Los alarmistas son ellos. Los que ponen el grito en el cielo acusando a la sociedad civil de alarmista ante la Gripe A (es una pena, pero el nombre de Gripe Rara Esta no termina de cuajar). Son unos alarmistas cuando proponen que la tele ofrezca menos información de los casos individuales porque según ellos esto fomenta el alarmismo. No hay duda, los que se alarman porque dicen que los demás se alarman son unos alarmistas. ¡Unos alarmistas!
Los espectadores somos gente tranquila que se limita a ver cómo van contagiándose cada vez más personas. Todos los días. En todo el mundo. Y en nuestra provincia. Dios mío, y al lado de casa. Nos limitamos a constatar que estamos rodeados. ¡Rodeados! Y no tenemos escapatoria. ¡No tenemos escapatoria! Y en todo el mundo se van muriendo cada vez más infectados. ¡Cada vez más! Y en España también. ¡No hay ningún lugar seguro! ¡Cualquier persona con la que te cruzas por la calle puede ser la siguiente! ¡Y cae un enfermo detrás de otro sin que nadie pueda evitarlo! ¡Estamos perdiditos! ¡Perdiditos! ¿Es que nadie va a hacer nada? ¿Por qué nos abandonan a un destino tan cruel? ¿Por qué?
¡Medidas! ¡Pedimos medidas! ¡Sólo queremos que nos garanticen que nunca vamos a enfermar de nada ni nosotros ni nuestra familia! ¿Es tanto pedir? ¿Qué es eso de vacunar sólo a los grupos de riesgo? ¿Se quieren reír de nosotros haciendo que los únicos seguros sean los que corren riesgo? ¿Y los demás? Por ejemplo, ¿qué es eso de vacunar a los profesores y no a los alumnos? ¿No se dan cuenta del enorme peligro que se corre? ¿No saben que en Gran Bretaña estudian la posibilidad de que el Gobierno utilice la BBC para dar clase a los alumnos si se tienen que cerrar los colegios por la pandemia? ¿Se imaginan que aquí pasara lo mismo? ¡La tele repleta de programas culturales y educativos! ¡¡¡Repleta!!! ¿Se lo imaginan? ¡Y luego nos llaman alarmistas!
30/7/09
CANIBALISMO HIGH-TECH
Este mes de julio se ha cerrado un círculo. A principio de mes hallaron en Atapuerca los restos de lo que parece ser el ejemplo más antiguo de canibalismo humano. Y anteayer estrenaron en Telecinco lo que sin duda es el ejemplo más moderno de canibalismo humano. Los yacimientos de la sierra de Atapuerca y el vertedero de Telecinco, un trozo de húmero fosilizado y “Factor ADN”, la paleontóloga Gala Gómez y la presentadora Lucía Riaño, todos unidos por un lazo invisible que abarca 1,3 millones de años. Si es que se le saltan a uno las lágrimas cuando se entera.
El húmero presenta las típicas marcas que realizaban nuestros tatarabuelitos cuando intentaban extraer la médula del interior de los huesos para zampársela. Ya se habían encontrado antes marcas similares en otros huesos humanos más recientes, y en Atapuerca hay varios ejemplos. Lo que ha hecho este descubrimiento es retrasar hasta los 1,3 millones de años el inicio de lo que parece una costumbre sólidamente asentada en nuestro linaje evolutivo: el canibalismo gastronómico. También en “Factor ADN” se encuentran las típicas marcas que realizan nuestros contemporáneos cuando intentan aprovechar hasta el tuétano las miserias humanas de los invitados al plató. Lo que ha hecho su reciente estreno es actualizar hasta hoy lo que es sin duda una tradición sólidamente asentada en nuestra especie: el canibalismo económico.
Los operaciones de descarnamiento y rotura ósea se realizaban hace 1,300 millones de años con útiles de piedra. Eran herramientas líticas eficaces, pero rudimentarias si las comparamos con las modernas técnicas que se utilizan en “Factor ADN”. Ahora hacen pruebas genéticas de ADN para realizar “match biológicos” a niños adoptados, padres desconfiados o familiares perdidos. El descuartizamiento ‘high-tech’ no evita que la antropofagia siga dando repelús, pero es tan sofisticado que mola un montonazo.
El húmero presenta las típicas marcas que realizaban nuestros tatarabuelitos cuando intentaban extraer la médula del interior de los huesos para zampársela. Ya se habían encontrado antes marcas similares en otros huesos humanos más recientes, y en Atapuerca hay varios ejemplos. Lo que ha hecho este descubrimiento es retrasar hasta los 1,3 millones de años el inicio de lo que parece una costumbre sólidamente asentada en nuestro linaje evolutivo: el canibalismo gastronómico. También en “Factor ADN” se encuentran las típicas marcas que realizan nuestros contemporáneos cuando intentan aprovechar hasta el tuétano las miserias humanas de los invitados al plató. Lo que ha hecho su reciente estreno es actualizar hasta hoy lo que es sin duda una tradición sólidamente asentada en nuestra especie: el canibalismo económico.
Los operaciones de descarnamiento y rotura ósea se realizaban hace 1,300 millones de años con útiles de piedra. Eran herramientas líticas eficaces, pero rudimentarias si las comparamos con las modernas técnicas que se utilizan en “Factor ADN”. Ahora hacen pruebas genéticas de ADN para realizar “match biológicos” a niños adoptados, padres desconfiados o familiares perdidos. El descuartizamiento ‘high-tech’ no evita que la antropofagia siga dando repelús, pero es tan sofisticado que mola un montonazo.
29/7/09
LOS LUNES, ASESINATO
El principal misterio de “Los misterios de Laura” (la nueva apuesta de La 1 para la noche de los lunes) era averiguar qué haríamos con los próximos capítulos de la serie: ¿los dejaríamos sueltos tras esta primera rueda de reconocimiento fallida o los retendríamos con nosotros durante unas cuantas semanas hasta que todo se resolviera y volviera a la normalidad?
Mientras los polis encargados de resolver “El misterio de la habitación sellada” hacían sus pesquisas en el primer caso de la serie, los espectadores hacíamos las nuestras. Teníamos, como ellos, que evitar falsas pistas que podían confundirnos (esos encantadores niños terribles colocados estratégicamente para conquistar la cuota infantil que debe pagar cualquier serie que quiera triunfar en horario de máxima audiencia) y desenmascarar qué personajes secundarios podían estropearnos la serie por estar mal dibujados o mal interpretados (la inspectora Martínez, más plana que el electroencefalograma de Belén Esteban). Pero, sobre todo, los espectadores teníamos que mirar a los ojos y estudiar cada movimiento de la principal sospechosa y protagonista: la inspectora Laura Lebrel, eficazmente interpretada por María Pujalte. ¿Sería una matemática genial, médium autista tuerta, adorable ancianita paracaidista, superdotada introvertida coleccionista de yo-yós, esquizofrénica multiorgásmica de memoria prodigiosa, cantante calva con cara de rinoceronte? No, qué alivio, no se trata de uno de esos personajes retorcidos más raro que el currículum de Belén Esteban, es sólo una poli que tiene la suerte de estar ante un guión que permite resolver de forma ingeniosa enigmas planteados a la vieja usanza. Caso resuelto.
Vendrán más capítulos de “Los misterios de Laura” y los seguiremos viendo porque el misterio que uno debe aclarar como telespectador ha sido felizmente desentrañado. Así que en adelante, los lunes, asesinato.
Mientras los polis encargados de resolver “El misterio de la habitación sellada” hacían sus pesquisas en el primer caso de la serie, los espectadores hacíamos las nuestras. Teníamos, como ellos, que evitar falsas pistas que podían confundirnos (esos encantadores niños terribles colocados estratégicamente para conquistar la cuota infantil que debe pagar cualquier serie que quiera triunfar en horario de máxima audiencia) y desenmascarar qué personajes secundarios podían estropearnos la serie por estar mal dibujados o mal interpretados (la inspectora Martínez, más plana que el electroencefalograma de Belén Esteban). Pero, sobre todo, los espectadores teníamos que mirar a los ojos y estudiar cada movimiento de la principal sospechosa y protagonista: la inspectora Laura Lebrel, eficazmente interpretada por María Pujalte. ¿Sería una matemática genial, médium autista tuerta, adorable ancianita paracaidista, superdotada introvertida coleccionista de yo-yós, esquizofrénica multiorgásmica de memoria prodigiosa, cantante calva con cara de rinoceronte? No, qué alivio, no se trata de uno de esos personajes retorcidos más raro que el currículum de Belén Esteban, es sólo una poli que tiene la suerte de estar ante un guión que permite resolver de forma ingeniosa enigmas planteados a la vieja usanza. Caso resuelto.
Vendrán más capítulos de “Los misterios de Laura” y los seguiremos viendo porque el misterio que uno debe aclarar como telespectador ha sido felizmente desentrañado. Así que en adelante, los lunes, asesinato.
28/7/09
THE BIG BANG THEORY
Todo comenzó con un Big Bang. The Big Bang Theory también empieza así.
Aristóteles decía que el hombre es un animal que ama el conocimiento. Dicho así suena muy elegante, así que quien lo suelta por ahí queda como un señor. Quien lo oye asiente pensativo y luego cambia de tema porque no sabe qué decir, pero para sus adentros está convencido que ese tal Aristóteles era un varas que no se enteraba de nada y seguramente aburriría a las piedras con su blablablá. Como sinceramente creo que el maestro de Alejandro Magno tenía razón (hay gente pa’ tó), me gusta defender su tesis con un argumento sacado de la chistera: el hombre ama el conocimiento aunque sólo sea porque nos permite reírnos de más cosas.
Ver a un hombre vestido de mujer gritando “¡Joshuaaa!” está muy bien la primera media hora, pero luego cansa. Es un humor muy limitado porque está confinado en una distinción pacata entre hombre y mujer que aprendimos a los dos años. Si, con permiso de Wittgenstein, los límites de mi conocimiento son los límites de mi capacidad de reírme del mundo, debemos aprender cada vez más cosas aunque sólo sea porque nos permite reírnos de algo más que de un hombre vestido de mujer.
Me gusta “The Big Bang Theory” porque es una comedia de situación descacharrante en la que te ríes de un montón de cosas que se estudian en bachillerato y que hasta entonces podían parecerte aburridas. Me la descubrió Héctor Martínez, un amigo al que le gusta la Física y reírse de la Física, lo que es lo mismo. El año pasado se emitió en Antena Neox por TDT, pero este año la podemos ver en Antena 3 los sábados y domingos antes de “Los Simpson”. Es cierto que la Física de la que se ríe “The Big Bang Theory” no es la que defendía Aristóteles hace 2.300 años, pero seguro que el viejo maestro, amante del conocimiento, estudiaría con gusto la Física de hoy y luego se moriría de risa viendo en la tele algo más grande que el pequeño mundo en el que están encerrados Los Morancos.
