Cuentan que paseando entre los muertos, tras una batalla, Napoleón dijo: “Esto lo repone una noche de París”. Si de verdad Napoleón dijo eso, su frase podría utilizarse como eslogan turístico para la ciudad de París o, más bien, como prueba de que Napoleón no sólo era un hombre vulgar, como dijo Beethoven después de que aquél se autoproclamara emperador, sino que era un hombre especialmente estúpido. Haz el amor para hacer la guerra. Así habría que interpretar el comentario de Napoleón mientras paseaba entre los muertos.
Hoy, último día del año, podemos pasear entre los muertos audiovisuales provocados por 365 días de grandeshermanos, norias, julianmuñoces, miraquienesbailan, gemelashijasúnicas y películas de Jackie Chan y, como Napoleón, decir: “Esto lo repone una programación de Nochevieja”. No es que la programación de Nochevieja sea el París televisivo, ni mucho menos, pero la retransmisión de las campanadas de fin de año es capaz de reponer todas las esperanzas perdidas después de un año de guerra. Las doce uvas de Nochevieja son, entonces, como la noche de París para Napoleón. Si, además, el nuevo año permite hacer una rima que una a todos los espectadores de buena voluntad y humor (como en el inolvidable 2005), muchísimo mejor.
Compruébenlo esta noche. Tras las uvas y el brindis, olvidaremos a Julián Muñoz y haremos el amor para hacer la guerra a los malos recuerdos televisivos. Pasearemos con la memoria entre los cadáveres de todos los famosos que nos torturaron con sus bailes, noviazgos o separaciones, y la noche de París nos devolverá sanos y salvos a los saltos de esquí del día uno de enero. Rime con lo que rime, la primera noche de 2009 es el momento ideal para pasear, recuperar la confianza y hacer el amor. Las uvas de Nochevieja nunca son las uvas de la ira, por mucho que se empeñe el recuerdo de la capa de Ramón García. Doce uvas en la noche de París. Eso es lo que separa el pasado del futuro.
30/12/08
"VERDAD" Y "MENTIRA"
Un momento, ¿cuál es el reality, "Fama" o "18"? ¿Cuál es la serie de ficción, "18" o "Fama"? Detrás de mí, en el autobús, una pareja discute con el suficiente volumen como para imponerse al "Love and theft" que escucho en mi mp3. Dylan termina de cantar eso de summer days, summer nights are gone y lo apago con un movimiento imperceptible mientras ladeo la cabeza y la inclino ligeramente hacia atrás fingiendo fijarme en alguien que camina por la calle. Escucho. Uno de ellos asegura que no, que "18" es un reality de ésos que se hacen ahora, con mucha postproducción, vale, pero que Diego y Natalia existen de verdad, que él ha visto sus tuentis porque uno de clase los tiene agregados y si ganan el concurso les van a pagar una carrera como bailarines o cantantes o algo de soñar por el estilo. Lo que es una serie de fula, continúa, es "Fama", que en los créditos salen hasta los guionistas; es una serie que trata sobre una academia de baile, pero son actores. "El profesor que tiene los pelos así, -no, el de energy y cagada no, el otro-, ¿no salía en ‘La que se avecina’?". La chica dice que el tío está loco, que "Fama" es el concurso de verdad y "18" son capítulos de una serie. "Como ‘House’", llega a decir. Como House, y me cuesta un mundo no volverme para ponerle caras a esas voces.
Siguen discutiendo y juego a darles la razón mentalmente a cada uno de ellos tras cada intervención. Dos paradas más tarde juego a contar las palabras que más repiten. Al llegar al centro comercial en donde termina la línea, "verdad" y "mentira" están empatadas con 26 ocurrencias cada una. Una vez allí por fin les veo, se ponen a caminar delante de mí y nuestros caminos siguen coincidiendo en el paso de cebra, en las escaleras mecánicas, en la cola del cine. Sólo nos separamos cuando entran a ver "Crepúsculo" y la verdad y la mentira oscura de la sala les engullen. Me pregunto si serán capaces de distinguirlas.
Siguen discutiendo y juego a darles la razón mentalmente a cada uno de ellos tras cada intervención. Dos paradas más tarde juego a contar las palabras que más repiten. Al llegar al centro comercial en donde termina la línea, "verdad" y "mentira" están empatadas con 26 ocurrencias cada una. Una vez allí por fin les veo, se ponen a caminar delante de mí y nuestros caminos siguen coincidiendo en el paso de cebra, en las escaleras mecánicas, en la cola del cine. Sólo nos separamos cuando entran a ver "Crepúsculo" y la verdad y la mentira oscura de la sala les engullen. Me pregunto si serán capaces de distinguirlas.
29/12/08
JORDI GONZÁLEZ VERDE
Esa cara angulosa llena de viruelas, esas entradas que rodean un triángulo de pelo en mitad de la calva, esas orejas ligeramente picudas y separadas del cráneo... esa mirada perversa, ese repertorio permanente de tics cada vez más fluidos y ritualizados, esa risa, esa risa que oculta océanos de demencia infernal... ¡coño, Jordi González es la nueva reencarnación del Duendecillo Verde, el archirival supermalvado de Spiderman!
Conseguir una película deliciosa adaptando las aventuras de uno de los personajes de comic más fascinantes de todos los tiempos es tarea que sólo pueden afrontar algunos superdirectores con superpoderes cinematográficos. No sabemos si Sam Raimi fue picado en su infancia por un fotograma de celuloide radioactivo, pero algo así tuvo que ocurrir para que nos entregara a todos los adictos al hombre araña la estupenda "Spiderman" en 2002. Antena 3 la emitió el pasado sábado y pudimos recordar la odisea de Peter Parker: la obtención de su condición arácnida, su amor volador por Mary Jane y su pelea contra el Duendecillo Verde. Parecía que al final Norman Osborn moría ensartado en su propia plataforma voladora, pero, al igual que ocurre en los cómics, el Duende iba a regresar bajo nuevas apariencias, escondido en personajes insospechados. Bastó zapear a Telecinco al término de la película para verlo allí, en "La noria". No es tanto que Jordi González se parezca a Willem Dafoe como que cualquiera que se fijase notaba que ese rostro es en verdad una máscara. En un momento en el que la realización abrió especialmente el plano se vio con claridad: González estaba moderando el debate subido al deslizador del Duendecillo y tenía a los pies la bandolera con las calabazas explosivas.
Así que Spidey, Peter, nuestro amistoso vecino, tienes que volver para librarnos de tu peor archienemigo. Y seguro que cambiarías tu combate contra la telebasura por una lucha contra Octopus, el Hombre de Arena y el Lagarto juntos.
Conseguir una película deliciosa adaptando las aventuras de uno de los personajes de comic más fascinantes de todos los tiempos es tarea que sólo pueden afrontar algunos superdirectores con superpoderes cinematográficos. No sabemos si Sam Raimi fue picado en su infancia por un fotograma de celuloide radioactivo, pero algo así tuvo que ocurrir para que nos entregara a todos los adictos al hombre araña la estupenda "Spiderman" en 2002. Antena 3 la emitió el pasado sábado y pudimos recordar la odisea de Peter Parker: la obtención de su condición arácnida, su amor volador por Mary Jane y su pelea contra el Duendecillo Verde. Parecía que al final Norman Osborn moría ensartado en su propia plataforma voladora, pero, al igual que ocurre en los cómics, el Duende iba a regresar bajo nuevas apariencias, escondido en personajes insospechados. Bastó zapear a Telecinco al término de la película para verlo allí, en "La noria". No es tanto que Jordi González se parezca a Willem Dafoe como que cualquiera que se fijase notaba que ese rostro es en verdad una máscara. En un momento en el que la realización abrió especialmente el plano se vio con claridad: González estaba moderando el debate subido al deslizador del Duendecillo y tenía a los pies la bandolera con las calabazas explosivas.
Así que Spidey, Peter, nuestro amistoso vecino, tienes que volver para librarnos de tu peor archienemigo. Y seguro que cambiarías tu combate contra la telebasura por una lucha contra Octopus, el Hombre de Arena y el Lagarto juntos.
28/12/08
PUNTERÍA
No falta sentido del humor, lo que falta es puntería. Ahí están las autoridades religiosas saudíes, que te mueres de risa con ellas pero es que apuntan fatal. En septiembre van y lanzan una fetua (o fatwa) contra los responsables de las televisiones por satélite que emiten programas que consideran depravados, inmorales o que usan un “lenguaje repugnante”. Imagínense: ¡ponen de ejemplo una serie en la que un personaje dice a otro que puede meterse el móvil “en donde ya sabe”! La ocurrencia de estas autoridades religiosas es buena, lo que pasa es que tienen tan poca puntería que no se les ocurre otra cosa que lanzar su condena a muerte a mediados de septiembre, cuando están en Ramadán y no está el horno para bollos. ¿No se dan cuenta de que corren el riesgo de ser tomados en serio por algún desquiciado?
Por aquí evitamos estos problemas instituyendo un día oficial para gastar bromas sin peligro de que nadie las malinterprete. Lo que pasa es que hay quien no tiene puntería, gasta las bromas antes del 28 de diciembre y así no tienen tanta gracia. Eso es lo que le pasa a la asociación “Hazte Oír” con una iniciativa que, por lo demás, es realmente simpática. Dicen que hay que usar adornos navideños cristianos, y no abetos, hombrecillos de rojo, bolas de colores, estrellitas, acebos, renos o botellas de cava (por este orden). La solución, qué coincidencia, es comprarles a ellos balconeras decoradas con lo que entienden que es el buen gusto homologado. Por lo menos el obispo de Córdoba disimula mejor, y cuando se queja de las cosas que se ven en la tele, manda apagarla y no pide sintonizar “Popular TV”, la cadena de los obispos. En algo se parecen: los dos apuntan mal y no esperan al 28 para vender halconeras los unos o confundir la libertad de opinión con una “agresión” a los cristianos el otro.
Otra cosa es el ejército israelí. Ése sí que tiene puntería, pero maldita la gracia.
Por aquí evitamos estos problemas instituyendo un día oficial para gastar bromas sin peligro de que nadie las malinterprete. Lo que pasa es que hay quien no tiene puntería, gasta las bromas antes del 28 de diciembre y así no tienen tanta gracia. Eso es lo que le pasa a la asociación “Hazte Oír” con una iniciativa que, por lo demás, es realmente simpática. Dicen que hay que usar adornos navideños cristianos, y no abetos, hombrecillos de rojo, bolas de colores, estrellitas, acebos, renos o botellas de cava (por este orden). La solución, qué coincidencia, es comprarles a ellos balconeras decoradas con lo que entienden que es el buen gusto homologado. Por lo menos el obispo de Córdoba disimula mejor, y cuando se queja de las cosas que se ven en la tele, manda apagarla y no pide sintonizar “Popular TV”, la cadena de los obispos. En algo se parecen: los dos apuntan mal y no esperan al 28 para vender halconeras los unos o confundir la libertad de opinión con una “agresión” a los cristianos el otro.
Otra cosa es el ejército israelí. Ése sí que tiene puntería, pero maldita la gracia.
27/12/08
BALANCE 2008
Todo balance de fin de año es un tostón. No garantizo nada, pero intentaremos evitarlo siguiendo las enseñanzas de “Barrio Sésamo”. Veremos, pues, las diferencias entre “aquí” y “allí” en un asunto que dio mucho que hablar este año. Empezaremos por “allí”.
Allí, en Alemania, antes de que un famoso presidiario fuera puesto en libertad, ya tenían claro que no lo iban a entrevistar en la tele. El próximo 3 de enero saldrá en libertad Christian Klar, el último cabecilla en prisión de la Fracción del Ejército Rojo (RAF). Lleva 26 años en la cárcel y seguramente le vendría bien embolsarse 350.000 euros por conceder una entrevista en la tele, pero las cadenas alemanas ARD y ZDF no sólo no le ofrecen un euro, sino que ya anunciaron que no están dispuestas a que el convicto las use de caja de resonancia para contar cómo mola ser un desgraciado o para lavar su imagen haciéndose la víctima. Se desconoce, justo es admitirlo, si esto se debe al hecho de que Klar no sea el novio de una famosa cantante local de canción tirolesa viuda de un héroe de la fiesta nacional de la cerveza que murió corneado por una jarra de 500 kilos.
Aquí, en España, una cadena acostumbrada a ganar pasta con programas hechos con cuatro duros, decidió hacer telebasura por todo lo alto y realizó una inversión primero de 50.000 y luego de 350.000 euros para entrevistar a un par de presidiarios. En el primer caso apenas tuvo audiencia y en el segundo quedó muy lejos de arrasar como esperaban. La cadena descubrió que cuando la telebasura exige mucho desembolso no es tan rentable. También que el daño que sufre la imagen de la empresa es mil veces más importante que la audiencia que obtiene un par de noches sueltas.
Y ya está, amiguitos. Esa diferencia encontramos en 2008 entre “aquí”, donde vivimos; y “allí”, donde no vivimos.
Allí, en Alemania, antes de que un famoso presidiario fuera puesto en libertad, ya tenían claro que no lo iban a entrevistar en la tele. El próximo 3 de enero saldrá en libertad Christian Klar, el último cabecilla en prisión de la Fracción del Ejército Rojo (RAF). Lleva 26 años en la cárcel y seguramente le vendría bien embolsarse 350.000 euros por conceder una entrevista en la tele, pero las cadenas alemanas ARD y ZDF no sólo no le ofrecen un euro, sino que ya anunciaron que no están dispuestas a que el convicto las use de caja de resonancia para contar cómo mola ser un desgraciado o para lavar su imagen haciéndose la víctima. Se desconoce, justo es admitirlo, si esto se debe al hecho de que Klar no sea el novio de una famosa cantante local de canción tirolesa viuda de un héroe de la fiesta nacional de la cerveza que murió corneado por una jarra de 500 kilos.
Aquí, en España, una cadena acostumbrada a ganar pasta con programas hechos con cuatro duros, decidió hacer telebasura por todo lo alto y realizó una inversión primero de 50.000 y luego de 350.000 euros para entrevistar a un par de presidiarios. En el primer caso apenas tuvo audiencia y en el segundo quedó muy lejos de arrasar como esperaban. La cadena descubrió que cuando la telebasura exige mucho desembolso no es tan rentable. También que el daño que sufre la imagen de la empresa es mil veces más importante que la audiencia que obtiene un par de noches sueltas.
Y ya está, amiguitos. Esa diferencia encontramos en 2008 entre “aquí”, donde vivimos; y “allí”, donde no vivimos.
26/12/08
MARTES Y DOCE
Pero, bueno, ¿es que alguien creía que no íbamos a valorar el especial de Nochebuena de Josema y Flo comparándolo con los especiales navideños de Martes y Trece? Qué remedio. Mi tía Clara tenía las manos ocupadas con los langostinos y las cazoletas de salpicón, pero yo entretenía mis dedos sujetando una libretina y un boli para ir puntuando todo lo que salía en pantalla.
Punto de partida: Martes y Trece. Comienza el programa. Diálogos simplones y una coreografía que ya hubiera sido rancia en 1986. Bajamos a Martes y Doce. Imitación de Tip y Coll excelente, clavando los personajes, haciendo guiños a sus números históricos y teniendo el respeto de hacer un humor algo menos brillante que el original. Lo mejor de todo el programa. Puntuación doble: subimos a Martes y Catorce. Segunda parte del sketch de las empanadillas de Móstoles, esta vez con croquetas desde ¿Aljete? Qué error, qué inmenso error. Sin gracia y enturbiando un recuerdo mítico. Bajamos a Martes y Trece. Imitación de Jaime Peñafiel y Jaime Peñafiel. Empate. Imitación de Zapatero y Rajoy. Floja en guión: Martes y Doce. Los brindis por la paz. Martes y Once. Papá Noel contra los Reyes Magos en "Mira quién baila". Empate. Fenómenos Para Anormales y comunicación psicofónica con Rasputín. Seguimos bajando a Martes y Diez. Pero también hay gags que permiten la remontada. La persecución de la prensa rosa contra Falete, perdón, Filete, nos hace volver a Martes y Once. Y aunque la imitación de Amaral no altera el marcador, la falsa entrevista con Bruce Lee, -otro de los grandes momentos de la noche-, logró que el marcador se cerrara con una digna puntuación de Martes y Doce.
