Antena 3 ha estrenado un nuevo programa diario de despelleje y cotilleos que se llama “Tal cual lo contamos” (aún no sabemos si en “Sé lo que hicisteis”, lo llamarán “Tal cual lo inventamos” o “Tal cual Pascual”). La tarde del estreno tuve la sensación de estar viendo en la tele un reportaje de dos horas sobre el funcionamiento metódico y racional de un matadero industrial. Aquello no era despellejar y criticar como se hacía antes, cuando en los pueblos se criticaba a un vecino o a un forastero recién llegado. Aquello era la faena de unos profesionales organizados que actuaban con la eficacia de un funcionario (de un funcionario eficaz, si Forges permite la expresión).
Alrededor de una mesa camilla, varios operarios-contertulios dirigidos por una presentadora-capataz, procedían una y otra vez a la misma labor sistemática: recibían un condenado (eso sí: en efigie, como hacía la Santa Inquisición), lo despellejaban, evisceraban, diseccionaban y lo mandaban al mercado audiovisual convertido en paquetes uniformes de proteínas y grasa, ya listos para el consumo masivo. Primero llegó por la cinta transportadora la Duquesa de Alba. La despellejaron, evisceraron, diseccionaron y empaquetaron. Luego su novio o lo que sea. Lo despellejaron, evisceraron, diseccionaron y empaquetaron. Después Mª José Campanario, Belén Esteban, Jesulín de Ubrique, Telma Ortiz, Severiano Ballesteros, Júnior, Encarna Salazar y la Familia Real al completo. La misma rutina: despellejar, eviscerar, diseccionar y empaquetar.
La producción en serie es eficaz, no hay duda. Pero aplicada al cotilleo provoca el mismo efecto que, según Gustavo Bueno, producen los mataderos industriales sobre el modo en que allí se mata los animales: es una impiedad tratar a las víctimas como si sólo fueran la materia prima de la que obtener paquetes de proteínas y grasa listos para el consumo.
3 comentarios:
Por eso la tele sabe a hamburguesa mala. Ya decía yo.
¿Y qué más da que a esas personas se las trate de ese modo? Muchas de esas a las que se critica cobran pelas por ir a sitios a que les den candela y contar cotilleos y mentiras... y otros simplemente cobran por dedicarse a saludar y hablar en actos oficiales (eso sí que es un curro aburrido, pero qué bien les pagan). Ciertamente sólo son materia prima de la que obtener contenidos. Piedad y lástima hay que tener de otras personas que se lo merezcan.
Más ayudar y menos joder (joder de fastidiar). Ya no se piensa en nada que no sea las desgracias y demás cosas ajenas para decir que lo de uno es menos mísero que lo de otros.
Buá, buá, todos somos materia prima de la que obtener paquetes de proteínas y grasa listos para el consumo.
Aquellos pobres de los que no se puede obtener nada son los llamados frívolos, superficiales, vacíos, huecos, parias, poco interesantes, o pringadillos sin más.
Lo que diferencia a las personas es la proporción de proteínas y grasa que puedes obtener.
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