Dos estrenos en la noche del miércoles. "Canal de Historia" nos ofreció el primer capítulo de una excelente superproducción dedicada a la II Guerra Mundial, basada en material audiovisual inédito, el testimonio de protagonistas que cruzaron la niebla de la que surgían balas entre la nada y una gran realización visual que hace al conjunto particularmente atractivo; y FOX programó el episodio piloto de "Glee", el nuevo supermegafuerte bombazo de la temporada, los nuevos modelos que están de oferta esta semana y cuyo increíble sabor no puedes perderte, la serie que no dejará indiferente a ningún pijo y que no dejará diferente a casi todos los que no lo son.
Abuelos y nietos. Dos historias separadas por setenta años que cambiaron el mundo más que setenta siglos. Sólo dos generaciones entre lo que nos estaba contando Canal de Historia y lo que nos estaba contando FOX. Pero estremecía zapear entre ambas cadenas. Archie Sweeney ("IIGM") se refería a cómo salió de su pueblo del este norteamericano para ir a pelear al norte de Africa sin saber señalar en el mapa el lugar en el que se iba a jugar la vida. Su posible nieta, Rachel Berry ("Glee") lloraba porque "la fama es la característica más importante de la cultura actual y nadie te la regala fácilmente". Finn Hudson ("Glee") se debatía entre su prestigiosa participación en el equipo de fútbol del instituto o su mal vista pertenencia al club musical del centro. Su posible abuelo, el reportero Richard Tregaskis ("IIGM") explicaba cómo iban muriendo sus compañeros la noche que los japoneses les tendieron una trampa en Guadalcanal.
Hitler y Amy Winehouse. "Glee" añade un contrapunto amargo a "IIGM". No cambia la historia que ya habíamos aprendido por los libros, pero enturbia el sentido de los horrores y las valentías que escuchamos contar en primera persona. A lo mejor no cualquier guerra es peor que cualquier paz. A lo mejor si Sweeney y Tregaskis hubiesen podido entrever que sus nietos iban a ser Berry y Hudson le hubieran pegado un corte de manga a la historia y hubieran permitido que el mundo se fuera a la mierda.
MAGNÍFICO. Esta entrada está a la altura de toda la obra de La escuela de Franckfrurt. Qué gran verdad y qué pena más grande...
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