Después mi tía Clara se empeñó en que toda la familia viera el especial en el que Raphael se imitaba a sí mismo. Había terminado mi trabajo, así que solté la libretina e ingerí rápidamente todo el azúcar y el alcohol que pude para alcanzar pronto un estado alterado de la consciencia.
Punto de partida: Martes y Trece. Comienza el programa. Diálogos simplones y una coreografía que ya hubiera sido rancia en 1986. Bajamos a Martes y Doce. Imitación de Tip y Coll excelente, clavando los personajes, haciendo guiños a sus números históricos y teniendo el respeto de hacer un humor algo menos brillante que el original. Lo mejor de todo el programa. Puntuación doble: subimos a Martes y Catorce. Segunda parte del sketch de las empanadillas de Móstoles, esta vez con croquetas desde ¿Aljete? Qué error, qué inmenso error. Sin gracia y enturbiando un recuerdo mítico. Bajamos a Martes y Trece. Imitación de Jaime Peñafiel y Jaime Peñafiel. Empate. Imitación de Zapatero y Rajoy. Floja en guión: Martes y Doce. Los brindis por la paz. Martes y Once. Papá Noel contra los Reyes Magos en "Mira quién baila". Empate. Fenómenos Para Anormales y comunicación psicofónica con Rasputín. Seguimos bajando a Martes y Diez. Pero también hay gags que permiten la remontada. La persecución de la prensa rosa contra Falete, perdón, Filete, nos hace volver a Martes y Once. Y aunque la imitación de Amaral no altera el marcador, la falsa entrevista con Bruce Lee, -otro de los grandes momentos de la noche-, logró que el marcador se cerrara con una digna puntuación de Martes y Doce.
Después mi tía Clara se empeñó en que toda la familia viera el especial en el que Raphael se imitaba a sí mismo. Había terminado mi trabajo, así que solté la libretina e ingerí rápidamente todo el azúcar y el alcohol que pude para alcanzar pronto un estado alterado de la consciencia.
24/12/08
NOCHEBUENA CON EL ALMA HÚMEDA
David Beckham dice que fichó por el Milan para “disfrutar”. Si nos fiamos de la televisión, lo que mueve el mundo no es el sexo, ni el poder, ni el dinero, sino el “disfrutar”. Todos quieren disfrutar, desde los futbolistas multimillonarios a los concursantes de “Gran hermano”, los famosetes que mueven las caderas en “Mira quién baila” o los protagonistas de “Física o química”. ¿Y cuál es el objetivo de la programación de Nochebuena? Que los espectadores disfrutemos en familia. Por supuesto.
Como Beckham en el Milan, todos fichamos en Nochebuena para disfrutar con una buena mesa y un buen televisor. Vale. ¿Y saben una cosa? Para los espectadores es tan fácil disfrutar de la programación de Nochebuena como para el multimillonario Beckham disfrutar de sus vacaciones en el Milan de Ronaldinho. El marido de Victoria lanzará alguna faltita y tirará algún centro con su insuperable clase, y luego se dedicará a hacer zapping por las mejores tiendas de Milán. Los espectadores cenaremos tranquilamente y brindaremos con la familia con la insuperable clase de los que saben que un maravilloso centro no siempre termina en gol. Luego, nos dedicaremos a charlar mientras zapeamos en el enorme Milán audiovisual. Como en ese momento tendremos el alma húmeda, que es como Heráclito describía de forma exacta los efectos del alcohol, todo nos parecerá bien y todo nos hará gracia. Después del brindis de Nochebuena, el mundo no se mueve ni por el sexo, ni por el poder, ni por el dinero, ni por el disfrute, sino por esa humedad del alma que nos hace ser rabiosamente optimistas con el futuro y compasivos con la programación televisiva.
No es necesario emborracharse, ni pasarse con el cava. Un brindis con agua en Nochebuena también humedece el alma. No importa si tenemos que jugar contra Chayanne, un programa de villancicos presentado por Isabel Pantoja o los chicos de “Operación triunfo” interpretando temas navideños. Con el alma húmeda, somos optimistas y compasivos. Ya habrá tiempo, cuando el alma se seque, de ser pesimistas y crueles con Beckham y la programación televisiva. Esta noche es Nochebuena y mañana, no.
Como Beckham en el Milan, todos fichamos en Nochebuena para disfrutar con una buena mesa y un buen televisor. Vale. ¿Y saben una cosa? Para los espectadores es tan fácil disfrutar de la programación de Nochebuena como para el multimillonario Beckham disfrutar de sus vacaciones en el Milan de Ronaldinho. El marido de Victoria lanzará alguna faltita y tirará algún centro con su insuperable clase, y luego se dedicará a hacer zapping por las mejores tiendas de Milán. Los espectadores cenaremos tranquilamente y brindaremos con la familia con la insuperable clase de los que saben que un maravilloso centro no siempre termina en gol. Luego, nos dedicaremos a charlar mientras zapeamos en el enorme Milán audiovisual. Como en ese momento tendremos el alma húmeda, que es como Heráclito describía de forma exacta los efectos del alcohol, todo nos parecerá bien y todo nos hará gracia. Después del brindis de Nochebuena, el mundo no se mueve ni por el sexo, ni por el poder, ni por el dinero, ni por el disfrute, sino por esa humedad del alma que nos hace ser rabiosamente optimistas con el futuro y compasivos con la programación televisiva.
No es necesario emborracharse, ni pasarse con el cava. Un brindis con agua en Nochebuena también humedece el alma. No importa si tenemos que jugar contra Chayanne, un programa de villancicos presentado por Isabel Pantoja o los chicos de “Operación triunfo” interpretando temas navideños. Con el alma húmeda, somos optimistas y compasivos. Ya habrá tiempo, cuando el alma se seque, de ser pesimistas y crueles con Beckham y la programación televisiva. Esta noche es Nochebuena y mañana, no.
23/12/08
PÓNTOLO, PÓNSOLO
"Stop, tronco, yo no corono rollos con bombo. O condón, o yo pongo stop. Como fosos, como pozos. Somos dos. O con condón, o yo sobro”. Vaya cómo se lo curraron en este anuncio. Sólo usa la vocal “o”, con lo difícil que es. “Bombón, yo propongo condón como modo. Lo cojo, lo toco, lo pongo. Con condón, yo floto pronto”. Llevo desde que salió intentando escribir un artículo en el que sólo salga la vocal “o”, pero no hay manera. “Sólo con condón. Sólo con coco”. Así que me tengo que conformar con esta birria.
Este artículo debería usar sólo la vocal “o” para que llegara a los jóvenes. En los años 60 dirigirse a los jóvenes era mucho más fácil. Bastaba con decir “Córtate esas melenas” y “apaga esa música de los demonios”. Pero ahora hay que saber hablar sólo con la “o”. Yo debería ser capaz de hacerlo porque de pequeñín me encantaba un chiripitifláutico que se llamaba “Locomotoro”. Pues nada. Con mucho esfuerzo encuentro palabras como “monólogo”, “Toronto”, “monocromo”, “mogollón” y “horóscopo”, pero no soy capaz de hilar una frase con sentido. Sólo se me ocurrió el título de una oda al preservativo de un solo color: “¡Oh, condón monocromo!”. Y de ahí no paso. Parezco boborolo o tontorolo. Le pedí ayuda a mi prima Celina, pero dice que lo que le gusta a ella es la “i”: “Sin ti, mi pitiminí, viví piripi y vi guiris sin fin”. Tiene razón, la “i” es mucho más simpática. Lo que pasa es que no sirve para dirigirse a los jóvenes. Me acordé de aquella canción infantil en la todas las vocales se cambiaban por una sola: “Condo Fornondo Sóptomo osobo polotó, ¡polotó!, osobo polotó”. Pero cuando me puse a escribir así no se entendía nada y el corrector de Windows chiflaba.
Así que este artículo es un fracaso. Seguiré practicando, a ver si la próxima campaña contra el consumo de hachís, “Con costo no molo, tronco”, me pilla preparado.
Este artículo debería usar sólo la vocal “o” para que llegara a los jóvenes. En los años 60 dirigirse a los jóvenes era mucho más fácil. Bastaba con decir “Córtate esas melenas” y “apaga esa música de los demonios”. Pero ahora hay que saber hablar sólo con la “o”. Yo debería ser capaz de hacerlo porque de pequeñín me encantaba un chiripitifláutico que se llamaba “Locomotoro”. Pues nada. Con mucho esfuerzo encuentro palabras como “monólogo”, “Toronto”, “monocromo”, “mogollón” y “horóscopo”, pero no soy capaz de hilar una frase con sentido. Sólo se me ocurrió el título de una oda al preservativo de un solo color: “¡Oh, condón monocromo!”. Y de ahí no paso. Parezco boborolo o tontorolo. Le pedí ayuda a mi prima Celina, pero dice que lo que le gusta a ella es la “i”: “Sin ti, mi pitiminí, viví piripi y vi guiris sin fin”. Tiene razón, la “i” es mucho más simpática. Lo que pasa es que no sirve para dirigirse a los jóvenes. Me acordé de aquella canción infantil en la todas las vocales se cambiaban por una sola: “Condo Fornondo Sóptomo osobo polotó, ¡polotó!, osobo polotó”. Pero cuando me puse a escribir así no se entendía nada y el corrector de Windows chiflaba.
Así que este artículo es un fracaso. Seguiré practicando, a ver si la próxima campaña contra el consumo de hachís, “Con costo no molo, tronco”, me pilla preparado.
22/12/08
LA GENTE SON LOS DEMÁS
La gente es muy burra. Lo que yo te diga. La gente hace cosas muy raras. Las hace siempre, pero más con la lotería de navidad. La gente se inventa un montón de chifladuras que no valen para nada. Bueno, sí, para perder dinero y hacer el ridículo. Aquí todo Dios tiene un sistema para que le toque la lotería. Claro que hoy se llama "sistema" a cualquier montón de estupideces sin base alguna. Y encima la gente lo anda contando por ahí como si fuera la repera. Ay, qué burra es la gente.
A ver, qué es eso de comprar un número porque soñaste con él. O porque tuviste un pálpito. ¡Un pálpito! Valiente tontería. Es como coger la matrícula del coche o la fecha de nacimiento para decidir a qué número jugar. Por Dios, si eso no lo recomiendan ni como número secreto de la tarjeta de crédito. Y luego están los que compran la lotería donde pasó un desastre natural o algo por el estilo porque creen que la suerte se dedica a hacer justicia o algo así. Sí, ya, vamos a tener que pintar a la Justicia con un bombo de la lotería en vez de con una balanza. Es que me parto. Pero vamos a ver, alma cándida, ¿no ves que el hecho de que ocurran dos sucesos improbables es menos probable que el hecho de que suceda un solo suceso improbable? ¿Y qué me dicen de los que compran la lotería en los lugares donde tocó otros años? Los combatientes de las viejas guerras sabían bien que el sitio más seguro en un bombardeo es justo el lugar donde acaba de caer un obús porque iba a ser mucha casualidad que cayera otro exactamente en el mismo sitio. Pues ya ves, la gente no se entera y cree que la lotería cae dos veces en el mismo lugar, ¡cuando es justo lo contrario!
Por eso yo compro un número con el que no soñé que no coincide con mi fecha de nacimiento en un lugar en el que no hubo ningún desastre natural ni tocó la lotería el año anterior. Fijo que me toca y hoy salgo en la tele.
A ver, qué es eso de comprar un número porque soñaste con él. O porque tuviste un pálpito. ¡Un pálpito! Valiente tontería. Es como coger la matrícula del coche o la fecha de nacimiento para decidir a qué número jugar. Por Dios, si eso no lo recomiendan ni como número secreto de la tarjeta de crédito. Y luego están los que compran la lotería donde pasó un desastre natural o algo por el estilo porque creen que la suerte se dedica a hacer justicia o algo así. Sí, ya, vamos a tener que pintar a la Justicia con un bombo de la lotería en vez de con una balanza. Es que me parto. Pero vamos a ver, alma cándida, ¿no ves que el hecho de que ocurran dos sucesos improbables es menos probable que el hecho de que suceda un solo suceso improbable? ¿Y qué me dicen de los que compran la lotería en los lugares donde tocó otros años? Los combatientes de las viejas guerras sabían bien que el sitio más seguro en un bombardeo es justo el lugar donde acaba de caer un obús porque iba a ser mucha casualidad que cayera otro exactamente en el mismo sitio. Pues ya ves, la gente no se entera y cree que la lotería cae dos veces en el mismo lugar, ¡cuando es justo lo contrario!
Por eso yo compro un número con el que no soñé que no coincide con mi fecha de nacimiento en un lugar en el que no hubo ningún desastre natural ni tocó la lotería el año anterior. Fijo que me toca y hoy salgo en la tele.
21/12/08
BELLEZA INÚTIL SINCRONIZADA
Me parece indignante la poca atención que prestan los medios de comunicación al equipo olímpico español masculino de natación sincronizada. Ya se notó en agosto, durante los Juegos de Pekín, cuando las televisiones emitían una y otra vez imágenes de las actuaciones del equipo femenino y marginaban por completo las del equipo masculino, -de hecho, todos nos enteramos de la medalla de plata ganada por la representación española femenina en este deporte y no hubo forma de enterarse ni siquiera del puesto en el que quedó el conjunto masculino-. Y ahora en navidades asistimos a un ejemplo más de esta discriminación sexista, sólo comparable a la que también sufre el equipo olímpico español masculino de gimnasia rítimica: el emblemático anuncio de Freixenet se centra exclusivamente en Gemma Mengual y sus compañeras de equipo sin dedicar ni media imagen a los deportistas masculinos de la misma especialidad.
Y no hay derecho, porque también quedaría muy bien anunciar cava poniendo a ocho musculados nadadores haciendo filigranitas al unísono en una piscina. De pronto, en perfecta conjunción con la música, todos podrían sacar la cabecita del agua y moverla exactamente a la vez. Luego se hunden. Después asoman los ocho pares de piernas y hacen tiki-tiki-tiki-tiki ajustándose a una sincronía perfecta. Por último, siete de los atletas se apiñan para que el líder del grupo emerja entre ellos, dé una vuelta de campana en el aire y vuelva a sumergirse sin dejar de sonreír mirando al infinito con la barbilla levantada mientras mantiene brazos y manos bellamente retorcidos.
Pero no. La publicidad sigue aferrada a estereotipos primarios, y se empeña en poner únicamente cuerpos femeninos al lado de copas de cava y estrellitas brillantes, como si los varones no pudiéramos ser también objetos de belleza inútil. De belleza inutil sincronizada, por supuesto.
Y no hay derecho, porque también quedaría muy bien anunciar cava poniendo a ocho musculados nadadores haciendo filigranitas al unísono en una piscina. De pronto, en perfecta conjunción con la música, todos podrían sacar la cabecita del agua y moverla exactamente a la vez. Luego se hunden. Después asoman los ocho pares de piernas y hacen tiki-tiki-tiki-tiki ajustándose a una sincronía perfecta. Por último, siete de los atletas se apiñan para que el líder del grupo emerja entre ellos, dé una vuelta de campana en el aire y vuelva a sumergirse sin dejar de sonreír mirando al infinito con la barbilla levantada mientras mantiene brazos y manos bellamente retorcidos.
Pero no. La publicidad sigue aferrada a estereotipos primarios, y se empeña en poner únicamente cuerpos femeninos al lado de copas de cava y estrellitas brillantes, como si los varones no pudiéramos ser también objetos de belleza inútil. De belleza inutil sincronizada, por supuesto.
20/12/08
COLOMBO, M.D.
Dicen que Colombo padece demencia senil. Es posible. Pero habría que asegurarse bien, no vaya a ser que sencillamente lo que ocurra es que el viejo detective nos parezca demente a los espectadores de ahora, que vivimos al menos dos civilizaciones televisivas por delante del paleomundo en donde transcurrió la vida del teniente. Quizá el demente no sea Colombo, sino Gil Grissom, Horatio Caine, Mac Taylor, Sebastian Stark, Lilly Rush o Tempperance Brennan. A lo mejor estamos considerando demente al pobre Sinnombre Colombo porque en su vida no había tensión sexual irresuelta. Quizá queremos encerrarlo porque cuando hablaba se limitaba a hacer preguntas directamente en vez de hacer un sarcasmo sobre una ironía previa disfrazada de un comentario mordiente mediante el que sugerir en la otra persona la reacción emocional contraria a la que quiere obtener con la expectativa de que así la otra persona se defenderá actuando al revés y contestando algo críptico que encierra lo que Colombo buscaba. ¿Es posible que haya pesado en el diagnóstico el hecho de que los asesinatos que él investigaba estaban motivados por cuestiones como celos o dinero en vez de ser fruto de psiques atormentadas y caníbales que necesitan de rituales de descuartizamiento para aliviar su angustia vital?
