Esto es un timo. Jorge Javier Vázquez, el rey de la telebasura, ha vuelto al solar que ocupó “Aquí hay tomate” de la peor forma posible: repitiéndose. Con el carrerón que lleva, lo menos que podía haber hecho es dar otro paso hacia el abismo para seguir tentando al Dios de las televisiones a ver si lo fulmina con un rayo. Pues no: se conforma con aumentar su dosis de porquería semanal haciéndola diaria. Así que no hay novedad en el panorama televisivo, se trata sólo de que antes había que manejar con precaución el mando a distancia evitando pulsar el cinco los jueves por la noche para no pringarse con mermelada (“Sálvame”) y ahora hay que hacerlo todas las sobremesas (“Sálvame. Diario”). Como diría la Niña de Shrek: “Bueno, vale, de acuerdo”.
Es cierto que Telecinco está muy pillada y ya no sabe qué hacer para que le funcionen los estrenos, pero con este programa se lo podían haber currado un poco más. Eso de poner a un pofesional como J. J. Vázquez a rellenar dos horas de programación sin invertir ni un duro, sin arriesgar nada, sin haberse tomado las molestias de darle un par de vueltas a la telebasura para mantener la línea de la cadena y descender un par de peldaños más, confiando sin más en la capacidad y veteranía de un experto en el género sólo es un ejemplo de improvisación y falta de confianza impropias de pofesionales.
Por ahora, lo único que han hecho nuevo es repetir veinte veces que, como están en horario de superprotección infantil, tienen que tener cuidado con lo que dicen. Será que les parece gracioso. El resto se rellena con unos enfrentamientos en el plató entre los invitados y los contertulios que son menos creíbles que los guiones de “Física o química”. Eso y horas y más horas de imágenes de esa pesadez de “Supervivientes”. Y eso sí que no se lo perdono: “Supervivientes” ya lo había pasado como un mal sarampión el día de su estreno y por culpa de “Sálvame. Diario” tuve que volver a verlo a traición. Por favor, señores, hagan telebasura si quieren, pero sean pofesionales.
29/4/09
NO BEBEN AGUA
Admitamos que los guionistas televisivos están sentados en el trípode las Musas, como decían los clásicos. Pero los guionistas, como los poetas, no pueden vaticinar, sino sólo interpretar las palabras de las Musas. Al igual que el poeta Píndaro ponía en verso las enigmáticas palabras de la diosa, los guionistas de “Perdidos” (Cuatro) y “Doña Bárbara” (TVE-1) ponen en verso los enigmáticos gustos de la audiencia. ¿En qué se parecen una serie como “Perdidos” y una telenovela como “Doña Bárbara”? En nada. N-A-D-A. Los guionistas no están inspirados o poseídos por la Musa de la audiencia, sino que se limitan a versificar sus palabras. Así sale lo que sale.
Cuatro repone la serie “Perdidos” desde el primer capítulo. Islas misteriosas. Osos polares. Los Otros. Escotillas. Mucha metafísica. TVE estrena “Doña Bárbara”. En el primer capítulo, y sólo en unos veinte minutos, asistimos con la boca abierta a un parricidio, un asesinato, un suicidio y una violación múltiple. ¿Cómo es posible que los guionistas interpreten de forma tan diferente las palabras de la Musa-audiencia? ¿Qué demonios se toman los guionistas de “Perdidos” y de “Doña Bárbara” antes de ponerse a versificar? Puede que mastiquen hojas de laurel, o que beban agua de alguna fuente sagrada, o que necesiten de la ayuda del vino dispensador de alegría y de locura poética, o que inhalen humo de los templos que excita la creatividad, o que consuman drogas que llevan al hombre a islas misteriosas y haciendas sudorosas. Como la Musa de la audiencia habla miles de lenguas diferentes y se expresa de forma enigmática, los guionistas-poetas interpretan sus palabras escribiendo capítulos en la isla de “Perdidos” o en la hacienda de “Doña Bárbara”. El espectador, antes de sentarse a ver la tele, debe conocer el nombre del poeta y, si es posible, saber qué se ha tomado. Después, decidirá si quiere ver un oso polar en una isla del Pacífico o el suicidio de un parricida.
Una cosa es segura: ni “Perdidos” ni “Doña Bárbara” están escritas por poetas bebedores de agua. Como mínimo, los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines y los habitantes de la hacienda “Altamira” son producto del vino. Como mínimo.
Cuatro repone la serie “Perdidos” desde el primer capítulo. Islas misteriosas. Osos polares. Los Otros. Escotillas. Mucha metafísica. TVE estrena “Doña Bárbara”. En el primer capítulo, y sólo en unos veinte minutos, asistimos con la boca abierta a un parricidio, un asesinato, un suicidio y una violación múltiple. ¿Cómo es posible que los guionistas interpreten de forma tan diferente las palabras de la Musa-audiencia? ¿Qué demonios se toman los guionistas de “Perdidos” y de “Doña Bárbara” antes de ponerse a versificar? Puede que mastiquen hojas de laurel, o que beban agua de alguna fuente sagrada, o que necesiten de la ayuda del vino dispensador de alegría y de locura poética, o que inhalen humo de los templos que excita la creatividad, o que consuman drogas que llevan al hombre a islas misteriosas y haciendas sudorosas. Como la Musa de la audiencia habla miles de lenguas diferentes y se expresa de forma enigmática, los guionistas-poetas interpretan sus palabras escribiendo capítulos en la isla de “Perdidos” o en la hacienda de “Doña Bárbara”. El espectador, antes de sentarse a ver la tele, debe conocer el nombre del poeta y, si es posible, saber qué se ha tomado. Después, decidirá si quiere ver un oso polar en una isla del Pacífico o el suicidio de un parricida.
Una cosa es segura: ni “Perdidos” ni “Doña Bárbara” están escritas por poetas bebedores de agua. Como mínimo, los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines y los habitantes de la hacienda “Altamira” son producto del vino. Como mínimo.
28/4/09
UTILIDAD DE LAS LÁGRIMAS
Hasta el pasado domingo la ciencia mundial no sabía dar respuesta a la existencia del llanto humano. ¿Por qué lloramos las personas? ¿Qué utilidad tiene esa conducta tan infrecuente en los demás animales? ¿Para qué sirve llorar, qué ventaja evolutiva tiene expeler en forma de gotas el líquido destinado a la limpieza de los ojos mientras se congestiona la nariz y se entrecorta la respiración? ¿Es el llanto adulto un resto del llanto del recién nacido, que se mantiene como un sistema rudimentario de comunicación? ¿Son las lágrimas una herramienta para establecer fuertes vínculos afectivos con los demás o se mantienen al margen de su valor instrumental? Todas estas cuestiones, como tantas otras, han sido resueltas por la televisión: el llanto humano adulto es una característica funcional que se seleccionó por la ventaja evolutiva que otorga poder llorar cuando tu hijo o hija está concursando en el casting de "Operación Triunfo", aumentando de esta forma la emotividad de la situación y, por tanto, la posibilidad de que sea elegido, con el consiguiente aumento en el nivel de vida que eso provoca por término medio.
Impepinable. De los treinta y pico familiares de aspirantes a triunferos cuyos rostros enfocaron las cámaras durante la actuación de sus jóvenes relativos, casi cuarenta presentaron esa peculiaridad evolutiva en forma de lagrimones como ciruelas claudias rodando por sus mejillas. Se trata de un porcentaje mayor que el que se registró en años pasados entre los seguidores del FC Barcelona, los afectados por ciática o los incondicionales de Fujimori. Queda demostrado, pues, el vínculo que existe en nuestra especie entre el llanto y la participación en OT, lo cual obliga a concluir que tuvo que existir algún tipo de Operación Triunfo paleolítica en los orígenes de la humanidad. Otro misterio resuelto: el parecido entre Ángel Llácer y el esqueleto de Lucy, la australopiteca afarensis de 3,5 millones de años de antigüedad encontrada en Etiopía.
Impepinable. De los treinta y pico familiares de aspirantes a triunferos cuyos rostros enfocaron las cámaras durante la actuación de sus jóvenes relativos, casi cuarenta presentaron esa peculiaridad evolutiva en forma de lagrimones como ciruelas claudias rodando por sus mejillas. Se trata de un porcentaje mayor que el que se registró en años pasados entre los seguidores del FC Barcelona, los afectados por ciática o los incondicionales de Fujimori. Queda demostrado, pues, el vínculo que existe en nuestra especie entre el llanto y la participación en OT, lo cual obliga a concluir que tuvo que existir algún tipo de Operación Triunfo paleolítica en los orígenes de la humanidad. Otro misterio resuelto: el parecido entre Ángel Llácer y el esqueleto de Lucy, la australopiteca afarensis de 3,5 millones de años de antigüedad encontrada en Etiopía.
27/4/09
TRES PUÑETAS LINGÜÍSTICAS
Tres puñetas televisivas mínimas relacionadas con la lengua española:
1. "Pasapalabra" es un digno concurso. Christian Gálvez es uno de los pocos presentadores de este género que no resultan aplastantemente cargantes. Y la presencia del concursante José Manuel está aportando momentos gloriosos al espacio. ¡Pero la expresión española que se refiere a la ejecución de varias tareas de una sola vez es "de un tirón" y no "del tirón"! "Bravo, José Manuel, has completado quince palabras del tirón", dice Christian. "Bueno, María, cuatro del tirón, no está mal", insiste. Yo lo flipo todo con la solidez del concursante asturiano y a continuación mi trastorno obsesivo compulsivo lingüístico me obliga a ir a lavarme las manos cada vez que el presentador dice "el tirón" en vez de "un tirón".
2. Estreno Cuatro el pasado sábado "Hermano mayor", un coach centrado en familias conflictivas. Y me alegro porque al fin tenemos un espacio cuyo nombre es la traducción correcta de la expresión inglesa "big brother". Porque, queridos amigüitos, la expresión inglesa "big brother", -por ejemplo, en el "1984" de Orwell-, no significa "Gran Hermano", como erróneamente se tradujo en su momento el nombre del reality y Mercedes Milá se empeña en hacernos creer peinado a peinado desde entonces, sino "Hermano mayor".