27/7/09
AL INFIERNO EN CALESA
Y dijo el australopiteco: “Hágase la locomoción bípeda”, y fue la locomoción bípeda. Y vio el australopiteco que era buena; y separó las extremidades superiores de las inferiores. Y dijo el homo habilis: “Hágase la piedra tallada”, y fue la piedra tallada. Y vio que era buena; y separó el filo del percutor. Y dijo el homo habilis a sus descendientes: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, las aves de los cielos, y todas las bestias que se mueven sobre la tierra”. Pero el homo sapiens plantó una semilla y comió de su fruto prohibido. Entonces fueron abiertos sus ojos, y conoció que estaba desnudo; cosió hojas de higuera, y se vistió. Y el pudor no hizo sino empeorar las cosas.
Los amish son cristianos que consideran que los cambios culturales y tecnológicos anteriores al siglo XVII eran estupendos, pero los posteriores ofenden a Dios y traen el pecado, como la electricidad, los automóviles y, claro, la televisión. Los demás no los entendemos porque pensamos que la humanidad alcanza su cima cuando cumplimos 20 años y creemos que los cambios malos son los que vienen después y ya nos pillan mayores. Pero yo soy más radical que los amish y los considero unos tibios. Yo creo que todo iba bien hasta que empezó la talla de madera y la agricultura, se inventó la rueda, se domesticaron animales y se creó la escritura. Eso fue el acabóse. Por su culpa aparecieron grupos de agricultores que hacen casas de madera, creen que lo que trae escrito un libro es verdad al pie de la letra y se desplazan en calesas tiradas por caballos domesticados. Es la conclusión a la que llegué tras ver la noche del sábado un reportaje espeluznante sobre los amish en “La vuelta al mundo”, el programa de Toni Rodero en la TPA.
Por cierto, antes a esa hora sólo se podían ver los reportajes de “Informe semanal”. Luego se sumaron los de “La vuelta al mundo”, las cadenas temáticas, y ahora laSexta. Nos los pone ahí el Dios de las televisiones para tentarnos y pecar.
Los amish son cristianos que consideran que los cambios culturales y tecnológicos anteriores al siglo XVII eran estupendos, pero los posteriores ofenden a Dios y traen el pecado, como la electricidad, los automóviles y, claro, la televisión. Los demás no los entendemos porque pensamos que la humanidad alcanza su cima cuando cumplimos 20 años y creemos que los cambios malos son los que vienen después y ya nos pillan mayores. Pero yo soy más radical que los amish y los considero unos tibios. Yo creo que todo iba bien hasta que empezó la talla de madera y la agricultura, se inventó la rueda, se domesticaron animales y se creó la escritura. Eso fue el acabóse. Por su culpa aparecieron grupos de agricultores que hacen casas de madera, creen que lo que trae escrito un libro es verdad al pie de la letra y se desplazan en calesas tiradas por caballos domesticados. Es la conclusión a la que llegué tras ver la noche del sábado un reportaje espeluznante sobre los amish en “La vuelta al mundo”, el programa de Toni Rodero en la TPA.
Por cierto, antes a esa hora sólo se podían ver los reportajes de “Informe semanal”. Luego se sumaron los de “La vuelta al mundo”, las cadenas temáticas, y ahora laSexta. Nos los pone ahí el Dios de las televisiones para tentarnos y pecar.
26/7/09
ASTRONOMÍA RAZONABLE
La noticia no es que en España ya haya más ojos viendo la nueva tele digital que la vieja tele analógica, la noticia es que hay más pupilas escrutando un punto remoto del cielo que las que ven el programa televisivo más visto del día. Lo dijeron en todos los informativos: el Gran Telescopio de Canarias inaugurado anteayer tiene un poder de visión que equivale a cuatro millones de pupilas humanas. Y cuatro millones de pupilas son muchas pupilas.
Se nos va la fuerza por la boca coronando la TDT como nueva reina de las miradas. Asumimos que, en una escalada que no tiene fin, cada vez hay más televidentes, cada vez vemos más horas de tele y cada vez hay más oferta televisiva. Pero no debemos olvidar que el resultado es una audiencia estrábica que con un ojo mira una cosa y con otro otra, incapaz ya de aunar miradas y generar aquellas cifras millonarias de espectadores en torno al mismo programa que se reunían hace un puñado de años. Ahora las estrellas que alcanzan la unanimidad visual no son las televisivas sino las de verdad. Desde el Gran Telescopio de Canarias, cuatro millones de pupilas las contemplan.
Nuestros televisores son cada vez mayores, pero cada uno apunta en una dirección. Cada año la cadena más vista lo es con un menor porcentaje de espectadores, porcentaje que desciende más de un punto al año. En 2010 ganará quien logre un 15 por ciento de audiencia, lo que hace cinco temporadas habría sido el más estrepitoso de los fracasos. Ya no se puede salir a la calle y pretender hablar con cualquiera sobre el programa más visto de la noche anterior porque es prácticamente imposible encontrar a alguien que lo haya visto. Si de verdad queremos mirar algo que nos una a los demás, si queremos mirar solos sintiéndonos acompañados, apaguemos todas las luces, vayamos a un lugar poco iluminado y miremos hacia arriba.
Se nos va la fuerza por la boca coronando la TDT como nueva reina de las miradas. Asumimos que, en una escalada que no tiene fin, cada vez hay más televidentes, cada vez vemos más horas de tele y cada vez hay más oferta televisiva. Pero no debemos olvidar que el resultado es una audiencia estrábica que con un ojo mira una cosa y con otro otra, incapaz ya de aunar miradas y generar aquellas cifras millonarias de espectadores en torno al mismo programa que se reunían hace un puñado de años. Ahora las estrellas que alcanzan la unanimidad visual no son las televisivas sino las de verdad. Desde el Gran Telescopio de Canarias, cuatro millones de pupilas las contemplan.
Nuestros televisores son cada vez mayores, pero cada uno apunta en una dirección. Cada año la cadena más vista lo es con un menor porcentaje de espectadores, porcentaje que desciende más de un punto al año. En 2010 ganará quien logre un 15 por ciento de audiencia, lo que hace cinco temporadas habría sido el más estrepitoso de los fracasos. Ya no se puede salir a la calle y pretender hablar con cualquiera sobre el programa más visto de la noche anterior porque es prácticamente imposible encontrar a alguien que lo haya visto. Si de verdad queremos mirar algo que nos una a los demás, si queremos mirar solos sintiéndonos acompañados, apaguemos todas las luces, vayamos a un lugar poco iluminado y miremos hacia arriba.
25/7/09
LA ESPUMA Y LA CERVEZA
La espuma coronando la jarra está muy bien, pero lo importante es la cerveza. La espuma está más a la vista, es lo primero que nos acercamos a los labios y deja huella en el labio superior, pero lo importante es la cerveza. La espuma justa corona una buena cerveza tanto como la falta de espuma o su exceso pueden estropearla, pero lo importante es la cerveza. Así que hoy vamos a hablar de la cerveza televisiva y dejaremos de lado esa espuma de presentadores y personajes que tanto nos distrae.
Hasta hace un año Pedro Revaldería era el director de Producción Propia de programas de Telecinco y responsable de la estructura de su parrilla. La cadena era líder de audiencia y había triunfado gracias a que Revaldería puso en marcha programas como “Aquí hay tomate”y “TNT”, y transformó “A tu lado” para que fuera más canalla. Eran espacios rentables no sólo en sí mismos sino también por cómo servían para entretejer y retroalimentar el resto de la programación de la cadena. Servían de caja de resonancia para promocionar el reality que en cada momento nos estuviera vendiendo Telecinco, y además creaban personajes estrafalarios y frikis que luego abastecían toda la parrilla y anclaban a los espectadores pendientes de sus tonterías al botón 5. El verano pasado Revaldería marchó a Plural Entertainment, la productora de Prisa, donde no supo volver a dar en la diana del éxito. Mientras, Telecinco fue perdiendo audiencia hasta dejar su primer puesto a finales de año. Ahora es la quinta, tras La 1, Antena 3, las temáticas y las autonómicas. La noticia es que parece que hay negociaciones bastante avanzadas para que Revaldería vuelva a Telecinco. Ya nos podemos ir preparando.
¿No le gustó el artículo de hoy? Puede haberle dejado un gusto amargo, pero cuando se acostumbre encontrará que no hay nada mejor que un largo trago de cerveza para ver la vida de otra manera.
Hasta hace un año Pedro Revaldería era el director de Producción Propia de programas de Telecinco y responsable de la estructura de su parrilla. La cadena era líder de audiencia y había triunfado gracias a que Revaldería puso en marcha programas como “Aquí hay tomate”y “TNT”, y transformó “A tu lado” para que fuera más canalla. Eran espacios rentables no sólo en sí mismos sino también por cómo servían para entretejer y retroalimentar el resto de la programación de la cadena. Servían de caja de resonancia para promocionar el reality que en cada momento nos estuviera vendiendo Telecinco, y además creaban personajes estrafalarios y frikis que luego abastecían toda la parrilla y anclaban a los espectadores pendientes de sus tonterías al botón 5. El verano pasado Revaldería marchó a Plural Entertainment, la productora de Prisa, donde no supo volver a dar en la diana del éxito. Mientras, Telecinco fue perdiendo audiencia hasta dejar su primer puesto a finales de año. Ahora es la quinta, tras La 1, Antena 3, las temáticas y las autonómicas. La noticia es que parece que hay negociaciones bastante avanzadas para que Revaldería vuelva a Telecinco. Ya nos podemos ir preparando.
¿No le gustó el artículo de hoy? Puede haberle dejado un gusto amargo, pero cuando se acostumbre encontrará que no hay nada mejor que un largo trago de cerveza para ver la vida de otra manera.
24/7/09
20 METROS MINADOS
Inicio suicida: hay quienes aseguran que las guerras en defensa de la democracia que los norteamericanos impulsaron por todo el mundo al menos consiguieron acabar con la costumbre machista de que la mujer caminara unos pasos detrás del hombre: ahora camina unos pasos por delante debido a los campos sembrados de minas antipersona. Sí, es una barbaridad, pero al menos debería servirnos para no alegrarnos de que Antena 3 estrenara la noche del miércoles un concurso que aún no se estrenó en ningún país del mundo.
Dicen que, además, se trata de un formato nuevo. Esto quiere decir, en la terminología televisiva actual, que no es la copia directa de un concurso que ya existía, sino la mezcla de la copia de varios concursos anteriores. Así que quienes vimos “Los últimos 20 metros” pudimos comprobar que es un batiburrillo de pruebas físicas con preguntas como si juntara las preguntas del “Un, dos, tres” con la posterior fase clasificatoria que venía antes de pasar a la subasta, pero buscando un agobio parecido al que pretendía “Si lo sé no vengo”, si bien es cierto que el tono general de gilichorrada grandilocuente y desproporcionada hacía que recordara más al “Grand Prix”, todo el rato con carreras y trompazos, y con el presentador largando sin parar por aquella boca, con la novedad de que antes Ramontxu era un varas con ínfulas de poeta (“La vaquilla rapidilla, qué porrazo si te pilla”) y ahora Óscar Martínez se conforma con ser un varas sin más, algo es algo. Así que es cierto: estamos ante un formato nuevo.
