7/1/08

SON COMO NIÑOS

Por Navidad, incrustar niños en los programas de televisión es un clásico desde los tiempos del “Un, dos, tres”, que es como decir desde siempre. Anteayer lo hizo “Identity” antes de la Cabalgata de Reyes, en un especial con niños y Lunnis que intentaba devolver la infancia a su sitio justo cuando un presentador de programas infantiles de la BBC acababa de ser arrestado por ser sospechoso de asesinato. ¡Y aquí quejándonos del influjo que Leticia Sabater ejercía en los infantes!

Lo cierto es que esa preocupación navideña por empotrar niños donde debía haber adultos es cada vez más innecesaria: hay veces que los adultos hacemos gala de una ingenuidad y candidez que da vértigo. Tenemos por líderes de opinión a una casta de famosos que pueblan los programas de entretenimiento sentenciando sobre lo divino y lo humano. La asociación británica Sense about Science (Ciencia con sentido) denuncia la repercusión que tienen y el daño que hacen las declaraciones pseudocientíficas de los famosos (Gwyneth Paltrow dice que los alimentos biológicos evitan los tumores, Madonna quiere “neutralizar la radiación”, la presentadora Sarah Beeny adora los cosméticos que no contienen ninguna sustancia química, la hija de Paul McCartney, Stella, dice que la piel absorbe hasta el 60% de lo que pasa por ella, y su ex mujer, Heather Mills, relaciona la obesidad infantil con el consumo de leche). A ver qué dicen si el próximo presidente de EEUU resulta ser el antiguo pastor baptista Mike Huckabee, triunfador en los caucuses de Iowa y autor de esta perla: “Pues si hay votantes a los que les gusta pensar que ellos y su familia vienen del mono, tienen todo mi respeto, pero no es mi caso. Yo no creo en ese tal Darwin”. Pensarán que es improbable que alguien así alcance la presidencia, pero deberían tener en cuenta que los que van a votar serán adultos, y no todos son tan maduros y racionales como los niños.

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