3. "¿Dónde estás, corazón?" era un título conflictivo. Antena 3 no lo escribió bien jamás. Eliminaba la coma, o las tildes, o los signos de interrogación. ¿Han conseguido resolver el problema con el nuevo nombre "DEC"? No si se creen que "DEC" son las siglas del anterior nombre. En español, las siglas se forman con la primera letra de sustantivos, adjetivos y verbos. No de adverbios. La sigla de "¿Dónde estás, corazón?" sería "EC". "DEC" sería lo que técnicamente se conoce como un sigloide ("sigloide", mooola), lo cual nos confirma que el programa de Antena 3 es un programoide y Cantizano un presentadoroide.
1. "Pasapalabra" es un digno concurso. Christian Gálvez es uno de los pocos presentadores de este género que no resultan aplastantemente cargantes. Y la presencia del concursante José Manuel está aportando momentos gloriosos al espacio. ¡Pero la expresión española que se refiere a la ejecución de varias tareas de una sola vez es "de un tirón" y no "del tirón"! "Bravo, José Manuel, has completado quince palabras del tirón", dice Christian. "Bueno, María, cuatro del tirón, no está mal", insiste. Yo lo flipo todo con la solidez del concursante asturiano y a continuación mi trastorno obsesivo compulsivo lingüístico me obliga a ir a lavarme las manos cada vez que el presentador dice "el tirón" en vez de "un tirón".
2. Estreno Cuatro el pasado sábado "Hermano mayor", un coach centrado en familias conflictivas. Y me alegro porque al fin tenemos un espacio cuyo nombre es la traducción correcta de la expresión inglesa "big brother". Porque, queridos amigüitos, la expresión inglesa "big brother", -por ejemplo, en el "1984" de Orwell-, no significa "Gran Hermano", como erróneamente se tradujo en su momento el nombre del reality y Mercedes Milá se empeña en hacernos creer peinado a peinado desde entonces, sino "Hermano mayor".
3. "¿Dónde estás, corazón?" era un título conflictivo. Antena 3 no lo escribió bien jamás. Eliminaba la coma, o las tildes, o los signos de interrogación. ¿Han conseguido resolver el problema con el nuevo nombre "DEC"? No si se creen que "DEC" son las siglas del anterior nombre. En español, las siglas se forman con la primera letra de sustantivos, adjetivos y verbos. No de adverbios. La sigla de "¿Dónde estás, corazón?" sería "EC". "DEC" sería lo que técnicamente se conoce como un sigloide ("sigloide", mooola), lo cual nos confirma que el programa de Antena 3 es un programoide y Cantizano un presentadoroide.
26/4/09
ENDOGAMIA (a.k.a. MERCEDES SARDÁ)
Sólo como hipótesis: ¿y si Mercedes Milá y Rosa María Sardá hubieran nacido el mismo día en el mismo hospital y debido a un lamentable error se hubieran intercambiado sus cunas? O también, ¿no es sugerente creer que Javier Sardá y Lorenzo Milá fueron dados a luz en la misma maternidad un día de mucho ajetreo, y en medio del follón las pulseritas con sus nombres se mezclaron, de modo que al bebé de los Milá le llamaron “Javier Sardá” y al bebé de los Sardá le llamaron “Lorenzo Milá”?. Resumiendo y recordando el carácter meramente hipotético de este juego: ¿no pega mucho que Javier Sardá y Mercedes Milá sean en realidad hermanos, mientras que Lorenzo Milá y Rosa María Sardá lo son igualmente por su parte?
No pude pensar en otra cosa viendo “La tribu” del pasado viernes. Cada vez que Sardá,- Javier-, dialogaba con Milá, -Mercedes-, la falta de talento, la vacuidad, la previsibilidad rancia de cada línea de Sardá, -Javier-, era tan idéntica a la falta de talento, la vacuidad, la previsibilidad rancia de cada línea de Milá, -Mercedes-, que exigía algún tipo de comunidad genética entre ambos presentadores para ser entendida. Si el trabajo televisivo de Milá,- Lorenzo-, y de Sardá, -Rosa María-, se caracterizan por compartir también un aire de familia hecho a base de presencia digna y respeto al espectador, ¿no es una hipótesis agradecidamente parsimoniosa aquélla que emparenta a Milá, -Mercedes-, con Sardá, -Javier-, como máximos responsables de un espacio en donde el momento más rompedoramente innovador es una batalla de pistolas de agua entre Obregón, -Ana-, e Izaguirre, -Boris-? Las tribus son organizaciones primitivas y cerradas en donde la endogamia no es infrecuente. Y la endogamia, -véanse los yazidi del norte de Iraq, algunas dinastías reales próximas, o las nuevas apuestas de Telecinco para el prime time del fin de semana-, acostumbra a provocar resultados muy empobrecedores.
No pude pensar en otra cosa viendo “La tribu” del pasado viernes. Cada vez que Sardá,- Javier-, dialogaba con Milá, -Mercedes-, la falta de talento, la vacuidad, la previsibilidad rancia de cada línea de Sardá, -Javier-, era tan idéntica a la falta de talento, la vacuidad, la previsibilidad rancia de cada línea de Milá, -Mercedes-, que exigía algún tipo de comunidad genética entre ambos presentadores para ser entendida. Si el trabajo televisivo de Milá,- Lorenzo-, y de Sardá, -Rosa María-, se caracterizan por compartir también un aire de familia hecho a base de presencia digna y respeto al espectador, ¿no es una hipótesis agradecidamente parsimoniosa aquélla que emparenta a Milá, -Mercedes-, con Sardá, -Javier-, como máximos responsables de un espacio en donde el momento más rompedoramente innovador es una batalla de pistolas de agua entre Obregón, -Ana-, e Izaguirre, -Boris-? Las tribus son organizaciones primitivas y cerradas en donde la endogamia no es infrecuente. Y la endogamia, -véanse los yazidi del norte de Iraq, algunas dinastías reales próximas, o las nuevas apuestas de Telecinco para el prime time del fin de semana-, acostumbra a provocar resultados muy empobrecedores.
25/4/09
LA LEY DE BOYLE
La televisión mundial está conmocionada por el caso de Susan Boyle, una señora escocesa en paro de 47 años y más bien feúcha que acudió a cantar a “El Reino Unido tiene talento” (uno de esos programas de televisión que dice ser un concurso cazatalentos y si cuela, cuela). En el concurso los jueces quedaron boquiabiertos y su intervención, colgada en YouTube, tuvo más de cien millones de visitas; cinco veces más que las que recibió la investidura de Obama. Desde que empezó el fenómeno Boyle, me tropecé con su vídeo en un montón de páginas web, pero les confieso no hice click ni una sola vez para ver en qué consistía lo que parecía ser el mayor fenómeno mediático desde la muerte de Juan Pablo II. ¿Soy un crítico de televisión que no hace su trabajo? No: es que estoy convencido de que no existe ninguna correlación entre lo bonita que es una persona y lo bien que canta.
Lo que yo quisiera es que alguno de sus seguidores me explicara qué tiene de sorprendente que una señora más bien feúcha cante bien. Cuando, al fin, me tropecé unos segundos de su intervención en no sé qué programa de la tele, comprobé lo que sospechaba: Boyle canta bien, pero tan bien como lo hacen miles de personas en el mundo. ¿Se debe, entonces, su éxito a lo fea que es? No, porque en el mundo hay muchos que somos más feos que ella. Así que no queda otra: el éxito se debe a que hay millones de personas que se creen lo que podríamos llamar, en honor a la escocesa, la “Ley de Boyle”: la calidad de la voz contenida en un recipiente televisivo cerrado es inversamente proporcional al grado de fealdad del emisor, cuando la temperatura es constante. ¿Temperatura? Será por eso que una productora de pelis porno le ofrece a Boyle un pastón por subir la temperatura y filmar cómo pierde su virginidad ante las cámaras: no hay negocio como el negocio del espectáculo. A ver si va a resultar que hicieron bien las autoridades chinas al esconder de las cámaras a la niña más bien feúcha que realmente cantó en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.
Lo que yo quisiera es que alguno de sus seguidores me explicara qué tiene de sorprendente que una señora más bien feúcha cante bien. Cuando, al fin, me tropecé unos segundos de su intervención en no sé qué programa de la tele, comprobé lo que sospechaba: Boyle canta bien, pero tan bien como lo hacen miles de personas en el mundo. ¿Se debe, entonces, su éxito a lo fea que es? No, porque en el mundo hay muchos que somos más feos que ella. Así que no queda otra: el éxito se debe a que hay millones de personas que se creen lo que podríamos llamar, en honor a la escocesa, la “Ley de Boyle”: la calidad de la voz contenida en un recipiente televisivo cerrado es inversamente proporcional al grado de fealdad del emisor, cuando la temperatura es constante. ¿Temperatura? Será por eso que una productora de pelis porno le ofrece a Boyle un pastón por subir la temperatura y filmar cómo pierde su virginidad ante las cámaras: no hay negocio como el negocio del espectáculo. A ver si va a resultar que hicieron bien las autoridades chinas al esconder de las cámaras a la niña más bien feúcha que realmente cantó en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.
24/4/09
PAPELERA DE FAMILIA
Más que volver a verle las bragas a Patricia en SLQH, más que saber qué estaba pensando Javier Sardá cuando notaba que la entrevista a Risto Mejide en "La tribu" estaba quedando como un zurullo sin que tuviera el menor talento para remediarlo, más que ser capaz de comprender a la perfección "Perdidos". Si se me apareciera el dios de las televisiones, -encarnado, pongamos por caso, en un mando a distancia ardiendo-, y me ofreciera cualquier deseo por imposible que fuera relacionado con su especialidad, yo no dudaría, no dudaría en volver a pedir conocer cuáles son los gags pensados para "Padre de familia" que los propios guionistas descartan por ser demasiado bestias. Tienen que existir, tiene que haber una papelera llena de ideas desechadas por superar incluso el nivel habitual de brutalidad de nuestra adorada "Family Guy". "Eh, Seth", dice David Zuckerman, "se me ha ocurrido que Peter podría bla, bla sobre Stewie mientras que Lois está haciendo bla, bla con cuatro bla, bla, después de que Glenn hubiera bla, bla". "Ostras, David", contesta Seth MacFarlane, "cómo te pasas. Eso no se puede emitir. Hay que ser más moderados. Limitémosnos a la orgía zoofílica entre Obama, Peter, el cardenal de Philadelphia y treinta vacas, después del flashback en donde se ve a un George Bush adolescente borracho vomitando encima de una Sarah Palin quinceañera que se está poniendo de farlopa hasta las gafas".