Somos los primeros afortunados en el mundo que vemos “Los últimos 20 metros”. Dicen que, en unos meses, detrás de nosotros caminarán miles de telespectadores de otros países. Nos lo cuentan como si eso fuera algo bueno, pero caminar delante de los demás no tiene por qué serlo. Eso es algo que tenemos claro quienes anteayer atravesamos el campo minado de Antena 3 en horario de máxima audiencia.
Dicen que, además, se trata de un formato nuevo. Esto quiere decir, en la terminología televisiva actual, que no es la copia directa de un concurso que ya existía, sino la mezcla de la copia de varios concursos anteriores. Así que quienes vimos “Los últimos 20 metros” pudimos comprobar que es un batiburrillo de pruebas físicas con preguntas como si juntara las preguntas del “Un, dos, tres” con la posterior fase clasificatoria que venía antes de pasar a la subasta, pero buscando un agobio parecido al que pretendía “Si lo sé no vengo”, si bien es cierto que el tono general de gilichorrada grandilocuente y desproporcionada hacía que recordara más al “Grand Prix”, todo el rato con carreras y trompazos, y con el presentador largando sin parar por aquella boca, con la novedad de que antes Ramontxu era un varas con ínfulas de poeta (“La vaquilla rapidilla, qué porrazo si te pilla”) y ahora Óscar Martínez se conforma con ser un varas sin más, algo es algo. Así que es cierto: estamos ante un formato nuevo.
Somos los primeros afortunados en el mundo que vemos “Los últimos 20 metros”. Dicen que, en unos meses, detrás de nosotros caminarán miles de telespectadores de otros países. Nos lo cuentan como si eso fuera algo bueno, pero caminar delante de los demás no tiene por qué serlo. Eso es algo que tenemos claro quienes anteayer atravesamos el campo minado de Antena 3 en horario de máxima audiencia.
23/7/09
FRESNEDILLAS, TENEMOS UN PROBLEMA
Hoy desarrollaremos el negacionismo cañí que ayer inventamos con motivo de la conmemoración que hizo la tele del 40 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Es una broma, es cierto, pero otros bulos empezaron como una broma reconocida, luego echaron a rodar y por ahí andan frikis que ahora se los creen de verdad, como el espiritismo, Bigfoot y paparruchas por el estilo. El negacionismo cañí acepta que el hombre fue a la Luna, pero ningún español intervino en el proceso. Por eso salió bien.
Para empezar, ¿qué es eso de que una de las tres estaciones espaciales encargadas de seguir el viaje fue la de Fresnedillas? ¿De verdad creen que los estadounidenses se iban a arriesgar a que pasara a la historia una frase como “Fresnedillas, tenemos un problema”? La estación española era claramente un decorado, como lo demuestra que la bandera no ondeaba bien, las sombras están mal hechas y no se veían las estrellas. Fue un montaje que hizo el cineasta Tony Leblanc para el Gobierno y, a cambio, éste le cedió tecnología para que rodara su famosa película “El astronauta”: el botijo, la boina, etc. (EEUU no podía engañar al mundo porque vigilaba la URSS, pero ¿quién vigilaba a España? ¿Marruecos?). Y, por supuesto, tampoco EEUU habría permitido que un actor de teatro como Jesús Hermida (¡anda que no se le nota!) se hiciera pasar por periodista en Cabo Cañaveral para retrasmitir semejante acontecimiento histórico.
Respecto a la roca lunar que supuestamente le regaló Nixon al pueblo español para agradecer el apoyo prestado, no hay quien se crea el bulo ése de que no está en ningún museo porque se la quedó Franco. ¿Cómo que primero la birló y luego “se extravió”? Por favor, seamos serios. ¿Cómo vamos a creer que alguien tan honrado usó siquiera una sola vez en beneficio propio el poder absoluto que Dios, la Historia y el ejército alemán pusieron en sus manos?
Para empezar, ¿qué es eso de que una de las tres estaciones espaciales encargadas de seguir el viaje fue la de Fresnedillas? ¿De verdad creen que los estadounidenses se iban a arriesgar a que pasara a la historia una frase como “Fresnedillas, tenemos un problema”? La estación española era claramente un decorado, como lo demuestra que la bandera no ondeaba bien, las sombras están mal hechas y no se veían las estrellas. Fue un montaje que hizo el cineasta Tony Leblanc para el Gobierno y, a cambio, éste le cedió tecnología para que rodara su famosa película “El astronauta”: el botijo, la boina, etc. (EEUU no podía engañar al mundo porque vigilaba la URSS, pero ¿quién vigilaba a España? ¿Marruecos?). Y, por supuesto, tampoco EEUU habría permitido que un actor de teatro como Jesús Hermida (¡anda que no se le nota!) se hiciera pasar por periodista en Cabo Cañaveral para retrasmitir semejante acontecimiento histórico.
Respecto a la roca lunar que supuestamente le regaló Nixon al pueblo español para agradecer el apoyo prestado, no hay quien se crea el bulo ése de que no está en ningún museo porque se la quedó Franco. ¿Cómo que primero la birló y luego “se extravió”? Por favor, seamos serios. ¿Cómo vamos a creer que alguien tan honrado usó siquiera una sola vez en beneficio propio el poder absoluto que Dios, la Historia y el ejército alemán pusieron en sus manos?
22/7/09
NEGACIONISMO CAÑÍ
El lunes es el día de la Luna, pero éste lo fue más. Televisión de Luna llena a todas horas. Informativos espaciales en teles públicas y privadas. Documentales y películas selenitas en canales generalistas y temáticos. Frenesí supralunar allí donde mirabas, pero sobre todo en La 1, donde montaron un especial para la ocasión: “Regreso a la Luna”.
Información y emoción a partes iguales con Jesús Hermida de nuevo ante las cámaras, imágenes de archivo, y, tal y como dice la propia cadena “entrevistas a personalidades del mundo de la cultura, la ciencia, el deporte, la política” (se les olvidó añadir “y la superchería”, porque también estaba Javier Sierra). Además hubo momentos para el humor, como cuando una entrevistada tuvo un lapsus y dijo: “Soy cáncer, que es el signo más lunático que hay, y me afecta muchísimo la Luna”, cuando lo que quería decir es que es analfabeta. El programa estuvo bien, de acuerdo, pero a mí no me engañan porque aquello no fue más que la conmemoración de un gran montaje. No lo del viaje a la Luna, eso no tiene vuelta de hoja. Lo que no me creo es que una dictadura bananera como España interviniera en el proceso, que Hermida lo retransmitiera en directo, que Nixon regalara a España una roca lunar como muestra de agradecimiento, y que en un pueblín llamado Fresnedillas tuviéramos una Estación Espacial de verdad, con ingenieros, cables y esas cosas.
Mañana daré los detalles. Verán que no hay por qué limitarse al negacionismo tradicional. No hay por qué conformarse con ser un miserable que niega el Holocausto, un estúpido que niega la llegada del hombre a la Luna, o un miserable estúpido que niega que los egipcios, o sea, unos africanos bebedores de cerveza que no usaban demasiada ropa, construyeron las pirámides. Es más divertido el negacionismo cañí. Por lo menos te ríes.
Información y emoción a partes iguales con Jesús Hermida de nuevo ante las cámaras, imágenes de archivo, y, tal y como dice la propia cadena “entrevistas a personalidades del mundo de la cultura, la ciencia, el deporte, la política” (se les olvidó añadir “y la superchería”, porque también estaba Javier Sierra). Además hubo momentos para el humor, como cuando una entrevistada tuvo un lapsus y dijo: “Soy cáncer, que es el signo más lunático que hay, y me afecta muchísimo la Luna”, cuando lo que quería decir es que es analfabeta. El programa estuvo bien, de acuerdo, pero a mí no me engañan porque aquello no fue más que la conmemoración de un gran montaje. No lo del viaje a la Luna, eso no tiene vuelta de hoja. Lo que no me creo es que una dictadura bananera como España interviniera en el proceso, que Hermida lo retransmitiera en directo, que Nixon regalara a España una roca lunar como muestra de agradecimiento, y que en un pueblín llamado Fresnedillas tuviéramos una Estación Espacial de verdad, con ingenieros, cables y esas cosas.
Mañana daré los detalles. Verán que no hay por qué limitarse al negacionismo tradicional. No hay por qué conformarse con ser un miserable que niega el Holocausto, un estúpido que niega la llegada del hombre a la Luna, o un miserable estúpido que niega que los egipcios, o sea, unos africanos bebedores de cerveza que no usaban demasiada ropa, construyeron las pirámides. Es más divertido el negacionismo cañí. Por lo menos te ríes.
21/7/09
DESMONTANDO "DESMONTANDO A PAQUIRRÍN"
Hala, a desmontar se ha dicho
Antes de nada, voy a desmontarme a mí para que todos juguemos con las cartas boca arriba: no me interesa nada Paquirrín, ni lo que es, ni lo que representa; no me gusta el mundo del que procede, ni en el que vive; nunca seguí ningún programa en el que se tratara de él o sus circunstancias. Y si después de renegar de todas las tómbolas, tomates, salsas rosas y norias que en el mundo y la tele asquerrosa han sido, vi “Desmontando a Paquirrín” (noche del domingo en laSexta) es porque consideré que era (y de hecho fue) un programa que no era de Paquirrín, sino de Dani Mateo y Ángel Martín, dos tíos con talento suficiente como para darles un voto de confianza.
“Desmontando a Paquirrín” tuvo el mérito que tiene “Sé lo que hicisteis”, que es mucho (ahí estuvieron los monólogos de Martín y Mateo, que no defraudaron). Pero adoleció de una limitación que también tiene “SLQH”: gira alrededor de ese mundo rosa que a unos cuantos ya nos tiene hartos, y para reírte con sus bromas debes pagar antes el duro peaje de tener que conocerlo hasta en sus mínimos detalles. Este problema tuvo cada paso del monólogo de Paquirrín: no sólo que a mí no me parece que sea un buen chiste decir que vas de putas muerto de risa (no es siquiera gracioso), es que cada frase del ‘artista’ exigía ser un paquirrinólogo para saber de qué demonios estaba hablando.
Por lo demás, me alegro por él y que por ser quien es haya conseguido que una cadena de televisión le haya ofrecido un trabajo tan chulo (hay cuatro millones de parados que no tienen esa suerte). Demostró algo que no sabíamos y tiene su mérito: sabe reírse de sí mismo tanto como deberíamos saber todos. Y confirmó algo que sospechábamos y no tiene mérito: es un vividor tanto como no debería ser nadie. Ánimo, chaval, que Pocholo ya va estando mayor y la fiesta nacional (la de verdad, no esa que escriben con mayúscula) necesita carne fresca.