Hay que tener cuidado. La hija del teniente Colombo se quiere quedar con la fortuna del padre alegando la incapacidad del viejo policía para gestionarla, es decir, lo mismo que llevan haciendo demasiados años todos los "CSI", "Caso abierto" y "Bones", herederos de "Colombo" que viven en el lujo sin reconocer su deuda con la mejor serie de detectives de la historia. Dicen que Colombo padece demencia senil. Pero yo quisiera pedir la segunda opinión del nieto médico del teniente, el doctor Gregory House.
Hay que tener cuidado. La hija del teniente Colombo se quiere quedar con la fortuna del padre alegando la incapacidad del viejo policía para gestionarla, es decir, lo mismo que llevan haciendo demasiados años todos los "CSI", "Caso abierto" y "Bones", herederos de "Colombo" que viven en el lujo sin reconocer su deuda con la mejor serie de detectives de la historia. Dicen que Colombo padece demencia senil. Pero yo quisiera pedir la segunda opinión del nieto médico del teniente, el doctor Gregory House.
19/12/08
TALMUD
Dice el Talmud audiovisual que quien salva a un telespectador, salva el Universo televisivo entero. Y es cierto. Anteayer lo pudimos comprobar en Antena 3. Era ya muy tarde, es cierto, pero la emisión del reportaje “Sanz-Briz: El 'Schlinder' español” no dejó lugar a dudas.
Gonzo es un tipo que hacía de reportero en la segunda época de “CQC”. Cuando el espacio acabó en la Sexta a causa de la deriva de programas ocasionada por la tectónica de placas mediáticas, Gonzo salió despedido y cayó en Antena 3. Allí estrenó “El método Gonzo”, pero la influencia gravitatoria del telecotilleo causó en el espacio un progresivo corrimiento hacia el rosa que no gustó nada a Gonzo. Así que apretó el botón de su asiento eyectable y saltó en marcha. El espacio pasó a llamarse “El método por dos” y dio algunas vueltas más antes de estrellarse contra el suelo hace unos meses. Lo mejor es que, en vez de castigar al traidor, Antena 3 le puso a realizar programas de investigación de los de verdad, nada de “Hormigas blancas” y paparruchas por el estilo.
Por fin el miércoles emitieron el primero de estos seis programas. Allí vimos cómo un diplomático español salvó a 5.200 judíos de los nazis, 4000 judíos más que el reconocido Oskar Schlinder. Parece que Ángel Sanz Briz no se creía ni aquello de “El trabajo os hará libres” de los nazis, porque evitaba la deportación a campos de concentración; ni eso de que “La verdad os hará libres” del Evangelio, porque recurrió a las trampas y mentiras (no se escandalicen, el papa Pío XII tampoco defendió con demasiado énfasis el Evangelio y con muchísimos más medios no salvó a 5.200 personas).
El caso es que estamos de celebración. Gonzo, con permiso de Antena 3, salvó anteayer a varios miles de telespectadores, y quien salva a un telespectador, salva el Universo televisivo entero.
Gonzo es un tipo que hacía de reportero en la segunda época de “CQC”. Cuando el espacio acabó en la Sexta a causa de la deriva de programas ocasionada por la tectónica de placas mediáticas, Gonzo salió despedido y cayó en Antena 3. Allí estrenó “El método Gonzo”, pero la influencia gravitatoria del telecotilleo causó en el espacio un progresivo corrimiento hacia el rosa que no gustó nada a Gonzo. Así que apretó el botón de su asiento eyectable y saltó en marcha. El espacio pasó a llamarse “El método por dos” y dio algunas vueltas más antes de estrellarse contra el suelo hace unos meses. Lo mejor es que, en vez de castigar al traidor, Antena 3 le puso a realizar programas de investigación de los de verdad, nada de “Hormigas blancas” y paparruchas por el estilo.
Por fin el miércoles emitieron el primero de estos seis programas. Allí vimos cómo un diplomático español salvó a 5.200 judíos de los nazis, 4000 judíos más que el reconocido Oskar Schlinder. Parece que Ángel Sanz Briz no se creía ni aquello de “El trabajo os hará libres” de los nazis, porque evitaba la deportación a campos de concentración; ni eso de que “La verdad os hará libres” del Evangelio, porque recurrió a las trampas y mentiras (no se escandalicen, el papa Pío XII tampoco defendió con demasiado énfasis el Evangelio y con muchísimos más medios no salvó a 5.200 personas).
El caso es que estamos de celebración. Gonzo, con permiso de Antena 3, salvó anteayer a varios miles de telespectadores, y quien salva a un telespectador, salva el Universo televisivo entero.
18/12/08
PLANTEAR DISCUSIONES MOLA MAZO
Ninguna cadena retransmite la vida diaria de una persona enferma, pero siempre hay alguna disupuesta a retransmitir su muerte.
Alimentar debates sociales está bien. Plantear discusiones a la ciudadanía mola mazo. Poner asuntos no resueltos sobre el tapete es chupiguay. Forzar a la clase política a que afronte una realidad que está en la calle es el no va más. Pero como todo esto se quiera conseguir retransmitiendo imágenes impactantes por la tele, corremos el peligro de reducir la realidad a un gigantesco programa de choques, explosiones, accidentes, caídas, destrozos… y suicidios asistidos.
El otro día lo dejó claro el canal británico Sky Real Lives retransmitiendo la muerte de un ciudadano aquejado de una enfermedad neuronal degenerativa incurable. Percibimos algo perverso en el hecho de que una empresa gane dinero consiguiendo audiencia gracias a que retransmite la muerte de una persona enferma. Pero el enfermo y su familia pueden estar de acuerdo porque ésa es su manera de abrir un debate social que consideran necesario. Y alimentar debates sociales está bien. Pero es que esto se va a convertir en “Noche de impacto” o “Esto es increíble” (según si ustedes son más de Antena 3 o de Telecinco).
Lo curioso es que la Federación Española de Asociaciones Provida criticó la retransmisión por defender la eutanasia, pero no contraatacó pidiendo la retransmisión del día a día, hora a hora, minuto a minuto, que vivía el enfermo antes de suicidarse. Si la vida es un don maravilloso, verla en la tele debería ser un espectáculo edificante que desalentaría a los partidarios de la eutanasia. Pero las televisiones serían las primeras en negarse a emitir algo así. No por escrúpulos morales, sino porque no iban a encontrar espectadores dispuestos a ver algo así. Así que nos encontramos con que nadie quiere plantear la discusión en estos términos. Y es curioso, porque ya al principio había quedado claro que plantear discusiones mola mazo.
17/12/08
BAÑERAS EN LA LLUVIA
He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos “C” brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser... Pobre Roy, el filosófico replicante nexus-6 de “Blade runner” que, en el momento de su muerte, presume ante un perplejo Deckard acerca de lo que ha visto. Hoy, el replicante Roy tendría que decir que ha visto a los concursantes de “Gran hermano” remojándose en una bañera de hidromasaje, y a los comentaristas de la NBA de Canal+ hablar de “tetitas” y “pollitas” en el descanso de un partido, y a La Sexta interrumpir un partido de fútbol para emitir publicidad... Si Jung tenía razón, y lo feo de hoy es signo de grandes transformaciones futuras, es posible que dentro de unos años los concursantes en remojo, las tetitas de una maquilladora y el fútbol “interruptus” sean considerados como arte. Espero vivir para verlo, pero sólo porque no me hace gracia morirme.
Dice Umberto Eco que el gusto siempre va por detrás de la aparición de lo nuevo. Mi gusto, que incluye tanto las ostras como los caracoles, no incluye sin embargo las bañeras de hidromasaje, los comentarios groseros fuera de cámara ni los excesos publicitarios, y eso me condena probablemente a morir bajo la lluvia ante la mirada perpleja del futuro. Porque el futuro televisivo no tiene nada que ver con las cosas de Eduardo Punset en “Redes”, cuando reflexiona sobre del origen del lenguaje o se pregunta si hay una moral innata. El futuro televisivo pasa por las bañeras de hidromasaje. Y si el gusto futuro (ya casi presente) va por ahí, ha llegado la hora de morir o de adaptar el gusto. Usted verá.
Los poéticos rayos “C” que brillan en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser se convertirán en anuncios de colonia. El replicante Roy anunciará la lotería de Navidad. Todos nos bañaremos en espantosas bañeras, nos descojonaremos con las meteduras de pata de los comentaristas y nos perderemos los goles de nuestro equipo favorito porque un banco necesita decir que nos ama y, por eso, debemos darle todo nuestro dinero. He visto atacar naves en llamas más allá de Orión, pero esos momentos se perderán como bañeras en la lluvia.
Dice Umberto Eco que el gusto siempre va por detrás de la aparición de lo nuevo. Mi gusto, que incluye tanto las ostras como los caracoles, no incluye sin embargo las bañeras de hidromasaje, los comentarios groseros fuera de cámara ni los excesos publicitarios, y eso me condena probablemente a morir bajo la lluvia ante la mirada perpleja del futuro. Porque el futuro televisivo no tiene nada que ver con las cosas de Eduardo Punset en “Redes”, cuando reflexiona sobre del origen del lenguaje o se pregunta si hay una moral innata. El futuro televisivo pasa por las bañeras de hidromasaje. Y si el gusto futuro (ya casi presente) va por ahí, ha llegado la hora de morir o de adaptar el gusto. Usted verá.
Los poéticos rayos “C” que brillan en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser se convertirán en anuncios de colonia. El replicante Roy anunciará la lotería de Navidad. Todos nos bañaremos en espantosas bañeras, nos descojonaremos con las meteduras de pata de los comentaristas y nos perderemos los goles de nuestro equipo favorito porque un banco necesita decir que nos ama y, por eso, debemos darle todo nuestro dinero. He visto atacar naves en llamas más allá de Orión, pero esos momentos se perderán como bañeras en la lluvia.
16/12/08
OTROS TRES ANUNCIOS
Tres columnas breves sobre spots publicitarios actuales:
1. Tiene razón el nuevo anuncio de la Guía Repsol 2009: "Tú eres todos los kilómetros que has recorrido. Eres cada una de las personas que has conocido". Somos los demás, las encrucijadas y los amaneceres. En un sentido muy profundo, -que se expresa muy bien en ciertas lenguas orientales-, somos los caminos o, mejor, somos el caminar. Somos cada huída, cada reencuentro, cada sabor, cada mar. Y también cada programa de televisión se añade a lo que somos. Cada película. Cada anuncio publicitario. Elige bien quien te guía.
2. Me juego las patillas a que recientemente ha aparecido un avance infográfico que permite un tratamiento visual muy potente de las gotas de agua. Sólo así se explica la perra que les ha entrado a los publicistas por incluir gotas en los anuncios de colonias. Un jugador de fútbol rubio, -rubio el jugador, no el fútbol-, baja un rascacielos escopetao para recibir en su pecho el impacto de unas gotas lanzadas desde las alturas. Un actor de cine moreno, -moreno el actor, no el cine-, atraviesa una nube de gotas de su nueva fragancia para mujer. Y hay dos o tres más, con carambolas de gotas rebotando entre árboles o lanzamientos olímpicos de gotas de colonia. Hubo un tiempo en el que las imágenes se ponían al servicio de los guiones. Hace ya muchos años que son los guiones los que se ponen al servicio de los efectos especiales de las imágenes.
3. No vaya a ser que meta la pata, ¿el anuncio del disco de "The priests" es en serio o en broma? A ver si voy a comentar en serio la noticia de la inserción del clero en el mundanal mundo mundial del negocio del disco y resulta que el grupo es una coña montada por los sobrinos de "Village People". A ver si voy a escribir unas chuflas riéndome de la última frikada emo-gayetera y resulta que es cierto que son tres sacerdotes católicos irlandeses que engolan la voz todo dignos con la ayuda del alzacuellos. "The priests". "Los curas". ¿Nos lo creemos?
(Sólo encontré el anuncio británico.
El español es del mismo pelo)
1. Tiene razón el nuevo anuncio de la Guía Repsol 2009: "Tú eres todos los kilómetros que has recorrido. Eres cada una de las personas que has conocido". Somos los demás, las encrucijadas y los amaneceres. En un sentido muy profundo, -que se expresa muy bien en ciertas lenguas orientales-, somos los caminos o, mejor, somos el caminar. Somos cada huída, cada reencuentro, cada sabor, cada mar. Y también cada programa de televisión se añade a lo que somos. Cada película. Cada anuncio publicitario. Elige bien quien te guía.
2. Me juego las patillas a que recientemente ha aparecido un avance infográfico que permite un tratamiento visual muy potente de las gotas de agua. Sólo así se explica la perra que les ha entrado a los publicistas por incluir gotas en los anuncios de colonias. Un jugador de fútbol rubio, -rubio el jugador, no el fútbol-, baja un rascacielos escopetao para recibir en su pecho el impacto de unas gotas lanzadas desde las alturas. Un actor de cine moreno, -moreno el actor, no el cine-, atraviesa una nube de gotas de su nueva fragancia para mujer. Y hay dos o tres más, con carambolas de gotas rebotando entre árboles o lanzamientos olímpicos de gotas de colonia. Hubo un tiempo en el que las imágenes se ponían al servicio de los guiones. Hace ya muchos años que son los guiones los que se ponen al servicio de los efectos especiales de las imágenes.
3. No vaya a ser que meta la pata, ¿el anuncio del disco de "The priests" es en serio o en broma? A ver si voy a comentar en serio la noticia de la inserción del clero en el mundanal mundo mundial del negocio del disco y resulta que el grupo es una coña montada por los sobrinos de "Village People". A ver si voy a escribir unas chuflas riéndome de la última frikada emo-gayetera y resulta que es cierto que son tres sacerdotes católicos irlandeses que engolan la voz todo dignos con la ayuda del alzacuellos. "The priests". "Los curas". ¿Nos lo creemos?
(Sólo encontré el anuncio británico.
El español es del mismo pelo)
15/12/08
POR LA CRISIS
Hay que reducir gastos. Nos golpea la crisis económica más importante ever y es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, recortar centimillos donde se pueda. En las Navidades, por ejemplo. ¿Se han fijado en que este año hay mucho menos papases noeles colgando de las ventanas? Las cenas de empresa se convierten en meriendas de empresa. Las cestas de Navidad se vuelven bolsas del Masymás. Y los ayuntamientos, en su infinita misericordia y sabiduría, desinflan el alumbrado navideño inaugurándolo unos días más tarde y atrasando el momento de la tarde en el que iluminan al sombrío paseante diciembrino con sus alegóricas figuras, ora de un reno, ora de un copo de nieve, ora de una estrella, ora de un calcetín desbordante de regalos.
No pueden las televisiones sustraerse a esta general tendencia. Hay que reducir la programación navideña. Iniciarla más tarde. Dedicarle menos horas al día. Pero no porque sea una puñetera porquería, sin duda el peor momento catódico del año, capaz de convertir por comparación a las galas veranieras desde Murcia en "The wire". No, no, no es por eso, que nadie me malinterprete. Es por la crisis. Hay que acotar el calendario para que los promos en los que Cantizano ríe desenvuelto bajo nieve de polipropileno expandido o Jordi González, Violeta Santander y su padre nos desean felices fiestas, los maratones más largos que el que corrió Filípides, los capítulos especiales de Navidad de "Lalola", "El hormiguero", "Salud a la carta" y "Gran Hermano", se emitan únicamente del... no sé... 23 al 25 de diciembre y bien apretaditos entre las 22:00 y las 24:00 horas. Para ahorrar. No porque dé revoltura a cualquiera que pase de los 11 años. Y se retirarán de la programación los largometrajes "Este Santa Claus está chiflado 6", "El elfito juguetón y su renito huerfanito" y "Pesadilla antes, durante y después de Navidad". Y el mensaje del Rey durará sólo 40 segundos. Y los anuncios de juguetes se concentrarán en el horario de madrugada. Por la crisis. No para librarnos del coñazo navideño, no. Por la crisis.
