Los mapas televisivos comienzan con La 1 y La 2. A continuación sigue Antena 3. Después Cuatro, que limita al este con Telecinco. La cadena de Berlusconi da paso a La Sexta. Y justo donde termina esta última cadena se extiende la tierra incógnita de los millardos de canales locales, autonómicos, tedeteros, que se disputan shares que comienzan por cero coma. Hic sunt dracones. Hic sunt leones. Dragones y leones lanzándose dentelladas con ferocidad mercantil por hacerse con la tecla 7 del mando a distancia. Aquella emisora que consiga afianzarse a la diestra de La Sexta tendrá aseguradas las migajas que caen de las emisoras generalistas. Por eso VEO modificó su nombre y su logo en enero de 2009 para pasar a llamarse VEO 7. Por eso Telecinco eligió "La 7" como nombre para su filial de segunda división. Por eso centenares de canales locales llevan el 7 en su mosca y algunas autonómicas, -verbi gratia, la Televisión del Principado de Asturias-, han alterado recientemente su logotipo para colocar un 7 al lado de su imagen corporativa. Todos quieren ser el 7. Si acaso el 8. Como muchísimo el 9.
Pero nunca el 10. El 10 son dos dígitos, y los programadores saben que pedir a los espectadores que pulsen dos teclas es pedirles demasiado. Es ergonomía pura, un aspecto al que nunca han atendido demasiado los diseñadores de mandos a distancia. Cualquier cadena de dos dígitos está condenada al ostracismo exótico. Hay que pulsar los dos botones rápidamente, porque si no el televisor sólo atiende al primer boton pulsado. O hay que pulsar previamente un botón especial que avisa de que queremos sintonizar un canal de dos dígitos. Hay que andar recordando que el 19 es la Televisión Autonómica de Aragón y el 24 es el Canal Cocina. Somos telespectadores, carajo, no somos ingenieros de telecomunicaciones. Bastante tenemos con andar por la vida real guiados por la ley del mínimo esfuerzo; cuando nos sentamos a ver la televisión incluso el mínimo esfuerzo es demasiado esfuerzo. Más allá del 7 sólo hay aterradores dragones y leones.
1 comentario:
Sí, la verdad es que es un poco ridícula esa guerra por apropiarse de un número que no sea de dos dígitos. En lo que ninguna de las cadenas ha caído es que el cero, desde el paso al ostracismo del vhf, se ha quedado soltero. ¿Estaría bien un canal que se llamase La Cero o Cero TV?
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