Un viejo chiste malo dice que las mujeres se quedan hasta el final de las películas porno para ver si los protagonistas se casan. El pasado viernes yo me quedé hasta el final de la boda en "Yo soy Bea" para ver si los protagonistas follaban. Me temo que me quedé igual de frustrado que el género femenino, pero cambié de cadena y me consolé. La programación del viernes por la noche representó a la perfección todas las variantes del amor: romanticismo y sexo duro. En Telecinco "Especial Yo soy Bea" y en Canal+ la peli porno "Barcelona Sex Secrets". ¿Todas las variantes del amor? Bueno, no, más precisamente todas las variantes del amor cartesiano.
Y es que cuando Descartes propuso su famoso dualismo no estaba construyendo una ontología, como sus intérpretes han malinterpretado, sino intentando explicar a la reina de Suecia las diferencias entre mujeres y hombres. Por un lado existen las mujeres, res cogitans, pensamiento puro, romanticismo, suspiritos, éter voluble y volatil que fluye por el cosmos sin más meta que conseguir rellenar un traje de novia, -un traje de novia finito, por supuesto-, "Yo soy Bea". Y por otro lado existen los hombres, res extensa, carnalidad tangible, sexo duro, jadeos, machos densos y geométricos que recorren la selva sin más meta que conseguir rellenar al mayor número de hembras, -hembras misteriosamente carnales, por supuesto-, "Barcelona Sex Secrets". "Barcelona Sex Secrets", porno para hombres. "Yo soy Bea", porno para mujeres. "Yo soy Bea", culebrón para mujeres. "Barcelona Sex Secrets", culebrón para hombres.
Ante esto, ¿qué podemos hacer los que no somos dualistas cartesianos? ¿Qué hacemos los que pensamos que "Yo soy Bea" y "Barcelona Sex Secrets" no son los tipos de amor que existen, sino aburridísimas parodias de algún componente del amor a secas completamente distorsionado? ¿Qué hacemos los que bostezamos con Bea y más temprano que tarde acabamos bostezando con Barcelona? ¿Qué hacemos los spinozistas?
¿Qué hacemos? El rídiculo, amigo; el ridículo porque somos minoría. Y la minoría, si no mola, es despreciable. Sí, creo que en este caso me alineo con tu postura.
ResponderEliminarPero hay situaciones peores. Dicen que cuando marzo "mayea", mayo "marcea". Del mismo modo cuando las mujeres "hombrean" los hombres... hacen canastos. De paja, claro.
Como soy una bastarda ignorante he estado documentándome un poco (no quiero presumir, pero mantengo una estrecha relación con un reciente premio Príncipe de Asturias que me ha enseñado mucho a lo largo de estos años) y he aprendido que, según Spinoza, el amor es una alegría movida por causas externas, que supone un aumento de perfección, y cuando es movida por causas adecuadas genera actividad, y cuando es movida por causas inadecuadas genera pasividad.
ResponderEliminar¿Quién puede resistirse a esta forma de entender el amor? Define el amor como algo esencialmente bueno (una alegría) y coloca su razón de ser en el mundo y no en nuestro interior (movido por causas externas) afirmando además que ejercer el amor afecta íntimamente a nuestra calidad humana (permite el paso de una perfección menor a una mayor) y lo vincula operativamente a nuestro comportamiento (las causas adecuadas del amor generan actividad, mientras que las causas inadecuadas del amor generan pasividad). Vaya joyita.
Y yo, que siempre me refería a aquellos a los que amo por haberme enriquecido tanto como "amores platónicos"... supongo que ahora debo llamarlos "amores spinozianos", porque han sido y son una alegría que me ha hecho pasar de una perfección menor a una mayor generando en mí una actividad extraordinaria.
¿Dónde os escondeis cobardes?Salir y dar la cara, yo ya me estoy aburriendo de encontrar de todo a 100.
ResponderEliminarUna vez me dijeron que el amor platónico no debía llamarse así, si no amor aristotélico. Además, ahora está el cartesiano o el spinoziano.
ResponderEliminar¿Para qué tantos amores o tipos de amor? El caso es disfrutar de/con ellos, aprender de/con ellos. Y cuando no suceda eso, cuando uno se aburra viendo los amores... a mandarlos a freir espárragos. Cambiar de registro está mejor. Cambiar de canal, cambiar de ambiente.
(Sigo con la intriga de por qué el amor platçonico no tiene que llamarse así...)
Las últimas pelis que está programando el plus en la noche de los viernes son una verdadera hez. Que gloriosos tiempos los de "La princesa y la puta" o "El fetichista" y tantos otros hits del gran Roberto Malone.
ResponderEliminar¡Cuántos tipos de amor! A partir de ahora a la pareja no se le puede decir simplemente "te amo", hay que acompañar la expresión de un complemento circunstancial: "te amo platónicamente" (lo cual resultaría en una interesante paradoja), "te amo cartesianamente", "te amo carnalmente", "te amo spinozianamente"...
ResponderEliminar¿Cual sería la respuesta de dicha persona amada a cada una de estas manifestaciones de amor?
1) La banana mecánica
ResponderEliminar2) Alicia en el país de las verguillas
3)El Polvo Jurásico
4)El Club de la Ducha
5)Don Pijote de la Mancha
6)Sin bragas y a lo loco
7)La Guarra de las Galaxias
8)Indiana Jones: en busca del rabo perdido
9)Eduardo Manospajeras
10)El polvo sobre el rio Kuait
Da igual el título, todas tienen el mismo argumento. El porno no me gusta. El erotismo me encanta.
De hecho, de los más coherentes y menos paradójicos, sea el "amor platónico". Tan solo hay que volver a repasar El Banquete de Platón y se nos quitarán las pijadas. Las Ideas tan solo se perciben, tan solo se puede operar con ellas a través de los cuerpos sensibles.
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