20/7/09
POBRE POLILLITA
Tallarines le daba yo a la polilla de los alimentos
- ¿Para qué corres?
- Para tener sed.
Eso decía un anuncio de gaseosa hace unos años que parecen siglos. Pretendía vender un refresco creando al espectador la necesidad que el producto satisface. Eran tiempos en los que la publicidad aún respetaba costumbres arcaicas, como conseguir que un cliente comprara algo porque lo necesitaba. El anuncio fabricaba la necesidad, el espectador compraba el producto, y todos tan contentos.
Pero si la publicidad se adueñó de nuestras vidas fue porque hizo algo más eficaz: inventarse las necesidades. El mercado pletórico la situó en la cima de la cadena trófica del mercado pletórico porque con su mordisco transformaba ciudadanos en seres permanentemente insatisfechos, o sea, en dóciles consumidores. Un ejemplo: en el inodoro hay bacterias (las hay en todas partes, cómo no las va a haber ahí), pues va un anuncio, nos enseña cómo salen del váter unos bichos gelatinosos más feos que Belén Esteban antes o después de maquillar, y todos nos lanzamos como locos a comprar porquerías que nos venden el espejismo de disponer de un inodoro más aséptico que un quirófano.
Temblemos. La publicidad ha dado un nuevo paso para convencernos de que primero tenemos que comprar el producto porque tal vez descubramos después que a lo mejor podíamos haberlo necesitado. Conocerán el anuncio: una señora dice que oyó hablar de polillas de los alimentos aunque nunca las vio… ¡así que compra un producto para atraparlas! No sé, no me convence un chisme pegajoso que transforma una despensa en la que no pasa nada en el ataúd de un montón de polillas putrefactas, aunque compraré encantado trampas detectoras de gamusinos en cuanto las fabriquen. Mientras tanto, seguiré fiel al Nopol, ese fantástico producto para las polillas que anunciaban Les Luthiers años antes de que nos volviéramos todos locos.
19/7/09
JULIÁN LAGO
Aquí pasa algo y no nos lo dicen. Si las cosas fueran tan sencillas como la tele quiere hacernos creer, Julián Lago sería ahora el personaje más famoso de la actualidad televisiva. Se harían programas especiales en los que se trazara su semblanza y se cantara su gran carrera profesional. Sus familiares y allegados serían invitados a todos los platós. Sería carne de tertulia rosa y pasto de esos carroñeros de sofá y mesa camilla que hurgan donde otros no se atreven para aprovechar hasta el último colgajo. Conoceríamos las cuitas y miserias familiares al detalle. O sea, la apoteosis de la telebasura. Y, sin embargo, esto no está sucediendo.
En los primeros noventa, Julián Lago trabajó en un importante proyecto televisivo que nos permitió llegar adonde estamos ahora: junto a otros grandes profesionales, comenzó a acostumbrar el paladar de los televidentes españoles a sabores fuertes (con sucesivas dosis de “La máquina de la verdad”), así como a consumir subproductos sin las mínimas exigencias higiénicas (con tomas semanales de “Misterios sin resolver”). Si la tele, y especialmente Telecinco, es hoy lo que es, y si los telespectadores somos capaces de tragar lo que tragamos, es, en parte, gracias a él.
El año pasado Julián Lago marchó a rehacer su vida a Paraguay, pero hace dos meses sufrió un accidente que aún lo mantiene en coma a la espera de que un avión lo traiga a España para intentar su recuperación. Si a eso añadimos unas circunstancias familiares que harían las delicias del telecotilleo feroz, no se explica que la poderosa industria televisiva actual, digna heredera que aquellos balbuceos de los noventa, no se haya abalanzado sobre un caso tan jugoso. Que nos expliquen por qué a estas alturas estoy escribiendo esto y no un artículo de esos del montón en el que rezumo indignación porque una cadena de televisión pagó su viaje de regreso a condición de tener la exclusiva para recuperar la inversión en dos días y en las semanas siguientes ganar una pasta a su costa.
18/7/09
NO ES UN DÍA COACHQUIERA
Esos programas de televisión en los que nos aconsejan cómo educar a los niños, cómo administrar el dinero en casa o cómo enseñar al perro a no morder el sofá forman parte de un género en auge llamado “coach”. Qué le vamos a hacer, podían llamarse de entrenamiento, asesoramiento o simplemente de consejos, pero entonces no molarían ni la mitad y no los querría ver nadie. Somos tan listos y guays que no permitimos que nos digan cómo tenemos que hacer las cosas, pero si nos lo dice un “coach”, nos parece requetebién. Queda tan fino hacer algo porque lo dice un “coach” que vamos a proponer uno aquí, a ver si cuela.
Se trataría de un programa que enseñara a cuidar la imagen que ofrecemos, a mejorar aquello de nosotros que más impresión causa en los demás, a perfeccionar eso por lo que quien acaba de conocernos se hace más rápido una idea de qué clase de persona somos. Así que nada de teñir el pelo, cambiar el calzado o mejorar el fondo de armario. Se trata de algo mucho más importante: hablar mejor, manejar mejor el lenguaje, despertar el gusto por las palabras, saber elegir el término preciso para cada ocasión.
Un programa de televisión así nos hace falta a todos, pero sobre todo les hace falta a los demás programas de televisión, que cuidan el vestuario, la iluminación o el sonido, pero destrozan el lenguaje sin miramientos y enseñan a sus espectadores a hacer lo mismo. ¿Hay alguien capaz de enseñar a los que hacen televisión cómo se hace un programa cuidando cada palabra, con un equipo de colaboradores en el que cada uno sabe exactamente qué término usar en cada ocasión, y que además consigue que quien lo sigue se lo pase bomba y aprenda un montón? Sí: se llama Pepa Fernández, con su equipo hace en RNE-1 “No es un día cualquiera” y este fin de semana estará en Avilés enseñando a quien lo quiera ver que el coach que necesita la tele se hace en la radio los sábados y los domingos por la mañana. No se lo pierdan.
Se trataría de un programa que enseñara a cuidar la imagen que ofrecemos, a mejorar aquello de nosotros que más impresión causa en los demás, a perfeccionar eso por lo que quien acaba de conocernos se hace más rápido una idea de qué clase de persona somos. Así que nada de teñir el pelo, cambiar el calzado o mejorar el fondo de armario. Se trata de algo mucho más importante: hablar mejor, manejar mejor el lenguaje, despertar el gusto por las palabras, saber elegir el término preciso para cada ocasión.
Un programa de televisión así nos hace falta a todos, pero sobre todo les hace falta a los demás programas de televisión, que cuidan el vestuario, la iluminación o el sonido, pero destrozan el lenguaje sin miramientos y enseñan a sus espectadores a hacer lo mismo. ¿Hay alguien capaz de enseñar a los que hacen televisión cómo se hace un programa cuidando cada palabra, con un equipo de colaboradores en el que cada uno sabe exactamente qué término usar en cada ocasión, y que además consigue que quien lo sigue se lo pase bomba y aprenda un montón? Sí: se llama Pepa Fernández, con su equipo hace en RNE-1 “No es un día cualquiera” y este fin de semana estará en Avilés enseñando a quien lo quiera ver que el coach que necesita la tele se hace en la radio los sábados y los domingos por la mañana. No se lo pierdan.
17/7/09
A SANTO DE QUÉ
Evaristo, santo subito
Una de dos. O la expulsión de Risto Mejide de “OT” no estaba prevista y Telecinco la aprovechará para seguir ganando dinero, o ya estaba prevista porque Telecinco calculó que es la mejor forma de seguir ganando dinero. Lo que no me creo es que la cadena se viera forzada a tomar semejante decisión por mantener incólumes sus hondas convicciones éticas aun a costa de mermar su cuenta de beneficios. Es que ni de coña.
Yo creo que ya estaba prevista, pero no porque los responsables de Telecinco sean unos malvados, dejémonos de tonterías, sino porque son muy buenos en su trabajo y conocen el negocio como nadie. Risto empezó siendo un personaje secundario, pero creció hasta convertirse en la estrella del programa (no hace una semana que comentamos que aquello parecía “Operación Bronca”). Había que sacarlo de “OT” de forma espectacular para rentabilizar su marcha y su posterior regreso. El año pasado marchó él, este año tocaba expulsarlo. Así que cuando esta edición ya se encontraba en su recta final y había ganado suficiente impulso gracias a las broncas de Risto, convenía hacer una voladura controlada, unos juegos pirotécnicos que garantizaran el éxito de “OT” ya sin Risto y, a la vez, dieran a Risto un último espaldarazo mediático a su figura de niño travieso capaz de decir “caca, pedo, culo, pis” en la mesa justo el día que la familia tiene una visita importante y para comer se sacó la vajilla buena.
Telecinco expulsó a Risto, pero sólo de “OT”. El contrato que firmó con Risto sigue vigente. Ahora tienen las manos libres para trabajar en un programa hecho a la medida de este publicista de sí mismo y todos estaremos deseando verlo cuando anuncien su regreso. Los abucheos del público cuando Jesús Vázquez anunció la expulsión del enfant terrible, el modo en que coreaban el nombre de Risto, no era más que la forma televisiva y laica de cantar “Santo subito”. Y ya sabemos a santo de qué.
16/7/09
EL AMOR Y LA BOMBA ATÓMICA
Anteayer se juntaron Javier Sardá, Constantino Romero, Elisenda Roca y Jordi Hurtado en un mismo programa. La ocasión lo merecía: gracias a que por un lado la Tierra completa una órbita alrededor del Sol cada 365 rotaciones sobre su eje, y por otro se da la circunstancia de que los humanos tenemos diez dedos (lo que nos lleva a utilizar un sistema numérico decimal), el martes se hizo una emisión especial de “Saber y ganar” para celebrar que TVE Cataluña nació hace 50 años, o sea, para celebrar que desde entonces la Tierra completó la mitad de 10 por 10 órbitas alrededor del Sol. Normal que quieran celebrarlo.
En realidad se hicieron más cosas en esta conmemoración, pero lo mejor fue ver cómo en “Saber y ganar” se recrearon diferentes concursos que se habían hecho desde Cataluña. Sus presentadores originales volvieron a dar paso a una prueba como si no hubiera pasado el tiempo para mostrarnos, en efecto, cómo había pasado el tiempo. “Cifras y letras” estaba como siempre, pero Elisenda Roca no. Aquella prueba de “El tiempo es oro” en la que Constantino Romero mandaba buscar información en enciclopedias de papel es una antigualla en estos tiempos en que hay que especificar que las enciclopedias eran de papel. Jordi Hurtado parecía el de “Si lo sé no vengo” hasta que buscamos una foto suya en Google imágenes. Pero por quien más cambió fue Sardá. No por las canas, eso no importa, es que no visitó “Saber y ganar” el Sardá que presentaba hace casi 20 años “Juego de niños” (y que, según confesó, pensó que no servía para la tele porque no sabía sonreír a la cámara), sino el todopoderoso jefe de pista del gran circo de “Crónicas marcianas”. El Sardá de hace 20 años, tras ver cómo los niños definían “amor” y “bomba atómica”, no hubiera concluido diciendo: “Lo bueno sería echar un polvo como una bomba atómica”. No, éste no es aquel Sardá. Lo que no quiere decir que, en este punto, el Sardá de ahora esté equivocado.