Quiero esa papelera. Quiero sustituir los anteriores "bla, bla" por imágenes precisas que ruboricen a la carcasa negra de mi viejo televisor de tubo. Todo el mundo grita horrorizado ante cada ida de olla de "Padre de familia", piden, -con razón-, que La Sexta lo retire del horario infantil, y yo fantaseo por saber hasta dónde llegan de verdad sus guionistas tras una mala noche en "La almeja borracha". Oh, dios de las televisiones, ¿es mucho pedir que escaneen esos guiones descartados y los incluyan como extras en los DVDs?
Quiero esa papelera. Quiero sustituir los anteriores "bla, bla" por imágenes precisas que ruboricen a la carcasa negra de mi viejo televisor de tubo. Todo el mundo grita horrorizado ante cada ida de olla de "Padre de familia", piden, -con razón-, que La Sexta lo retire del horario infantil, y yo fantaseo por saber hasta dónde llegan de verdad sus guionistas tras una mala noche en "La almeja borracha". Oh, dios de las televisiones, ¿es mucho pedir que escaneen esos guiones descartados y los incluyan como extras en los DVDs?
23/4/09
¡POR SAN JORGE!
Lean esto: “Es San Esteban de Cuñaba el único lugar del mundo donde todo vuelve a empezar. Como si fuese una aldea redonda”. Y esto: “Su nuevo solar en el valle de Melera se situaba entre los límites de los ducados cántabro y astur, y sus cometidos allí eran claros: instaurar el nuevo código de leyes de inspiración germánica entre los rebeldes clanes familiares astures y defender los límites de sus tierras de las incursiones musulmanas”. ¿No apetece seguir leyendo? Pues de eso se trata. Hoy se celebra el Día del libro y aquí lo hacemos, como siempre, compatibilizando la tele y los libros aprovechando las enormes pausas publicitarias para leer.
Decía ayer LA NUEVA ESPAÑA que con la crisis vamos más a las bibliotecas públicas. Pues mira qué bien. Vayamos hoy a la biblioteca más cercana y seguro que encontramos algo que nos gusta. Como los dos libros de los que proceden los fragmentos anteriores. El primero fue extraído de “El regreso del señor Hoffmann y otros relatos de ambiente entero”, de Jaime Izquierdo; el segundo, de “La espada y la llama”, de Mónica Peñalver. Ambos son asturianos: “Lee a los tuyos, escriben para ti”. Lo dice un cartel de la biblioteca de Panes en la que encontré estos libros.
Celina, la bibliotecaria, me enseña otros libros de autores hispanoamericanos oriundos del valle de Peñamellera: “La campana se mecía a su antojo, necia como aquellos días en los que el viento iracundo arrancó flores de los chabacanos. Ese año no hubo fruta, pero sí calamidades” (de “Aguaviento”, de la mejicana María Sanz), “Una luz de crueldad lucía en los ojillos pequeños, como abiertos a punzón: ventanas del espíritu, parecía que la naturaleza se avergonzara de su alma negra” (de “Montaña adentro”, de la chilena Marta Brunet Cáraves). ¿No apetece seguir leyendo? Pues hala, a celebrar el día de san Jorge dándose un paseo por la biblioteca de al lado para abastecerse de los libros en los que buscaremos refugio cuando encendamos la tele y el dragón de las pausas publicitarias se abalance sobre nosotros.
Decía ayer LA NUEVA ESPAÑA que con la crisis vamos más a las bibliotecas públicas. Pues mira qué bien. Vayamos hoy a la biblioteca más cercana y seguro que encontramos algo que nos gusta. Como los dos libros de los que proceden los fragmentos anteriores. El primero fue extraído de “El regreso del señor Hoffmann y otros relatos de ambiente entero”, de Jaime Izquierdo; el segundo, de “La espada y la llama”, de Mónica Peñalver. Ambos son asturianos: “Lee a los tuyos, escriben para ti”. Lo dice un cartel de la biblioteca de Panes en la que encontré estos libros.
Celina, la bibliotecaria, me enseña otros libros de autores hispanoamericanos oriundos del valle de Peñamellera: “La campana se mecía a su antojo, necia como aquellos días en los que el viento iracundo arrancó flores de los chabacanos. Ese año no hubo fruta, pero sí calamidades” (de “Aguaviento”, de la mejicana María Sanz), “Una luz de crueldad lucía en los ojillos pequeños, como abiertos a punzón: ventanas del espíritu, parecía que la naturaleza se avergonzara de su alma negra” (de “Montaña adentro”, de la chilena Marta Brunet Cáraves). ¿No apetece seguir leyendo? Pues hala, a celebrar el día de san Jorge dándose un paseo por la biblioteca de al lado para abastecerse de los libros en los que buscaremos refugio cuando encendamos la tele y el dragón de las pausas publicitarias se abalance sobre nosotros.
22/4/09
XIII EL BREVE
Después de tropecientos capítulos, la serie “Amar en tiempos revueltos” (TVE-1) no ofrece síntomas de agotamiento. Funciona. Después de un capítulo, la serie “XIII” (Canal +) no ofrece síntomas de agotamiento. Funciona. La comparación entre las dos series no es tan descabellada si tenemos en cuenta que “XIII” es una miniserie de dos episodios, así que el primer (y penúltimo) episodio emitido el pasado lunes fue como ver el episodio número cien de “Amar en tiempos revueltos”. Estamos deseando que llegue el próximo lunes para ver los siguientes cien episodios de “XIII”.
La miniserie “XIII” está basada en el cómic belga del mismo nombre inspirado en la novela “El caso Bourne”, que dio origen a la famosa saga cinematográfica protagonizada por Matt Damon. La presidenta de los Estados Unidos es asesinada. Un tipo que no recuerda nada de su pasado, y que tiene tatuado el número XIII, es el principal sospechoso. Misterio. Acción. Buenos actores. Dos episodios. Y así está bien. El tamaño no importa. Pipino el Breve, padre de Carlomagno, apenas medía 1,40 metros de estatura, pero su espada de ceremonias tenía 1,83 metros de longitud. Una buena serie de televisión no tiene por qué alargarse hasta el infinito y más allá. Como Pipino el Breve, “XIII” es una serie pequeña de estatura pero con una imponente espada de ceremonias, estupenda para atrapar al espectador mientras llegan las semifinales de la Liga de Campeones.
“XIII el Breve” no es “XIII en tiempos revueltos”. Hay series que se disfrutan como si fuera un sorbete, y series que se convierten en parte de la rutina diaria, como ducharse, comprar el pan o abrir el buzón. El emperador Nerón, casi el inventor del sorbete, mandaba a sus mensajeros más veloces que le trajeran nieve de las montañas, que luego mezclaba con pulpa de frutas y miel. A veces, dependiendo de nuestro humor, los espectadores también mandamos a nuestro televisor que nos traiga series nevadas con las que poder hacer un rico sorbete en nuestro salón. Es así de sencillo. Dos sorbetes de “XIII” para acompañar la dulce rutina de “Amar en tiempos revueltos”. Dos episodios con pulpa de James Bond grunge y miel amnésica. Funciona.
La miniserie “XIII” está basada en el cómic belga del mismo nombre inspirado en la novela “El caso Bourne”, que dio origen a la famosa saga cinematográfica protagonizada por Matt Damon. La presidenta de los Estados Unidos es asesinada. Un tipo que no recuerda nada de su pasado, y que tiene tatuado el número XIII, es el principal sospechoso. Misterio. Acción. Buenos actores. Dos episodios. Y así está bien. El tamaño no importa. Pipino el Breve, padre de Carlomagno, apenas medía 1,40 metros de estatura, pero su espada de ceremonias tenía 1,83 metros de longitud. Una buena serie de televisión no tiene por qué alargarse hasta el infinito y más allá. Como Pipino el Breve, “XIII” es una serie pequeña de estatura pero con una imponente espada de ceremonias, estupenda para atrapar al espectador mientras llegan las semifinales de la Liga de Campeones.
“XIII el Breve” no es “XIII en tiempos revueltos”. Hay series que se disfrutan como si fuera un sorbete, y series que se convierten en parte de la rutina diaria, como ducharse, comprar el pan o abrir el buzón. El emperador Nerón, casi el inventor del sorbete, mandaba a sus mensajeros más veloces que le trajeran nieve de las montañas, que luego mezclaba con pulpa de frutas y miel. A veces, dependiendo de nuestro humor, los espectadores también mandamos a nuestro televisor que nos traiga series nevadas con las que poder hacer un rico sorbete en nuestro salón. Es así de sencillo. Dos sorbetes de “XIII” para acompañar la dulce rutina de “Amar en tiempos revueltos”. Dos episodios con pulpa de James Bond grunge y miel amnésica. Funciona.
21/4/09
CUATRO, SIN CREDIBILIDAD
Esto no es serio. Recuerda una vieja historia que nadie investigó en ningún lago de Rumanía
Resulta un poco violento tener que decir esto, pero Cuatro tiene en su plantilla un problema serio de credibilidad que afecta a la cadena entera.
¿Se imaginan una cadena cuyo director del principal informativo e imagen de la casa fuera el hermano mayor del ministro de Educación y Universidades? Pues es lo que ocurre en Cuatro desde la última remodelación de gobierno. ¿Se imaginan que en vez de marcar las distancias desde el primer día para evitar suspicacias, ese director de informativos realizara la primera entrevista televisiva que concede el señor ministro y la emitiera en su espacio? Pues es lo que ocurrió en Cuatro el viernes pasado. ¿Se imaginan que se saludaran con un beso como si se tratara de Berto saludando a su tito Buenafuente? Pues esa imagen sirvió como avance de la entrevista en el informativo antes de la cortinilla que presentaba las noticias del día. ¿Se imaginan que decidieran en amigable charla tratarse de tú cuando el periodista dijo que a los ministros siempre los había tratado hasta entonces de usted? Pues eso ocurrió y seguirá ocurriendo cada vez que el entrevistador se llame Iñaki Gabilondo y el ministro sea Ángel Gabilondo.