No pueden las televisiones sustraerse a esta general tendencia. Hay que reducir la programación navideña. Iniciarla más tarde. Dedicarle menos horas al día. Pero no porque sea una puñetera porquería, sin duda el peor momento catódico del año, capaz de convertir por comparación a las galas veranieras desde Murcia en "The wire". No, no, no es por eso, que nadie me malinterprete. Es por la crisis. Hay que acotar el calendario para que los promos en los que Cantizano ríe desenvuelto bajo nieve de polipropileno expandido o Jordi González, Violeta Santander y su padre nos desean felices fiestas, los maratones más largos que el que corrió Filípides, los capítulos especiales de Navidad de "Lalola", "El hormiguero", "Salud a la carta" y "Gran Hermano", se emitan únicamente del... no sé... 23 al 25 de diciembre y bien apretaditos entre las 22:00 y las 24:00 horas. Para ahorrar. No porque dé revoltura a cualquiera que pase de los 11 años. Y se retirarán de la programación los largometrajes "Este Santa Claus está chiflado 6", "El elfito juguetón y su renito huerfanito" y "Pesadilla antes, durante y después de Navidad". Y el mensaje del Rey durará sólo 40 segundos. Y los anuncios de juguetes se concentrarán en el horario de madrugada. Por la crisis. No para librarnos del coñazo navideño, no. Por la crisis.
14/12/08
DE LA PIZARRA AL MP3
Cuando la Tierra abandonó su cómoda posición en el centro del Universo y empezó a dar vueltas como loca en torno al Sol, no fue porque los defensores del geocentrismo cayeran rendidos a los pies del heliocentrismo. No cambiaron de idea ante los argumentos de Galileo ni ante la nueva visión de los cielos que ofrecía el telescopio. Lo que pasó es que los defensores del geocentrismo fueron envejeciendo y muriendo. Así que la Tierra pudo girar alrededor del Sol sin ofender a la venerable autoridad en cuanto ésta experimentó lo que su maestro Aristóteles definía como “cambio sustancial”. O sea, cuando palmó y pasó a criar malvas.
Cuando el ser humano abandonó su cómoda posición en el centro de la creación y empezó a comportarse como una especie más, fruto de la selección natural, no fue porque los defensores del fijismo cayeran rendidos a los pies del evolucionismo. No cambiaron de idea ante los argumentos de Darwin ni ante los hallazgos de la paleontología. Lo que pasó es que los defensores del fijismo fueron envejeciendo y muriendo. Así que el hombre pudo seguir su periplo natural sin ofender a la venerable autoridad en cuanto ésta experimentó el destino final de cualquier individuo una vez que envejece y es evolutivamente irrelevante. O sea, cuando palmó y pasó a criar malvas.
Internet empieza a hacer sombra a la televisión en nuestros hogares. Avanza rápidamente, pero no se impondrá definitivamente hasta que los viejos televidentes hayan muerto. Será entonces cuando ver la tele, como la actual defensa del geocentrismo o del fijismo, sea considerada una actividad propia de chiflados que no están en lo que celebran. Dicho esto, quería recomendarles un programa de radio estupendo: “Melodías pizarras”, los viernes por la tarde en Radio 3, donde dejan claro que los viejos discos de pizarra suenan mil veces mejor que el MP3.
Cuando el ser humano abandonó su cómoda posición en el centro de la creación y empezó a comportarse como una especie más, fruto de la selección natural, no fue porque los defensores del fijismo cayeran rendidos a los pies del evolucionismo. No cambiaron de idea ante los argumentos de Darwin ni ante los hallazgos de la paleontología. Lo que pasó es que los defensores del fijismo fueron envejeciendo y muriendo. Así que el hombre pudo seguir su periplo natural sin ofender a la venerable autoridad en cuanto ésta experimentó el destino final de cualquier individuo una vez que envejece y es evolutivamente irrelevante. O sea, cuando palmó y pasó a criar malvas.
Internet empieza a hacer sombra a la televisión en nuestros hogares. Avanza rápidamente, pero no se impondrá definitivamente hasta que los viejos televidentes hayan muerto. Será entonces cuando ver la tele, como la actual defensa del geocentrismo o del fijismo, sea considerada una actividad propia de chiflados que no están en lo que celebran. Dicho esto, quería recomendarles un programa de radio estupendo: “Melodías pizarras”, los viernes por la tarde en Radio 3, donde dejan claro que los viejos discos de pizarra suenan mil veces mejor que el MP3.
13/12/08
PESCA SIN MUERTE
El queso de las ratoneras les sale gratis a los ratones. Son cortezas resecas, es cierto, pero no sé de qué se pueden a quejar si son gratis. A las truchas le salen gratis las lombrices que los pescadores ensartan en sus anzuelos. Las enfilan con tanto arte y precisión que dejan una puntita suelta para que se retuerza, tentadora, a su alcance. Sólo hay que abrir la boca y morder. Y son gratis. Gratis como la pequeña gacela muerta que los cazadores colocan en lo alto de un árbol, a distancia de tiro, para atraer al huidizo leopardo. Como la dulce melaza que se deja al alcance de los osos mientras los cazadores esperan pacientemente a cubierto. Todo es gratis: queso, lombrices, gacelas y melaza.
La televisión generalista también es gratis. Durante 24 horas al día la tenemos a nuestro alcance. Tentadora. Dulce. A veces reseca, es cierto, pero no importa porque es gratis. Sólo tenemos que abrir la boca y morder. Es lo que dice Maurizio Carlotti, un señor que tiene su coto de caza en Antena 3, donde espera pacientemente apostado como consejero delegado. Se extraña Carlotti de que nos quejemos porque en la tele hay demasiada publicidad. Y tiene razón. Nunca se vio que la trucha se quejara del anzuelo, los ratones de las ratoneras o los leopardos de los disparos. Así que no se entiende que los espectadores nos quejemos por tropezarnos con publicidad cada vez que, despreocupados, le damos un bocado a un programa televisivo. ¿Es que no nos damos cuenta de que gracias al anzuelo las lombrices nos salen gratis?
Somos unos quejicas. Y eso que cuando picamos no nos matan y nos meten en un cesto. Sólo nos retienen un tiempo y nos colocan unos cuantos anuncios mientras boqueamos y nos sacudimos. Algunas veces conseguimos escapar. Otras veces nos desenganchan el anzuelo y nos sueltan. En televisión practican la pesca sin muerte porque nos necesitan vivos para que mordamos la siguiente pausa publicitaria.
La televisión generalista también es gratis. Durante 24 horas al día la tenemos a nuestro alcance. Tentadora. Dulce. A veces reseca, es cierto, pero no importa porque es gratis. Sólo tenemos que abrir la boca y morder. Es lo que dice Maurizio Carlotti, un señor que tiene su coto de caza en Antena 3, donde espera pacientemente apostado como consejero delegado. Se extraña Carlotti de que nos quejemos porque en la tele hay demasiada publicidad. Y tiene razón. Nunca se vio que la trucha se quejara del anzuelo, los ratones de las ratoneras o los leopardos de los disparos. Así que no se entiende que los espectadores nos quejemos por tropezarnos con publicidad cada vez que, despreocupados, le damos un bocado a un programa televisivo. ¿Es que no nos damos cuenta de que gracias al anzuelo las lombrices nos salen gratis?
Somos unos quejicas. Y eso que cuando picamos no nos matan y nos meten en un cesto. Sólo nos retienen un tiempo y nos colocan unos cuantos anuncios mientras boqueamos y nos sacudimos. Algunas veces conseguimos escapar. Otras veces nos desenganchan el anzuelo y nos sueltan. En televisión practican la pesca sin muerte porque nos necesitan vivos para que mordamos la siguiente pausa publicitaria.
12/12/08
ESTEINALAIF
La Asociación Americana del Corazón, -cardiólogos, nada que ver con Jesuses Mariñas ni Marías Patiños yanquis-, asegura que la canción de los Bee Gees "Stayin’ alive" posee el ritmo perfecto para realizar una reanimación cardiopulmonar en caso de parada cardiaca. El histórico tema que los hermanos Gibb cantaban con los pantalones muy apretados permite comprimir la caja torácica 103 veces por minuto, tasa muy cercana a los óptimos 100 golpes por minuto que recomiendan los médicos. Pronto, -NOTA PARA LOS LECTORES: hasta aquí la columna ha ido en serio, a partir de aquí ya es una parida de humor negro y dudoso gusto-, será obligatorio que todos los bares, pubs y discotecas tengan esta canción a mano, para ponerla rápidamente en caso de que algún cliente caiga fulminado por un ataque al corazón. Güel yucansei baidegüei ayusmaiguolk aim a guomansman no taimtutolk. Y el camarero bailando por los Bee Gees sobre el esternón del paciente hasta llegar al inconfundible a-a-a-a-esteinalaif esteinalaif.
Cuando apareció este estudio regalé una copia de la BSO de "Saturday Night Fever" a todos mis amigos con una entrañable dedicatoria en la que me desdecía de las múltiples blasfemias que cualquiera que me medio conozca me habrá oído soltar contra el trío australiano. Pero no. La visión este domingo de "Operación Tony Manero", nuevo bodrio telecinquero castingforme para elegir al próximo protagonista del musical español "Fiebre del Sábado Noche", me ha ratificado en mi posición previa. No sentía tanto miedo desde que escuché "Papito". Decidido: prefiero expirar y no inspirar más sobre el serrín mugriento de una sidrería antes que ser arrancado de las garras de la muerte por un Tony Manero de Albacete. Tened piedad, no me salvéis, dejadme morir. ¿No os dais cuenta de que a lo mejor me veis poco después sobre un suelo lleno de casillas de colores cambiantes, vistiendo camisas de raso con un traje blanco y dibujando en el aire una diagonal de metro y medio de largo con el índice derecho?
Cuando apareció este estudio regalé una copia de la BSO de "Saturday Night Fever" a todos mis amigos con una entrañable dedicatoria en la que me desdecía de las múltiples blasfemias que cualquiera que me medio conozca me habrá oído soltar contra el trío australiano. Pero no. La visión este domingo de "Operación Tony Manero", nuevo bodrio telecinquero castingforme para elegir al próximo protagonista del musical español "Fiebre del Sábado Noche", me ha ratificado en mi posición previa. No sentía tanto miedo desde que escuché "Papito". Decidido: prefiero expirar y no inspirar más sobre el serrín mugriento de una sidrería antes que ser arrancado de las garras de la muerte por un Tony Manero de Albacete. Tened piedad, no me salvéis, dejadme morir. ¿No os dais cuenta de que a lo mejor me veis poco después sobre un suelo lleno de casillas de colores cambiantes, vistiendo camisas de raso con un traje blanco y dibujando en el aire una diagonal de metro y medio de largo con el índice derecho?
11/12/08
EPIGENÉTICA
No se asusten, que en el primer párrafo todavía no hablamos de epigenética. Anteayer por la tarde estrenaron la serie “Mi gemela es hija única” con vocación de asentarse en la parrilla vespertina y durar tanto como “Yo soy Bea”. Acaba de nacer y ya cumple objetivos: tras dos largas horas sobre las que Telecinco desparramó dos capitulazos como dos catedrales (aprovechando alevosamente que media España estaba encerrada en casa intentando sobrevivir al diluvio), los espectadores quedamos tan hartos como si nos hubieran inyectado en vena y sin anestesia los tropocientos capítulos de “Yo soy Bea, ¿y tú quién eres que tanto te pareces a mí?”.
Y ahora, vamos a ver cómo les hablo de epigenética sin que huyan en tropel. Dicen los que saben que la genética no lo explica todo, que la acción ambiental va más allá de lo que se pensaba en un principio, que ésta es tan importante que afecta incluso a la expresión de los genes mismos. La epigenética es una ciencia tan nueva que grandes sabios pioneros en genética como Severo Ochoa murieron sin saber nada de ella. Todos los avances punteros de esta prometedora rama del conocimiento los resume “Mi gemela es hija única” en una sola palabra: “tururú”.
La genética del siglo XX nos proporcionó joyas como “Vaya par de gemelas” o “Yo a Londres, tú a California”. La epigenética del s.XXI debería inspirar a los guionistas para que inventaran tramas que fueran más allá de dos gemelas que juegan al quítate tú pa’ ponerme yo. Pero no. Siguen empeñados en mostrar vínculos invisibles que anudan la vida de dos chicas con genoma idéntico: los mismos gustos musicales, el mismo peinado, el mismo traje, el mismo bolso y esa tontería de que cuando a una le pasa algo, la otra lo nota. Si esto fue el estreno, prepárense para el resto. Seguro que sólo contendrá genoma basura.
10/12/08
POR LAS VIEJAS METÁFORAS
En “Sangre fresca” (Canal +), vampiros y humanos intentan vivir juntos, la humana Sookie y el vampiro Bill se enamoran, y un pequeño pueblo de Lousiana se convierte en un laboratorio donde el creador de “A dos metros bajo tierra” coloca sus tubos de ensayo sociológicos. No esperen ver al conde Drácula en “Sangre fresca”, por supuesto. La distancia entre un castillo de Transilvania y un bar de copas de Lousiana es demasiado grande.
Muchos humanos miran con desconfianza a los vampiros, y no todos los vampiros son tan buenos como Bill. Pero los vampiros son pocos, son raros, son diferentes, son repugnantes (se alimentan con sangre sintética), son mejores en la cama que los humanos y tienen colmillos, aunque ya no los usan para poder chupar la sangre fresca. “Sangre fresca” se presenta como una metáfora sobre la intolerancia, la xenofobia y el racismo, y ya decía Aristóteles que la metáfora produce placer porque es un conocimiento. No niego que ver “Sangre fresca” como una metáfora produzca placer, pero ¿produce también conocimiento? Veo arder unos troncos en la chimenea, y el fuego se convierte en ese “perro rabioso de un millón de dientes” del que hablaba Pablo Neruda. Comprendemos la metáfora pero, como se pregunta José Antonio Marina, ¿conozco algo al comprenderla? Reconocemos en la furia con la que las llamas roen el tronco lo que ha motivado la metáfora, pero ¿podemos llamar conocimiento a ese reconocimiento? Reconocemos en las metáforas de “Sangre fresca” algunos engranajes defectuosos de la sociedad actual. ¿Eso significa que Sookie y Bill nos ayudan a conocer nuestro mundo?
“Sangre fresca” es una metáfora ingeniosa que, como diría Marina, mantiene al tiempo la conciencia del parecido y del disparate. Porque esos vampiros de Lousiana son un puro disparate. El perro rabioso de un millón de dientes del que hablaba Neruda no tiene nada que ver con la combustión. ¿Qué tiene que ver la extraña naturaleza del vampiro Bill con Lousiana? Ya veremos. Pero lamento que cuando Sookie sirve una copa de vino a Bill, el vampiro no diga: “Yo nunca bebo... vino”. Por los viejos tiempos y la viejas metáforas.
Muchos humanos miran con desconfianza a los vampiros, y no todos los vampiros son tan buenos como Bill. Pero los vampiros son pocos, son raros, son diferentes, son repugnantes (se alimentan con sangre sintética), son mejores en la cama que los humanos y tienen colmillos, aunque ya no los usan para poder chupar la sangre fresca. “Sangre fresca” se presenta como una metáfora sobre la intolerancia, la xenofobia y el racismo, y ya decía Aristóteles que la metáfora produce placer porque es un conocimiento. No niego que ver “Sangre fresca” como una metáfora produzca placer, pero ¿produce también conocimiento? Veo arder unos troncos en la chimenea, y el fuego se convierte en ese “perro rabioso de un millón de dientes” del que hablaba Pablo Neruda. Comprendemos la metáfora pero, como se pregunta José Antonio Marina, ¿conozco algo al comprenderla? Reconocemos en la furia con la que las llamas roen el tronco lo que ha motivado la metáfora, pero ¿podemos llamar conocimiento a ese reconocimiento? Reconocemos en las metáforas de “Sangre fresca” algunos engranajes defectuosos de la sociedad actual. ¿Eso significa que Sookie y Bill nos ayudan a conocer nuestro mundo?