En realidad se hicieron más cosas en esta conmemoración, pero lo mejor fue ver cómo en “Saber y ganar” se recrearon diferentes concursos que se habían hecho desde Cataluña. Sus presentadores originales volvieron a dar paso a una prueba como si no hubiera pasado el tiempo para mostrarnos, en efecto, cómo había pasado el tiempo. “Cifras y letras” estaba como siempre, pero Elisenda Roca no. Aquella prueba de “El tiempo es oro” en la que Constantino Romero mandaba buscar información en enciclopedias de papel es una antigualla en estos tiempos en que hay que especificar que las enciclopedias eran de papel. Jordi Hurtado parecía el de “Si lo sé no vengo” hasta que buscamos una foto suya en Google imágenes. Pero por quien más cambió fue Sardá. No por las canas, eso no importa, es que no visitó “Saber y ganar” el Sardá que presentaba hace casi 20 años “Juego de niños” (y que, según confesó, pensó que no servía para la tele porque no sabía sonreír a la cámara), sino el todopoderoso jefe de pista del gran circo de “Crónicas marcianas”. El Sardá de hace 20 años, tras ver cómo los niños definían “amor” y “bomba atómica”, no hubiera concluido diciendo: “Lo bueno sería echar un polvo como una bomba atómica”. No, éste no es aquel Sardá. Lo que no quiere decir que, en este punto, el Sardá de ahora esté equivocado.
15/7/09
INSTRUCCIONES PARA APAGAR UNA TELE
Nunca habrá dejado de observar, como hizo en su día Julio Cortázar y me contó Ana Alba, que con frecuencia el mando a distancia se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del mando, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, en esta caso descendente, hasta encontrarse con el plano del mando del que partimos, conducta que se repite en línea o matriz en número sumamente variable. Estirándose y cogiendo con la mano el mando, y un dedo en una de las horizontales, se está en posesión momentánea de una tecla o botón. Cada uno de estos botones sobresale un poco del mando, ya que cualquier otra disposición producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar a un telespectador de un lugar a otro.
Los mandos se apuntan de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodos. La actitud natural consiste en mantenerse sentado, un brazo levemente estirado, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los botones circundantes al que se pulsa, y respirando lenta y regularmente. Para apagar una tele se comienza por levantar una de esas partes del cuerpo situadas al final de la mano, reforzada con una uña, sobre el primer botón del mando, que a veces es un poco mayor, otras es roja y suele tener siempre un dibujo característico. Puesta en la tecla de encendido y apagado dicha parte, que para abreviar llamaremos yema del dedo, se presiona con suavidad pero con firmeza de forma que la superficie del botón desciende hasta un tope, momento en que la yema del dedo se retira y el botón recupera su posición original.
Habiendo apagado de esta forma la tele, basta repetir los movimientos con los mandos de todas las teles de la casa hasta encontrarse ante la puerta de salida de su vivienda. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de cerradura que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del regreso.
14/7/09
POBRE DE MÍ
Aquí tienen el Colacao. La sangre fresca ya la vimos todos
Pobre de mí, pobre de mí, que no aguanto las fiestas de San Fermín. Y como cada año desde 1986, la tele me mete los encierros en directo en casa. A las ocho de la mañana, para empezar el día con energía. A esa hora en que uno puede disfrutar de ser un ciudadano responsable y enciende la tele quien libremente quiere verla y quien no quiere verla no tiene por qué encenderla. A esa hora que los niños saben, porque así se les ha enseñado durante todo el año, que la tele está repleta de dibujos animados. Un par de cuernos seguido de media tonelada de carne desconcertada empitonando lo que pilla a su paso. Qué emocionante. Los comentaristas encumbran la figura del “corredor experimentado” (aquél que se juega la vida ahora con la sabiduría que da haberse jugado la vida antes como corredor novato). Desfile de consejos para saber cómo debe comportarse de forma sensata quien comete la insensatez de correr un encierro. Es que los hay tan tontos que no saben jugarse la vida sin correr peligro innecesarios. Empitonamientos y cogidas en cada encierro, y, de vez en cuando, la muerte en directo. Sangre fresca con Colacao. La glorificación del riesgo. Y lo reconfortante que es achacar los resultados indeseados a la mala suerte.
En “La noria” discuten si se deben tomar medidas en los encierros. Restringir el número de corredores, hacer controles de alcoholemia o colocar, como propone Pedro J. Ramírez, una pancarta en la calle Estafeta que imite los mensajes de las cajetillas y diga “Los toros matan. Corra con precaución” (un error: no se puede correr con precaución igual que no se puede fumar con precaución. Un incauto precavido es a la vida lo que un círculo cuadrado es a la geometría). No aguanto el debate. Sánchez Dragó y Belén Esteban me suben la bilirrubina. Antes de apagar hago mi propuesta: que quiten los toros. No lo harán, pobre de mí, las tabaqueras saben que el tabaco sin nicotina no es negocio.
13/7/09
OPERACIÓN BRONCA
Lo concedo: quizá hubo una época en que OT era un concurso de jóvenes talentos musicales que ofrecía la vida cotidiana de los aprendices en una academia y retransmitía semanalmente una gala de producción espectacular en la que los alumnos demostraban lo aprendido e iban quedando eliminados hasta llegar al ganador. Pero también me concederán ustedes que desde hace varios años, -y más que nunca en éste-,"Operación Triunfo" utiliza la Academia como una mera excusa, un mcguffin hitchcockiano con el que mostrar el verdadero nuevo tema del reality, -¿existe "falsity"? debería existir como género televisivo-, es decir, las peleas de jurados, presentadores y profesores entre sí. Estos momentos son siempre los picos de audiencia del programa, muy por encima de las deliciosas actuaciones de Brenda o el standard permanente de Mario.
Así pues, carajo, ¿por qué no hacer que OT 2009 trate de derecho de lo que ya trata de hecho? ¿Para qué ver cómo pasó la semana Patricia cuando lo que todo el mundo está queriendo ver es cómo pasó la semana froilain Coco? ¿A mí qué más me dan los ensayos y las puebas de micro de los temas de Jon cuando lo que me molaría un huevo ver serían los ensayos y las pruebas de micro de las discusiones entre Risto Mejide y Jesús Embajador de Buena Voluntad de ACNUR Vázquez? ¿Por qué no ofrecen en las galas semanales el momento en el que Noemí Pingalera reparte los guiones de la semana? "A ver, Jesús, esta semana se vas mosquear con Mejide durante su valoración de Ángel; aquí tienes el texto. Y tú, Risto, después del numerito pseudohomófobo del martes pasado vas a soltar esta semana una frase medio racista que te contestaré yo muy enfadada. Apréndetela bien, que nuestro equipo de abogados la ha redactado con mucha prudencia para no cometer ningún delito". E imágenes de Risto llorando porque no le salen bien los ensayos. Y Coco consolándole. Y las audiencias estables en el 34% durante tres horas. Y Gestmusic frotándose las manos. Y, sobre todo, las quinceañeras en el Carrefour gritando igual.
Así pues, carajo, ¿por qué no hacer que OT 2009 trate de derecho de lo que ya trata de hecho? ¿Para qué ver cómo pasó la semana Patricia cuando lo que todo el mundo está queriendo ver es cómo pasó la semana froilain Coco? ¿A mí qué más me dan los ensayos y las puebas de micro de los temas de Jon cuando lo que me molaría un huevo ver serían los ensayos y las pruebas de micro de las discusiones entre Risto Mejide y Jesús Embajador de Buena Voluntad de ACNUR Vázquez? ¿Por qué no ofrecen en las galas semanales el momento en el que Noemí Pingalera reparte los guiones de la semana? "A ver, Jesús, esta semana se vas mosquear con Mejide durante su valoración de Ángel; aquí tienes el texto. Y tú, Risto, después del numerito pseudohomófobo del martes pasado vas a soltar esta semana una frase medio racista que te contestaré yo muy enfadada. Apréndetela bien, que nuestro equipo de abogados la ha redactado con mucha prudencia para no cometer ningún delito". E imágenes de Risto llorando porque no le salen bien los ensayos. Y Coco consolándole. Y las audiencias estables en el 34% durante tres horas. Y Gestmusic frotándose las manos. Y, sobre todo, las quinceañeras en el Carrefour gritando igual.
12/7/09
VERANEROS
"Callejeros" se fue a la playa. Cambió Cuatro por Antena 3. Pasó a llamarse "Arena Mix" y todo el posible interés que tienen los espacios de Carolina Cubillo se disolvió como un castillo de arena cuando lo anega una ola inesperada. O esperada. Algo ocurre con la playa y con el verano que lo vuelve todo estrictamente intrascendente. Es lo que tiene de bueno. O de malo. El trabajo cotidiano de los limpiadores de la Barceloneta no admite más lecturas que las de los textos de las latas de cerveza y los envases de condones que pichan antes de meter en sus bolsas negras. Pero el trabajo cotidiano de los basureros en Badajoz nos puede hablar de una realidad que arranca a ras de suelo, llega hasta las capas más altas de la atmósfera y no suele mostrarse con frecuencia por televisión. Las imágenes de los y las gogós en los afters de la Costa Naranja (¿existe la Costa Naranja? lo he escrito como un nombre inventado, pero a lo mejor va y existe) no llegan siquiera a separarse del tanga aceitoso. Pero las imágenes de chicas semidesnudas bailando en discotecas de cinturones industriales de Vizcaya son la tarjeta de presentación de vidas enormes, invadidas de esquinas y abismos. Un pijillo que es pillado en un control de alcoholemia con el doble de la dosis permitida en Benidorm sólo es un pijillo que es pillado en un control de alcoholemia con el doble de la dosis permitida en Benidorm. Pero un gilipollas que conduce completamente borracho en Madrid... no, mira, aquí no, ése también es únicamente un gilipollas que conduce completamente borracho en Madrid.
Al comienzo de "La tregua" (Mario Benedetti), Martín Santomé pasea por Montevideo y un borracho desconocido le aborda, le agarra por el brazo y le recrimina: "¿Sabés lo que te pasa? Que no vas a ninguna parte". Estuve todo "Arena Mix" intuyendo la inminencia de la aparición de este borracho. ¿Saben lo que le pasa a los veraneros de "Arena Mix"? Que no van a ninguna parte. Por eso "Arena Mix" no es "Callejeros". Por eso lo emite Antena 3 y en verano.
