En la película “Gladiator”, un cansado y enfermo Marco Aurelio le pregunta al general Máximo que por qué están en Germania. “Por la gloria del Imperio”, responde Máximo. En la película “Forrest Gump”, el bueno de Forrest se ha alistado en el ejército, y el sargento le pregunta cuál es su único propósito en ese ejército. “Hacer todo lo que me digan, mi sargento”, responde Forrest. Algunos espectadores hartos de que, desde que podemos recordar, la noche de los lunes esté ocupada por unos estrafalarios seres que insisten en mostrarnos lo bien que bailan, preguntan por qué se emite “Mira quién baila” en una televisión pública. “Por la gloria del entretenimiento”, responden los programadores. Alguien pregunta a los programadores cuál es su único propósito en esa televisión pública. “Hacer todo lo que me digan”, responden. Acabáramos. Todo es tan sencillo como eso: la gloria del Imperio y hacer lo que me digan.
“Mira quién baila” hace que los lunes sean todavía peores de lo que son. “Física o química”, también. Pero hasta en un lunes podemos ser optimistas. Si sólo nos quedamos con Ana García Obregón, la prueba definitiva de que Dios no existe, o con las alucinantes historias de “Física o química”, la prueba definitiva de que los extraterrestres existen y se dedican a escribir guiones para la televisión, los lunes serían días horribles. No tiene por qué ser así. Hagamos como Roberto Begnini en “La vida es bella”, y convirtamos el infierno en un parque de atracciones. Utilicemos la imaginación. Bailar con Ana Obregón o matricularse en un instituto extraterrestre no es obligatorio. El horror televisivo existe, pero puede evitarse. Todas las tardes, por ejemplo, La 2 emite “Las chicas Gilmore”. Rory y Lorelai son como Dora, la “principessa” de “La vida es bella”, y contra el amor, la imaginación y la sonrisa nada pueden las muecas de Obregón y las caricaturas de “Física o química”. Si, como nos enseñó Begnini, una deportación puede convertirse en una aventura, también podemos convertir una achicharrada parrilla televisiva en una apetitosa ensalada.
A la porra con Máximo y la gloria del Imperio. ¿Por qué ver todo lo que nos digan? La vida es bella. La televisión es bella. José Ortega Cano y Ana Obregón son feos.
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ResponderEliminar¡Sacrilegio! ¿Rory y Lorelai juntas con Ana Obregón en un mismo artículo? Por favor...
ResponderEliminarHoy no puedo comentar mucho porque no he visto Cinema Paradiso, ni Mira quién baila ni Física o química ni La vida es bella. Lo sé, necesito ver menos Frasier y más cine.
Por cierto, mi texto se debe a una sucia jugada de, cómo no, mis queridos compañeros de clase.
Yo eliminé el comentario anterior que tenía faltas de ortografía.