“Sangre fresca” es una metáfora ingeniosa que, como diría Marina, mantiene al tiempo la conciencia del parecido y del disparate. Porque esos vampiros de Lousiana son un puro disparate. El perro rabioso de un millón de dientes del que hablaba Neruda no tiene nada que ver con la combustión. ¿Qué tiene que ver la extraña naturaleza del vampiro Bill con Lousiana? Ya veremos. Pero lamento que cuando Sookie sirve una copa de vino a Bill, el vampiro no diga: “Yo nunca bebo... vino”. Por los viejos tiempos y la viejas metáforas.
9/12/08
UNA DE DOS
¿"Depende" te parece "Bonito"?
Una de dos. O Buenafuente creó al Follonero y después lo lanzó al mundo para que montara un follón tras otro allá donde fuera, o Buenafuente sólo lo mantuvo embridado durante años dentro de su programa hasta que se le escapó. O Jordi Évole era un tipo con talento que en manos de Buenafuente fue moldeado hasta convertirse en el Follonero y ahora está atrapado en ese personaje, condenado a montar un follón tras otro para no decepcionar a su público, o Évole era un tío que no hacía más que fastidiar y Buenafuente fue el único capaz de contenerlo y mantenerlo encerrado en su programa hasta que un buen día se le escapó y corrió libre por la parrilla televisiva como si fuera Orzowei por el Serengueti.
El caso es que ahora el Follonero tiene su propio programa: “Salvados”. Y será un programa estupendo, de acuerdo, pero lo cierto es que apenas monta follones por mucho que se lo curre. Es un pobre balance para un Follonero curtido en mil batallas tener apenas un par de quejas menores por aquel “Salvados por la Iglesia” y por haber llevado a una pareja gay al Valle de los Caídos vestida con camisa azul. Con lo soliviantados que andábamos con las entrevistas a Roldán y a Julián Muñoz, y nadie dijo nada porque anunciara la siniestra continuación del temible “chorizo show” entrevistando al Dioni.
Una de dos. O Buenafuente nos enseñó a encajar las burlas, a aguantar las provocaciones del Follonero, a reírnos de las críticas y a encajar los comentarios de los que no piensan como nosotros, o Buenafuente es sólo un ciudadano más, uno como tantos que sabe verle la gracia a las provocaciones que no pretenden hacer sangre, un bufón en tierra de bufones que sabe reírse de las gracias del bufón de enfrente. O somos así y Buenafuente es sólo uno más, o somos discípulos suyos, barro moldeado por esas manos que están siempre a un tris de abrochar el botón de la chaqueta.
8/12/08
POCO, POQUÍSIMO
Dicen... los jóvenes que... se presentan al casting... de "Fama" que todo... en esta vida se puede hacer... bailando... No lo sé... Yo lo estoy... intentando, y, de hecho,... me he propuesto... escribir esta... columna... mientras... bailo. Pero es muy... incómodo. Aprovecho cuando mis giros... y pasos... me acercan al teclado... para... alargar el brazo y... teclear algunas palabras. Me rindo. Me siento delante del ordenador como siempre. Qué comodidad. Dónde va a parar. Ya lo sospechaba pero confirmo la idea de que lo único que se puede hacer en esta vida bailando es bailar. Lo cual no es poco, aunque rebaja las pretensiones de los aspirantes a famosos.
Dicen los jóvenes que se presentan al casting de "Fama" que para ellos el baile es su principal forma de expresión. Lo dicen, eso sí, de viva voz. No interpretan una coreografía mediante la que expresar que para ellos el baile es su principal forma de expresión cuando Marbelys les pregunta por qué quieren entrar en "Fama". Yo también lo he intentado. Mi hija me pregunta qué vamos a comer y me pongo a bailar delante de ella para transmitirle el mensaje "lentejas y pollo". No me entiende, y me convenzo de lo que ya intuía: mediante el baile sólo se pueden expresar contenidos que tengan que ver con el movimiento del cuerpo, como emociones elementales o ganas de ir al baño. De nuevo eso no es poco, aunque es menos de lo que aseguran los hiphoperos que bailan 30 segundos ante Rafa Méndez con la esperanza de oírle decir "ameisin".
Dice una aspirante que ha sido eliminada del casting que "el mundo se me ha derrumbado encima". Dice un chaval que pasó el primer corte que "hace un año yo no era nadie y ahora mira adónde he llegado". Una vez más he intentado entender a ambos inútilmente. "Fama", como su propio nombre indica, no es más que un espejismo: si se te derrumba encima ni te enteras, si llegas hasta él notas que no te has movido de sitio. Y eso sí, eso sí es poco, poquísimo, en contra de lo que les quieren hacer creer a estos chicos Víctor Ullate Roche y Lola González.
Dicen los jóvenes que se presentan al casting de "Fama" que para ellos el baile es su principal forma de expresión. Lo dicen, eso sí, de viva voz. No interpretan una coreografía mediante la que expresar que para ellos el baile es su principal forma de expresión cuando Marbelys les pregunta por qué quieren entrar en "Fama". Yo también lo he intentado. Mi hija me pregunta qué vamos a comer y me pongo a bailar delante de ella para transmitirle el mensaje "lentejas y pollo". No me entiende, y me convenzo de lo que ya intuía: mediante el baile sólo se pueden expresar contenidos que tengan que ver con el movimiento del cuerpo, como emociones elementales o ganas de ir al baño. De nuevo eso no es poco, aunque es menos de lo que aseguran los hiphoperos que bailan 30 segundos ante Rafa Méndez con la esperanza de oírle decir "ameisin".
Dice una aspirante que ha sido eliminada del casting que "el mundo se me ha derrumbado encima". Dice un chaval que pasó el primer corte que "hace un año yo no era nadie y ahora mira adónde he llegado". Una vez más he intentado entender a ambos inútilmente. "Fama", como su propio nombre indica, no es más que un espejismo: si se te derrumba encima ni te enteras, si llegas hasta él notas que no te has movido de sitio. Y eso sí, eso sí es poco, poquísimo, en contra de lo que les quieren hacer creer a estos chicos Víctor Ullate Roche y Lola González.
7/12/08
ANAXÍMENES, PATRÓN
¿Anaxímenes hacía como que tocaba la guitarra cuando bailaba con sus amigos en Mileto? Ya sé que en el siglo VI a.C. no existía la guitarra, pero hay registros que hablan de un instrumento arcaico parecido llamado "panduri". Durante las fiestas del lugar, cuando los milesios bailaban danzas populares, ¿Anaxímenes fingía tocar el pandurion en el aire? A lo mejor fue de esa manera como se le ocurrió la idea de que todo el cosmos procede del aire, de su condensación y su rarefacción. Los instrumentos musicales no son más que aire condensado que provocan sonidos que no son más que vibraciones del aire que llegan hasta nuestros oídos que igualmente son sólo aire. Todo es aire, dijo Anaxímenes, y sólo por eso ya merece que los premios de "air guitar", -tocar la guitarra en el aire-, cuya edición española se está resolviendo estos días en "Buenafuente", lleven su nombre.
Lo crean o no, hay un certamen europeo en el que se disputa quién interpreta mejor mediante mímica los grandes momentos guitarreros de la historia del rock. Tiene su lógica indudable, al menos dada la afición que buena parte de la población ha, hemos, mostrado por ese instrumento y el virtuosismo que casi todos hemos, han, alcanzado en él. Pero sobre todo tiene su lógica que el campeonato se resuelva en la televisión, medio de comunicación en donde el aire no es ya sólo el origen de todas las cosas, sino también su final y sus puntos intermedios. El mismo jueves en el que un entusiasmado concursante tocaba en el aire el "Sweet child o’ mine" de Guns’n’Roses, el Andréu entrevistaba a una directora de porno, -otro género de la mímica que bien pudiera llamarse "air sex"-. Y la entrevista de DEC a María José Cantudo del viernes fue puritito "air talkin’". Y los actores del "Escenas de matrimonio" del sábado fingían en el aire que hacían comedia.
Todo es aire, dijo Anaxímenes, y sólo por eso ya merece ser nombrado patrón de la televisión actual.
Lo crean o no, hay un certamen europeo en el que se disputa quién interpreta mejor mediante mímica los grandes momentos guitarreros de la historia del rock. Tiene su lógica indudable, al menos dada la afición que buena parte de la población ha, hemos, mostrado por ese instrumento y el virtuosismo que casi todos hemos, han, alcanzado en él. Pero sobre todo tiene su lógica que el campeonato se resuelva en la televisión, medio de comunicación en donde el aire no es ya sólo el origen de todas las cosas, sino también su final y sus puntos intermedios. El mismo jueves en el que un entusiasmado concursante tocaba en el aire el "Sweet child o’ mine" de Guns’n’Roses, el Andréu entrevistaba a una directora de porno, -otro género de la mímica que bien pudiera llamarse "air sex"-. Y la entrevista de DEC a María José Cantudo del viernes fue puritito "air talkin’". Y los actores del "Escenas de matrimonio" del sábado fingían en el aire que hacían comedia.
Todo es aire, dijo Anaxímenes, y sólo por eso ya merece ser nombrado patrón de la televisión actual.
6/12/08
METADONA
Tesis: "Esta casa era una ruina" es a "Gran Hermano" lo que la metadona es a la heroína. Ambas sustancias comparte bastantes características en común; al fin y al cabo, ambas son opiáceos, analgésicos, se vinculan a los mismos receptores cerebrales y provocan adicción. Y sin embargo algunas características ventajosas de la metadona hacen que su prescripción sea un tratamiento ampliamente usado contra la
dependencia de otros opiáceos como la heroína. La metadona se puede ingerir oralmente, sólo necesita del consumo de una dosis al día, es médicamente más segura, coloca menos y produce un síndrome de abstinencia de menor intensidad.
Algo parecido es lo que ocurre con "Esta casa era una ruina" y "Gran Hermano". Jorge Fernández y Mercedes Milá son ambos presentadores opiáceos y se adhieren a los mismos receptores opiáceos cerebrales provocando el bloqueo de ciertas endorfinas relacionadas con el dolor. Las historias que tienen lugar dentro de la casa de Guadalix tienen propiedades adictivas parecidas a las que sucedieron el último día dentro de una casa de Paterna. Estamos ante dos programas de estructura bioquímica semejante, pero el espacio de Antena 3 se administra mediante dosis más distanciadas en el tiempo, tiene menor capacidad de uso como droga recreativa y la interrupción de su consumo tiene menores efectos adversos entre los espectadores.
Por eso es una noticia esperanzadora que la última entrega de "Esta casa es una ruina" haya conseguido comerse con patatas al correspondiente "Gran Hermano" de turno. Quizá el consumo de realities basura de intensidad baja se consolide como una terapia de elección contra la devastadora adicción a los realities basura más patógenos, capaces de arrancar a sus adictos del mundo en el que vivimos todos y hacerles habitar en otra dimensión formada por valores y relaciones humanas exobiológicas. Los hijos yonquis de Mercedes Milá empiezan a pasar por Antena 3 para recoger su vasito de metadona. Llegan balbuceantes, ateridos, desorientados.
dependencia de otros opiáceos como la heroína. La metadona se puede ingerir oralmente, sólo necesita del consumo de una dosis al día, es médicamente más segura, coloca menos y produce un síndrome de abstinencia de menor intensidad.
Algo parecido es lo que ocurre con "Esta casa era una ruina" y "Gran Hermano". Jorge Fernández y Mercedes Milá son ambos presentadores opiáceos y se adhieren a los mismos receptores opiáceos cerebrales provocando el bloqueo de ciertas endorfinas relacionadas con el dolor. Las historias que tienen lugar dentro de la casa de Guadalix tienen propiedades adictivas parecidas a las que sucedieron el último día dentro de una casa de Paterna. Estamos ante dos programas de estructura bioquímica semejante, pero el espacio de Antena 3 se administra mediante dosis más distanciadas en el tiempo, tiene menor capacidad de uso como droga recreativa y la interrupción de su consumo tiene menores efectos adversos entre los espectadores.
Por eso es una noticia esperanzadora que la última entrega de "Esta casa es una ruina" haya conseguido comerse con patatas al correspondiente "Gran Hermano" de turno. Quizá el consumo de realities basura de intensidad baja se consolide como una terapia de elección contra la devastadora adicción a los realities basura más patógenos, capaces de arrancar a sus adictos del mundo en el que vivimos todos y hacerles habitar en otra dimensión formada por valores y relaciones humanas exobiológicas. Los hijos yonquis de Mercedes Milá empiezan a pasar por Antena 3 para recoger su vasito de metadona. Llegan balbuceantes, ateridos, desorientados.
5/12/08
CONSTITUCIÓN DIGITAL Y MICRÓFONOS RETRÁCTILES
A ver quién es capaz de quitarle a Santiago Carrillo el micrófono porque ya lleva hablando más de 59 segundos. Mejor aún, a ver quién es el valiente que se lo quita a Manuel Fraga. De eso se trataba. Para eso nos quedamos unos cuantos el miércoles por la noche viendo la tele hasta las tantas. Uno con su parsimoniosa y medida prosodia ya nonagenaria. Otro con su genio y vitalidad aún a flor de su octogenaria piel. Pero no hubo quién le pusiera cascabel al gato: en “59 segundos” se achantaron, guardaron los micrófonos retráctiles y dejaron barra libre de tiempo y palabras.
España cambió mucho en 30 años de Constitución. En el 78 no era raro encontrar personas con el peinado de Iñaki Anasagasti. Hoy sólo se peina así Anasagasti. Entonces parecía que las imitaciones que Pedro Ruiz hacía de Fraga y Carrillo eran eternas. Hoy imitar a Fraga y Carrillo sigue siendo igual que antes (bueno, Fraga ahora necesita subtítulos), pero ya nadie se acuerda de Pedro Ruiz. Juan Carlos Rodríguez Ibarra dice que el mundo ha cambiado y aquella Constitución analógica de hace 30 años hoy habría que adaptarla a la nueva realidad digital. Un ejemplo: quien no vio el programa el miércoles por la noche puede verlo ahora en la televisión a la carta de TVE en Internet.
Pero falta el cambio más radical. Antes, en los debates, los invitados hablaban sin límite de tiempo. Mientras, los demás escuchaban y esperaban su turno. 30 años de televisión cutre nos enseñaron que debatir consiste en gritar, interrumpirse, abuchear y aplaudir. Hoy creemos que el uso de la palabra no sirve para comunicar nuestras ideas, sino para acaparar el micrófono y evitar que puedan hablar los demás. Hoy necesitamos una Constitución digital adaptada a los nuevos tiempos y micrófonos retráctiles como los de “59 segundos” para que pueda hablar el que menos grita.
España cambió mucho en 30 años de Constitución. En el 78 no era raro encontrar personas con el peinado de Iñaki Anasagasti. Hoy sólo se peina así Anasagasti. Entonces parecía que las imitaciones que Pedro Ruiz hacía de Fraga y Carrillo eran eternas. Hoy imitar a Fraga y Carrillo sigue siendo igual que antes (bueno, Fraga ahora necesita subtítulos), pero ya nadie se acuerda de Pedro Ruiz. Juan Carlos Rodríguez Ibarra dice que el mundo ha cambiado y aquella Constitución analógica de hace 30 años hoy habría que adaptarla a la nueva realidad digital. Un ejemplo: quien no vio el programa el miércoles por la noche puede verlo ahora en la televisión a la carta de TVE en Internet.
Pero falta el cambio más radical. Antes, en los debates, los invitados hablaban sin límite de tiempo. Mientras, los demás escuchaban y esperaban su turno. 30 años de televisión cutre nos enseñaron que debatir consiste en gritar, interrumpirse, abuchear y aplaudir. Hoy creemos que el uso de la palabra no sirve para comunicar nuestras ideas, sino para acaparar el micrófono y evitar que puedan hablar los demás. Hoy necesitamos una Constitución digital adaptada a los nuevos tiempos y micrófonos retráctiles como los de “59 segundos” para que pueda hablar el que menos grita.
4/12/08
COMO DIOS MANDA
Atrévanse a conocer al malvado alienígena Roswell.
¡Es más malo que la bruja Avería!
Vaya cómo mola. Resulta que existe una cosa que se llama el Observatorio Antidifamación Religiosa que se ocupa de escrutar las emisiones televisivas a ver si encuentra algo que resulte ofensivo para sus creencias o intereses. Cuando lo pillan, zas en toa la boca, piden que se retire de las parrillas y a por otro programa. Si padecen “tanto escarnio y tanta mofa” como dicen, deberían encontrar un par de ofensas al día, pero no. Allá por mayo pusieron el grito en el Cielo con “Salvados por la Iglesia” y ahora lo ponen con “Plutón BRBNero”. Y ya está, eso es todo.