Al comienzo de "La tregua" (Mario Benedetti), Martín Santomé pasea por Montevideo y un borracho desconocido le aborda, le agarra por el brazo y le recrimina: "¿Sabés lo que te pasa? Que no vas a ninguna parte". Estuve todo "Arena Mix" intuyendo la inminencia de la aparición de este borracho. ¿Saben lo que le pasa a los veraneros de "Arena Mix"? Que no van a ninguna parte. Por eso "Arena Mix" no es "Callejeros". Por eso lo emite Antena 3 y en verano.
11/7/09
¡EL INVITADO TRABAJA!
Dos. Tres programas como mucho le doy yo a "Pánico en el plató" antes de que desaparezca en el olvido más proceloso. Estamos en 2009. ¿A quién se le ocurre emitir un programa de estas características? Una entrevista amable, llena de momentos emocionantes a una gigantesca actriz. Sin insultarla en ningún momento. Sin hacer hincapié en los asuntos más complicados de su vida privada. Sin invitados sorpresa que la acusen de haberles robado una herencia, o haberles violado cuando eran niños, o haberles vomitado encima completamente colocados tras mezclar cocaína, metanfetamina y pegamento. Con un presentador inteligente que consigue mejorar cualquier programa en el que participa sin pretender en ningún momento convertirse él en la estrella del espacio. Hablando sobre todo del trabajo del invitado (¡el invitado trabaja!). Y, para más despropósito, con un formato que hasta tiene algo de ingenioso, de innovador, que se aparta del obligatorio cinco-tíos-delante-del-famoso-humillándolo-todo-lo-que-sean-capaces. Tres programas, no más. Un 5%, quizá un 6% de share y van que chutan.
En el intermedio de "Pánico en el plató" vimos una promo de "DEC": "Bárbara Rey asegura que Ángel Cristo maltrató a su hija Sofía. Ahora Sofía (foto de Sofía en tetas en la portada del semanario que saca siempre en portada a gente como Sofía en tetas) nos lo cuenta todo". ¿Veis? Así es como se triunfa en la era post-Sardá, post-Mermelada, post-Jordi González, post-Emma García. Así se consiguen los 20% de share y los cientos de emisiones ininterrumpidas. Con Cantizano y no con Juan y Medio. Con un entrevistado que un día escuchó en el baño de una discoteca cómo le hacían una felación a Dinio y no con una Concha Velasco nombrando a José María Rodero, a José Sacristán (¡Pepito!) o a Adolfo Marsillach. "Pánico en el plató" será uno de los grandísimos fracasos de audiencia de esta temporada, y de nada le va a servir siquiera el tirón del bombazo mediático de "Arena Mix", el programa que le precede en la parrilla. Juas, juas, juas.
En el intermedio de "Pánico en el plató" vimos una promo de "DEC": "Bárbara Rey asegura que Ángel Cristo maltrató a su hija Sofía. Ahora Sofía (foto de Sofía en tetas en la portada del semanario que saca siempre en portada a gente como Sofía en tetas) nos lo cuenta todo". ¿Veis? Así es como se triunfa en la era post-Sardá, post-Mermelada, post-Jordi González, post-Emma García. Así se consiguen los 20% de share y los cientos de emisiones ininterrumpidas. Con Cantizano y no con Juan y Medio. Con un entrevistado que un día escuchó en el baño de una discoteca cómo le hacían una felación a Dinio y no con una Concha Velasco nombrando a José María Rodero, a José Sacristán (¡Pepito!) o a Adolfo Marsillach. "Pánico en el plató" será uno de los grandísimos fracasos de audiencia de esta temporada, y de nada le va a servir siquiera el tirón del bombazo mediático de "Arena Mix", el programa que le precede en la parrilla. Juas, juas, juas.
10/7/09
CAMISOLAS (¿CAMISOLAS?)
Al menos antes, cuando la presencia de Carlos Baute en nuestras pantallas estaba confinada a unos espacios bien definidos, uno podía planear minuciosamente estrategias que le evitasen tener que encontrarse con el primer personaje televisivo cuya sola aparición evoca simultáneamente la sensación de estar oyendo unas uñas arañando una pizarra mientras alguien frota corcho blanco y el filo de un folio se mete debajo de una uña haciendo un corte profundo. Dentera, por si no se había entendido. Bastaba un rotulador rojo y una página con la programación del día en la que rodear varias veces con un círculo el programa de Cuatro "Elígeme" para poder sentirse a salvo mientras uno zapeaba alegremente por las siete cadenas. Pero ya no: en algún momento se rompieron los cordones sanitarios y se difuminaron por todas partes anuncios publicitarios de unos populares grandes almacenes en los que el primer cantante androide con photoshop de serie se dedica a repartir camisolas (¿camisolas?) a ilusionadas modelos que quieren más y más y más, pero mucho más.
Y, claro, a ver ahora quién es el osado que se atreve a seguir viendo la tele al buen tuntún. Es cierdo que las autoridades sanitarias repiten una y otra vez que la pandemia de Carlos Baute no es más grave que otras pandemias de cantantes melódicos ("cantantes melódicos" suena a arma de destrucción masiva) que padecimos en el pasado, como la gran epidemia de El Puma o el famoso contagio latino de Luis Miguel. Pero nadie que vea con los ojos entrecerrados esa sonrisa puede ignorar que estamos ante un virus extraño que está a punto de mutar con la próxima camisola (¿camisola?) que Carlitos alcance a quien se lo pida. La ministra del ramo sigue pidiendo tranquilidad, pero yo me planteo seriamente apagar mi televisor, al menos hasta que hayan terminado las rebajas del cortinglés o sus camisolas (¿camisolas?) las promocionen los gatos de brazo bamboleante de Mixta.
9/7/09
CONTESTAD, FILÓSOFOS
No lo previó Platón cuando utilizó el mito del anillo de Giges para hablar de los fundamentos de la moralidad humana. No lo encontramos en ninguno de los epígrafes de la "Ética demostrada según el orden geométrico" de Spinoza. La trascendencia del dilema moral que ha planteado recientemente el gran filósofo Jorge Javier Vázquez exige abrir un capítulo nuevo en la historia de la filosofía ética moderna en el que se reconstruyan dos mil años de discusiones. Lo fácil sería pensar que JJV es un tipo de una bajeza moral liliputiense, el contraejemplo perfecto de la figura del hombre que alguna vez hizo algo bueno por la sociedad que le da de comer. Pero no. En verdad Vázquez es un performer moral sofisticado, un filósofo de la acción que planea sus vómitos con la premeditada intención de servir de revulsivo a un mundo que necesita recuperar las viejas distinciones entre el bien y el mal. Veamos a qué me refiero.
Charlaban despreocupadamente los invitados a un "Sálvame" reciente sobre el calor de estos días cuando Kiko GH, -ese ser morfológicamente tan parecido a un homo sapiens-, con los modos chulescos del que hace lo que le da la gana con una pertenencia propia, le arrancó el vestido a la ¿actriz? María Lapiedra dejándola en pálida pelota en medio del plató. La ¿actriz? salió corriendo, perseguida por las cámaras, hasta las entretelas del estudio. Ante la agresión machista que había tenido lugar, Mermelada intentó disculpar la violencia dando muestras de su peculiar sentido del humor y su actitud progretolerante en materia de sexo al confesar que todo se trataba de un montaje con la participación cómplice del homo granhermanensis y la ¿actriz?
Insisto: JJV no puede tener la catadura moral que a todos nos está pareciendo. Nadie puede ser tan miserablemente casposo. En verdad Jorge Javier está planteando al mundo el gran dilema moral de comienzos del siglo XXI: ¿qué da más asco, el arranque espontáneo de Kiko o haber planeado fríamente fingir ese abuso? Contestad, filósofos.
8/7/09
CONCIERTO DE CUERPO PRESENTE
Una quimera es la mezcla imaginaria de dos especies que no pueden tener descendencia en común. Michael Jackson era una quimera, una mezcla de mezclas imposibles, el hijo onírico de tipos humanos que no podían ser combinados. Ese Michael Jackson del final, pálido, con barba de dos días o dos años, escuálido, ese Michael Jackson al que todo lo humano ya le era ajeno era en verdad una quimera. Y lo que vimos ayer, esa ceremonia que se ha convertido en la emisión de televisión más vista de la historia, fue otra quimera, otro intento de cruzar especies mutuamente estériles: o funeral o espectáculo, o responso o videoclip, pero por favor no ambos conceptos a la vez.
Fue un concierto de cuerpo presente. Raro. Canta Mariah Carey "I’ll be there" y está todo lo bien que puede estar Mariah Carey cantando "I’ll be there", pero cuando el plano se abre aparece el féretro de Jacko con su cadáver dentro y la imagen se convierte en una quimera imposible, en una mezcla monstruosa de ésas que se conservan en formol en los museos. Raro. Actúan Stevie Wonder, Usher, ¡John Mayer!, canta Jermanie Jackson la canónica "Smile", y todo es sinceramente emocionante y funcional, pero sólo mientras nada nos recuerde que estamos viendo un velorio, un velorio con entradas a la venta por internet en el que la hija del finado no puede terminar su intervención anegada por las lágrimas. Raro. Berry Gordy cuenta la emoción que sintió la primera vez que escuchó a Jackson cantar cierta canción mejor que el mismísimo Smokey Robinson, que está en la segunda fila y ríe la anécdota, -¿qué canción? se me ha escapado; bueno, ya lo veré en el DVD que seguro sale con este funeral-.
Todo en Michael Jackson fue una quimera. Y una vez muerto creó la última quimera de su obra: el funeral show. Se avecina una década con muchos adioses y ayer vimos nacer un nuevo género que pronto se nos hará familiar: el concierto de cuerpo presente.
Fue un concierto de cuerpo presente. Raro. Canta Mariah Carey "I’ll be there" y está todo lo bien que puede estar Mariah Carey cantando "I’ll be there", pero cuando el plano se abre aparece el féretro de Jacko con su cadáver dentro y la imagen se convierte en una quimera imposible, en una mezcla monstruosa de ésas que se conservan en formol en los museos. Raro. Actúan Stevie Wonder, Usher, ¡John Mayer!, canta Jermanie Jackson la canónica "Smile", y todo es sinceramente emocionante y funcional, pero sólo mientras nada nos recuerde que estamos viendo un velorio, un velorio con entradas a la venta por internet en el que la hija del finado no puede terminar su intervención anegada por las lágrimas. Raro. Berry Gordy cuenta la emoción que sintió la primera vez que escuchó a Jackson cantar cierta canción mejor que el mismísimo Smokey Robinson, que está en la segunda fila y ríe la anécdota, -¿qué canción? se me ha escapado; bueno, ya lo veré en el DVD que seguro sale con este funeral-.
Todo en Michael Jackson fue una quimera. Y una vez muerto creó la última quimera de su obra: el funeral show. Se avecina una década con muchos adioses y ayer vimos nacer un nuevo género que pronto se nos hará familiar: el concierto de cuerpo presente.