Ciertamente, si Cuatro quiere que nos creamos que es una cadena seria y fiable, si quiere que la consideremos creíble y capaz de generar confianza debe abordar el serio problema que alberga en su interior y la dinamita desde dentro. Así que dejémonos de dar vueltas y no nos distraigamos del motivo central de esta columna al que aludíamos al principio. Cuatro tiene en su plantilla un problema serio de credibilidad que afecta a la cadena entera y sólo puede arreglarse de una manera: ya que el causante del problema no tiene la vergüenza torera de marcharse para dejar de hacer daño a sus compañeros, la dirección de la casa debe tomar medidas para que Íker Jiménez y su “Cuarto milenio” sean eliminados de la programación de forma fulminante. Así, por fin, esta cadena se desharía del serio problema de credibilidad que afecta a la cadena desde su fundación.
20/4/09
A LA UNA, A LAS DOS Y A LASTRES
De vez en cuando hay que volver a decirlo para que no se nos olvide: la tele influye en las personas, cambia su conducta y la moldea de forma inevitable. Sólo falta añadir un pequeño dato: nosotros, incluidos usted y yo, somos personas. Así que, vaya por Dios, también usted y yo recibimos la inescapable influencia televisiva. Cuando alguien le argumente que la tele sólo es un electrodoméstico, que su enorme influencia social es un mito, que en todo caso influirá a los demás, pero no a él; no se desgañite ni se pierda en silogismos. Simplemente recuérdele cuánto gastan las empresas más poderosas del mundo en conseguir microespacios de veinte segundos para recomendar en ellos uno de sus productos, o simplemente para que sus marcas nos caigan simpáticas y recordemos su logo. “Yo no soy tonto”, piensan los clientes de cierta gran superficie. “Las empresas más poderosas del mundo no son tontas”, deberíamos pensar todos los que vemos sus anuncios en la tele.
Lastres es un pequeño pueblo de la costa asturiana. Ni es una empresa ni es poderoso. Pero desde hace más de dos meses emite todas las semanas por la tele un anuncio de hora y media que pueden ver 44 millones de españoles, incluidos usted y yo. Los anuncios de veinte segundos son eficaces, pero el espectador puede hacer zapping. Colocar el producto en medio de un programa (el product placement o publicidad por emplazamiento, o sea, que el protagonista de una serie desayune leche Talcual) también es eficaz, pero el espectador sabe que está viendo un anuncio y puede intentar defenderse. Pero que sea la serie entera la que se sitúe en medio del producto en vez de ser el producto el que se sitúe en medio de la serie, y que lo haga durante una hora y media a la semana, y que la serie esté bien hecha, y que el producto sea algo tan maravilloso como Lastres, Colunga, la costa y la montaña asturiana… Eso deja a los espectadores, incluidos usted y yo, diciendo: quiero vacaciones ya: a la una, a las dos y a Lastres.
19/4/09
PIM PAM PUM
Evaristo en "La Tribu".
Noche del viernes, estreno de “La tribu”, artillería lista para disparar. Javier Sardá vuelve a Telecinco, gatillos martillados. Llega acompañado por Mercedes Milá y Boris Izaguirre, munición en abundancia. El primer invitado es Evaristo Mejide, zafarrancho de combate. Pero luego, ya en el cuerpo a cuerpo, no hubo valor para disparar.
Todos sabemos que el Sardá y la Milá son dos animales televisivos capaces de lo mejor y lo peor. Y si por separado llenan el plató y juntos hacen saltar chispas. Ella ya había compartido programa con otro gigante, Jesús Hermida (“Sin límites”, Antena 3) hace diez años. Entró en el plató como Pedro por su casa destrozando la decoración inicial del plató (que imitaba rascacielos, al estilo de los late nights de Pepe Navarro y Buenafuente) porque no le gustaba. Todo un guiño. Él, acostumbrado a ser el rey del circo marciano sin necesidad de entrar en la jaula de los leones, evitó quedar arrinconado por la Milá saltando al centro de la pista y metiendo la cabeza en las fauces de Risto. Ante tanta sobreactuación, Boris Izaguirre quedó reducido a nada, sin encontrar su perfil de enfant terrible afectado y gritón. El cuarto pilar del programa, Carlos Latre, volvió a demostrar que es un genio, pero sigue necesitando invertir más en guiones y menos en maquillaje.
Las dos horas y media de televisión de “La tribu” no fueron para tirar cohetes, pero mostraron un formato lo suficientemente abierto como para poder esperar de él, en el futuro, momentos de buena televisión. Si la noche del viernes hubiera que disparar contra alguien, sería mejor hacerlo contra Jaime Cantizano y su “Dónde estás, corazón”. Pero poco le importará a él que desde este rincón le disparemos cuatro tiritos en el zapato que no le harán ni cosquillas. Si es que con esta munición…
18/4/09
BRISAS Y VENDAVALES
Este vídeo está puesto sólo para decorar. Yo que tú no lo vería, forastero
Entre los proyectos que está preparando Telecinco para reflotar una programación que hace aguas por los cuatro costados está la recuperación de “Veredicto”. Si han sentido un escalofrío recorriendo su espalda es que recuerdan que esa fue la puerta por la que entró Ana Rosa Quintana en nuestros televisores y se quedó para siempre. Da miedo pensar las vueltas de tuerca que estará dándole Televasile al viejo proyecto para que destile el morbo 2.0 que necesita la casa para seguir descendiendo a los infiernos, pero podemos curiosear viendo lo que son capaces de hacer con esta idea en otros sitios.
Una cadena holandesa emite “Abogado del diablo”, un bonito programa en el que juzgan a “sospechosos de crímenes horribles” acusados de tres cargos ante un jurado popular. Los resultados son curiosos. Osama Bin Laden, por ejemplo, fue declarado inocente porque el jurado no consideró suficientemente probada la acusación de que fundó y lidera Al Qaeda, ni que instigara los atentados del 11 de septiembre en EEUU (esto sería, como dijo su abogado defensor, más una ficción creada por políticos occidentales que un hecho probado). Fuerte, ¿verdad? Pues unos días después, el programa juzgó a otro “sospechoso de crímenes horribles”: ¡Benedicto XVI! Fue declarado culpable por las declaraciones que hizo contra el uso del preservativo en África, donde viven el 67% de los infectados con el virus del VIH y ya se han registrado 17 millones de muertos por sida. Según el jurado popular el Papa es culpable de las muertes causadas por el sida en África, pero también de discriminación a las mujeres y a los homosexuales. Sólo salió airoso de la acusación de antisemitismo por las dudas y tardanza en distanciarse del obispo negacionista del Holocausto Richard Williamson.
¿Será capaz Telecinco de hacer un “Veredicto” así? Y, sobre todo, ¿soplaría en Fuencarral el Espíritu Santo con el hermoso y recio vendaval con que lo hace en la Capilla Sixtina cuando hay fumata blanca o sería algo más parecido a esa leve pero molesta brisa que sopla en Holanda?
17/4/09
EL INSOPORTABLE SOPOR
Es que estamos cansados y queremos “relajarnos”. Eso decimos cuando nos sentamos a ver la tele un rato después de cenar. Es que no nos apetece pensar y queremos “desconectar”, añadimos. Tururú. ¿Desconectar de qué? ¿Tanto “pensamos” durante el día que después de cenar tenemos la barra de energía del pensamiento en cero? ¿Acaso es relajante ver las tonterías de los vividores de “Supervivientes” o asistir a la triste estética o filosofía de “Física o química”?
Antena 3 ha hecho una cosa rara: pensó que no es bueno que el telespectador esté solo y atontado, así que cogió una costilla de sus “Noticias” y creó un programa informativo de veinte minutos para darle compañía de la buena, de la que no quiere relajar (adormecer) ni evitar que uno piense (idiotizar). La costilla era una sección llamada “A fondo” que pretendía añadir un poco más de información al habitual desfile de titulares y sucesos al que quieren reducirse los telediarios. El Dios de las televisiones lo transformó en “A fondo: Zona cero”, un reportaje semanal que pretende competir con esos programas que, desde que Telecinco inventó “Escenas de matrimonio”, hacen que la programación del horario de máxima audiencia empiece media hora más tarde y acabe en un horario antiproletario.
Se estrenó con un reportaje que pretendía denunciar la esclavitud infantil, pero al centrarse en el uso que hacen algunos gitanos inmigrantes rumanos de los niños para delinquir amparándose en la Ley del menor, puede producir el efecto perverso de aumentar el racismo y la xenofobia cuando menos falta nos hace, que es siempre. De todas formas, alegrémonos: los miércoles, después de cenar, podemos descansar de un día de trabajo dándole un poco de estímulo a nuestras pequeñas células grises que nos aleje del insoportable sopor de “Escenas de matrimonio”.
Antena 3 ha hecho una cosa rara: pensó que no es bueno que el telespectador esté solo y atontado, así que cogió una costilla de sus “Noticias” y creó un programa informativo de veinte minutos para darle compañía de la buena, de la que no quiere relajar (adormecer) ni evitar que uno piense (idiotizar). La costilla era una sección llamada “A fondo” que pretendía añadir un poco más de información al habitual desfile de titulares y sucesos al que quieren reducirse los telediarios. El Dios de las televisiones lo transformó en “A fondo: Zona cero”, un reportaje semanal que pretende competir con esos programas que, desde que Telecinco inventó “Escenas de matrimonio”, hacen que la programación del horario de máxima audiencia empiece media hora más tarde y acabe en un horario antiproletario.
Se estrenó con un reportaje que pretendía denunciar la esclavitud infantil, pero al centrarse en el uso que hacen algunos gitanos inmigrantes rumanos de los niños para delinquir amparándose en la Ley del menor, puede producir el efecto perverso de aumentar el racismo y la xenofobia cuando menos falta nos hace, que es siempre. De todas formas, alegrémonos: los miércoles, después de cenar, podemos descansar de un día de trabajo dándole un poco de estímulo a nuestras pequeñas células grises que nos aleje del insoportable sopor de “Escenas de matrimonio”.
