Hoy desarrollaremos el negacionismo cañí que ayer inventamos con motivo de la conmemoración que hizo la tele del 40 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Es una broma, es cierto, pero otros bulos empezaron como una broma reconocida, luego echaron a rodar y por ahí andan frikis que ahora se los creen de verdad, como el espiritismo, Bigfoot y paparruchas por el estilo. El negacionismo cañí acepta que el hombre fue a la Luna, pero ningún español intervino en el proceso. Por eso salió bien.
Para empezar, ¿qué es eso de que una de las tres estaciones espaciales encargadas de seguir el viaje fue la de Fresnedillas? ¿De verdad creen que los estadounidenses se iban a arriesgar a que pasara a la historia una frase como “Fresnedillas, tenemos un problema”? La estación española era claramente un decorado, como lo demuestra que la bandera no ondeaba bien, las sombras están mal hechas y no se veían las estrellas. Fue un montaje que hizo el cineasta Tony Leblanc para el Gobierno y, a cambio, éste le cedió tecnología para que rodara su famosa película “El astronauta”: el botijo, la boina, etc. (EEUU no podía engañar al mundo porque vigilaba la URSS, pero ¿quién vigilaba a España? ¿Marruecos?). Y, por supuesto, tampoco EEUU habría permitido que un actor de teatro como Jesús Hermida (¡anda que no se le nota!) se hiciera pasar por periodista en Cabo Cañaveral para retrasmitir semejante acontecimiento histórico.
Respecto a la roca lunar que supuestamente le regaló Nixon al pueblo español para agradecer el apoyo prestado, no hay quien se crea el bulo ése de que no está en ningún museo porque se la quedó Franco. ¿Cómo que primero la birló y luego “se extravió”? Por favor, seamos serios. ¿Cómo vamos a creer que alguien tan honrado usó siquiera una sola vez en beneficio propio el poder absoluto que Dios, la Historia y el ejército alemán pusieron en sus manos?
Yo deje de creer cuando aquel profesor de filosofía de pelo rizado en 1º de bachiller nos tomó el pelo a todos con el tema y picamos...como tontos...Aún tengo las fotografías con los comentarios de porqué era mentira...reconociendo que a mi lo del ondeo de la bandera me llego al alma.
ResponderEliminarY estoy releyendo tus columnas, que es un gusto llegar el primer día de trabajo al puesto de bibliotecaria y encontrase con tu libro en la mesa....
Podríamos añadir a Uri Geller como credulismo cañí.. por qué invertir en ciencia cuando los campos y las minas estaban tan maltrechos? Grandes tardes he pasado frente al televisor ecuchando cómo mis padres pasaban grandes tardes frente al televisor..
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