvas, en una mina, organizando el reparto de comida en una ong, de auxiliar en una catástrofe o estudiando y trabajando de teleoperador los fines de semana..subrayando la brecha que hay ente el que vive de su imagen y el que trabaja para vivir, es decir, entre los listos y los tontos. Así, todo quedaría más claro y el insulto sería para los que se pueden defender.
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