17/1/08
112
Ficha: Hijos de Babel. Diario. 21,00 h. La 2
Al inicio del último estreno de TVE dicen: “Sólo los mejores conseguirán su sueño”. Terminado el programa compruebo halagado que soy de los mejores porque en 20 minutos han conseguido que me muera de sueño. Da igual, ni me viene bien dormirme tan pronto ni tanta adulación y lisonja conseguirán que me ponga a seguir otro programa de casting. Y mira que esta vez participan inmigrantes y por lo menos los motivos que aducen para concursar tienen un punto de afán de supervivencia que contrarresta el montón de motivaciones pijoteras que suelen esgrimir los concursantes de estos programas, convencidos de albergar dentro de sí un artista tan grande como el que Nerón creía albergar dentro de sí. Demasiados artistas cuando emperador sólo puede haber uno.
“Hijos de Babel” tiene alguna ventaja sobre otros espacios del mismo género: ni el jurado es borde ni se comporta como si fuera el protagonista del programa, pero aún así, tanta gente repitiendo en todas las cadenas que tiene “mucho que decir”, tanta historia personal, tanta cola, tanta anécdota, tantos lloros y carcajadas pendientes de un gesto dan ganas de llamar al 112 para avisar de que, en algún lugar, se rompió una represa que causó la avalancha de talent shows que amenaza con sepultarnos bajo toneladas de bisbales y bustamantes.
Yo vi de casualidad un trocito el otro día, y me alegré. Me pareció reconfortante.
ResponderEliminarPero eso no significa que quiera ver el programa ni vaya a verlo. No me gusta. No voy a verlo. Sin embargo, el mero hecho de que haya un jurado educado, gente educada, inmigrantes que en vez de estar escondidos salen en la televisión a hacer el panoli como cualquier hijo de vecino, y parecen, por lo general, buena gente... me gustó.
Cómo estará la televisión, que uno llega a aplaudir un programa que ni le gusta ni va a ver, simplemente por comparación con cómo son los otros programas que tampoco le gustan ni va a ver. Qué poco basta para que uno quiera encontrar una buena noticia...