28/2/10

¡DEMOS UN FUERTE APLAUSO A JOHN COBRA!

Daniel Diges, con la canción "Algo pequeñito", ha sido el candidato ganador que representará a España en el próximo festival de Eurovisión que tendrá lugar próximamente en Oslo. ¿De verdad? ¿Alguien que no sea Anne Igartiburu se cree la frase con la que acabo de comenzar el artículo? A lo mejor es cierto que el tal Diges va ser el que se suba al escenario noruego, pero desde luego es otro el que se ha subido a las conversaciones de todo el mundo, el que se ha montado encima del ranking de los vídeos más vistos en internet, el que ha obligado a las fábricas de tinta para periódicos a duplicar su producción habitual. Señoras y señores, con todos ustedes, el nuevo Cañita Brava, la nueva Carmen de Mairena, el nuevo Pozí. Karmele Marchante comiéndose al Yoyas y vomitándolo después encima de Jaime Ostos en un descarte de "Callejeros". ¡Demos un fuerte aplauso a John Cobra! ¿Cómo, qué no entienden cómo ha sido posible que alguien de esete pelaje llegue a donde ha llegado (y a donde va a llegar, créanme)? Pues tomen nota de los siguientes tres motivos:


1. La televisión e internet forman un matrimonio irregular. Extraño. Descompensado. Por la sencilla razón de que son formatos completamente diferentes, con contenidos completamente diferentes y, sobre todos los todos, con públicos bastante diferentes. Puede haber cierto solapamiento entre ambos grupos de usuarios, pero lo que está claro es que cuando un programa de un rango de público muy amplio, -como las eliminatorias para Eurovisión-, piden a la audiencia que voten por internet a los concursantes, sólo una parte no representativa de dicha audiencia con un perfil de intereses y de edades muy determinado termina votando. Sin duda el espacio del otro día fue visto por una gran cantidad de señoras que se ponen una bolsa en la cabeza cuando llueve, ¿cuántas de ellas votaron a su canción preferida? ¿No es más cierto, señoría, que podemos aprovecharnos de que Marshall McLuhan no a a venir a corregirnos para afirmar que el medio no es sólo el mensaje sino también el mensajero? ¿Habría llegado John Cobra, ese hombre, a la final de los candidatos de Eurovisión si los votos sólo se hubieran podido emitir a través del teléfono o mediante el envío de una postal a un apartado de correos?

2. Hay más personas interesadas en los frikis que personas interesadas en Eurovisión. Según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Manifiestamente Manipuladas un 10% de la población en edad de votar, -en edad de votar en Eurovisión, claro, es decir, todo el mundo-, declara tener intereses frikis o pertenecer abiertamente a tal impresión diagnóstica, mientras que dentro de la misma población a sólo el 0,3% le importa más que un bledo Eurovisión y además todos ellos se encuentran vinculados por parentescos de primer o segundo grado con José Luis Uribarri. Nuestro querido Johnny nunca hubiera llegado por votación popular a la final de los candidatos para ser portero del Real Madrid, el nuevo bajista de los Rolling Stones o el antagonista de Bruce Willis en "La jungla de cristal 5" porque hay mucha más gente sinceramente interesada en el fútbol, el rock and roll y el cine palomitero que en la galaxia friki. Pero, claro, pones a Cobra como candidato al Festival de la Canción y las hordas de los que todo les suda el nardo superan al recatado ejército eurovisivo en mayor proporción que los franceses de Carlos VI a los ingleses de Enrique V en la batalla del día de san Crispín.

3. La revolución quedó en esto. La peña vota por internet a John Cobra y cree estar haciendo algo subversivo. En efecto, es muy triste. "Sí, sí, vamos a dar a estos carcas de Eurovisión donde más les duele. Juas, juas. Que se jodan. Vamos a reventarles el chiringuito". "Ostras, tío, qué superfuerte, juas, juas. Nosotros no somos como los borregos de los demás, sino que estamos en la vanguardia de la acción antisistema libertaria post-11-S urbana alternativa comunitaria participativa sostenible y formamos parte de una iniciativa transformadora radical que toma como principal herramienta para el cambio social el voto a John Cobra para Eurovisión". "Eso, eso, y además grábame con el móvil mientras voto al crack éste por internet". Partidos históricos revolucionarios, fundamentales para entender el curso de España a lo largo del siglo XX, obtendrían en este momento menos votos que los recibidos por el entrañable intérprete de "Carol". Si "Avatar" es una película progresista por su mensaje humanista y ecologista, ¿por qué no va a ser un acto de insumisión votar a un tío neomemo como representante de nuestro país en Oslo? Nadie sabe cómo la revolución se deterioró hasta la rebeldía y cómo la rebeldía se deterioró hasta la mera chufla infantil y amacarrada, pero, compañeros, no es esto, no es esto. Al final todo el tinglado de Eurovisión pasará y sólo habrá dejado como fruto un mono de feria más en pleno proceso de combustión espontánea poniendo su pequeño granito de arena para que esta sociedad en que vivimos sea un poquito más insoportable. Suerte, Daniel Diges. O no.

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