Antena 3 estrena el otro día “El secreto” y Kung Fu aparece muerto en extrañas circunstancias. Puede ser sólo una coincidencia, pero es sospechoso que justo ese día Kwai Chang Caine (o sea, Kung Fu) apareciera muerto con una parafernalia que no parecía propia de un monje Shaolín sino de esos diputados conservadores británicos que en público son muy rectos y cuando la muerte los sorprende en un extraño ritual privado revelan que en privado no es que sean retorcidos, es que tienen una forma inesperada de interpretar la rectitud.
“El secreto” es un programa en el que un empresario de éxito y con mucha pasta (perdón por la redundancia) deja de vivir una semana como un príncipe, se pone el disfraz de mendigo y ayuda a los demás en una ONG para después, de vuelta a su mundo, poder contar en las reuniones sociales cuánto aprendió, cuánto valora ahora las pequeñas cosas y otras ideas por el estilo que en estos casos quedan igual de finas y elegantes. El secreto que da nombre a “El secreto” es que quienes reciben la ayuda no saben que ese señor tan normal está forrado. Y entonces hace un donativo acorde a lo intensa que fue esa experiencia que por un tiempo le hará ser el centro de atención de todas las fiestas a las que asista. No está mal, pero ese día, un ya crecidito Pequeño Saltamontes apareció asfixiado desnudo dentro del armario de un hotel con una cuerda de nailon amarrada al cuello y los genitales, en lo que parecía una práctica sexual de autoestimulación. ¿Puede “El secreto” igualar un secreto así?
Probemos con esto: el primer empresario participante en “El secreto” confesó que accedió a participar en el programa porque le serviría para publicitar su floreciente y pujante empresa. Luego, por supuesto, olvidó ese propósito y realmente se emocionó ayudando a los demás. Vale, pero si entran en el armario de vídeos de la web de Antena 3 encontrarán el programa desnudo y amarrado a la empresa del señor, que se publicita descaradamente en una práctica de autoestimulación que, para ser bien, debería haber quedado en secreto.
El secreto está en que es la gente con dificultades la que ayuda al hombre de "éxito" y no al revés. Tan real como la vida misma.
ResponderEliminarPuede ser pero justificar lo injustificable seria opinar y criticar a los demas sin ser la persona indicada para el caso y como dice el refran "no mires la paja en el ojo ajeno fijate en la viga que tienes tu dentro"
ResponderEliminarse suicido porque no soportaba una repeticion mas de su programa
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