7/7/09
EUFORIA
Basta con salir a la calle para darse cuenta de la euforia: la gente está como loca con esto de la Televisión Digital Terrestre. Los vecinos caminan más resueltos, con una sonrisa permanente, y lo que antes de la TDT, -cuando sólo teníamos los seis canales nacionales y los locales y autonómicos-, podían ser unos saludos fríos y rutinarios se convierten ahora en explosiones de júbilo al cruzarse por las esquinas, en sinceros abrazos, en risas descontroladas ante la menor referencia al nuevo sistema de televisión que se implantó la semana pasada. Enemigos de toda la vida se reconcilian. Se oyen salir cantos embriagados y colectivos de los bares. La crisis, Cristiano Ronaldo, la gripe A, son asuntos del pasado que jamás se recuerdan en las conversaciones de los grupos que se forman espontáneamente en los parques y las plazas ante el hecho de que cualquier desconocido se ha convertido en un hermano al compartir esa calidad en la recepción de la señal, ese posibilidad de disfrutar tanto de canales de televisión como de radio, esa promesa de que en el futuro habrá canales de pago.
Porque, claro está, no se habla de otra cosa. "¿Viste la teletienda de Cincoshop?" se pregunta desde el entusiasmo. "Pues anda que la de Tienda en VEO". "Nosotros en casa ya sólo vemos las noticias de 24h y las imágenes de TeleDeporte". Y durante unos momentos cientos, miles de paseantes corean al unísono "¡TeleDeporte, TeleDeporte, TeleDeporte!". "Mi tío pudo ver ayer en FDF un capítulo repetido de ‘Sin tetas no hay paraíso’". "¿Y esos imitadores tan buenos de Intereconomía que tienen que poner debajo el nombre del imitado para que se sepa quién es?". "¿Por qué llora ése?", "es de emoción, es que en Hogar10 reemiten ‘Juicio de parejas’, aquel fallido programa matinal de relleno de hace unos años en la Sexta". Un sentimiento de unidad victoriosa, de colectividad que entra en la Historia de España recorre la península de esquina a esquina, y tal parece que se hubieran convocado de nuevo elecciones europeas.
Porque, claro está, no se habla de otra cosa. "¿Viste la teletienda de Cincoshop?" se pregunta desde el entusiasmo. "Pues anda que la de Tienda en VEO". "Nosotros en casa ya sólo vemos las noticias de 24h y las imágenes de TeleDeporte". Y durante unos momentos cientos, miles de paseantes corean al unísono "¡TeleDeporte, TeleDeporte, TeleDeporte!". "Mi tío pudo ver ayer en FDF un capítulo repetido de ‘Sin tetas no hay paraíso’". "¿Y esos imitadores tan buenos de Intereconomía que tienen que poner debajo el nombre del imitado para que se sepa quién es?". "¿Por qué llora ése?", "es de emoción, es que en Hogar10 reemiten ‘Juicio de parejas’, aquel fallido programa matinal de relleno de hace unos años en la Sexta". Un sentimiento de unidad victoriosa, de colectividad que entra en la Historia de España recorre la península de esquina a esquina, y tal parece que se hubieran convocado de nuevo elecciones europeas.
6/7/09
CUATRO AÑOS DE ACENTOS
La grandeza, la inmensa grandeza de "Con todos los acentos", -celebró este domingo su cuarto cumpleaños; felicidades, amigos-, radica en que las pieles y las miradas de cualquier lugar del mundo caben en un único espacio. Ésa es una diferencia importante que existe entre el programa más noble de la televisión española y los miopes programáculos religiosos protestantes, judíos y musulmanes que le anteceden en la mañana temprana dominical de La 2. Dos presentadores españoles nacidos en cualquier país van dando paso durante media hora a todo tipo de personas con todo tipo de creencias, todo tipo de valores y todo tipo de aptitudes dispuestas a encontrar acuerdos a sus diferencias que les permitan vivir en sociedad. La inmigración argentina no tiene su propio programa de televisión en donde se hable únicamente para los inmigrantes argentinos y que se emita justo antes del programa dedicado a la inmigración árabe en donde inmigrantes árabes hablan únicamente para inmigrantes árabes minutos antes de la emisión del programa dedicado exclusivamente a la inmigración china. Por supuesto que habrá conflictos entre tantas personas tan distintas, pero la existencia de un único "Con todos los acentos" es prueba de la voluntad, la necesidad y la posibilidad de resolverlos.
Y esto tan elemental es impensable cuando hablamos de religión. "Buenas noticias", "Shalom" e "Islam, hoy" no podrían ser jamás secciones de un único programa, nunca podrían acordar un presentador común, no encontrarían jamás una única cabecera por la que se sintieran los tres representados. Cuando anda la dogmática en medio, -por cierto, ¿por qué estos programas hablan tan poco de sus respectivas dogmáticas?-, el conflicto sólo se resuelve convirtiendo al infiel o, al menos, recluyéndose cada uno en diferentes programas de televisión. Dejemos que los pastores, los imanes y los rabinos sigan hablando sólo para sí mismos. Desde hace cuatro años los inmigrantes argentinos, árabes y chinos tienen un espacio común en el que trabajar juntos.
Y esto tan elemental es impensable cuando hablamos de religión. "Buenas noticias", "Shalom" e "Islam, hoy" no podrían ser jamás secciones de un único programa, nunca podrían acordar un presentador común, no encontrarían jamás una única cabecera por la que se sintieran los tres representados. Cuando anda la dogmática en medio, -por cierto, ¿por qué estos programas hablan tan poco de sus respectivas dogmáticas?-, el conflicto sólo se resuelve convirtiendo al infiel o, al menos, recluyéndose cada uno en diferentes programas de televisión. Dejemos que los pastores, los imanes y los rabinos sigan hablando sólo para sí mismos. Desde hace cuatro años los inmigrantes argentinos, árabes y chinos tienen un espacio común en el que trabajar juntos.
5/7/09
HERÁCLITO DE SPRINGFIELD
"Nada es permanente a excepción del cambio" escribió Heráclito de Éfeso en el siglo V a.C., y parecería que se estuviera refiriendo a nuestra época. Hace diecinueve años nadie llevaba en su bolsillo un aparato que le permitía hablar con cualquier persona que conociera; era necesario buscar en libros de papel cualquier dato que se necesitara; los coches no llevaban incorporados sistemas para guiar hacia cualquier dirección a la que se quisiera ir. Hace diecinueve años la música sólo podía escucharse en la radio, en planchas de vinilo o en cintas de casete; la única televisión que existía era la televisión pública, y los profesionales del medio nunca nombraban términos como share, reality show, target o spin off; las películas de cine se veían en salas gigantescas situadas en los centros de las ciudades. Hace diecinueve años a nadie se le ocurría casarse por lo civil y, si lo hacía, la ceremonia consistía en la firma de unos papeles en el despacho de un funcionario; a nadie se le ocurría declararse homosexual y, si lo hacía, el resto de su vida se convertía en una sucesión de burlas, desprecios y marginaciones; a nadie se le ocurría exigir que sus hijos no estudiasen religión en la escuela y, si lo hacía, era inmediatamente considerado un ateo fanático o un adepto de alguna secta extravagante.
"Nada es permanente a excepción del cambio y de Los Simpsons" habría escrito Heráclito de Éfeso si no hubiera tenido la desgracia de morir pocos años antes de que comenzaran las emisiones de la mejor serie de la historia de la televisión. Hoy Antena 3 estrena su temporada 19 y nos permitirá comprobar cómo lo único que tiene en común el planeta Tierra de 2009 con el planeta Tierra de 1990 es que los habitantes de Springfield siguen teniendo la piel amarilla, cuatro dedos en cada mano y componen el conjunto de personajes más lúcidos, entrañables, hirientes y cómicos que ha creado la ficción en el último siglo. Michael Jackson ha muerto, vale, pero "Los Simpsons" siguen proporcionándonos certezas en medio del cambio.
"Nada es permanente a excepción del cambio y de Los Simpsons" habría escrito Heráclito de Éfeso si no hubiera tenido la desgracia de morir pocos años antes de que comenzaran las emisiones de la mejor serie de la historia de la televisión. Hoy Antena 3 estrena su temporada 19 y nos permitirá comprobar cómo lo único que tiene en común el planeta Tierra de 2009 con el planeta Tierra de 1990 es que los habitantes de Springfield siguen teniendo la piel amarilla, cuatro dedos en cada mano y componen el conjunto de personajes más lúcidos, entrañables, hirientes y cómicos que ha creado la ficción en el último siglo. Michael Jackson ha muerto, vale, pero "Los Simpsons" siguen proporcionándonos certezas en medio del cambio.
4/7/09
EL TOPO ES "EL TOPO"
Veámoslo de esta manera: la programación actual contiene juegos, pero ella misma es un juego. La programación actual contiene realities, pero ella misma es un reality. De hecho, está teniendo lugar en la televisión española durante estas semanas el rodaje de uno de los programas concurso más prometedores para la próxima temporada, en donde las propias cadenas son los propios concursantes del juego. La dinámica es muy sencilla: una cadena ha infiltrado un programa en la programación de otro canal para conseguir que ese canal pierda toda la audiencia posible y ganen por tanto las audiencias de las demás cadenas. Si el programa infiltrado es descubierto por los directivos de la cadena será eliminado de la programación y volverá a empezar otra ronda del reality. Si el programa infiltrado pasa desapercibido puede mantenerse durante semanas sangrando el share del desafortunado anfitrión.
En definitiva, que en la programación actual hay un topo. Y yo apuesto, claro, a que el topo es "El topo". Telecinco está infiltrado y, por una vez en la vida, coinciden el "acusado por el público", el "acusado por el grupo" y el que "ha perdido el reto individual". Semana tras semana las audiencias de "El topo" transcurren bajo tierra, el reality de Telecinco se arrastra por túneles antípodas oscuros y va apartando la tierra sucia que le rodea con los dientes hipertrofiados de Emilio Pineda. No cabe duda de que una mala idea como "El topo" no puede haber nacido en la propia cadena que la emite. Tiene que tratarse de una operación de contraespionaje de las cadenas rivales que sólo parecería un programa autóctono en un canal que emite programas como "Mujeres y hombres y viceversa" o "Guaypaut". Cuando llegue septiembre la Sexta, por ejemplo, emitirá el reality que se está rodando este verano en nuestra programación televisiva. Pero ya sabremos todos el desenlace: el topo era "El topo". Quizá entonces Telecinco se anime a retirarlo.
En definitiva, que en la programación actual hay un topo. Y yo apuesto, claro, a que el topo es "El topo". Telecinco está infiltrado y, por una vez en la vida, coinciden el "acusado por el público", el "acusado por el grupo" y el que "ha perdido el reto individual". Semana tras semana las audiencias de "El topo" transcurren bajo tierra, el reality de Telecinco se arrastra por túneles antípodas oscuros y va apartando la tierra sucia que le rodea con los dientes hipertrofiados de Emilio Pineda. No cabe duda de que una mala idea como "El topo" no puede haber nacido en la propia cadena que la emite. Tiene que tratarse de una operación de contraespionaje de las cadenas rivales que sólo parecería un programa autóctono en un canal que emite programas como "Mujeres y hombres y viceversa" o "Guaypaut". Cuando llegue septiembre la Sexta, por ejemplo, emitirá el reality que se está rodando este verano en nuestra programación televisiva. Pero ya sabremos todos el desenlace: el topo era "El topo". Quizá entonces Telecinco se anime a retirarlo.
