Todo va muy rápido, pero no lo bastante. Por eso comenzamos el año dos veces al año. En septiembre y en enero la tele rebosa de anuncios que prometen una nueva vida. Hoy empieza todo, dicen. Cambien de coche y compren éste. Dejen de fumar con este método. Coleccionen esta colección coleccionable en cómodos fascículos coleccionables. Borrón y cuenta nueva cada veinte segundos. Aunque ya hayamos comprado varias veces la primera entrega, no importa. Esta vez no va a acabar en el fondo del cajón que hay detrás de la puerta, junto al carnet del gimnasio, el paquete empezado de parches de nicotina y la agenda de teléfonos por orden alfabético a medio rellenar que un día de éstos terminaremos de poner al día. Empieza el año y decidimos que esta vez sí completaremos la colección coleccionable que vamos a empezar. Como declaración de intenciones volvemos a comprar el primer fascículo con su cachivache correspondiente y buscamos un sitio en la estantería. Ésa es otra.
Se dice que el bloque soviético fracasó porque fue incapaz de mantener las estanterías de las tiendas llenas. Los planes quinquenales no producían suficientes bienes de consumo y los ciudadanos hacían cola ante establecimientos de estanterías vacías. En realidad se trataba de una crisis de superproducción de estanterías. Los planes quinquenales producían más estanterías de las necesarias. De igual modo, las crisis capitalistas de mercados pletóricos sólo encubren un déficit de estanterías para amontonar excedentes. Justo lo que pasa en nuestras casas. Fracasamos coleccionando porque no tenemos dónde colocar las colecciones coleccionables que queremos coleccionar.
Cuando la tele anuncie “Estanterías del mundo; con el primer fascículo, gratis, las baldas” se acabarán todos los problemas. Entonces estaremos en condiciones de empezar el año en septiembre, enero, abril y julio.
5 comentarios:
Y no falta razón en este artículo... siempre faltan estanterías y baldas en las que poner las cosas. Tengo un armario casi vacío, pero no meto nada porque no tiene suficientes baldas. Y amontonamos liiibrrosss y lliiibrrrosss. Unos encima de otros. ¿por qué? porque no hemos llenado la casa con las estanterías necesarias. Si no lo hacemos... ¿será que no queremos empezar una y otra vez?
Todo va muy rápido, pero no lo bastante. En realidad la crisis existencial que asola nuestras almas no es más que una crisis de superproducción de roles. No es que estemos vacíos por dentro, es que desempeñamos tantos papeles diferentes en la vida que no damos abasto para ser, somos muchisísimo más de lo que vamos haciendo, y por eso tenemos esa horrible sensación de no tener nunca nada dentro. Porque todo está fuera, desenvolviéndose, ejerciendo de sí mismo, siendo una y otra vez, siendo incansablemente, siendo y siendo y vertiéndonos hacia fuera tanto que acabamos dándonos la vuelta, como esa niebla que cuando te toca te vuelve del revés. Agotándonos más allá de lo que somos, desexistiendo sin parar hasta más que desaparecer. No es que no estemos a la altura, es que hay demasiado mundo y poco ser.
Sí, va a ser que las estanterías son lo que que controla el mundo. Podía salir esa colección, miro a mi alrededor y tengo un montón de estanterías llenas de cosas, necesito otra... las de Ikea no, por dios, con sus planos sin palabras salidos de "Fahrenheit 451"...
Mi muy estimado señor Rico:
I-Las crisis capitalistas de mercados pletóricos encubren un déficit de metros cuadrados en las casas.Asi la plusvalía que se deriva de construir más casas, a más precio con menos metros es mucho mayor.
II-¿Se ha percatado de que cada vez se construyen enseres y muebles más pequeños? ¿Vamos irremediablemente hacia un mundo de nanobjetos?
III-Si se da una vuelta por algún museo de artes y constumbres populares se percatará del curioso fenómeno de que los muebles y enseres de las casas eran más grandes y los seres humanos más pequeños
IV-¿Enseres está relacionado con seres? Curiosa etimología.
V-Sin embargo los seres humanos actuales somos mucho más altos y corpulentos que nuestros abuelos pero vivimos en casa más pequeñas
¿Nos están matando en vida?
¿Es una forma sutil de que nos vayamos haciendo poco a poco al irremediable pijama de madera?
¿Acabaremos muriendo en casas como nichos y así nos ahorraremos traslados,féretros,misas etc?
VI-Por otra parte,en coherencia con lo anterior,están disminuyendo las estanterías porque está aumentando internet. la pobre estanteria no puede competir de ninguna manera con la capacidad de archivo de un ordenador que cada vez,a su vez, fabrican más pequeño y más delgado¿Nos encaminanos hacia un nanomundo de seres grandes corporales y enanos mentales?
VII-Fïjese,por otra parte en el estrecho cuadrado en que tengo que insertar mi comentario.¿Vamos hacia una nanoficción?
Reciba un cálido saludo del Porquero.
Siempre inspirado. Pero hoy, genial. No tengo más que añadir.
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