¿Para qué vamos a hacer un balance televisivo de 2007 si ya está hecho? Empecemos por los Tribunales Populares de Mieres, que siguen empeñados en realizar actos culturales contra viento y marea, abordan asuntos interesantes y encima llenan la Casa de la Cultura de Mieres hasta la bandera. En el juicio “Acoso a los famosos en los medios de comunicación, ¿culpable o inocente?”, aprendimos mucho, nos divertimos un montón y el Tribunal remató el acto con un veredicto final de culpabilidad.
Más cosas, en este caso oídas en la radio a Xosé Manuel Vega, periodista de la Televisión de Galicia (TVG) y decano del Colegio Profesional de Periodistas de Galicia. Tras una intervención del director de “¿Dónde estás, corazón?”, el señor Vega se despachó a gusto: los límites de estos programas debería marcarlos la ética profesional, pero como dan tanto dinero y nadie se corta un pelo (“Junto a la prostitución, son los dos grandes negocios que se hacen en España con la casquería de la condición humana, en este caso escudado en el derecho a la información”) al menos deberían respetarse las leyes vigentes. La Constitución establece el derecho al honor y a la propia imagen, la Ley Orgánica del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen dice que estos derechos son irrenunciables e imprescriptibles, por lo que, aunque un famoso quiera vender su intimidad, ¡no puede! Igual que no se nos permite vender un riñón, tampoco se nos podría permitir vender nada que afectara a la dignidad personal o familiar. A esto hay que añadir que la titularidad de las TV privadas corresponde al Estado, que las concede a determinadas sociedades anónimas temporalmente y puede suspender esa concesión si no respetan la ley que las define como servicio público esencial y las encamina a tal fin.
Ya ven que el balance de 2007 sólo tiene un pero: vale para 2006 igual que valdrá para 2008. Y lo que te rondaré.
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