En su reciente "Vivir adrede", -libro que sólo por su título ya merece la alegría de ser leído-, mi buen amigo Mario Benedetti escribe: Las fotografías del antaño lejano y del antaño cercano nos miran y no se cansan de mirarnos, siempre con la misma pregunta: ‘¿Y qué pasó después?’. Están aislados, inmóviles, sordos los pobres. Así ha ocurrido durante estas semanas con los resúmenes del año que nos apuntan aislados, inmóviles, sordos, y nos preguntan "¿qué contará el resumen de 2009? ¿qué nuevo sentido dará al de 2008? ¿en qué circunstancias, con qué otros oiremos las campanadas de 2010?". Más que preguntarnos quiénes somos, la cuestión sobre la que trata la vida tiembla acerca de quiénes seremos. Las fotografías de antaño incorporan de golpe todo el pasado, pero a medida que amarillean van asumiendo también el futuro, que es el que da sentido a aquella niña que sonreía en París, a aquel grupo de amigos que se abrazaban, a aquel beso en aquel andén. La vida se explica hacia atrás pero se comprende hacia adelante.
¿Y esto qué carajo tiene que ver con la tele? Mucho, joder. Nuestro tiempo es lineal y acumulativo, pero el tiempo en las ficciones catódicas bota y rebota desviándose desafiante. Seguro que Benedetti no ve "Caso abierto", pero su cita es hermana gemela de esos finales épicos en donde el pasado y el futuro sólo son puntos de vista. O en "House", -me costó llegar, pero les juro que el tema original de esta columna era la vuelta de "House" a Cuatro-, cuya T5 llegó el martes a dicha cadena después de muchas semanas de emisión en la televisión de pago. Los fanáticos extremistas ven los capítulos pocas horas después de ser emitidos en EE.UU. Los fanáticos moderados los vemos en FOX al cabo de mes y medio. Al término del pseudoestreno en Cuatro, Gregory House se nos quedó mirando preguntando qué pasó después. Aislado, inmóvil, sordo. Y pudimos contestarle todos sin necesidad de distanciarnos en el futuro. Televisión.
2 comentarios:
Jolin, sí que dió vueltas para hablar de House. En su calificación, soy fanático extremo de dicha serie, pero lo mío va a más. Fíjese que todavía veo las reposiciones de la primera temporada, de lo buena que fue.
Antonio, esto te va a encantar: no me cabe la más mínima duda que serás capaz de encontrar texturas a los diferentes programas televisivos y mostrarnos la gran revelación de la sinestesia catódica.
http://fogonazos.blogspot.com/2009/01/daniel-tammet-savant-numeros-autista.html
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