16/4/09
DIRECCIÓN GENERAL DE COFRADÍAS
Lo dicen al principio: "El que no sienta esto, no es costalero ni es ná"
Hace años una campaña publicitaria promocionaba el ferrocarril comparando la velocidad del tren con la lentitud de los atascos que forman los coches. El tren avanzaba veloz entre palmas mientras que los atascos que formaban las caravanas de coches eran acompañados por doloridas saetas que hacían que aquello pareciera uno de los lentos desfiles religiosos de Semana Santa. Hubo, para variar, quien consideró impropio semejante uso de un símbolo religioso para una campaña publicitaria, pero lo cierto es que la campaña debería tener su continuación.
Cada Semana Santa, la tele nos muestra las procesiones que organizan cientos de cofradías por todos los rincones de España. Pero, además del aspecto religioso y popular, la tele siempre encuentra un hueco para preocuparse por la salud de los cofrades: que si se entrenan así, se protegen los riñones de este modo, se coordinan con estas llamadas o amortiguan con una tela enrrollada el peso del paso. Será porque aquella campaña publicitaria pervirtió mi mirada, pero viéndolo me acuerdo de las medidas de la Dirección General de Tráfico para evitar accidentes: poner casco, revisar los frenos, usar cinturón de seguridad…
Tras la Semana Santa vienen los balances. La DGT explica en todos los telediarios cuántos accidentes y cuántas víctimas se produjeron. Serán las cifras que el año que viene se colocarán en los paneles de las autopistas para que los conductores seamos prudentes y escarmentemos en cabeza ajena: “Semana Santa año anterior 48 muertos”. Falta que la Dirección General de Cofradías haga lo mismo y explique cuántas contracturas, pinzamientos, luxaciones, hernias discales, lumbalgias, tortícolis y ciáticas se produjeron este año en las procesiones de Semana Santa. El año que viene deberíamos verlo sobreimpresionado en “España directo”: “Semana Santa año anterior 4769 hernias discales”.
15/4/09
CUESTIÓN DE IMAGEN
Joaquín Prat lo hubiera resumido diciendo: "A ligaaaaaar"
En todos los capítulos de “House” hay un momento en que, en medio de una tormenta de tecnicismos y dobles sentidos, alguien pronuncia la palabra “iatrogénico”. O sea, que tal vez la alteración observada en el estado del paciente fue producida por los propios médicos. Que un tratamiento médico puede resultar dañino o producir efectos secundarios contraproducentes es más viejo que la tos, de ahí el “Primun non nocere” (“Primero no dañar”) de Hipócrates. En Antena 3 acaban de estrenar “Cuestión de peso”, así que o no conocen a House ni a Hipócrates, o les importa un pito los efectos que este programa disfrazado de tratamiento médico puede causar.
“Cuestión de peso” es una especie de concurso embutido en el magacín vespertino “Tal cual lo contamos”, que presentan como “servicio público para ayudar a conseguir el peso saludable adecuado a las características físicas propias de cada persona”. Saben medir las palabras, pero se les vio el plumero cuando anunciaron el programa en sus “Noticias 1” y eligieron para darlo a conocer a dos chicas participantes que querían adelgazar para ponerse vestidos más bonitos o estar muy guapas en día de su boda.
Hacer de un problema médico un espectáculo en la línea de “Cambio radical”, pero sin bisturí, es un despropósito peligroso. Quienes de buena fe participan o siguen el programa aprenden a confundir el cuidado de la salud con una “Operación bikini”. Igual que las ligas por la castidad enseñan a pensar todo el día en el sexo, aquí enseñan de forma perversa a pensar todo el día en la comida. Otro día veremos con más detalle por qué se puede predecir que en 10 años engordarán más los que sigan el programa que los que no lo hagan. Hoy sólo apuntaremos que este peligroso espacio pretende curar un problema médico (el sobrepeso) contribuyendo a aumentar más aún el gran problema moral de nuestro tiempo: el culto a la imagen.
14/4/09
MORTALIDAD INFANTIL
Uno de los Ocho Objetivos del Milenio de la televisión mundial es acabar con las altísimas tasas de mortalidad infantil que padecen las Cadenas en Vías de Desarrollo. Es algo parecido a lo que ocurre entre los humanos: en los países ricos mueren antes de cumplir el primer año de vida el 9 por mil de los nacidos, y el 10 por mil mueren antes de cumplir los cinco años; en los países pobres estos dos índices alcanzan, respectivamente, el 108 y el 183 por mil. De la misma manera, grandes cadenas de países adelantados, -pongamos por ejemplo la HBO en los EE.UU. o la BBC en el Reino Unido-, registran tasas prácticamente insignificantes de fallecimientos entre sus programas bebés, pero a emisoras que han nacido ayer o que parece que han nacido ayer, -sean por ejemplo Telecinco en España o Antena 3 en España-, se les mueren el 50, el 60 o incluso el 80 por ciento de sus recién nacidos antes de que puedan llegar a cumplir sus cinco emisiones.
Viene esto a cuento porque durante estas semanas estamos asistiendo a una auténtica avalancha de nuevos nacimientos. Hace poco vieron la luz bobadas solemnes como "Guerra de sesos", "20p" o "Elígeme". En los próximos días llegan el "¿Ahora qué?" de Flo y Josema, "La tribu" de Sardá y sus Intocables, un engendro-reality sobre adelgazamiento llamado "Cuestión de peso" que ya desde sus primeras ecografías daba muestras de estar gestándose con graves deformaciones, la serie norteamericana "Gossip girl" que a priori puede colocarse en cualquier punto del continuo que une lo sublime con lo espantoso. And so on. La mitad de estos programas morirán en pocas semanas víctimas de enfermedades congénitas o desnutrición de audiencias, y la mortalidad infantil seguirá siendo altísima temporada tras temporada mientras el responsable del Departamento de Proyectos de cada cadena mire con un ojo a la repetición de clichés con algún detalle cambiado y con el otro al éxito inmediato nada más nacer.
Viene esto a cuento porque durante estas semanas estamos asistiendo a una auténtica avalancha de nuevos nacimientos. Hace poco vieron la luz bobadas solemnes como "Guerra de sesos", "20p" o "Elígeme". En los próximos días llegan el "¿Ahora qué?" de Flo y Josema, "La tribu" de Sardá y sus Intocables, un engendro-reality sobre adelgazamiento llamado "Cuestión de peso" que ya desde sus primeras ecografías daba muestras de estar gestándose con graves deformaciones, la serie norteamericana "Gossip girl" que a priori puede colocarse en cualquier punto del continuo que une lo sublime con lo espantoso. And so on. La mitad de estos programas morirán en pocas semanas víctimas de enfermedades congénitas o desnutrición de audiencias, y la mortalidad infantil seguirá siendo altísima temporada tras temporada mientras el responsable del Departamento de Proyectos de cada cadena mire con un ojo a la repetición de clichés con algún detalle cambiado y con el otro al éxito inmediato nada más nacer.
13/4/09
MEDICINA DEL ALMA
Los chamanes del Tíbet identifican 84.000 enfermedades. Los chamanes africanos saben que el paludismo es transmitido por un mosquito y que se cura con quinina, pero también creen que cuando una persona enferma de paludismo es porque otra persona hizo un hechizo para enviar el mosquito a la víctima. Hay chamanes nómadas que viajan por Sudamérica curando enfermos. Y en Vietnam los chamanes curan enfermedades colocando vasos en “puntos energéticos” del cuerpo. Aprendimos todo esto en el documental “Chamán, la medicina del alma” (sábado, La 2). Qué raros somos los humanos.
Me llamaron especialmente la atención tres afirmaciones del documental: en África el mundo de los muertos interfiere continuamente en el de los vivos, en cada rincón del planeta hay chamanes, y el hombre seguirá haciéndose preguntas mientras salga el sol. Lo curioso es que, después de “Chamán, la medicina del alma”, La 2 se fue a transmitir los Santos Oficios desde la catedral castrense de Madrid, con un “rito del fuego”, y todo. Y justo antes, Lluís Martínez, cardenal arzobispo de Barcelona, habló de la importancia de la resurrección de Jesús de Nazaret y, de ahí, saltó a la superación de la crisis económica por mediación de no sé qué misterios sobrenaturales. Así que era cierto. No sólo en África el mundo de los muertos interfiere continuamente en el de los vivos. En cada rincón del planeta hay chamanes que saben que la crisis económica es transmitida por un mosquito capitalista, pero siguen creyendo en hechizos. Y el hombre no dejará de hacerse preguntas mientras salga el sol. ¿Qué diferencia hay entre el chamán que coloca vasos en “puntos energéticos” del cuerpo y el cardenal arzobispo que habla de resucitados y de soluciones para la crisis económica?
¿Los Santos Oficios eran parte del documental “Chamán, la medicina del alma”? ¿El cardenal arzobispo de Barcelona es un chamán nómada que acude a La 2 para curar crisis económicas? ¿El paludismo es, en el fondo, brujería? Epicuro de Samos decía que la filosofía es la medicina del alma, pero habría arrugado la nariz ante tanto chamán y cardenal arzobispo que dicen curar el alma con vasos y resucitados.
Me llamaron especialmente la atención tres afirmaciones del documental: en África el mundo de los muertos interfiere continuamente en el de los vivos, en cada rincón del planeta hay chamanes, y el hombre seguirá haciéndose preguntas mientras salga el sol. Lo curioso es que, después de “Chamán, la medicina del alma”, La 2 se fue a transmitir los Santos Oficios desde la catedral castrense de Madrid, con un “rito del fuego”, y todo. Y justo antes, Lluís Martínez, cardenal arzobispo de Barcelona, habló de la importancia de la resurrección de Jesús de Nazaret y, de ahí, saltó a la superación de la crisis económica por mediación de no sé qué misterios sobrenaturales. Así que era cierto. No sólo en África el mundo de los muertos interfiere continuamente en el de los vivos. En cada rincón del planeta hay chamanes que saben que la crisis económica es transmitida por un mosquito capitalista, pero siguen creyendo en hechizos. Y el hombre no dejará de hacerse preguntas mientras salga el sol. ¿Qué diferencia hay entre el chamán que coloca vasos en “puntos energéticos” del cuerpo y el cardenal arzobispo que habla de resucitados y de soluciones para la crisis económica?
¿Los Santos Oficios eran parte del documental “Chamán, la medicina del alma”? ¿El cardenal arzobispo de Barcelona es un chamán nómada que acude a La 2 para curar crisis económicas? ¿El paludismo es, en el fondo, brujería? Epicuro de Samos decía que la filosofía es la medicina del alma, pero habría arrugado la nariz ante tanto chamán y cardenal arzobispo que dicen curar el alma con vasos y resucitados.
