23/5/08
¡NUI!
Bono, quédate y hacemos merienda-cena
El gusto por "Muchachada nui" ¿es innato o aprendido? Los estudiosos del tema no se ponen de acuerdo. Sí hay consenso respecto a que las opiniones acerca del programa que Joaquín Reyes y su circo ambulante perpetran cada miércoles en La 2 dividen a la humanidad en dos partes naturales, irreconciliables, radicalmente enfrentadas. Ni hombres y mujeres, ni ricos y pobres, ni populares y socialistas, ni siquiera ni fans y detractores de Risto Mejide. El verdadero cisma que rompe nuestro país en dos enfrenta a aquellos espectadores que aúllan de gusto con Enjuto Mojamuto, que ríen como resucitados ante las parodias de Bono o de Manu Chao, que los domingos ya empiezan a sentirse mareados por el síndrome de abstinencia de "Mundo viejuno", y aquellos otros espectadores que ven todo lo anterior sin mover un músculo de su cara. No hay término medio. Si los neurofisiólogos ya han encontrado las bases moleculares de ser de derechas o de izquierdas, de ser crédulo en o incrédulo de las religiones, de tener ganas de ir a comer a "El bulli" o importarte medio bledo de un comino tomar arroz deconstruido con hidrógeno líquido, ¿a qué esperan para descubrir cuál es la fisiología encefálica del gusto por "Muchachada nui"?
"Españolito que vienes / al mundo te guarde Dios / o te gusta Joaquín Reyes / o te parece un tostón". Son las nuevas dos Españas que habría cantado Machado. Y para reconciliarlas necesitamos conocer la causa del enfrentamiento. ¿El gusto por lo chanante proviene de una mutación genética altamente adaptativa porque capacita para vivir en un mundo cada vez más absurdo? ¿La indiferencia ante Marcial es, por el contrario, fruto de un déficit educativo, de una infancia en donde al niño se le privó de la estimulación adecuada a base de "Monty Python" y "Faemino y Cansado"? Y, lo que es más importante, ¿existe alguna terapia que consiga que los pacientes refractarios a "Muchachada nui" se vuelvan adictos al humor no basado en tópicos? ¿Se podría ensayar ya esta terapia con los guionistas de "Escenas de matrimonio"?
Nacemos hambrientos de belleza
ResponderEliminarpero aprendemos a comer de todo.
Pues a mi me parece un aburrimiento demasiado grande.En algunas ocasiones tienen el hunor metido en el agujero de detras,como tambien digo que en otras ocasiones son bastante buenos.El que participa tambien en Camera cafe es bueno por los demas lo siento pero se salvan solo 2.Sinceramente opino que lo mejor que harian era poner pokemon que tendrian mas audiencia.Sorry pero en esta vez estamos en desacuerdo.Saludos desde mi casita en la que vivo happy desde que solo me queda una en la que critica de la causalidad,idea de dios y metodo socratico sirven para calentar al cocina de mi abuela
ResponderEliminarEl primer comentario desde un SUPRA. Me siento como cuando Alfredo Landa recibió el Goya: entre desorientado y emocionado.
ResponderEliminarTe dejo un video Nui que describe el peor día de cualquier internetero:
http://www.youtube.com/watch?v=2OBZHB5I89A
Un abrazo.
Muchacha nui no es ni de lejos tan bueno como dices en la columna de hoy. El vídeo de Bono tiene su gracia, lo reconozco, pero otras veces son supersimplones o grosero. Y su humor esta lleno de tópicos, como el de otros humoristas.
ResponderEliminarOtra cosa no, pero lo de Bono no tiene desperdicio.
ResponderEliminarHay que tener en cuenta que son manchegos, y el humor de éstos es, cuanto menos, peculiar (seguro que los Monty Phyton tienen algún gen manchego... o los machegos tienen un gen Montyniano)
Y qué buenos ratos nos brindaron Faemino y Cansado. Era pequeña, y por eso los he vuelto a ver recientemente. ¡Y qué buenos momentos!
Da igual que sea innato o aprendido. O gusta o no gusta... y si gusta ¡mejor! que uno se ríe un rato que es reconfortante y rimbombante.
A mi no me gustan.
ResponderEliminarEl vídeo de Bono está bien pero me parece una imitación de Latre.
No le encuentro la gracia por ninguna parte a ese vídeo... claro, siendo de Muchachada Nui...
ResponderEliminarTienen algún sketch bueno, pero en general me resultan muy aburridos.