Vista la cosecha, da la impresión de que “tanto escarnio y tanta mofa” quedan en nada. En Italia, por ejemplo, el año pasado se montó una buena cuando la televisión pública italiana compró un reportaje de la BBC titulado “Crímenes de sexo en Vaticano”. En él se cuenta que el Vaticano redactó en 1962 un documento (“Crimens Sollicitationis”) que pide a los sacerdotes que encubran los casos de pederastia en los que estén implicados otros curas. Pero en España nada. Aquí la tele pública no compra reportajes así y aunque las privadas apuestan por los telefilmes basados en hechos reales ninguna se inspira en el caso del sacerdote Jude Fay, a quien pillaron el año pasado tras llevar 7 años sacando miles y miles de dólares del cepillo de la parroquia para vivir como Dios. Si hasta Telecinco se arrugó y cortó varias escenas amorosas de “Aída” con un sacerdote. ¡Y hablo de la serie más gamberra de la tele patria! ¡Y hablo de Telecinco!
Pues aquí, ya ven, el problema es que en una serie de ficción y cachondeo de La 2, el alienígena más peligroso de la galaxia (tanto que incluso habla mal de los demás cuando no están) para demostrar lo malo que es dice que la Capilla Sixtina es “una sauna de chulo de putas”. ¿Eso es todo? Por favor, si es que así no hay manera de montar una cruzada como Dios manda.
3/12/08
EL TEMPLO EN CASA
Hace unos días viajé a Croacia gracias a uno de esos estupendos documentales con los que Canal Viajar nos permite olvidar que en el mundo existen tipos como Julián Muñoz. En las hermosas y vivas ruinas del palacio de Diocleciano en Split, un cachito del templo de Júpiter se metía en el dormitorio de un afortunado vecino con la misma naturalidad con la que hundimos una cuchara en la sopa, y entonces comprobé que no hace falta encontrarse con un gnomo en el bosque para poder vivir momentos mágicos. Ver un viejo templo romano integrado en la habitación de un moderno croata es la prueba de que vivimos en un mundo televisivo que algunas veces se parece al de la película “Amélie”, aunque por desgracia casi siempre termina enredado en mirar quién baila.
“El cine de La 2” (lunes, La 2) no es un gnomo en el bosque, pero sí es un pedacito del templo de Júpiter incrustado en nuestras vidas. El pasado lunes, por ejemplo, la película “Amén” se coló en nuestros salones, y fue curioso echar un vistazo a las ruinas de los horribles crímenes del nazismo en una cadena que malvive en el mando a distancia agobiada por los bailes presentados por Anne Igartiburu y los estudiantes extraterrestres de “Física o química”. “Amén” no tiene nada que ver con “Amélie”, por supuesto, pero sí tiene mucho que ver con el pedazo del templo de Júpiter incrustado en un domicilio particular de Split. ¿Quién no quiere tener un trozo del palacio de Diocleciano en su casa? ¿Quién no quiere tener en su televisor una ventana al cine que revuelve los pensamientos y husmea en las ruinas de historia? No siempre podemos acompañar a Amélie en sus paseos por París. A veces hay que aspirar el ciclón B de los campos de exterminio nazis, para luego hacer un par de preguntas a la historia y bastantes preguntas al presente.
¿Se imaginan poder dormirse contemplando un templo romano? ¿Se imaginan poder abrir la ventana todas las mañanas y admirar el templo de Diocleciano en Split, ese incomparable diálogo entre nuestro mundo y el de la antigua Roma? No tenemos esa suerte. Pero sí tenemos la suerte de poder abrir la ventana de nuestro televisor y ver películas como “Amén”. Que no falte esa ventana. Amén.
“El cine de La 2” (lunes, La 2) no es un gnomo en el bosque, pero sí es un pedacito del templo de Júpiter incrustado en nuestras vidas. El pasado lunes, por ejemplo, la película “Amén” se coló en nuestros salones, y fue curioso echar un vistazo a las ruinas de los horribles crímenes del nazismo en una cadena que malvive en el mando a distancia agobiada por los bailes presentados por Anne Igartiburu y los estudiantes extraterrestres de “Física o química”. “Amén” no tiene nada que ver con “Amélie”, por supuesto, pero sí tiene mucho que ver con el pedazo del templo de Júpiter incrustado en un domicilio particular de Split. ¿Quién no quiere tener un trozo del palacio de Diocleciano en su casa? ¿Quién no quiere tener en su televisor una ventana al cine que revuelve los pensamientos y husmea en las ruinas de historia? No siempre podemos acompañar a Amélie en sus paseos por París. A veces hay que aspirar el ciclón B de los campos de exterminio nazis, para luego hacer un par de preguntas a la historia y bastantes preguntas al presente.
¿Se imaginan poder dormirse contemplando un templo romano? ¿Se imaginan poder abrir la ventana todas las mañanas y admirar el templo de Diocleciano en Split, ese incomparable diálogo entre nuestro mundo y el de la antigua Roma? No tenemos esa suerte. Pero sí tenemos la suerte de poder abrir la ventana de nuestro televisor y ver películas como “Amén”. Que no falte esa ventana. Amén.
2/12/08
CALLEN, CALLEN
Chissss. No hagan ruido. Callen, callen, no me hablen. No me digan nada, que entonces no podré oír la tele. Es que la tengo puesta muy bajito. Casi no se oye, pero es que no quiero molestar a los vecinos. He leído en la prensa lo de los chavales éstos de Estados Unidos a los que el juez condenó a escuchar a todo volumen una hora de música diaria que no les gustase. ¿No lo han leído ustedes? Si, hombre, sí. Unos tíos de Colorado, creo, veinte años o así, que atronaban a todo el vecindario con canciones rap. Los denunciaron los vecinos. Y el juez sentenció que durante 60 minutacos cada día esos chavales tendrían que escuchar con un volumen altísimo a Barry Manilow. Barry Manilow, insisto. Barry Manilow, por si no lo habían leído bien. At the Copa-Copacabana, the hottest spot north of Habana. Con auriculares. Volumen: diez sobre diez. Atados a una camilla para evitar que los encausados se autolesionen, convulsionen, griten tanto suplicando clemencia que hagan acudir a la policía de los Estados limítrofes. Esto último lo he exagerado yo.
Pero me ha entrado el miedo. ¿Y si algún vecino me denuncia por poner la tele muy alta y algún juez sin escrúpulos me condena a escuchar a todo volumen una hora diaria de la televisión que más odio? Imagínense: llevado por mi pasión por "Bones" subo el volumen del aparato durante el capítulo de la boda entre Hodgins y Angela. De pronto suena el timbre de la puerta. Abro y antes de que se hubiera borrado de mi retina la imagen del líder de ZZ Top vestido de padrino me encuentro esposado, con mis derechos leídos, y arrojado a los pies de un juez que me condena a ver Telecinco a todo volumen durante una hora diaria. "Mujeres y hombres y viceversa", "Está pasando sábado", "Yo era Bea pero sigo siendo Bea aunque ya no soy Bea". Lo que caiga. Da miedo pensarlo, ¿verdad? Como para no tomar precauciones. No, no me contesten, que entonces no podré oír "Padre de familia". Limítense a asentir con la cabeza. No hagan ruido. Callen, callen.
Pero me ha entrado el miedo. ¿Y si algún vecino me denuncia por poner la tele muy alta y algún juez sin escrúpulos me condena a escuchar a todo volumen una hora diaria de la televisión que más odio? Imagínense: llevado por mi pasión por "Bones" subo el volumen del aparato durante el capítulo de la boda entre Hodgins y Angela. De pronto suena el timbre de la puerta. Abro y antes de que se hubiera borrado de mi retina la imagen del líder de ZZ Top vestido de padrino me encuentro esposado, con mis derechos leídos, y arrojado a los pies de un juez que me condena a ver Telecinco a todo volumen durante una hora diaria. "Mujeres y hombres y viceversa", "Está pasando sábado", "Yo era Bea pero sigo siendo Bea aunque ya no soy Bea". Lo que caiga. Da miedo pensarlo, ¿verdad? Como para no tomar precauciones. No, no me contesten, que entonces no podré oír "Padre de familia". Limítense a asentir con la cabeza. No hagan ruido. Callen, callen.
1/12/08
ILUSTRES IGNORANTES RETARD
En los últimos años ha aparecido una nueva categoría de medicamentos denominada "retard". Estos fármacos están tecnológicamente preparados para que el principio activo se absorba más lentamente de lo habitual, con lo que basta con tomar pocas dosis muy espaciadas en el tiempo para conseguir que la droga se mantenga constante en el organismo con los mismos niveles que tradicionalmente requerían de una ingesta más frecuente del fármaco. Ansiolíticos, betabloqueantes o antagonistas del calcio que antes debían ser consumidos cada 4, 6 u 8 horas pueden ahora ser dosificados en periodos de 12, 24 o 36 horas gracias a la tecnología "retard", sin que disminuya en ningún momento los efectos beneficiosos del principio activo sobre el organismo. Esto facilita la adherencia a los tratamientos médicos.
Canal+ estrenó el pasado viernes el primer programa "retard" inscrito en la farmacopea televisiva. Se trata de "Ilustres ignorantes", un nuevo formato de humor basado en la conversación de cinco impresentados, tres de ellos permanentes, -los superhéroes Coronas, Colubi y Cansado-, y dos rotatorios, -Florenci Rey y Juan Carlos Ortega en el debut-. Hartos de los monólogos cómicos, la televisión ha decidido por fin probar qué tal funcionan los diálogos cómicos. Y funcionan de maravilla, aunque "Ilustres ignorantes" debería llamarse "Ilustres ignorantes retard", ya que se emite una única vez al mes gracias a una tecnología química tan sofisticada que consigue que esa única entrega mensual mantenga alto el estado de ánimo del espectador durante 30 días enteros. Otros programas requieren de dosis semanales o incluso diarias, pero la farmacocinética del presentador Coronas y sus alfiles Cansado y Colubi logra que las elevadísimas dosis de feliz inteligencia que contiene el programa se vayan liberando lenta pero eficacísimamente. Nunca un programa tan breve tuvo un efecto tan prolongado en el tiempo. Ha aparecido una nueva categoría de programas televisivos.
Canal+ estrenó el pasado viernes el primer programa "retard" inscrito en la farmacopea televisiva. Se trata de "Ilustres ignorantes", un nuevo formato de humor basado en la conversación de cinco impresentados, tres de ellos permanentes, -los superhéroes Coronas, Colubi y Cansado-, y dos rotatorios, -Florenci Rey y Juan Carlos Ortega en el debut-. Hartos de los monólogos cómicos, la televisión ha decidido por fin probar qué tal funcionan los diálogos cómicos. Y funcionan de maravilla, aunque "Ilustres ignorantes" debería llamarse "Ilustres ignorantes retard", ya que se emite una única vez al mes gracias a una tecnología química tan sofisticada que consigue que esa única entrega mensual mantenga alto el estado de ánimo del espectador durante 30 días enteros. Otros programas requieren de dosis semanales o incluso diarias, pero la farmacocinética del presentador Coronas y sus alfiles Cansado y Colubi logra que las elevadísimas dosis de feliz inteligencia que contiene el programa se vayan liberando lenta pero eficacísimamente. Nunca un programa tan breve tuvo un efecto tan prolongado en el tiempo. Ha aparecido una nueva categoría de programas televisivos.
30/11/08
MÁLAGA
La entrevista a Julián Muñoz consiguió un 20% de audiencia el pasado viernes. Una de cada cinco personas que estaba viendo la tele en ese momento contemplaba el programa más polémico de la historia reciente de la televisión. Como en mi familia. Yo había convencido a mis padres de que no perdieran el tiempo con la melonada de Telecinco. Mi hermano Alfredo no vería la entrevista ni arrastrado por un carro de bueyes. Pero mi cuñada Conchi ya me había comentado hacía semanas que no se perdería el primer interrogatorio al ex-alcalde de Marbella donde y cuando quiera que tuviera lugar. Ella fue el 20% de la familia Rico.
Pero al menos la traición de mi cuñada me ha servido para tener una fuente de información acerca del espacio. Tan rigurosa como cualquier otra fuente de información que usa la telebasura. "Conchi, ¿qué pasó ayer en lo de Cachuli?". "Bueno, no te imaginas todo lo que dijo". "Cuéntamelo tú, anda, que tengo que escribir una columna sobre el asunto". "Es un jeta, un sinvergüenza, un mentiroso, es... es... indignante lo de ese tío". "Ya, pero ¿qué dijo?". "¿Qué va a decir? Mentiras. Muy modosito, que la cárcel es muy dura, que pide perdón a todo el mundo, a la Zaldívar, a sus hijas, que querrá para siempre a la Pantoja, que no hay todavía ninguna condena contra él por quedarse una peseta. Es asqueroso. Yo no sé por qué Telecinco le da dinero a esa gentuza". "Ya te lo explico la próxima vez que nos veamos, Conchi, ¿dijo algo más?". "Anda que le dieron bien en el plató. Estaba Jorge Javier y la Milá Ximénez lo puso a caldo. Qué sinvergüenza. Como la Pantoja. Y pensar todo el dinero que sacó con la entrevista... Que bien que se lo cantó Jimmy en el programa. Que no había derecho al programa". "Venga, Conchi, gracias".
Simultáneamente a la entrevista celebrada en algún lugar de Málaga, "Callejeros" emitía uno de sus habituales reportajes escalofriantes sobre la marginalidad en nuestro país. El malintencionado azar quiso que se centrase en el barrio también malagueño de Palma-Palmilla. El contraste entre ambos espacios, tan cercanos en los mapas y en los mandos a distancia, convertía a toda Málaga en una metáfora surrealista, espectral y desasosegante de la miseria humana. Entre ratas, casas insalubres y heroinómanos, yo escrutaba el horizonte en busca del lujoso hotel donde en ese momento Jordi González y Julián Muñoz se reían del 20% de España.
Pero al menos la traición de mi cuñada me ha servido para tener una fuente de información acerca del espacio. Tan rigurosa como cualquier otra fuente de información que usa la telebasura. "Conchi, ¿qué pasó ayer en lo de Cachuli?". "Bueno, no te imaginas todo lo que dijo". "Cuéntamelo tú, anda, que tengo que escribir una columna sobre el asunto". "Es un jeta, un sinvergüenza, un mentiroso, es... es... indignante lo de ese tío". "Ya, pero ¿qué dijo?". "¿Qué va a decir? Mentiras. Muy modosito, que la cárcel es muy dura, que pide perdón a todo el mundo, a la Zaldívar, a sus hijas, que querrá para siempre a la Pantoja, que no hay todavía ninguna condena contra él por quedarse una peseta. Es asqueroso. Yo no sé por qué Telecinco le da dinero a esa gentuza". "Ya te lo explico la próxima vez que nos veamos, Conchi, ¿dijo algo más?". "Anda que le dieron bien en el plató. Estaba Jorge Javier y la Milá Ximénez lo puso a caldo. Qué sinvergüenza. Como la Pantoja. Y pensar todo el dinero que sacó con la entrevista... Que bien que se lo cantó Jimmy en el programa. Que no había derecho al programa". "Venga, Conchi, gracias".
Simultáneamente a la entrevista celebrada en algún lugar de Málaga, "Callejeros" emitía uno de sus habituales reportajes escalofriantes sobre la marginalidad en nuestro país. El malintencionado azar quiso que se centrase en el barrio también malagueño de Palma-Palmilla. El contraste entre ambos espacios, tan cercanos en los mapas y en los mandos a distancia, convertía a toda Málaga en una metáfora surrealista, espectral y desasosegante de la miseria humana. Entre ratas, casas insalubres y heroinómanos, yo escrutaba el horizonte en busca del lujoso hotel donde en ese momento Jordi González y Julián Muñoz se reían del 20% de España.
¡A MANIPULAAAR!
“¡A jugaaar!” fue el grito de guerra del veterano Joaquín Prat cuando presentaba “El precio justo” en los 90. Tal fue su éxito que el movimiento de brazo que lo acompañaba se considera aún hoy sinónimo de “¡A jugaaar!”, aunque cualquiera que lo viera juraría que significa “aterrizaje”. El caso es que, como los años no pasan en balde, aquí proponemos actualizar ese viejo grito por otro más actual y combativo: “¡A manipulaaar!”.