12/4/09
ESMERALDAS Y RUBÍES
Cumpliendo con una tradición últimamente un poco olvidada, TVE ha programado esta Semana Santa películas como “Ben-Hur” o “Quo vadis”. Además de estos clásicos absolutos, indiscutibles e insuperables, la televisión pública también nos ha ofrecido una nueva versión de “Espartaco” y “Gladiador”, un clásico moderno. Sobresaliente.
Muchos aspectos de “Ben-Hur” o de “Quo vadis” son históricamente falsos, pero cualquier creyente puede acercarse a estas películas y venerarlas con total tranquilidad. El Santo Sudario de Cristo, una reliquia muy dudosa que, además, aparece tardíamente, también recibió una enorme afluencia de peregrinos a partir del siglo XVI, cuando se instaló en Turín, pero la Iglesia matizó esta devoción con su habitual sutileza: dispuso una indulgencia especial para los que llegaban a Turín no para venerar la reliquia como el verdadero sudario de Cristo, sino para meditar sobre la Pasión. Los encuentros de un Jesús sin rostro con Judá Ben-Hur o el martirio del padre de Ligia en presencia de Peter Ustinov disfrazado de Nerón (o al revés) no deben venerarse como verdaderos hechos históricos, sino que deben servir de meditación y de disfrute (cinéfilo), tanto para creyentes como para no creyentes. Por eso no entiendo muy bien esa tendencia hiperrealista que llevó a Mel Gibson a rodar “La Pasión de Cristo” en arameo y latín y a ponernos delante de la cara los horrores de la crucifixión. La muerte de Jesús en “La Pasión” (Canal +) puede que sea muy realista, pero casi nadie pide realismo al Santo Sudario.
Si se quiere ser “realista” con asuntos como el Santo Sudario o la vida y muerte de Jesús de Nazaret, hay que salir del cine. Y sería una pena. “Gladiador” no tiene nada que ver con el cristianismo, pero es una película de Semana Santa. Las catacumbas llenas de buenos y mansos cristianos en “Quo vadis” son tan matizables como la lepra milagrosamente curada de la madre y hermana de Judá en “Ben-Hur”, pero está bien peregrinar en Semana Santa a ese Turín de películas “de romanos”. El “realismo” hace que veamos el cine a través de una esmeralda y, como le sucedía a Nerón, que veamos las caras y las narices todas verdes. Como diría Petronio: “Para variar, señor, prueba con un rubí”.
Muchos aspectos de “Ben-Hur” o de “Quo vadis” son históricamente falsos, pero cualquier creyente puede acercarse a estas películas y venerarlas con total tranquilidad. El Santo Sudario de Cristo, una reliquia muy dudosa que, además, aparece tardíamente, también recibió una enorme afluencia de peregrinos a partir del siglo XVI, cuando se instaló en Turín, pero la Iglesia matizó esta devoción con su habitual sutileza: dispuso una indulgencia especial para los que llegaban a Turín no para venerar la reliquia como el verdadero sudario de Cristo, sino para meditar sobre la Pasión. Los encuentros de un Jesús sin rostro con Judá Ben-Hur o el martirio del padre de Ligia en presencia de Peter Ustinov disfrazado de Nerón (o al revés) no deben venerarse como verdaderos hechos históricos, sino que deben servir de meditación y de disfrute (cinéfilo), tanto para creyentes como para no creyentes. Por eso no entiendo muy bien esa tendencia hiperrealista que llevó a Mel Gibson a rodar “La Pasión de Cristo” en arameo y latín y a ponernos delante de la cara los horrores de la crucifixión. La muerte de Jesús en “La Pasión” (Canal +) puede que sea muy realista, pero casi nadie pide realismo al Santo Sudario.
Si se quiere ser “realista” con asuntos como el Santo Sudario o la vida y muerte de Jesús de Nazaret, hay que salir del cine. Y sería una pena. “Gladiador” no tiene nada que ver con el cristianismo, pero es una película de Semana Santa. Las catacumbas llenas de buenos y mansos cristianos en “Quo vadis” son tan matizables como la lepra milagrosamente curada de la madre y hermana de Judá en “Ben-Hur”, pero está bien peregrinar en Semana Santa a ese Turín de películas “de romanos”. El “realismo” hace que veamos el cine a través de una esmeralda y, como le sucedía a Nerón, que veamos las caras y las narices todas verdes. Como diría Petronio: “Para variar, señor, prueba con un rubí”.
10/4/09
EL COLADOR DE TXUMARI
"Gandhi bebía su propia orina y fue premio Nobel". Una cosa llevó a la otra, vamos.
Hace falta que Txumari Alfaro nos explique cómo hay que preparar el "muti". Del rey abajo, ninguno se negaría a conocer cómo hay que preparar esta bebida tradicional que trae la fortuna a quien la toma, así que Txumari debería explicarnos cómo se elabora y qué ventajas aporta. Imagínense: es lo único que necesitan sus seguidores, esos telespectadores entregados que llevan todo el año una castaña pilonga en el bolsillo porque ¡alehop! mejora la circulación y cura las almorranas con sólo ir ahí, calentita en el bolsillo.
Es cierto que no soy amigo de bebedizos y amuletos, pero el otro día, viendo en la tele uno de esos programas matinales de mesa camilla, vi la luz. Comentaban que había llegado a Lanzarote un inmigrante africano pidiendo asilo político porque era albino. Alegaba que su vida corría peligro porque en su tierra con sus dedos se hacen amuletos, con su sangre se elabora el muti y hay quien ambiciona todo su cuerpo para comérselo por las diferentes virtudes que le atribuyen. Caray, pues no sé a qué espera Txumari, tan amigo como es de divulgar la sabiduría ancestral sin cuestionarse ni una coma, para explicarnos cómo se prepara el muti. Seguro que es una tradición mucho más ancestral que lo de la castaña, dónde va a parar. Hombre, es cierto que está feo matar para curarse o tener suerte, pero hace mucho que la sociedad tiene asumido que puede donarse el cuerpo de los fallecidos para salvar otras vidas y ayudar a los demás. El único problema podría ser que eso de la sabiduría ancestral necesitara pasar por el colador de la racionalidad y la ciencia, pero, claro, Txumari no tiene un colador así.
La sabiduría ancestral africana también dice que hay que extirpar el clítoris de las mujeres para que los bebés no mueran al nacer, o que violando a una niña virgen se cura el sida. Pues venga, Txumari, acaba rápido con el muti que se te amontona el trabajo.
9/4/09
PUTREFACCIÓN TV
Semana Santa de 2019. Los deaths shows, -ese género polémico que comenzó un decenio atrás con la retransmisión de la muerte de Jade Goody y dentro del que se han emitido centenares de fallecimientos en los últimos años-, vive horas particularmente complicadas. La audiencia que en un principio se había volcado a favor de este nuevo concepto de reality está abandonando este tipo de espacios en favor de propuestas nunca vistas antes, como la retransmisión de operaciones de mastectomías radicales o crisis diarreicas con cámaras instaladas en el interior de los inodoros. Ante este nuevo escenario, Kate Longsley, -popularísima concursante de realities austríaca, ganadora de "Gran Hermano 32", "El vómito de tu vida", "¿Por qué no con perros y por atrás?" y la versión canadiense de "El vómito de tu vida VIP"-, hace una propuesta que atrae inmediatamente el interés de las cadenas televisivas: enferma terminal, propone vender a las televisiones no su muerte sino la putrefacción de su cadáver; cuatro cámaras instaladas alrededor del cuerpo para captar con toda fidelidad el proceso de descomposición de su organismo durante las primeras semanas.
De esta forma, Longsley quiere recompensar los cariñosos cuidados que recibió durante toda su enfermedad en el Amstetten Haubhospital. La mitad de las ganancias que se obtuvieran se donarían precisamente a tal centro hospitalario. La otra mitad iría para "Democracia Austríaca Popular", un partido político revisionista que niega que hayan existido Adolf Hitler y la Segunda Guerra Mundial. Ya son varias decenas las cadenas televisivas europeas y extraeuropeas que han hecho millonarias propuestas a Longsley. Andrew Brickwall, su representante, asegura que aunque el dinero es importante "más lo es todavía ofrecer un documento claro y sincero del testimonio de una mujer que quiere morir como vivió: corrompiéndose".
De esta forma, Longsley quiere recompensar los cariñosos cuidados que recibió durante toda su enfermedad en el Amstetten Haubhospital. La mitad de las ganancias que se obtuvieran se donarían precisamente a tal centro hospitalario. La otra mitad iría para "Democracia Austríaca Popular", un partido político revisionista que niega que hayan existido Adolf Hitler y la Segunda Guerra Mundial. Ya son varias decenas las cadenas televisivas europeas y extraeuropeas que han hecho millonarias propuestas a Longsley. Andrew Brickwall, su representante, asegura que aunque el dinero es importante "más lo es todavía ofrecer un documento claro y sincero del testimonio de una mujer que quiere morir como vivió: corrompiéndose".
8/4/09
APLAUSOS BAJO LA LLUVIA
No sé ni dónde ni cuándo, pero juro que he leído en algún sitio que existe una especie de moscas en no sé qué selva tropical que es capaz de volar en medio de la lluvia esquivando las gotas de agua. A ustedes les parecerá que éste es un gran prodigio, pero les aseguro que no pasa de ser un logro de chichinabo al lado de la hazaña épica que conseguí el pasado lunes cuando volé durante toda la tarde de Antena 3, Cuatro y Telecinco esquivando los aplausos idiotas.
Pruébenlo si les parece fácil. Vaya mierda los reflejos de las moscas tropicales comparados con los míos. "Elígeme", "20p", "Password", "Tal cual lo contamos", "El diario", "Guerra de sesos", "Hombres y mujeres", tratan sobre asuntos variados, pertenecen a géneros diferentes, cuentan con distintos tipos de participantes, pero tienen un hilo común que los ensarta formando un collar capaz de estrangular a cualquier espectador imprudente: los aplausos. Los aplausos permanentes y enfáticos tras cualquier idiotez que ocurra delante de las cámaras. Hace falta tener un olfato de cazador experto para saber zapear en cuanto las concursantes de "Guerra de sesos" terminan de contar el argumento de "La jungla de cristal" antes de que empiece a sonar el ruido de palmas a sabiendas de que puedes caer en medio de un comentario de Ángela Portero en "Tal cual lo contamos" sobre los problemas matrimoniales de Belén Esteban que también va a provocar que el público asistente empiece a golpearse una mano contra la otra. Y cuidado, porque basta con que las comisuras de los labios de Carlos Baute se toquen en la parte de atrás de su cabeza para que se inicie otro aplauso peligroso que hay que saber detectar segundos antes de que explote.
