El jurado masculino exclamando: '¡La Jacinta mucho más!'.
'Friné ante el areópago. Jean-Léon Gérôme, 1861
¡Pobre Friné! Esta hetaira griega era tan bella que Praxíteles la tomaba como modelo cada vez que tenía que esculpir en un bloque de mármol a la diosa Afrodita. Tantas veces el cuerpo de Friné representó la belleza y el amor que la joven fue acusada de impía por osar compararse con los mismísimos dioses. Durante el juicio, el brillante Hipérides se esforzó todo lo que pudo por convencer a los jueces de la inocencia de Friné. El abogado desarrolló su oratoria más sólida ante un jurado cruel que daba ya por condenada a la modelo. Comprobando que nada de lo que pudiera decir salvaría a la doncella, Hipérides desnudó subitamente a Friné arrancando de un tirón su túnica y permitiendo que los varones allí presentes contemplaran la desnudez de la mujer que estaba siendo juzgada por compararse con Afrodita. El jurado quedó estupefacto, todos sus miembros cambiaron de postura (ehhh...) y Friné fue absuelta de todos sus cargos.
Moraleja: no tiene sentido hablar sobre ciertos asuntos que deben ser experimentados directamente. Yo quería animarles hoy a que se enganchen a "Daños y perjuicios", la serie que comienza el martes en Canal+. Pero tenemos tan gastados los adjetivos cuando hablamos de series USA que sospecho que nada de lo que diga les hará ningún efecto. Es el mejor thriller de abogados y policías jamás rodado. Tiene los personajes más complejos, fascinantes e inesperados de la historia reciente, a cargo de actores sin la menor fisura encabezados por Glenn Close. El guión encierra más capas que unas matriuskas rusas hechas de cebolla, y no has terminado de abrir la boca por un giro sorprendente de la trama cuando aparece el siguiente y te obliga a cambiar de postura en el sofá. ¿Lo ven? ¿A que no les he convencido? Pues desnuden a Friné el martes por la noche en Canal+. Vean el primer capítulo, sólo el primero, y después condenen o absuelvan a "Daños y perjuicios". Que Hipérides y esta columna callen. Contemplemos la piel de la hetaria y los primeros 45 minutos de la serie para formarnos un juicio.
¿Qué? No, no es ninguna adivinanza. ¿Dónde está el sentido?
ResponderEliminar¿Friné no fue la que hizo creer a Praxíteles que se quemaban sus esculturas? (Espero que fuera ella y no quedar mal).
Me dan un poco de miedo las segundas partes de dos series tan perfectas "Damages" y "Mad men". No me gustaría que dentro de un par de meses Patty Hewes y Don Draper acaben escapándose de una cárcel panameña. Que el dios catódico guíe los pasos de esos sabios guionistas.
ResponderEliminarConque Cruella de Vil te pone palote...
ResponderEliminarLo reconozco, lo reconzco.
ResponderEliminarLa anécdota de Praxíletes, yo te la cuento: Praxíteles quiso regalarle a Friné una escultura, y como ella no sabía por cuál decidirse pidió a un esclavo que hiciera creer a Praxíteles que su estudio se estaba incendiando, y entonces Praxíteles gritó "¡Salvad a mi Eros, salvad a mi Eros"; y así Friné supo que la escultura que más apreciaba Praxíteles era ésa y fue la que escogió.
(Montse sabe mucho de estas cosas, pero esta anécdota no me la contó ella).
Hola Antonio Rico. Aún continúo preguntándome qué pensaría Hugh Laurie tras enterarse de que su hijo pequeño se magreaba en cuanto tenía ocasión con una pájara vagabunda. Seguramente el mal trago que pasó fue equivalente al de Shrek, cuando se olió que su colega, el burro dentudo, salía con un dragón hembra. Pero ya ves, no escarmiento y me he vuelto a traumatizar con este nuevo mestizaje.
ResponderEliminarGracias por leerme, necesitaba desahogarme.
Buenas noches.