29/11/08
CUERNO DE RINOCERONTE
Sorprendente: Txumari Alfaro enseña a curar verrugas matando animales en horario de protección infantil. No se escandalicen que la frase tiene truco. Es verdad que Txumari presenta un programa por las mañanas en La Sexta en horario de protección infantil. También es verdad que mata animales ante las cámaras y esparce sus jugos sobre la piel. Lo que no es verdad es que cure verrugas.
Txumari, ese defensor de la urinoterapia que sigue por ahí suelto, se guía por unos principios metodológicos simpatiquísimos. Dice que una persona no debería tomar ningún medicamento que contuviera sustancias de nombre impronunciable. ¿Quiere mejorar nuestra dicción? Ojalá, pero no: quiere que no tomemos cosas raras de nombre impronunciable como, qué sé yo, ácido acetilsalicílico. También dice que lo mejor para la piel son productos que también pueden comerse. Platón decía hace 2400 años que una misma cosa como el estiércol puede ser buena para las raíces pero mala para las yemas de las plantas. Txumari no anda con tanta sutileza, así que nos irá de perlas si nos embadurnamos con comida o nos zampamos los potingues que nos untamos. ¿Y lo que decíamos al principio? Pues que para curar verrugas hay que coger unas babosas vivas y frotarse enérgicamente con ellas sin hacer ascos, después hay que atravesarlas con un palo y dejarlas aplastadas bajo una piedra. Magia potagia: las verrugas desaparecen al día siguiente porque se van a pedir asilo político a algún lugar de la Tierra donde aún reine la racionalidad y las afirmaciones gratuitas deban ser demostradas.
Y ahora, las conclusiones. Primero: si valen para untar será porque las babosas son un plato delicioso. Segundo: sus babas rebosan compuestos con unos nombres facilísimos de pronunciar. Y tercero: la medicina tradicional no se limita a las plantas, la miel y el limón, también incluye a los animales. Abandonemos el citrato de sildenafil del Viagra y volvamos al cuerno de rinoceronte. Es más natural.
Bueno, si se ve desde otro punto de vista, Txumari Alfaro (¿seguro que este nombre no es inventado?) es el único que le planta cara al potente lobby farmacéutico. Vale, de acuerdo, está loco y debería ser encerrado de por vida, pero su intención es buena...
ResponderEliminarLo que no entiendo es qué relación existe entre que te desaparezcan las verrugas y frotarte con una participante de "Mujeres y Hombres y Viceversa" (a lo de atravesarla con un palo y dejarla aplastada bajo una piedra, ya le veo un poco más de lógica).
A mí es que el Txumari desde que se definió como naturópata, no me da buena espina. Es un palabro que se parece demasiado a psicópata. Perdón, estoy de mala uva, debe ser que no me bebí el primer meado de la mañana, espumoso y lleno de urea.
ResponderEliminarcon la misma lógica que aplica "Txuma" a su medicina alternetiva yo me permito hacer mi personal y transferible interpretación de la frase "VETE AL CUERNO": - Exclamación de la amante frustrada a aquel que ha sido incapaz de satisfacerla por sufrir un "gatillazo".
ResponderEliminarPor favor, que prohíban este programa ya, es peor aún que las entrevistas a delincuentes. Y lo curioso es que la Sexta tiene alguna programación bastante decente, será por casualidad porque muy selectivos no han mostrado ser.
ResponderEliminarPensaba que la televisión era mucho más restrictiva en cuanto al trato que se da a los animales ante las cámaras, especialmente cuando es un domingo a las 10 de la mañana. Seguro que todos estamos de acuerdo en que una babosa es un ser vivo inferior sin cognición ni emociones y por tanto es irrelevante el trato que se le dé. Pero también estamos de acuerdo en que a veces las cosas no son lo que son sino lo que representan, y es fácil reconocer que los actos de respeto hacia los objetos y de ternura hacia seres inferiores son un síntoma de la capacidad de sentir empatía de las personas.