Cada especie animal se adapta a su entorno y adquiere las habilidades necesarias para sobrevivir. Las moscas hacen giros súbitos de noventa grados. Mis dedos alcanzan las doscientas pulsaciones por minuto sobre el mando a distancia.
Pruébenlo si les parece fácil. Vaya mierda los reflejos de las moscas tropicales comparados con los míos. "Elígeme", "20p", "Password", "Tal cual lo contamos", "El diario", "Guerra de sesos", "Hombres y mujeres", tratan sobre asuntos variados, pertenecen a géneros diferentes, cuentan con distintos tipos de participantes, pero tienen un hilo común que los ensarta formando un collar capaz de estrangular a cualquier espectador imprudente: los aplausos. Los aplausos permanentes y enfáticos tras cualquier idiotez que ocurra delante de las cámaras. Hace falta tener un olfato de cazador experto para saber zapear en cuanto las concursantes de "Guerra de sesos" terminan de contar el argumento de "La jungla de cristal" antes de que empiece a sonar el ruido de palmas a sabiendas de que puedes caer en medio de un comentario de Ángela Portero en "Tal cual lo contamos" sobre los problemas matrimoniales de Belén Esteban que también va a provocar que el público asistente empiece a golpearse una mano contra la otra. Y cuidado, porque basta con que las comisuras de los labios de Carlos Baute se toquen en la parte de atrás de su cabeza para que se inicie otro aplauso peligroso que hay que saber detectar segundos antes de que explote.
Cada especie animal se adapta a su entorno y adquiere las habilidades necesarias para sobrevivir. Las moscas hacen giros súbitos de noventa grados. Mis dedos alcanzan las doscientas pulsaciones por minuto sobre el mando a distancia.
6/4/09
BUSCADORES DE AMANECERES
Podrían estar gritando en medio de una tertulia amañada o engordando la basura emocional a la que se dedica buena parte de sus compañeros de profesión, pero Marta Reyero y Miguel Ángel Oliver, -periodistas de fondo, como los corredores que saben que el verdadero prestigio se gana únicamente en las carreras largas-, han preferido tomar la palabra en este preciso 2009 y en esta precisa España para pedir fotos de amaneceres con las que articular la promoción de toda una serie de proyectos en África vinculados, por ejemplo, al turismo solidario y sostenible a través de microfinanzas. Pocos conceptos aúnan una representación visual tan potente con una riqueza simbólica tan densa. Pocos conceptos son tan necesarios en un continente para el que la noche lleva demasiado tiempo siendo demasiado larga.
En amanecerporafrica.org se puede encontrar toda la información sobre la iniciativa: la larga cadena de periodistas que respondieron a la llamada de los promotores, buscadores de amaneceres y salvapantallas, la forma en como enviar tu foto. También la manera de contribuir de modo más contundente: cuentas bancarias y SMSs con los que materializar lo que en común están narrando todas las imágenes. Ejemplos de proyectos que ya están siendo llevados a cabo en Gambia. Y en la página de inicio un estremecedor collage de cielos que despiertan tal y como una vez vistos jamás serán olvidados por los participantes en "Amanecer por África".
Necesitamos fotos de amaneceres. Miles de fotos de amaneceres formando un gigantesco mural lleno de testigos de que cada rincón del mundo, cada persona, se reinicia una y otra vez gracias a un único sol que compartimos. La luz lo cambia todo y Reyero y Oliver, -grandes periodistas en medio de una profesión de sombras y tinieblas-, están reuniendo miles de primeros rayos para demostrar de una maldita vez, -no, bendita-, que sí por mucho madrugar amanece más temprano.
5/4/09
LIEBRES DE LÁTEX
Lo dice el refrán y yo lo pude comprobar el viernes por la tarde: "No se pueden perseguir dos liebres al mismo tiempo". No se puede perseguir a la vez "Elígeme" y "Guerra de sesos", los nuevos espacios de Cuatro y Telecinco. Me senté delante de la tele, armado con mi mando a distancia, en ese nefasto momento de la tarde en el que ambos programas novatos comparten franja. No tenía ni idea de la dinámica de ninguno de los dos concursos y decidí descubrirlas zapeando cada par de minutos entre uno y otro.
Zap. Un presentador de poliespán le está proponiendo a un tipo de vestido de blanco que baile para 24 chicas con nombres como Maray, Crystal o Jassmine. Zap. Un presentador de silicona le está preguntado a una pareja cuál de los siguientes colores existe de verdad: a.- azul carbón, b.- azul pavo, c.- azul microondas, d.- azul ejo. Zap. Las 24 chicas aprietan botones y sus atriles se colorean de rojo o azul; un tipo con una peluca habla con Sasmira mientras el presentador de fibra de carbono imita a Boris Izaguirre. Zap. Una nave extraterrestre irrumpe en el plató armada con unos gatos que disparan rayos láser que matan a... (un momento... ahora que lo pienso... creo que me quedé ligeramente siesta-traspuesto mientras zapeaba y tuve un sueño raro). Zap. Un tipo con camiseta rosa tiene que hacer una pregunta para elegir una chica. Finalmente dice: "Si fuerais un animal, ¿qué animal seríais?. Zap. Un tío y una tía, con una cinta extraña en la cabeza, miran una bola que se mueve a lo largo de una escala mientras un presentador de teflón da grititos.
Se me escaparon las dos liebres. "Guerra de sesos" y "Elígeme" tienen una trama tan complicada que hace falta atender a ella de forma exhaustiva y exclusiva para poder atraparla. O eso o no es que no tienen ninguna trama. A lo mejor es que no hay nada que cazar. No se pueden perseguir dos liebres al mismo tiempo, pero si son de látex no tiene sentido perseguir ni siquiera a una.
Zap. Un presentador de poliespán le está proponiendo a un tipo de vestido de blanco que baile para 24 chicas con nombres como Maray, Crystal o Jassmine. Zap. Un presentador de silicona le está preguntado a una pareja cuál de los siguientes colores existe de verdad: a.- azul carbón, b.- azul pavo, c.- azul microondas, d.- azul ejo. Zap. Las 24 chicas aprietan botones y sus atriles se colorean de rojo o azul; un tipo con una peluca habla con Sasmira mientras el presentador de fibra de carbono imita a Boris Izaguirre. Zap. Una nave extraterrestre irrumpe en el plató armada con unos gatos que disparan rayos láser que matan a... (un momento... ahora que lo pienso... creo que me quedé ligeramente siesta-traspuesto mientras zapeaba y tuve un sueño raro). Zap. Un tipo con camiseta rosa tiene que hacer una pregunta para elegir una chica. Finalmente dice: "Si fuerais un animal, ¿qué animal seríais?. Zap. Un tío y una tía, con una cinta extraña en la cabeza, miran una bola que se mueve a lo largo de una escala mientras un presentador de teflón da grititos.
Se me escaparon las dos liebres. "Guerra de sesos" y "Elígeme" tienen una trama tan complicada que hace falta atender a ella de forma exhaustiva y exclusiva para poder atraparla. O eso o no es que no tienen ninguna trama. A lo mejor es que no hay nada que cazar. No se pueden perseguir dos liebres al mismo tiempo, pero si son de látex no tiene sentido perseguir ni siquiera a una.
4/4/09
CUATRO COLUMNAS SOBRE BERTO
Señores de La Sexta, ¿cómo que han suspendido "El programa de Berto"? ¿Que qué? No pueden hacerme esto. Ya sé que el difunto espacio no estaba funcionando especialmente bien. Se avecinan tiempos de fusiones y es difícil negociar si se hace un 3,5 en el prime time de los domingos. Vale. Pero también es cierto que yo ya había escrito tres columnas sobre Berto que tenía planeado ir sacando a lo largo de las próximas semanas. Ay, amigo, ¿y ahora qué hago con ellas? ¿Me las como? ¿Quién me paga a mí las columnas escritas que ya no voy a poder publicar?
Y eran buenas. Eran cojonudas. En una recuperaba aquella famosa frase de Caldwell según la cual uno siempre será ante todo un hijo hasta que tenga hijos. Se aplica con facilidad a este asunto: uno siempre será ante todo un secundario hasta que tenga secundarios. Y a Berto lo abandonaron solo a las diez y media de la noche sin más ayudantes que el Stéfano ése que tanto se le parece. Pero si hasta al Follonero le han puesto al Yoyas y al que cuenta el chiste del final. En otra columna alababa las canciones que estaban cerrando cada programa. Extraodinarias. Dignas de ingresar por la vía urgente en el acerbo acervo (vayan, vayan al diccionario) de la canción popular española de todos los tiempos. Suficientes para justificar un programa de 42 minutos más un 35% de publicidad. Y también tengo rematadas otras 400 palabras en las que argumentaba con gracejo y precisión que no hay cómico en el planeta, -nadie, ni Bill Maher-, capaz de mantener en pie un show semanal basado únicamente en largar un monólogo tras otro. Así contada parece una birria de columna, pero luego en el desarrollo les aseguro que ganaba.
¿Y ahora? ¿Ahora qué? Es cierto que "El programa de Berto" necesitaba urgentes reformas, pero es muy discutible que fuera necesaria su demolición. Coño, mira, ahí tenía una cuarta columna que ya no podré escribir.