Llevo años observando que la probabilidad de que se produzca una apuesta por la programación infantil en televisión es directamente proporcional a lo cercano que está el mes de diciembre. En años anteriores, antes de diciembre se estrenaron programas infantiles (un ejemplo: “Los Lunnis”), se recuperó la franja infantil vespertina en la parrilla o se renovó la programación para adaptarla a los gustos de la grey infantil (no me miren así, a los rapaces siempre se los llamó “la grey infantil” y nunca pasó nada). Es después de diciembre cuando las cosas empeoran, como pasó la última vez que TVE recuperó la franja infantil vespertina: antes de diciembre reapareció y después de diciembre desapareció. ¿Por qué ocurre esto? ¿Tendrá algo que ver con interés de los anunciantes en tener controlados a los niños frente al televisor para poder dictarles su carta a los Reyes Magos?
Es casualidad, ya lo sé, pero Telecinco acaba de anunciar “una nueva vertebración de su programación infantil”. No declaran que quieren decir a los niños lo que tienen que pedir a los Reyes, claro, sino que abren “nuevas vías de comunicación publicitaria a sectores de la economía que dirigen sus productos hacia el target infantil y juvenil”. Qué sutiles. Aquí somos más bastos. Y ya que cada vez son más los que piensan que defender públicamente criterios propios frente a lo que dice la tele es una forma de manipulación, no nos queda otra: ¡A manipulaaar!
Llevo años observando que la probabilidad de que se produzca una apuesta por la programación infantil en televisión es directamente proporcional a lo cercano que está el mes de diciembre. En años anteriores, antes de diciembre se estrenaron programas infantiles (un ejemplo: “Los Lunnis”), se recuperó la franja infantil vespertina en la parrilla o se renovó la programación para adaptarla a los gustos de la grey infantil (no me miren así, a los rapaces siempre se los llamó “la grey infantil” y nunca pasó nada). Es después de diciembre cuando las cosas empeoran, como pasó la última vez que TVE recuperó la franja infantil vespertina: antes de diciembre reapareció y después de diciembre desapareció. ¿Por qué ocurre esto? ¿Tendrá algo que ver con interés de los anunciantes en tener controlados a los niños frente al televisor para poder dictarles su carta a los Reyes Magos?
Es casualidad, ya lo sé, pero Telecinco acaba de anunciar “una nueva vertebración de su programación infantil”. No declaran que quieren decir a los niños lo que tienen que pedir a los Reyes, claro, sino que abren “nuevas vías de comunicación publicitaria a sectores de la economía que dirigen sus productos hacia el target infantil y juvenil”. Qué sutiles. Aquí somos más bastos. Y ya que cada vez son más los que piensan que defender públicamente criterios propios frente a lo que dice la tele es una forma de manipulación, no nos queda otra: ¡A manipulaaar!
29/11/08
CUERNO DE RINOCERONTE
Sorprendente: Txumari Alfaro enseña a curar verrugas matando animales en horario de protección infantil. No se escandalicen que la frase tiene truco. Es verdad que Txumari presenta un programa por las mañanas en La Sexta en horario de protección infantil. También es verdad que mata animales ante las cámaras y esparce sus jugos sobre la piel. Lo que no es verdad es que cure verrugas.
Txumari, ese defensor de la urinoterapia que sigue por ahí suelto, se guía por unos principios metodológicos simpatiquísimos. Dice que una persona no debería tomar ningún medicamento que contuviera sustancias de nombre impronunciable. ¿Quiere mejorar nuestra dicción? Ojalá, pero no: quiere que no tomemos cosas raras de nombre impronunciable como, qué sé yo, ácido acetilsalicílico. También dice que lo mejor para la piel son productos que también pueden comerse. Platón decía hace 2400 años que una misma cosa como el estiércol puede ser buena para las raíces pero mala para las yemas de las plantas. Txumari no anda con tanta sutileza, así que nos irá de perlas si nos embadurnamos con comida o nos zampamos los potingues que nos untamos. ¿Y lo que decíamos al principio? Pues que para curar verrugas hay que coger unas babosas vivas y frotarse enérgicamente con ellas sin hacer ascos, después hay que atravesarlas con un palo y dejarlas aplastadas bajo una piedra. Magia potagia: las verrugas desaparecen al día siguiente porque se van a pedir asilo político a algún lugar de la Tierra donde aún reine la racionalidad y las afirmaciones gratuitas deban ser demostradas.
Y ahora, las conclusiones. Primero: si valen para untar será porque las babosas son un plato delicioso. Segundo: sus babas rebosan compuestos con unos nombres facilísimos de pronunciar. Y tercero: la medicina tradicional no se limita a las plantas, la miel y el limón, también incluye a los animales. Abandonemos el citrato de sildenafil del Viagra y volvamos al cuerno de rinoceronte. Es más natural.
28/11/08
MONOTREMA MUÑOZ
Los géneros televisivos son como las especies animales. Si triunfan se extienden por todo el ecosistema y ponen en peligro el futuro de especies menos competitivas. Si fracasan se extinguen y sólo existen para los paleontólogos que las encuentran convertidas en fósiles aplastados bajo toneladas de estratos geológicos. Hace 195 millones de años apareció el monotrema, hijo de reptiles, parecido a éstos pero iniciador de una nueva clase de vertebrados, los mamíferos. El monotrema triunfó y provocó que hoy en día existan 5.000 especies de mamíferos extendidas por los cinco continentes. ¿Se imaginan cómo sería el planeta hoy si al primer monotrema lo hubiera aplastado un árbol antes de su reproducción? ¿Se imaginan la Tierra sin mamíferos?
¿Se imaginan que hubiera fracasado el primer "Gran Hermano"? ¿Se dan cuenta de que entonces hoy no existiría GH, pero tampoco "Operación Triunfo", "Supervivientes" o "Factor X"? ¿Se imaginan que hubiera fracasado el primer programa de cocina, el primer programa de clips breves del humor, el primer coach de Cuatro? ¿Pueden imaginar la programación actual si los primeros monólogos de "El club de la comedia" o el primer monólogo de Buenafuente no fuera más que fósiles encontrados por un paleontólogo televisivo que nos hablasen de especies extintas?
Hoy por la noche en Telecinco va a aparecer una nueva especie televisiva: el chorizo-show. Desciende de los programas del corazón, pero tiene características propias suficientes para crear un nuevo género. Si le cae un árbol en la cabeza, dentro de mil años los científicos encontrarán un fósil televisivo con bigote y pantalones subidos a la altura del diafragma. Si triunfa se extenderá por las cinco cadenas y serán los demás géneros los que aparecerán empotrados en piedras milenarias. En la nochevieja de 2004 toda España se puso de acuerdo en corearle una simpática rima a Ramón García. Carajo, ¿no podemos hoy volver a unirnos todos gritándole a Telecinco la misma rima y derribando el árbol sobre la entrevista a Julián Muñoz?
¿Se imaginan que hubiera fracasado el primer "Gran Hermano"? ¿Se dan cuenta de que entonces hoy no existiría GH, pero tampoco "Operación Triunfo", "Supervivientes" o "Factor X"? ¿Se imaginan que hubiera fracasado el primer programa de cocina, el primer programa de clips breves del humor, el primer coach de Cuatro? ¿Pueden imaginar la programación actual si los primeros monólogos de "El club de la comedia" o el primer monólogo de Buenafuente no fuera más que fósiles encontrados por un paleontólogo televisivo que nos hablasen de especies extintas?
Hoy por la noche en Telecinco va a aparecer una nueva especie televisiva: el chorizo-show. Desciende de los programas del corazón, pero tiene características propias suficientes para crear un nuevo género. Si le cae un árbol en la cabeza, dentro de mil años los científicos encontrarán un fósil televisivo con bigote y pantalones subidos a la altura del diafragma. Si triunfa se extenderá por las cinco cadenas y serán los demás géneros los que aparecerán empotrados en piedras milenarias. En la nochevieja de 2004 toda España se puso de acuerdo en corearle una simpática rima a Ramón García. Carajo, ¿no podemos hoy volver a unirnos todos gritándole a Telecinco la misma rima y derribando el árbol sobre la entrevista a Julián Muñoz?
27/11/08
HOLA, SOY JULIÁN MUÑOZ
(Autoconfesión hipotético-virtual inventada por Antonio Rico)
Hola, soy Julián Muñoz, y quisiera pedirles que por favor no se pierdan la entrevista que concederé mañana en Telecinco. Sé que estos días están ustedes oyendo por todas partes voces que les proponen que me hagan un boicot. Miles de blogs están apoyando la campaña. Hay páginas web creadas expresamente para difundir esta idea. Decenas de miles de espectadores se han tomado esta cuestión como algo personal y están hablando con sus familiares que no usan internet. Desde estas "625 ranas" se ha animado a los lectores mil veces a que mantengan esa noche el televisor encendido, pero sintonizado en otra cadena. Y siempre el mismo ridículo argumento: que soy un delincuente que va a cobrar 350.000 euros por hablar de sus delitos y de sus amores.
Los que han montado esta campaña no entienden nada. No voy a soltar ni media palabra de mis delitos ni de mis amores, y los 350.000 euros me los voy a embolsar pase lo que pase. Me da igual hacer la birria del 11,5% del otro viernes que hacer un 1%. Lo que yo me juego mañana son las decenas de entrevistas que vendrán después. Y ésas no van a sumar 350.000, sino muchos millones de euros. Si mañana soy el programa más visto, me van a llamar de todas partes. "Dónde estás corazón", "La Noria", "Tal cual lo contamos". Varias veces en cada programa. Me van a ver hasta en "Pasapalabra". A, por ejemplo, 150.000 euros por aparición. Multipliquen ustedes. Voy a ganar en dos meses lo que no ganará en cien años toda su comunidad de vecinos. Pero como mañana no llegue al 15% no me van a llamar ni de TeleVillamatas del Marqués.
Así que, por favor, qué más les da a ustedes, vean mañana mi entrevista. Yo siempre he servido fielmente a la sociedad. Que la sociedad me ayude ahora a ganar unas perrillas. No me vengan con morales y con idioteces. Ustedes no entienden este mundo de la telebasura. Dejen que sea Telecinco la que les diga lo que tienen que ver. Hagan el favor de seguir haciendo lo que han hecho siempre: vean la entrevista de mañana viernes sin rechistar y dejen de joder, hostia.
Hola, soy Julián Muñoz, y quisiera pedirles que por favor no se pierdan la entrevista que concederé mañana en Telecinco. Sé que estos días están ustedes oyendo por todas partes voces que les proponen que me hagan un boicot. Miles de blogs están apoyando la campaña. Hay páginas web creadas expresamente para difundir esta idea. Decenas de miles de espectadores se han tomado esta cuestión como algo personal y están hablando con sus familiares que no usan internet. Desde estas "625 ranas" se ha animado a los lectores mil veces a que mantengan esa noche el televisor encendido, pero sintonizado en otra cadena. Y siempre el mismo ridículo argumento: que soy un delincuente que va a cobrar 350.000 euros por hablar de sus delitos y de sus amores.
Los que han montado esta campaña no entienden nada. No voy a soltar ni media palabra de mis delitos ni de mis amores, y los 350.000 euros me los voy a embolsar pase lo que pase. Me da igual hacer la birria del 11,5% del otro viernes que hacer un 1%. Lo que yo me juego mañana son las decenas de entrevistas que vendrán después. Y ésas no van a sumar 350.000, sino muchos millones de euros. Si mañana soy el programa más visto, me van a llamar de todas partes. "Dónde estás corazón", "La Noria", "Tal cual lo contamos". Varias veces en cada programa. Me van a ver hasta en "Pasapalabra". A, por ejemplo, 150.000 euros por aparición. Multipliquen ustedes. Voy a ganar en dos meses lo que no ganará en cien años toda su comunidad de vecinos. Pero como mañana no llegue al 15% no me van a llamar ni de TeleVillamatas del Marqués.
Así que, por favor, qué más les da a ustedes, vean mañana mi entrevista. Yo siempre he servido fielmente a la sociedad. Que la sociedad me ayude ahora a ganar unas perrillas. No me vengan con morales y con idioteces. Ustedes no entienden este mundo de la telebasura. Dejen que sea Telecinco la que les diga lo que tienen que ver. Hagan el favor de seguir haciendo lo que han hecho siempre: vean la entrevista de mañana viernes sin rechistar y dejen de joder, hostia.
26/11/08
PABLO, ENRIQUE Y HOUSE
Julia Leonardo y Lara Amat me informan de que House tendrá un lío amoroso en el capítulo del próximo dos de diciembre. Vale. Yo informo a Julia y a Lara de que Enrique VIII tendrá un lío amoroso en la segunda temporada de “Los Tudor” (Canal +). Como Julia y Lara son muy jóvenes, conocen perfectamente a House y lo ignoran absolutamente todo de Enrique VIII. House es un personaje fascinante en un mundo, el de la medicina, que no se diferencia mucho del laboratorio del doctor Frankenstein. Los médicos también son modernos Prometeos. Enrique VIII es un personaje fascinante en un mundo, el de Inglaterra en el siglo XVI, que no se diferencia mucho del laboratorio del doctor Maquiavelo. Con un poco más de sexo.
¿Os gusta la serie “House”? Entonces, no os perdáis “Los Tudor”. Desde luego, no tendréis que esperar hasta el dos de diciembre para ver una escena amorosa entre el rey Enrique VIII y Ana Bolena. Pero es que, además, en esta temporada tendremos las mismas dosis de alta política (o sea, bajas pasiones), intrigas, ejecuciones y sexo que en la anterior y, de regalo, un nuevo personaje interpretado nada más y nada menos que por Peter O´Toole. ¿Es una nueva amante? No, aunque una escena de cama entre Jonathan Rhys Meyers y Peter O´Toole sería muy interesante (pero también nos recordaría demasiado a películas como “Calígula”, aquél espanto de Tinto Brass). ¿Un nuevo canciller? ¿Un nuevo Primer Ministro? ¿Un nuevo arzobispo de Canterbury? Sí, pero no. Peter O´Toole interpreta al papa Pablo III. ¿Que quién fue Pablo III? Un hombre con muchos más recovecos que House, mucho más poder, mucha más influencia en la historia, muchos más lados oscuros y muchísimas más contradicciones. Pablo III es un House de Dios y, a veces, del demonio y de la carne.
La Roma de Pablo III no es el Hospital Universitario Princeton-Plainsboro de Nueva Jersey en donde trabaja el doctor House. Qué va. La Inglaterra de Enrique VIII tampoco se parece en nada a un Hospital Universitario de Nueva Jersey. Pero recomiendo a Julia, a Lara y a todos los espectadores de buena voluntad que se dejen caer por “Los Tudor” y que, el próximo dos de diciembre, vean “House”. Pablo III, Enrique VIII y House I. Hágase la luz, el demonio y la carne.
¿Os gusta la serie “House”? Entonces, no os perdáis “Los Tudor”. Desde luego, no tendréis que esperar hasta el dos de diciembre para ver una escena amorosa entre el rey Enrique VIII y Ana Bolena. Pero es que, además, en esta temporada tendremos las mismas dosis de alta política (o sea, bajas pasiones), intrigas, ejecuciones y sexo que en la anterior y, de regalo, un nuevo personaje interpretado nada más y nada menos que por Peter O´Toole. ¿Es una nueva amante? No, aunque una escena de cama entre Jonathan Rhys Meyers y Peter O´Toole sería muy interesante (pero también nos recordaría demasiado a películas como “Calígula”, aquél espanto de Tinto Brass). ¿Un nuevo canciller? ¿Un nuevo Primer Ministro? ¿Un nuevo arzobispo de Canterbury? Sí, pero no. Peter O´Toole interpreta al papa Pablo III. ¿Que quién fue Pablo III? Un hombre con muchos más recovecos que House, mucho más poder, mucha más influencia en la historia, muchos más lados oscuros y muchísimas más contradicciones. Pablo III es un House de Dios y, a veces, del demonio y de la carne.
La Roma de Pablo III no es el Hospital Universitario Princeton-Plainsboro de Nueva Jersey en donde trabaja el doctor House. Qué va. La Inglaterra de Enrique VIII tampoco se parece en nada a un Hospital Universitario de Nueva Jersey. Pero recomiendo a Julia, a Lara y a todos los espectadores de buena voluntad que se dejen caer por “Los Tudor” y que, el próximo dos de diciembre, vean “House”. Pablo III, Enrique VIII y House I. Hágase la luz, el demonio y la carne.
