24/3/08
MEMENTO BERRY
Chuck Berry & Eric Clapton - Wee Wee Hours
Dejamos atrás una semana de pasión. Como el concepto de "pasión" es tan interminablemente amplio y abarca la práctica totalidad de la naturaleza humana, raro será que durante estos días haya habido alguien a quien no le haya pasado algo, que no haya padecido apasionadamente alguna patología simpática, -"pasar", "padecer", "pasión", "patología", "simpatía", todo en esta vida proviene del "pathos"-. Algunos habrán padecido atascos, alegrías deportivas o frío. Pero hoy me centraré en dos pasiones: la religiosa que se supone propia de la Semana Santa y la musical que yo me apropié durante esos días encadenándome al sofá de mi salita y empapándome entre aullidos de placer de las emisiones, reemisiones y requetemisiones que la heroica cadena TCM hizo de "Chuck Berry, Hail hail rock and roll", el documental filmado con motivo del concierto que Keith Richards montó en 1987 para celebrar el 60 cumpleaños de Chuck Berry.
Son dos pasiones muy diferentes. Los que padecemos gozosamente el rock no tuvimos una semana de celebraciones ni pudimos cortar la calle para pasear nuestros iconos saltándonos la política antiruidos del ayuntamiento, pero no nos importó porque pudimos ver en TCM a Eric Clapton recordar los maravillosos versos de Berry: "In the wee wee hours, that’s when I think of you" y dar paso a un excelente solo de piano de Johnny Johnson. Tampoco a las Hermandades del rock nos permiten liberar un preso cada año, pero nunca pretendimos tal infamia; nos conformamos con ponernos a dar palmas inconscientemente a medida que va aumentando la intensidad del "Rock & Roll Music" que cantan Chuck y una Etta James en estado de gracia celestial. Si la Semana Santa y su "memento mori" es un recordatorio de cuál va a ser el final de todo, "Chuck Berry, Hail hail rock and roll" nos recuerda cuál fue el comienzo de casi todo, al menos, de la pasión de casi toda la música apasionante que se grabó después de los discos de Berry durante los años 50.
No he visto el documental, pero boquiabierto y ojiplático me hallo tan sólo imaginando alguno de sus momentos...
ResponderEliminar"One little song for a fading memory of the one I really love."
ResponderEliminarEsa canción sí la conocía, y, aunque cambié el documental de Chuck Berri por uno de alta costura, me encanta.