Y eran buenas. Eran cojonudas. En una recuperaba aquella famosa frase de Caldwell según la cual uno siempre será ante todo un hijo hasta que tenga hijos. Se aplica con facilidad a este asunto: uno siempre será ante todo un secundario hasta que tenga secundarios. Y a Berto lo abandonaron solo a las diez y media de la noche sin más ayudantes que el Stéfano ése que tanto se le parece. Pero si hasta al Follonero le han puesto al Yoyas y al que cuenta el chiste del final. En otra columna alababa las canciones que estaban cerrando cada programa. Extraodinarias. Dignas de ingresar por la vía urgente en el acerbo acervo (vayan, vayan al diccionario) de la canción popular española de todos los tiempos. Suficientes para justificar un programa de 42 minutos más un 35% de publicidad. Y también tengo rematadas otras 400 palabras en las que argumentaba con gracejo y precisión que no hay cómico en el planeta, -nadie, ni Bill Maher-, capaz de mantener en pie un show semanal basado únicamente en largar un monólogo tras otro. Así contada parece una birria de columna, pero luego en el desarrollo les aseguro que ganaba.
¿Y ahora? ¿Ahora qué? Es cierto que "El programa de Berto" necesitaba urgentes reformas, pero es muy discutible que fuera necesaria su demolición. Coño, mira, ahí tenía una cuarta columna que ya no podré escribir.
3/4/09
PROGRESA ADECUADAMENTE
De vez en cuando el oleaje arrastra hasta los telediarios las imágenes de cuerpos ahogados. Son imágenes incómodas de cuerpos ajenos. Tal vez por eso no las queremos ver, ocupados como estamos con las noticias de nuestras corruptelas políticas y nuestras crisis empresariales. Si son cuerpos ajenos, que dejen de reclamar nuestra atención. Nadie les pidió que fueran noticia en nuestro mundo, ya saturado de información, donde tan difícil es lograr ser titular de un telediario. Que se limiten a llamar la atención en sus países y no vengan a dejar sin sitio en el sumario del día a los que somos de aquí.
Desde el siglo XVIII estamos convencidos de que la humanidad progresa. Creemos que la ciencia hace posible un progreso tecnológico evidente y que la razón humana produce un progreso moral igual de incuestionable. Y puede que sea verdad. En el siglo XVIII la mano de obra esclava viajaba en barcos de vela. Los emprendedores de la época se rompían la cabeza buscando la manera de cargar la mayor cantidad de ganado humano en las bodegas. Aún se conservan las imágenes que indicaban cómo aprovechar cada palmo disponible colocando esclavos tumbados hasta en el último rincón. Cada muerte suponía una pérdida económica que había que evitar.
En los últimos 20 años murieron intentando llegar a Europa más de 13.000 africanos en el Mediterráneo, quién sabe en el Atlántico. El progreso tecnológico hace posible que los barcos de vela hayan sido sustituidos por barcazas con motor de gasoil. El progreso moral permite que la mano de obra esclava sea la que se pague el viaje y mejore el aprovechamiento del espacio disponible hasta límites que ningún negrero hubiera imaginado. Sus muertes ya no suponen ninguna pérdida económica. Los cuerpos que el oleaje arrastra hasta los telediarios nos incomodan pero deberíamos alegrarnos porque confirman que la humanidad progresa adecuadamente.
Desde el siglo XVIII estamos convencidos de que la humanidad progresa. Creemos que la ciencia hace posible un progreso tecnológico evidente y que la razón humana produce un progreso moral igual de incuestionable. Y puede que sea verdad. En el siglo XVIII la mano de obra esclava viajaba en barcos de vela. Los emprendedores de la época se rompían la cabeza buscando la manera de cargar la mayor cantidad de ganado humano en las bodegas. Aún se conservan las imágenes que indicaban cómo aprovechar cada palmo disponible colocando esclavos tumbados hasta en el último rincón. Cada muerte suponía una pérdida económica que había que evitar.
En los últimos 20 años murieron intentando llegar a Europa más de 13.000 africanos en el Mediterráneo, quién sabe en el Atlántico. El progreso tecnológico hace posible que los barcos de vela hayan sido sustituidos por barcazas con motor de gasoil. El progreso moral permite que la mano de obra esclava sea la que se pague el viaje y mejore el aprovechamiento del espacio disponible hasta límites que ningún negrero hubiera imaginado. Sus muertes ya no suponen ninguna pérdida económica. Los cuerpos que el oleaje arrastra hasta los telediarios nos incomodan pero deberíamos alegrarnos porque confirman que la humanidad progresa adecuadamente.
2/4/09
ESTAS AQUÍ PARA HACER FELIZ A LOS DEMÁS
Esta historia es real. En estos tiempos difíciles reunimos al concurso de preguntas más viejo de la televisión con el concurso de preguntas más joven de la televisión.
"Hola, ‘20p’, el nuevo concurso de las tardes de Cuatro; me llamo ‘Saber y ganar’, llevo siendo emitido por La 2 más de doce años y he superado los 2.500 programas. Tengo una media de un millón y medio de espectadores por programa. Soy un suertudo: suerte por haber nacido en la televisión de España, como tú, por poder abrazar a un presentador tan imprescindible como Jordi Hurtado, por haber conocido a todos los concursantes que vinieron a pasar un buen rato al programa, por haberme despedido de ellos cada vez que no superaban ‘El reto’, por seguir en antena después de tanto tiempo. Te preguntarás cuál es la razón de venir a conocerte hoy dando el gran salto que separa a La 2 de Cuatro: es que muchos te dirán que a qué programador insensato se le ha ocurrido hacerte llegar en los tiempos que corren, que hay crisis, que sólo superan uno o dos meses de emisión uno de cada seis programas que se estrenan en horarios de tarde, que no se puede. Ja, esto te hará fuerte. Yo viví momentos peores que éste, con audiencias por debajo de la media de mi cadena, que ya es baja de por sí. Pero al final de lo único que te vas a acordar es de las cosas buenas, de cada día que al terminar el programa sientas que has pasado un rato delicioso, que has usado el ingenio para divertirte a ti y a todos tus espectadores. No te entretengas en las tonterías de lograr grandes audiencias, que las hay, y vete a buscar lo que te haga feliz, que el tiempo y las temporadas corren muy deprisa. Llevo más de 12 años y 2500 programas en antena, soy el programa de emisión diaria más antiguo de la televisión en España, y te aseguro que lo único que no te va a gustar de la vida y la televisión es que la vida te va a parecer demasiado corta y la televisión te va a parecer demasiado rápida. Estás aquí para hacer feliz a los demás."
1/4/09
MI VECINO DEL 2ºD
Patrick Jane, el protagonista de “El mentalista” (La Sexta), dice que los hombres son como tostadoras y las mujeres como acordeones. No sé qué significa. Pero si, después de ver las últimas entregas de “Tengo una pregunta para usted” (TVE), Patrick Jane hubiera dicho que los espectadores son como tostadoras y los políticos como acordeones, creo que le entendería perfectamente.
Qué tostón, ¿no? A lo mejor es que soy una tostadora perfecta y, claro, todos los políticos-acordeones educadísimos y sonrientes que se enfrentan a las preguntas de los ciudadanos bajo la atenta mirada de Lorenzo Milá me parecen un tostón. Además, desde los tiempos de Mariajesusysuacordeón y aquellos temibles pajaritos por aquí y por allá, los acordeones me dan miedo. Así que ver a Rajoy tocando el acordeón dialéctico en directo me da mal rollo. Me gustaría ver a Zapatero y Rajoy en una reunión de la comunidad de vecinos de mi edificio. Ahí sí que no valen sonrisitas, quiebros, regates y música de acordeón. Mi vecino del 2ºD se los comería vivos. Y es que mientras esos cien ciudadanos que llenan las gradas de “Tengo una pregunta para usted” jueguen en campo contrario (un programa de televisión), los políticos siempre serán acordeones y los espectadores tostadoras.
Ahí va mi propuesta. Que los ciudadanos jueguen en casa, y que sean los políticos los que tengan que sentirse incómodos y aprender a moverse en el breve espacio del portal de un edificio cualquiera. Reunión de vecinos, con orden del día y todo. Y Zapatero y Rajoy ahí plantados, sin corbatitas, sin bolígafos para mantener las manos ocupadas, sin asesores guiñando un ojo y sin trucos de acordeonista. Y mi vecino del 2ºD en su salsa. Se iban a enterar. Al primer “mire usted”, empezaría la guerra. Se hablaría de las goteras del Estado, de los ruidos de la crisis, de derramas extraordinarias, de si están los tiempos como para comprar macetas, de los puntos y comas del libro de actas, de los caraduras que no pagan la comunidad y de quién es el culpable de la mierda de reparación del sistema eléctrico. A palo seco. Sin acordeón. No sé si podré sujetar a mi vecino del 2º D mucho tiempo... ¡Corran!
Qué tostón, ¿no? A lo mejor es que soy una tostadora perfecta y, claro, todos los políticos-acordeones educadísimos y sonrientes que se enfrentan a las preguntas de los ciudadanos bajo la atenta mirada de Lorenzo Milá me parecen un tostón. Además, desde los tiempos de Mariajesusysuacordeón y aquellos temibles pajaritos por aquí y por allá, los acordeones me dan miedo. Así que ver a Rajoy tocando el acordeón dialéctico en directo me da mal rollo. Me gustaría ver a Zapatero y Rajoy en una reunión de la comunidad de vecinos de mi edificio. Ahí sí que no valen sonrisitas, quiebros, regates y música de acordeón. Mi vecino del 2ºD se los comería vivos. Y es que mientras esos cien ciudadanos que llenan las gradas de “Tengo una pregunta para usted” jueguen en campo contrario (un programa de televisión), los políticos siempre serán acordeones y los espectadores tostadoras.
Ahí va mi propuesta. Que los ciudadanos jueguen en casa, y que sean los políticos los que tengan que sentirse incómodos y aprender a moverse en el breve espacio del portal de un edificio cualquiera. Reunión de vecinos, con orden del día y todo. Y Zapatero y Rajoy ahí plantados, sin corbatitas, sin bolígafos para mantener las manos ocupadas, sin asesores guiñando un ojo y sin trucos de acordeonista. Y mi vecino del 2ºD en su salsa. Se iban a enterar. Al primer “mire usted”, empezaría la guerra. Se hablaría de las goteras del Estado, de los ruidos de la crisis, de derramas extraordinarias, de si están los tiempos como para comprar macetas, de los puntos y comas del libro de actas, de los caraduras que no pagan la comunidad y de quién es el culpable de la mierda de reparación del sistema eléctrico. A palo seco. Sin acordeón. No sé si podré sujetar a mi vecino del 2º D mucho tiempo... ¡Corran!
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