Hay que reducir gastos. Nos golpea la crisis económica más importante ever y es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, recortar centimillos donde se pueda. En las Navidades, por ejemplo. ¿Se han fijado en que este año hay mucho menos papases noeles colgando de las ventanas? Las cenas de empresa se convierten en meriendas de empresa. Las cestas de Navidad se vuelven bolsas del Masymás. Y los ayuntamientos, en su infinita misericordia y sabiduría, desinflan el alumbrado navideño inaugurándolo unos días más tarde y atrasando el momento de la tarde en el que iluminan al sombrío paseante diciembrino con sus alegóricas figuras, ora de un reno, ora de un copo de nieve, ora de una estrella, ora de un calcetín desbordante de regalos.
No pueden las televisiones sustraerse a esta general tendencia. Hay que reducir la programación navideña. Iniciarla más tarde. Dedicarle menos horas al día. Pero no porque sea una puñetera porquería, sin duda el peor momento catódico del año, capaz de convertir por comparación a las galas veranieras desde Murcia en "The wire". No, no, no es por eso, que nadie me malinterprete. Es por la crisis. Hay que acotar el calendario para que los promos en los que Cantizano ríe desenvuelto bajo nieve de polipropileno expandido o Jordi González, Violeta Santander y su padre nos desean felices fiestas, los maratones más largos que el que corrió Filípides, los capítulos especiales de Navidad de "Lalola", "El hormiguero", "Salud a la carta" y "Gran Hermano", se emitan únicamente del... no sé... 23 al 25 de diciembre y bien apretaditos entre las 22:00 y las 24:00 horas. Para ahorrar. No porque dé revoltura a cualquiera que pase de los 11 años. Y se retirarán de la programación los largometrajes "Este Santa Claus está chiflado 6", "El elfito juguetón y su renito huerfanito" y "Pesadilla antes, durante y después de Navidad". Y el mensaje del Rey durará sólo 40 segundos. Y los anuncios de juguetes se concentrarán en el horario de madrugada. Por la crisis. No para librarnos del coñazo navideño, no. Por la crisis.
5 comentarios:
Algo bueno tenia que traer la crisis...
El sabado vimos el fumbol mi marío y yo (el segundo partido que vemos juntos en nuestra vida) y en el intermedio casi gomito cuando pongo TeleTripa, perdon, Tele5 ¿esto es denunciable? ¿el Jordi Gonzalez tiene triple moral? porque quiere ir de yohagounprogramafino y hace pura m.
Antonio, hace unas semanas que no soy persona hasta que tecleo en el google 625 ranas + voy a tener suerte, y leo esta maravillosa columna con la cual eres capaz día a día de "abraiarme", como se dice en mi tierra.
Creo que es la primera vez que dejo un comentario, pero hoy necesitaba decirte, Antonio, en dos palabras:
IM-PREZIONANTE.
Sigue así, no lo dejes nunca.
Fíjate que a mí se me revuelve el estómago cada vez que veo la típica película navideña anunciada. Joer... es que Tim Allen de Santa Claus se me atraganta (bueno, Tim Allen se me atraganta siempre). Y esos argumentos lamentables que suelen tener no sé ni como le pueden interesar a un niño. Y luego todo dios en la tele felicitando la Navidad, hablando de la familia pero, sobre todo, de los regalos del Corte Inglés; no se me olviden de lo regalos, de comprarlos, claro. Que no vaya a ser que por la crisis dejemos de ser consumistas y que igual algún magnate (¿o mangante?) gana un poco menos este año y tiene que dejar a miles de infelices en el paro para que paguen los platos rotos por el hecho de que no hayamos sido lo suficientemente generosos con sus tiendas y su bolsillo.
Ay, ay, ay, jo, en fin, es que... uf, desde luego, ayyy, jo, puf, bué... a ver.
A mí me gusta la Navidad. El otro día lloré viendo una peli de Tim Allen haciendo de Papá Noel desinflado. No creo en Dios ni en la Iglesia pero sí en el espíritu navideño que todos los años nos invade de consumismo insaciable y afán de lucro regalil. Quiero comprar, ir de rebajas, salir a las tiendas el 5 de Enero a las 23.15, gastar y gastar, oír villancicos en las calles que me emocionan y llorar viendo renos moribundos y pelis de Peter Pan.
La Navidad mola, igual que mola Telecinco y su programación. Y si no es así, ¿por qué persiste?
No podemos negar la teoría de la evolución a estas alturas, y menos los que somos ateos y lo celebramos todo gastanto dinero.
Oye, ¿en serio Violeta Santander sale felicitando las fiestas en un anuncio? Joder, qué fuerte.
A todo el mundo le hace ilusión recibir los regalos de Navidad y que se tenga tal gesto con las personas cercanas me parece bien, pero todo el consumismo que se ha montado alrededor de esta fiesta me parece demasiado exagerado, sobra. Se compra porque los medios insisten en que se compre, no porque se necesite.
Ay, qué poco me gusta la Navidad...
En cambio, "Pesadilla Antes De Navidad" me encanta, xD.
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