3/7/09
EL COCHE MONÁRQUICO
De verdad, hay dos cosas en la vida que es mejor no modernizar: una es la monarquía, la otra es "El coche fantástico". Sobre la primera habló durante un rato María Teresa Campos durante la interesante charla que mantuvo con Andréu Buenafuente en la noche del miércoles. "Claro", cito de memoria, "la monarquía ya se ha modernizado todo lo que se se puede modernizar. Ya se ha hecho constitucional y parlamentaria. No podemos modernizarla mucho más. Si ellos empiezan a querer ser vistos y tratados como gente normal, la gente normal va a querer ser vista y tratada como ellos. Si modernizamos mucho la monarquía en lo que terminamos es en una...", dudó si terminar la frase, "en una...", repitió. "República", cerró Buenafuente y de pronto comprendí por completo las razones del fracaso de la nueva etapa de "El coche fantástico". "Knight Rider 2008" ha terminado su paseo por la programación de los EE.UU. tras 17 capitulillos. En España podemos verlos en Sci-Fi, -Digital+, Imagenio-, y comprobar los peligros de intentar modernizar aquello cuya esencia está basada en las armaduras medievales.
Está en la naturaleza de un régimen basado en la herencia familiar de la jefatura de un Estado su carácter anticuado, como está en la naturaleza de "El coche fantástico" esa calidad de imagen de videoclip de Dire Straits, ese David Jaseljof discípulo aventajado de Arturo Fernández, esas tramas tan planas y previsibles como el movimiento zis zas zis zas de la roja lucecita delantera de KITT. Si se intenta convertir "El coche fantástico", -"El auto increíble" en México, ¿no es delicioso?-, en "Bones", la gente va a pasar de ver "El coche fantástico" y continuará viendo "Bones". Dejemos a los reyes en sus castillos mientras la Historia se lo permita. Que Buenafuente siga haciendo el mejor late night nunca visto en España. Y que los yanquis se atrevan a rodar una verdadera nueva etapa de "El coche fantástico" en baja definición con hombreras y sólo comercializada en cintas de VHS.
Está en la naturaleza de un régimen basado en la herencia familiar de la jefatura de un Estado su carácter anticuado, como está en la naturaleza de "El coche fantástico" esa calidad de imagen de videoclip de Dire Straits, ese David Jaseljof discípulo aventajado de Arturo Fernández, esas tramas tan planas y previsibles como el movimiento zis zas zis zas de la roja lucecita delantera de KITT. Si se intenta convertir "El coche fantástico", -"El auto increíble" en México, ¿no es delicioso?-, en "Bones", la gente va a pasar de ver "El coche fantástico" y continuará viendo "Bones". Dejemos a los reyes en sus castillos mientras la Historia se lo permita. Que Buenafuente siga haciendo el mejor late night nunca visto en España. Y que los yanquis se atrevan a rodar una verdadera nueva etapa de "El coche fantástico" en baja definición con hombreras y sólo comercializada en cintas de VHS.
2/7/09
OLD FRIENDS
Dato para la reflexión: uno ve cómo van envejeciendo los amigos contemplando cómo van cambiando con el paso del tiempo, y uno ve cómo va envejeciendo "Friends" contemplando cómo no va cambiando con el paso del tiempo. Es, quizá, la mayor diferencia entre los amigos de verdad y la serie "Amigos". Si nuestros amigos se mantuvieran siempre igual, con el mismo peinado, la misma forma de ser y el mismo guión en sus vidas década tras década comentaríamos sorprendidos los jóvenes que se conservan. Pero los amigos de "Amigos" se mantienen siempre igual, con el mismo peinado, la misma forma de ser, el mismo guión en sus vidas década tras década y comentamos sorprendidísimos lo muchísimo que están envejeciendo.
Cuatro ha comenzado a reemitir "Friends" a la hora de comer. Los diálogos toscamente afilados de la tertulia política de Concha García Campoy se han visto sustituidos por los diálogos cortantes como cuchillas de Chandler y los demás. Pero, justamente por seguir igual que siempre, resulta que algo ha cambiado en ellos. Siguen teniendo treinta años, pero ahora no pueden ocultar que ya son padres, casi abuelos, de "The Office" o la serie de Larry David. Cuando aparecen en pantalla ésta se vuelve ligeramente turbia, como si se llenara de pequeñas arrugas; cuando el argumento de cada capítulo da uno de sus giros el televisor emite un suspiro bajísimo, casi imperceptible, como hacen los cincuentones cuando se levantan del sofá; cuando terminan su actuación se les ve retirarse lentamente y Rachel no puede evitar palparse dolorida las lumbares. ¿"Diálogos cortantes como cuchillas"? Pero si los diálogos entre Ross y Monica ya no cortarían ni la mantequilla de las tostadas del desayuno de Peter Griffin.
"Viejos amigos sentados en un banco del parque como sujetalibros. Los sonidos de la ciudad, colándose entre los árboles, se posan como polvo sobre los hombros de los viejos amigos", cantaba Paul Simon en "Bookends", uno de los mejores discos jamás grabados en el siglo XX. La reemisión de "Friends" nos habla entre risas de la inevitabilidad del paso del tiempo. Ellos siguen iguales, es decir, viejos. Nosotros hemos cambiado, es decir, hemos envejecido.
Cuatro ha comenzado a reemitir "Friends" a la hora de comer. Los diálogos toscamente afilados de la tertulia política de Concha García Campoy se han visto sustituidos por los diálogos cortantes como cuchillas de Chandler y los demás. Pero, justamente por seguir igual que siempre, resulta que algo ha cambiado en ellos. Siguen teniendo treinta años, pero ahora no pueden ocultar que ya son padres, casi abuelos, de "The Office" o la serie de Larry David. Cuando aparecen en pantalla ésta se vuelve ligeramente turbia, como si se llenara de pequeñas arrugas; cuando el argumento de cada capítulo da uno de sus giros el televisor emite un suspiro bajísimo, casi imperceptible, como hacen los cincuentones cuando se levantan del sofá; cuando terminan su actuación se les ve retirarse lentamente y Rachel no puede evitar palparse dolorida las lumbares. ¿"Diálogos cortantes como cuchillas"? Pero si los diálogos entre Ross y Monica ya no cortarían ni la mantequilla de las tostadas del desayuno de Peter Griffin.
"Viejos amigos sentados en un banco del parque como sujetalibros. Los sonidos de la ciudad, colándose entre los árboles, se posan como polvo sobre los hombros de los viejos amigos", cantaba Paul Simon en "Bookends", uno de los mejores discos jamás grabados en el siglo XX. La reemisión de "Friends" nos habla entre risas de la inevitabilidad del paso del tiempo. Ellos siguen iguales, es decir, viejos. Nosotros hemos cambiado, es decir, hemos envejecido.
1/7/09
SANDOKÁN EN SEATTLE
Canal + vuelve a emitir la serie “Frasier” desde el primer episodio. Aleluya. Como en un péndulo ideal, los personajes de “Frasier” son cuerdas sin masa en las que no existen fuerzas de fricción debidas a los distintos períodos de movimiento para los diferentes segmentos de cuerda, así que Canal + o incluso Telecinco pueden emitir y volver a emitir “Frasier” sin que la serie pierda fuerza, gracia, altura y belleza. “Frasier” es la serie ideal, y su movimiento no se ve perturbado por la resistencia del aire de la audiencia. Nos espera todo un verano con “Frasier”. La vida es bella.
El “Che” Guevara leía de niño los libros de Emilio Salgari, y reconoció que Sandokán había sido su primer modelo de guerrillero antiimperialista. Si Ernesto estuviera vivo, no sé si vería “Frasier”, pero estoy seguro de que encontraría muchos parecidos entre Sandokán y Frasier Crane. El psiquiatra de Seattle es un pirata que se mueve por su emisora de radio con la misma agilidad con la que Sandokán se movía por el sudeste de Asia. Que no nos confundan el aparente snobismo de Frasier, su egocentrismo, su amor por los placeres delicados y exclusivos. Fraser Crane es un guerrillero que lucha contra el imperio de la grosería televisiva, y sus réplicas cortantes como cuchillos y divertidas como la anatomía de un ornitorrinco son bombas contra Carlos Baute, Jorge Javier Vázquez o las noticias de “Tal cual lo contamos”. Sandokán ya no lleva barba, sino que viste trajes caros y bebe vinos de nombre impronunciable, pero es un revolucionario.
Fraser Crane nos ha recordado algo que ya había dicho el poeta Horacio: el sabor de un manjar no está en el plato, sino en el paladar. Respetar el paladar del espectador y no intentar engañarlo con platos llenos de Bautes y Jorgejavieres es revolucionario. Viva el Tigre de Malasia. Viva el Tigre de Seattle. Sandokán no ha muerto, es psiquiatra, muy pedante, tiene un hermano que se llama Niles, es asiduo del café Nervosa y está dispuesto a salvar el mundo con una serie que confía en los paladares y no se ve perturbada por la resistencia del aire. ¡Al abordaje!
El “Che” Guevara leía de niño los libros de Emilio Salgari, y reconoció que Sandokán había sido su primer modelo de guerrillero antiimperialista. Si Ernesto estuviera vivo, no sé si vería “Frasier”, pero estoy seguro de que encontraría muchos parecidos entre Sandokán y Frasier Crane. El psiquiatra de Seattle es un pirata que se mueve por su emisora de radio con la misma agilidad con la que Sandokán se movía por el sudeste de Asia. Que no nos confundan el aparente snobismo de Frasier, su egocentrismo, su amor por los placeres delicados y exclusivos. Fraser Crane es un guerrillero que lucha contra el imperio de la grosería televisiva, y sus réplicas cortantes como cuchillos y divertidas como la anatomía de un ornitorrinco son bombas contra Carlos Baute, Jorge Javier Vázquez o las noticias de “Tal cual lo contamos”. Sandokán ya no lleva barba, sino que viste trajes caros y bebe vinos de nombre impronunciable, pero es un revolucionario.
Fraser Crane nos ha recordado algo que ya había dicho el poeta Horacio: el sabor de un manjar no está en el plato, sino en el paladar. Respetar el paladar del espectador y no intentar engañarlo con platos llenos de Bautes y Jorgejavieres es revolucionario. Viva el Tigre de Malasia. Viva el Tigre de Seattle. Sandokán no ha muerto, es psiquiatra, muy pedante, tiene un hermano que se llama Niles, es asiduo del café Nervosa y está dispuesto a salvar el mundo con una serie que confía en los paladares y no se ve perturbada por la resistencia del aire. ¡Al abordaje!
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