25/11/08
REBELDE GUAY
Aquel lunes, después de un largo día en el Zurbarán, Gorka (el rebelde guay de “Física o química”) se sentó a ver la tele después de cenar. En Antena 3 ponían una serie ambientada en un instituto y le apeteció ver a aquellos chavales que estudiaban segundo de bachillerato como él. Seguro que tenían mil movidas, salían de marcha cada dos por tres y desfasaban a todas horas. Vamos, lo normal en un instituto. Calla, calla, que ya empieza.
En el IES “La Solana” estaba acabando el trimestre, así que el fin de semana Sheila y sus amigas salieron poco; lo justo para descansar tras los exámenes del viernes. Luego, a casa a preparar una semanita movida. El lunes llovió toda la mañana. Lo más divertido que pasó fue que Enol y Pelayo, dos compañeros del año anterior, habían ido de visita a clase de Lengua con Ana. Lo peor fue que después de una mañana de clase, clase, clase, clase y clase, habían terminado con un examen de Filosofía. Horrible. Encima el profesor puso un examen rarísimo, como los que ponen en la Prueba de Acceso a la Universidad. Qué pesadez, los profes no hacen más que hablar de la dichosa PAU. El martes no había exámenes, pero todos los de clase se pasaron la tarde del lunes estudiando porque el miércoles había examen de Química con Berta. Y el reading de Inglés con Manolo. Y el viernes de Matemáticas. Y otra vez de Inglés, esta vez gramática. Y algunos lo tenían también de Física. El martes amaneció frío y lluvioso. La mañana fue como todas: clase, clase, clase, clase, clase y clase. Pasillos mojados y cristales empañados. Sólo Alejandra rompió la monotonía regalándole a su chico 36 piezas que componían un puzzle de regalo de aniversario.
Gorka no daba crédito a lo que estaba viendo. ¿Realmente se creen los que hacen esta serie que los institutos son así? ¿Clases, estudiar y exámenes? ¿Y qué coño es eso de la PAU? Joder, estos de la tele no tienen ni puta idea de cómo es un instituto de verdad.
En el IES “La Solana” estaba acabando el trimestre, así que el fin de semana Sheila y sus amigas salieron poco; lo justo para descansar tras los exámenes del viernes. Luego, a casa a preparar una semanita movida. El lunes llovió toda la mañana. Lo más divertido que pasó fue que Enol y Pelayo, dos compañeros del año anterior, habían ido de visita a clase de Lengua con Ana. Lo peor fue que después de una mañana de clase, clase, clase, clase y clase, habían terminado con un examen de Filosofía. Horrible. Encima el profesor puso un examen rarísimo, como los que ponen en la Prueba de Acceso a la Universidad. Qué pesadez, los profes no hacen más que hablar de la dichosa PAU. El martes no había exámenes, pero todos los de clase se pasaron la tarde del lunes estudiando porque el miércoles había examen de Química con Berta. Y el reading de Inglés con Manolo. Y el viernes de Matemáticas. Y otra vez de Inglés, esta vez gramática. Y algunos lo tenían también de Física. El martes amaneció frío y lluvioso. La mañana fue como todas: clase, clase, clase, clase, clase y clase. Pasillos mojados y cristales empañados. Sólo Alejandra rompió la monotonía regalándole a su chico 36 piezas que componían un puzzle de regalo de aniversario.
Gorka no daba crédito a lo que estaba viendo. ¿Realmente se creen los que hacen esta serie que los institutos son así? ¿Clases, estudiar y exámenes? ¿Y qué coño es eso de la PAU? Joder, estos de la tele no tienen ni puta idea de cómo es un instituto de verdad.
24/11/08
PAN Y PASTELES
Lo demostró hace años Mel Brooks en “La loca historia del mundo”: es bueno ser rey. Qué demonios, en realidad es estupenda cualquier cosa que te aparte de la plebe, te eleve por encima del vulgo. ¡Es tan plebeya la plebe, tan vulgar el vulgo! Si es que no tiene ni aspiraciones como Dios manda. Una viñeta, ¿era de Perich?, lo dejaba claro: una señora ve a un pobre que pide pan y comenta: “nunca llegará a nada, al menos podía pedir pasteles”. Las quejas de la plebe por lo que emiten por la televisión generalista son igual de ingenuas. ¡Se quejan de la telebasura! Caray, pues que vean la televisión de pago.
Un ejemplo: el sábado por la noche y el domingo por la tarde en Canal Historia emitieron las dos entregas del documental “La pirámide perdida”. Ya lo habían estrenado en septiembre, pero, ¿quién se resiste a dos horas comiendo pasteles? Las mejores imágenes, las mejores reconstrucciones históricas, la mejor infografía por ordenador para mostrar una investigación puntera realizada por los mejores arqueólogos contando la historia apasionante de una pirámide construida en tiempos de las famosas de Keops, Kefrén y Mikerinos que no había sido encontrada. Dos golosos reportajes de la BBC, esa cadena pública británica que tiene dinero para hacer programas que la cadena pública española no tiene dinero para comprar. El dinero de RTVE sólo alcanza para que TVE emita “¡Mira quién baila!” o para que RNE enseñe esoterismo pagando a colaboradores como Javier Sierra y Miguel Blanco (es curioso, un programa tan caro como “La pirámide perdida” no dedicó un céntimo a las paparruchas esotéricas: sólo investigadores de verdad que trabajan y descubren cosas de verdad).
Así son las cosas. El vulgo nunca llegará a nada, con lo ricos que están los pasteles. Esa absurda pataleta de la telebasura que con su pan se la coman.
Un ejemplo: el sábado por la noche y el domingo por la tarde en Canal Historia emitieron las dos entregas del documental “La pirámide perdida”. Ya lo habían estrenado en septiembre, pero, ¿quién se resiste a dos horas comiendo pasteles? Las mejores imágenes, las mejores reconstrucciones históricas, la mejor infografía por ordenador para mostrar una investigación puntera realizada por los mejores arqueólogos contando la historia apasionante de una pirámide construida en tiempos de las famosas de Keops, Kefrén y Mikerinos que no había sido encontrada. Dos golosos reportajes de la BBC, esa cadena pública británica que tiene dinero para hacer programas que la cadena pública española no tiene dinero para comprar. El dinero de RTVE sólo alcanza para que TVE emita “¡Mira quién baila!” o para que RNE enseñe esoterismo pagando a colaboradores como Javier Sierra y Miguel Blanco (es curioso, un programa tan caro como “La pirámide perdida” no dedicó un céntimo a las paparruchas esotéricas: sólo investigadores de verdad que trabajan y descubren cosas de verdad).
Así son las cosas. El vulgo nunca llegará a nada, con lo ricos que están los pasteles. Esa absurda pataleta de la telebasura que con su pan se la coman.
23/11/08
A NINGUNA PARTE
Viajamos a Ninguna Parte. Hace cien años unos señores proyectaron fotos a toda velocidad sobre una superficie blanca dando la impresión de que las figuras fotografiadas se movían. Eso cambió el mundo. Lo llevó a Ninguna Parte. Creó una industria nueva, ocupada de entre-tener, de tener distraída a la gente entre ocupaciones. Como los caballitos de las ferias, que transportaban a los niños a Ninguna Parte sin parar de moverlos. Como las norias. Como "La Noria", el programa presentado por Violeta Santander: si se escuchan sus entrevistas se llega a Ninguna Parte con el estómago revuelto; si además se escuchan sus debates políticos se llega a una Ninguna Parte más lejana, perdida entre brumas que la mayoría de la audiencia no puede penetrar. Aunque ninguna parte tan Ninguna como la Ninguna Parte a la que llegó el "Especial Julián Muñoz": más de un año de negociaciones ocultas, una campaña publicitaria sin igual, un programa que obliga a la policía a registrar Telecinco, para que al final bajen las ventanillas tintadas del vehículo y vean que han llegado al 11,5%, justo en la Plaza Mayor de Ninguna Parte.
"We’re on a road to nowhere, come on inside" cantaba David Byrne en un videoclip dadaísta. "Vamos camino de Ninguna Parte, móntate". El Follonero realizó buena parte de su último "Salvados" en el Valle de los Caídos, que también es Ninguna Parte, una hortera y formicante Ninguna Parte que sólo existe ya en apariencia, y los habitantes de Ninguna Parte, -cuya existencia tampoco superaría todas las vías de la ontología clásica-, van a denunciarle por no tener respeto a los dictadores y atreverse a vestir a una pareja gay con camisa azul. Viajamos a Ninguna Parte, en el fervor tetánico de un siglo que condensó Fernando Fernán Gómez en una de las mejores películas de la historia del cine español, "El viaje a ninguna parte", y que este sábado iluminó en TVE durante un par de horas este fin de semana estúpido. Malditos dictadores, maldita Telecinco ante la que no cabe mejor escapatoria que el delirio del viaje a Ninguna Parte de Carlos Galván.
"We’re on a road to nowhere, come on inside" cantaba David Byrne en un videoclip dadaísta. "Vamos camino de Ninguna Parte, móntate". El Follonero realizó buena parte de su último "Salvados" en el Valle de los Caídos, que también es Ninguna Parte, una hortera y formicante Ninguna Parte que sólo existe ya en apariencia, y los habitantes de Ninguna Parte, -cuya existencia tampoco superaría todas las vías de la ontología clásica-, van a denunciarle por no tener respeto a los dictadores y atreverse a vestir a una pareja gay con camisa azul. Viajamos a Ninguna Parte, en el fervor tetánico de un siglo que condensó Fernando Fernán Gómez en una de las mejores películas de la historia del cine español, "El viaje a ninguna parte", y que este sábado iluminó en TVE durante un par de horas este fin de semana estúpido. Malditos dictadores, maldita Telecinco ante la que no cabe mejor escapatoria que el delirio del viaje a Ninguna Parte de Carlos Galván.
22/11/08
LOS SIMPSON, POR EJEMPLO
Ver la tele juntos mantiene la familia unida. Veinte años viendo a la familia Simpson correr para ocupar el sofá al comienzo de cada capítulo no dejan lugar a duda: además de servir para orientar los muebles del salón, el televisor también funciona como aglutinante. En mi casa además estamos muy contentos porque la profesora de Sociales dijo a la peque que tenía que ver en la tele “Los últimos días de Franco”, el telefilm con el que Antena 3 recordó los 33 años de la muerte de Claudio (no es una errata, es un homenaje a mi padre, que lleva toda la vida contando el chiste de aquél que llamaba a Franco “Claudio” porque no tenía confianza para llamarle “Claudillo”). Lo grabamos y lo veremos este fin de semana con un cuenco de palomitas. Así pues, éste es un artículo de alabanza a un programa que aún no vimos pero que agradecemos porque a unos nos recordará, a otros enseñará y a todos nos mantendrá unidos.
Dijo Jordi González el otro día que no sólo está encantado de ser él quien haga la entrevista que llenará los bolsillos de Julián Muñoz, sino que además “no dudaría en entrevistar a Bin Laden si pudiera”. Contaba divertido que en esa entrevista a Cachuli la primera pregunta será cuánto cobra por estar allí. No sabemos si sería capaz de hacerle con el mismo salero la misma pregunta a Bin Laden (si lo haría debería explicar semejante barbaridad, y si no lo haría debería explicar por qué un periodista tan chupiguay nos viene a estas alturas con reparos morales). Se quejaba también González de que las críticas a la entrevista “ya están escritas antes incluso de que se realice la entrevista”. Es cierto. Éste es también un artículo de crítica a un programa que ni vimos ni pensamos ver pero que lamentamos porque a unos nos recordará que el delito tiene premio cuando es lo suficientemente espectacular, a otros enseñará que estudiar y trabajar para ganarse honradamente la vida es de pringaos, y a todos nos mantendrá unidos viendo en la tele cualquier otra cosa. “Los Simpson”, por ejemplo.
Dijo Jordi González el otro día que no sólo está encantado de ser él quien haga la entrevista que llenará los bolsillos de Julián Muñoz, sino que además “no dudaría en entrevistar a Bin Laden si pudiera”. Contaba divertido que en esa entrevista a Cachuli la primera pregunta será cuánto cobra por estar allí. No sabemos si sería capaz de hacerle con el mismo salero la misma pregunta a Bin Laden (si lo haría debería explicar semejante barbaridad, y si no lo haría debería explicar por qué un periodista tan chupiguay nos viene a estas alturas con reparos morales). Se quejaba también González de que las críticas a la entrevista “ya están escritas antes incluso de que se realice la entrevista”. Es cierto. Éste es también un artículo de crítica a un programa que ni vimos ni pensamos ver pero que lamentamos porque a unos nos recordará que el delito tiene premio cuando es lo suficientemente espectacular, a otros enseñará que estudiar y trabajar para ganarse honradamente la vida es de pringaos, y a todos nos mantendrá unidos viendo en la tele cualquier otra cosa. “Los Simpson”, por ejemplo.
21/11/08
DIECIOCHO AÑOS Y DOS MESES
Dieciocho años y dos meses. Ése es exactamente el tiempo que un español que cobre el salario medio tardará en ganar con su trabajo honrado lo que Julián Muñoz va a ganar hoy gracias a sus actividades dudosamente prosociales. Léanlo bien: dieciocho años y dos meses de jornadas laborales de 8 horas equivalen en nuestro país a una entrevista en una televisión nacional tras una vida llena de delitos económicos y escándalos del corazón. Si su nómina ronda los 1600 euros mensuales estará cerca del salario medio de la España actual. Si hoy se decide a ahorrar todo su sueldo íntegro, -sin destinar ni un sólo céntimo a comida, a la hipoteca, a su familia, a nada de nada-, una bonita mañana de finales de enero de 2027 habrá conseguido reunir 350.000 euros. Si hoy tiene usted 33 años, tendrá entonces 51. Si hoy tiene usted 51 años, tendrá entonces 69. Julián Muñoz tiene hoy 59 años. Mañana tendrá también 59 años y 350.000 euros más que hoy.
Pero entre Julián Muñoz y usted hay una importante diferencia. No me refiero a que hay una gran probabilidad de que usted no haya robado dinero público mientras que hay una gran probabilidad de que Julián Muñoz sí lo haya hecho. No me refiero a que su vida amorosa no ha sido retransmitida por la televisión del corazón mientras que la de Julián Muñoz sí lo ha sido. Me refiero a una diferencia más radical. Y es que los ingresos de usted no dependen para nada de Julián Muñoz, pero los ingresos de Julián Muñoz dependen en buena medida de usted. Nada puede hacer Julián Muñoz para que usted deje de ganar 1600 euros el próximo mes con su trabajo, pero usted puede hacer mucho para que Julián Muñoz no gane otros 350.000 euros con la próxima entrevista que conceda después de hoy. Usted puede hacer mucho y de forma muy sencilla: encienda hoy su televisor después de la cena y no sintonice Telecinco. ¿Ve qué fácil? ¿De verdad quiere ayudar a Julián Muñoz a ganar ese dinero de esa manera? Y el lunes póngase a trabajar. Le quedan dieciocho años, un mes y veintinueve días para ganar 350.000 euros.
Pero entre Julián Muñoz y usted hay una importante diferencia. No me refiero a que hay una gran probabilidad de que usted no haya robado dinero público mientras que hay una gran probabilidad de que Julián Muñoz sí lo haya hecho. No me refiero a que su vida amorosa no ha sido retransmitida por la televisión del corazón mientras que la de Julián Muñoz sí lo ha sido. Me refiero a una diferencia más radical. Y es que los ingresos de usted no dependen para nada de Julián Muñoz, pero los ingresos de Julián Muñoz dependen en buena medida de usted. Nada puede hacer Julián Muñoz para que usted deje de ganar 1600 euros el próximo mes con su trabajo, pero usted puede hacer mucho para que Julián Muñoz no gane otros 350.000 euros con la próxima entrevista que conceda después de hoy. Usted puede hacer mucho y de forma muy sencilla: encienda hoy su televisor después de la cena y no sintonice Telecinco. ¿Ve qué fácil? ¿De verdad quiere ayudar a Julián Muñoz a ganar ese dinero de esa manera? Y el lunes póngase a trabajar. Le quedan dieciocho años, un mes y veintinueve días para ganar 350.000 euros.
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