Tendrá que ser por Internet, pero habrá que verlo. El mejor programa familiar que estrenó La 1 desde que dio el pelotazo con “Cuéntame” se emite los martes a las tantas, así que habrá que poner las sillas de la cocina frente al ordenador para que toda la familia pueda ver “Sacalalengua” en horario no antiproletario. Andar con las sillas de acá para allá es una gaita, pero sería peor dejar que los miércoles los hijos quedaran sin escolarizar porque el martes por la noche van a ver la tele en familia hasta las tantas.
En China hay más de cien mil personas que se llaman Huan Tao. Un lío. En Huerta del Rey (Burgos) evitan las confusiones poniendo nombres como Hierónides Ranulfo, Erótida, Plautila, Filogonio, Marcionila, Vilasio, Vistila, Mamerto, Onesíforo y el que más gustó en mi casa: Burgundófora Cancionila. Es sólo una curiosidad, pero de curiosidades como ésta, a cual más divertida, está repleto “Sacalalengua”, que se presenta como “un espacio divulgativo sobre las curiosidades y el origen del lenguaje” y no miente: del bautismo cristiano a la sahada musulmana, cómo se forman los apellidos en diferentes lenguas (con truco para reconocer los apellidos que proceden de los sefardíes bautizados en el siglo XV para evitar ser expulsados), nombres de origen árabe (Almodóvar: torre redonda), por qué en Coria del Río (Sevilla) abunda el apellido “Japón” (¡por seis samurais que llegaron al pueblo en el siglo XVII!), heráldica, genealogía, motes... La primera entrega se centró en los nombres, a la vista está (en Hispanoamérica castellanizaron la pronunciación inglesa de R2D2 y llamaron al famoso robot “Arturito”).
Disponen de una semana en la “Televisión a la Carta” de TVE para verlo. Las próximas entregas pueden seguirlas en directo, pero si quieren verlas en familia tendrán que ponerle ruedas a las sillas de la cocina para facilitar tanto trajín.
4 comentarios:
Eee ¡yo lo vi! Me pareció interesante.
Sobre todo cuando fueron a entrevistar a un tío de una empresa en la que ponen nombres a empresas, servicios o productos. Según el chaval se llaman "namers" porque se dedican a poner nombres a cosas y, claro, en ese mundo se utiliza terminología inglesa porque en español no hay una palabra que designe lo que hacen. "Bueno, podríamos llamarnos denominadores, porque eso es lo que hacemos". Ale, ya tienes una. Y nombradores, ya tienes otra. Es que el castellano es tan poco chic. Para ser "namer" qué poco ocurrente era.
Por lo demás, estuvo bien.
Yo también vi una parte y me pereció curioso y, como poco, diferente a lo que hay en la parrilla de televisión... A ver cuanto aguanta en antena antes de que los echen a patadas...
Un saludo.
Hace un rato, justo cuando estaba leyendo la columna en el periódico, en el programa de Julia Otero, Ferrán Monegal comentaba el mismo programa y la lista de nombres que daba era igualita y en el mismo nombre que la que aparece en vuestra columna, ¿casualidad o sois fuente de inspiración?.
Lo vi en directo. Programazo. Pero justo mientras lo veia, comente con mi madre que hay que joderse que un programa asi o lo echan a las 12 (y no lo ve ni el tato) o lo echan en la 2 (y no lo ve ni el tato).
Publicar un comentario