Si no llega a ser por las escenas de cama, podríamos asegurar y aseguramos que el primer episodio de "Adolfo Suárez, el presidente" podría enmarcarse y se enmarca dentro del género narrativo de las hagiografías. La hagiografía, ya se sabe, es esa peculiar biografía que se dedica a glosar las bondades sin fondo de un santo, -preferiblemente martir, dado el tirón popular que siempre ha tenido la exposición minuciosa de los detalles del martirio-, y que tanto juego ha dado en los afanes ecuménico-evangelizadores del cristianismo. Así, Antena 3 nos descubrió el miércoles en Adolfo Suárez no sólo a un intachable padre y esposo, sino también a un inmaculado procurador en Cortes por Ávila, gobernador civil de Segovia, director general de Radio Televisión Española y finalmente ministro secretario general del Movimiento. Ya tuvimos ocasión durante estos últimos meses de entretenernos con las tv movies de Paquirri o Marisol, pero las estrellas del corazón son siempre tratadas en los medios como héroes terrenales cuyos círculos de intereses tienen su centro en lo que Platón llamaba el alma apetitiva. Lo de Suárez no puede ser ni es eso. Estamos ante el "Cantar del Mío Suárez", ante el rey Adolfo y los caballeros de la Tabla Redonda, ante "Suárez" de Shakespeare.
Salvo, claro está, por las escenas de cama extrañamente inquietantes. En dos momentos del capítulo vimos a Adolfo Suárez y a Amparo Illana pudiendo darse y dándose arrumacos y confidencias debajo de las sábanas con los pijamas y camisones oficiales de la España de los 60 y 70, y eso es una licencia expresamente prohibida dentro del género de la hagiografía. Paquirri no puede aparecer y no aparece interesándose por la política internacional, Marisol nunca saldría leyendo un libro y no debemos ver a Suárez apagando la luz de la mesilla de noche. O santo o Antonio Alcántara, pero no las dos cosas a la vez. Antena 3 olvida que la Transición requirió de grandes negociaciones y concesiones por todas las partes, pero que también fue necesario no poder ver y no ver jamás a sus protagonistas en pijama.
3 comentarios:
Me habría parecido más interesante la biografía del rey. Es fácil entronizar a un presidente del gobierno cuando es, además, jefe de estado. Pero la gente tiene que recordar que hay y hubo poderes por encima de Suárez. Si una biografía novelada sobre el Rey no tiene audiencia, insisto, la conclusión sería muy interesante.
Qué bueno!
A ní no me gustó nada el TV movie de Suárez. Me pareció que los diálogos estaban forzados y no consigo creerme al actor que interpreta al presidente. Lo que se veía venir era que iban a poner al rey de salvador de la patria, cuando fue el primero que habló mal de Suárez delante de los sapos que idearon el 23-F. Suárez siempre me pareció una persona entrañable y, como tú dices, Antoñito, no se puede hacer un bio-pic sobre un político como si fuera un personajillo del corazón. En los avances del segundo capítulo vi cómo tonteaba con una secretaria rubia. Me parece que esas cosas sobran. Más caña y menos edulcorante morboso.
Publicar un comentario